Ni en la Policía estás a salvo: Karim

Sonia viene de sufrir su primer trío. Y decimos sufrir porque no ha sido la realización de su fantasía. Karim por el contrario está en el cielo...

NI EN LA POLICÍA ESTÁS A SALVO

Episodio 5

Javi: Hola preciosa¿Qué tal el día?

Bien. Me han hecho un reportaje fotográfico en todo tipo de posturas y hasta con una polla empalmada y sucia en la boca. No contentos con eso me han hecho comerme no una, sino dos pollas (una de ellas hasta la tráquea). Me han follado, me han insultado y me han tratado como a una puta corriéndose en mi cara y en mi boca, y cuando han acabado, se han ido rápidamente dejándome allí tirada en el suelo como una perra - es lo que pensaba Sonia como respuesta, pero el silencio fue lo que realmente ocurrió.

Javi: ¿Sonia? ¿Sonia estás ahí?

Sonia: ...

Javi: Joder, puto móvil de mierda.

Sonia: Javi ... ¡Hola guapo! ¿Me oyes?

Javi: ¡Ey! Joder es que no te oía ¿Qué tal se ha levantado la chica más guapa del vecindario?

Sonia: Soy la única chica del vecindario.

Jajajaja - rieron los dos.

A Sonia le había costado contestar, pero al oir la voz de Javi volvía a sentir el abrazo protector que la separaría del peligro y sufrimiento al que estaba siendo sometida.

Javi: ¿Te gustó el desayuno?

Sonia: Ya te digo. Ni mi novio me había tratado tan bien. Voy a tener que pedirte para reyes, jejeje.

Javi: Hombre, estamos en la primera semana de abril. Me gustaría que nos viesemos antes, si te apetece, claro.

Sonia: A mí me encantaría ¿Tomamos algo cuando salgas de trabajar?

Javi: He quedado con los amigos a tomar unas cañas al bar de pepe. Si te apetece venir.

Sonia: ¿Con quien?

Javi: Manu, Santos y Michel. Vendrán sus novias también.

Sonia le preguntó si iba directo después del trabajo. Javi le dijo que si quería pasaba a buscarla, pero ella le dijo que iría en su coche.

Eran las 5 de la tarde y quedaron a las 7. Sonia se había pasado el día desde que se fueron sus dos violadores limpiando la casa. No había descuidado limpiarse la boca a conciencia y darse un par de duchas. Había barrido, fregado y echado a la lavadora las sábanas de la cama donde ni siquiera había llegado a follar. Su paranoia iba en aumento. Nada le parecía lo suficientemente limpio. Había limpiado la mesa del salón como 3 veces y aún le parecía ver manchas de salpicones de esperma en ella. Por si todo aquello fuera poco, había gastado gran cantidad de ambientador de limón porque seguía notando el olor a moro sucio y repugnante en el ambiente.

Ni tan siquiera se había parado a comer. Ahora, sabiendo que había quedado, se había parado a descansar por un momento. Se preparó un sano sandwich de atún que se comió en pocos segundos. Se hizo una pequeña ensalada de tomate y cuando terminó se fue a vestir.

No se puso nada especial, tan solo unos vaqueros y una blusa de color azul con margaritas sin marcar mucho escote. Se pintó los labios con un rosa muy tenue y se dio un poco de colorete, aunque muy poquito porque le gustaba no trastocar el aspecto de sus pecas.

Sonia se sorprendía a si misma de cómo era capaz de desconectar de todo lo que le estaba sucediendo. Se preguntaba si sería capaz de llevar esa doble vida por más tiempo. Esos pensamientos no eran nada reconfortantes por lo que los abandonó y comenzó a pensar en Javi.

Después de varios acercamientos, anoche se había acostado con él, y por la mañana, un estupendo desayuno había sido su forma de decir gracias. La joven dudaba de cómo saludar al chico cuando le viera.

¿Le doy un pico? ¿Le doy dos besos como a los demás? ¿Les habrá dicho a sus amigos que hemos follado? ¿Me mirarán ellos diferente? ¡Dios! ¿Por qué me comeré siempre tanto la cabeza? - pensaba la policía.

A las siete y diez minutos de la tarde llegó Sonia al bar. Javi y el resto estaban en la terraza. Saludó primero a Javi dándole dos besos de manera natural. Después saludó al resto de chicos y chicas uno a uno; a las chicas aún no las conocía.

Hechas las presentaciones se pidió una caña y comenzaron a charlar un poco de todo. Una de las chicas le preguntó sobre a qué se dedicaba y ella siguió con la historia de que ayudaba a chicos con problemas, aunque pasó muy por encima sobre ese tema sin extenderse casi de lo que le había dicho a Javi anteriormente.

