Ni tan enojados

Mi novio y yo peleamos, sin dejar que eso afecte nuestra vida sexual.

Habíamos peleado toda la tarde, él estaba molesto porque mi amigo Jesús había dicho en la peda de ayer que "lo bueno es que yo no me tomaba a nadie en serio" y yo muy enojada de que él creyera que no era importante para mí.

Al final él estaba tobteando en su celular en la cocina y yo viendo un juego de fútbol en la sala, queriendo olvidarme del tonto de mi novio por un rato. Estuvimos en silencio como una hora hasta que desde la cocina y sin cortesías extra me dijo:

— Vamos a coger ¿No?

La verdad es que yo no tenía ganas de seguir peleando y sí de unos besos, así que decidí darle unos buenos y dejarlo caliente; hacerle saber que seguía enojada.

— Bueno, ven.

Llegó al sofá donde estaba acostada y me besó mientras metía las manos dentro de mi blusa, acostándose encima mío para que pudiera sentir el proceso de su pene levantándose, no es que fuera tan largo, siempre se le paraba en cuanto empezaba a tocarme y me encanta que su cuerpo me haga saber que lo pongo caliente, sin darme cuenta empecé a gemir en sus labios y no es que fuera raro, pero es que se supone que estaba enojada. Fui consciente de ello y decidí tomar las riendas, por lo que lo hice sentarse y yo me senté encima suyo, besándolo de frente. Obviamente mi blusa no duró nada en mí, me la quitó en cuanto empezó a besar mi cuello, para darse paso a mis pezones. Disfrutando de su lengua jugando con mis bubis, quise sentirlo más excetado, por lo que empecé a frotar mi vagina en su pene, tan parado como ya estaba, obvio lo hice lento, rítmicamente, al son de sus labios en mí; él me tomó de la cabeza y las nalgas y me besó mientras el rítmo de nuestro frote seguía. Es tan hábil, que ni noté cuando se quitó el pantalón, sino que me dí cuenta que él estaba desnudo, cuando hizo por desnudarme a mí. Era el momento perfecto para pararme e irme, pero ya no quería eso, estaba más caliente que enojada, así que lo ayué a dejarme desnuda, apenas lo estuve, me sentó en él y me clavó su verga hasta el fondo, mmm, tan rico que solté un grito, él también lo sintió y me  tomó de las nalgas para moverme a su gusto, yo estaba tan excitada que quería gritar, dejé que mi primer orgasmo saliera mientras ponía atención en lo rico que era cuando sus piernas y las mías se juntaban a cada sentón, decidí besarle un hombro mientras gemía por tan rico placer, mientras mi novio, sin perder el título de la cogida, me masajeaba los pezones en círculos con sus pulgares. Cuando lo mordí él me dió una embestida riquísima y después me apretó los pezones tan duro y rico que lo agarré de la espalda con mis dedos y le dejé marcas con mis uñas; estábamos llegando juntos, así que él empezó a moverse más rápido y duro para que nos llegara al mismo tiempo y lo consiguió. Los dos pusimos la cabeza hacia atrás disfrutando del rico orgasmo que nos acabábamos de echar, como siempre no se salió al momento, sino que dejó su verga adentro para "disfrutar de nuestros juguitos calientes", me dió un beso, al tiempo que sentía como "nuestros juguitos" bajaban de mi vagina a sus piernas.

Después de un beso largo me dió un poquito, para luego decirme:

— Mira, tu equipo anotó un gol.

Volteé para ver la repetición, le sonreí y le dí otro besote, terminamos de ver el juego acostados y abrazados en el sofá. Me encanta coger con él ¿Cómo puede dudar que quiero y necesito de todo él en mi vida? ...vato menso. Me encanta.