Al resto de chicos ya los conocía de otras veces. Eran amigos de Javi. Manu desde chiquititos. Quedaba con ellos muchos fines de semana para hacer rutas en bici. Solían partir de casa de Javi porque estaba en la zona más apartada de la ciudad y a la vez cercana al inicio de cualquier ruta que tuvieran prevista.

Esa misma tarde estaban organizando, o decidiendo, el recorrido de la que harían ese domingo próximo. Las chicas hablaban en un corrillo y los chicos en otro. Sonia miraba de vez en cuando a Javi y éste le devolvía una sonrisa. Las chicas charlaban de lo mucho que le gustaba la bicicleta a sus chicos y que ellas no se montaban en una desde chiquititas. Sonia no hablaba de Javi como su chico. Desde la ruptura con su exnovio y el tiempo pasado de flor en flor, se había dicho que tardaría en volver a caer en manos de un hombre, aunque a decir verdad, ya fantaseaba con ello.

Al cabo de hora y pico y algunas cañas, Javi acompañó al coche a Sonia.

Javi: Bueno ... ¿ha estado bien no?

Sonia: Sí. Está bien conocer gente nueva.

Javi: Pero te tengo que confesar que ayer estuvo mejor.

¿Qué parte? No sé de que me hablas - le contestó Sonia haciéndose la despistada mientras sonreía con picardía.

Javi: Bah. Me refería a la película. El resto no fue muy allá.

Sonia: ¡Oye!

La chica le golpeó en el hombro con la rabia juguetona de una adolescente a la que le pica el chico que se la quiere ligar.

Se enzarzaron en una pequeña lucha de brazos junto al coche. Javi se hizo con ella con facilidad. Sonia no se había resistido tampoco demasiado. El ciclista tenía las muñecas de su presa fuertemente sujetas y acercó su cara al rostro de la guapa chica que no sabía que era policía.

Javi: Eres guapísima. Miro tus ojos y siento que no puedo dejar de mirarlos. Ayer fue un día muy especial. Me lo pasé en grande y me gustaría repetir.

Sonia se sentía totalmente indefensa. Esa colonia que tanto le gustaba, esos ojos, esas cosas bonitas que le decía. No dejo pasar el tiempo, le miró a los ojos y fue ella esta vez la que acercó sus labios a los de él.

Se dieron un beso y luego otro, y después otro más. Se separaron, se miraron y sonrieron.

Sonia: Me tengo que ir. Yo también quiero repetir. Ya hablamos mañana.

Javi: Adios guapa.

Cuando la chica se iba a meter en el coche, Javi le cogió del brazo le dió la vuelta y le plantó otro beso.

Javi: Éste para el camino.

Ella se montó en su coche y se fue sonriente. El chico, aún más.

Si de camino a casa fantaseaba con Javi, una vez allí dedicó más tiempo. Tumbada sobre el sofá puso la televisión, pero no era más que un ruido de fondo. Miraba al infinito. Imaginaba que eran novios, que salían y reían, que disfrutaban el tiempo el uno del otro. Ella le confesaba que era policía y él se lo tomaba bien.

¿Se lo tomaría bien? ¿Se enfadaría por ocultarlo?¿Cómo le explicaría entonces lo de Hadni? - pensaba la pobre chica.

Siempre que pensaba en chicos se le venían cientos de preguntas a la cabeza. Le sucedía desde que empezó a interesarse por ellos. Ahora se preguntaba si él sentía algo por ella. Estaba claro que le gustaba, pero no sabía si querría una relación que ella ahora deseaba por encima de todas las cosas.

Sentía un cosquilleo en el estómago y tenía claro que su tiempo de soltería había llegado a su fin.

¿Qué voy a hacer? ¡Tengo que acabar con lo de Hadni como sea! - se decía a si misma preocupada.

Al día siguiente por la mañana, era un martes soleado en el que Sonia decidio salir a correr alrededor de las 9 de la mañana. Lejos de su casa, Karim, se acababa de levantar.

Sus padres se acababan de ir a trabajar. Su hermana mayor estaba en la universidad y como el curso de fotografía era por la tarde tenía la casa para él solo.

Llevaba puesta una camiseta de tirantes de color blanco y unos calzoncillos del mismo color. Se puso un tazón de cereales con leche y cuando lo vació se puso otra ración.

Sus pensamientos se centraban en Sonia.

¡Ya no soy virgen! y además con una policía mayor que yo, jajaja - pensaba mientras se vanagloriaba de su suerte.

En ese momento las dudas de si la chica lo hacía por placer o había algo raro en todo lo ocurrido no tenían cabida en su mente. Solo sentía su polla crecer y un deseo total de ver porno. Puso el vídeo de Sonia en la televisión. Hadni se lo había pasado hacía días y desde entonces lo habría visto 10 veces por lo menos.

Desde que fue detenido junto a Hadni en un robo, se habían hecho muy amigos. Hadni había evitado que se rieran de él, como solían hacer por su timidez y su delgadez extrema. El propio Hadni, al pasarle los vídeos, le dijo que esa chica era muy cachonda y que si se la quería follar, él quizás se lo conseguiría.

Había perdido por fin la virginidad y de que manera más placentera. Ver esa escena porno tenía un morbo extra. Por una parte era un video amateur, por otra parte era alguien a quien conocía, y por último, se la había follado.

Se sacó la polla de los calzoncillos. Ya la tenía dura y gruesa. Se apretó sacando una enorme gota de líquido preseminal y tras un par de subidas y bajadas de su mano, se escupió como otras tantas veces para hacer más placentera la paja.

Karim disfrutaba viendo a Sonia follando en su televisor, pero ahora sentía que la paja era más placentera que de costumbre. Siempre había imaginado que follaba a muchas actrices porno de los vídeos que veía, o amigas del barrio o del instituto, pero ahora sabía lo que se sentía al hacerlo. Casi podía sentir que la saliva que envolvía su glande no era la que acababa de escupir hacía unos segundos, sino que era de la chica que en el día de ayer lo había hecho.

Recordaba la sensación cálida de la boca de Sonia, sujetando y absorbiendo su polla. Como se la metía y se la sacaba, y como tras pedirle que le chupara los huevos, ésta lo hacía sin dejar de mirarle con esos ojazos verdes.

Le encantaban sus pecas, y le encantó la sensación de placer que aumentaba al introducir la polla en el agujero estrecho y húmedo que la policía tenía entre las piernas.

Empezó a simular un diálogo con la chica. Pensó que tenía absoluto control sobre ella. Pensaba incluso en que la cogía en brazos y se la follaba de pie mientras ella se abrazaba a él y gemía sin parar, pidiéndole más.

Su mano derecha iba muy rápido y su calor crecía en su polla. Bajó el ritmo para alargar la masturbación. Se escupió varias veces. Se apretaba el glande cuando notaba que estaba cerca de correrse. Sus tiempos de virginidad ya habían quedado atrás pero era un experto en las pajas y se conocía en este aspecto muy bien. Sentía cuando su polla palpitaba apunto de correrse y entonces se detenía. Veía su capullo como enrojecía más y más a medida que se sentía más cachondo. Estuvo un poco más masturbándose y sintiendo la dureza de su polla, que le gustaba empujar hacia delante mientras estaba sentado y soltarla viendo como la mísma volvía dura hasta su estómago golpeando con fuerza. Se sentía ahora capaz de follarse a cualquier tía y su autoestima había subido a límites que eran más propios de sus sueños.

El vídeo ya había terminado, y él solo pensaba en que le follaba la boca a la protagonista como hizo Hadni en el día anterior. Le encantaría sentir que la nariz de esa chica le tocara la tripa y que sus huevos tocasen la barbilla de ella. En ese momento no pudo más, sintió que se corría y así fue. No se había quitado la camiseta y se la puso perdida. No dejó de masturbarse mientras los chorros espesos seguían saliendo acabando en líquidas e inferiores eyaculaciones que le empaparon la camiseta. Hasta notó como su cálido esperma la traspasaba y le manchaba el vientre.

Sonia regresó a casa después de correr. Había corrido 10 km según marcaba su programa de confianza en el móvil.

52 minutos y 16 segundos. No está nada mal. - pensó.

La policía llegó hipermojada de sudor. Se desnudó y se dispuso a entrar en la ducha no sin antes pararse frente al espejo a admirar su dulce y sexy cuerpo desnudo. Se preguntaba cuantas veces Javi habría pensado en ese cuerpo en las últimas horas, aunque ignoraba que minutos antes, ese cuerpo ocupaba las fantasías de Karim, mientras se hacía una paja viendo el vídeo que, ella, obligada, protagonizaba.

Esa tarde había quedado con Mónica para ir de compras. Como le quedaba algo más de una hora para ir a su encuentro, se fue a casa de Javi a tomar un café. Estuvieron charlando como de costumbre, aunque luego se enrollaron sobre el sofá. Pasaron un largo rato besándose y charlando acarameladamente. Disfrutaba de la lengua de él y Javi del sabor de sus labios.

Javi le estuvo magreando un poco. Sus manos se introdujeron en su camiseta tocando sus tetas. después dio paso a apretar su firme y duro culo sin dejar escapar de su boca los labios de esa preciosa chica. Ella le detuvo un par de veces aunque sin dejar de besarle.

Javi le intentó quitar la camiseta.

Sonia: ¿No te rindes eh?

Javi: Soy un cabezón, ya me irás conociendo jejeje.

Sonia: Jijiji. Pues yo me tengo que ir, que se me ha hecho tarde y he quedado.

Por un momento Javi sintió que era uno más de muchos y que esa chica no buscaba nada serio, pero la chica le contó que había quedado con una amiga y se sintió aliviado.

Ante su mirada intensa y azul, Sonia le dió un beso de despedida en los labios.

Sonia: ¡No te toques eh! A mí me gusta que hagan cosas conmigo, no pensando en mí.

Javi rió y dijo que no le prometía nada. Al poco de irse ella en su coche, Javi buscó rápidamente un vídeo porno de una morena de pelo corto en el ordenador y comenzó a tocarse pensando que él era el actor y esa actriz era su vecina. Era el segundo chico que se masturbaba pensando en ella en ese día, el segundo de decenas que lo habían hecho solo con haberla visto una vez en otras ocasiones.

La tarde con Mónica sirvió para estrechar lazos. Las compras unen hasta a las chicas más diferentes y en este caso, eran de carácteres parecidos. Sonia le contó que ya había follado con Javi y que después del día de hoy, notaba que lo tenía para ella.

Ambas reían y se enorgullecían del poder que tenían como mujeres hacia los hombres, y en su caso, como mujeres bien guapas que eran las dos.

Sonia le mostraba los mensajes de whatsapp que recibía de Javi y Mónica le decía que se notaba que estaba loquito por ella.

Pasaron el resto de la tarde charlando en la terraza de un bar desechando conocer a los chicos que se acercaban y al final se fueron cada una para su casa.

Al día siguiente, cuando Sonia llegó al trabajo, se encontró a Hadni sentado en la cola de denuncias. El moro le saludó y le hizo un gesto para que se acercase. Con total seriedad se acercó a él y le preguntó qué quería, haciéndole ver que estaban en la comisaría y que debía ser discreto.

Hadni: Jefa. Me voy de viaje mañana y perdí el pasaporte. Tendremos que esperar para romperte el culo.

Sonia miró a su alrededor, le pareció que una señora mayor lo escuchó perfectamente por la cara de sorpresa que puso y por como miró hacia otro lado de forma rápida.

En ese momento apareció Mónica camino del vestuario. Se les quedó mirando extrañada desde la corta distancia que les separaba.

Hadni: Tu amiga tiene buenas tetas. Me gustaría meter mi polla dentro y golpear en su boca.

Sonia: Hadni. Esto tiene que acabar. Yo... te pagaré.

Hadni: No quiero dinero. Yo quiero culo y ya está.

Hadni pasó de ella totalmente desde ese momento. La chica se fue al vestuario donde Mónica se quedó con ganas de preguntarle el motivo de conversación.

Ese día patrulló con su compañero de siempre, sin poder quitar de su pensamiento que Hadni se iba de viaje y por ello iba a estar tranquila una temporada. Deseaba con todas sus fuerzas que no volviese, que sufriese un accidente o que los caminos de sus vidas se separasen desde ese momento. El día acabó con esa idea en su mente.

Al día siguiente, Karim había ido quedado con Marc para que le diese las fotos reveladas de la sesión en casa de Sonia. El padre de Marc tenía una tienda de FOTOPRIX, y él lo había hecho cuando su padre había salido a hacer unas entregas y le había dejado a cargo de la tienda.

Marc no era de la pandilla del parque, pero era amigo de Karim de mucho tiempo atrás. El chico le preguntó si la de las fotos y el vídeo que le mostró realmente era policía y cómo había llegado a hacer esas fotos. Karim le dijo que era un disfraz y que era una amiga de Hadni, que era muy golfa.

Marc le preguntó si cuando tenía la polla en la boca era solo por posar o se la estaba chupando también.

Karim le contestó que solo eran poses y que no le dijese a nadie nada de las fotos. Además le preguntó si había borrado todo rastro en la máquina de la tienda y Marc asintió. Lo que no dijo es que se había guardado varias en su propio ordenador para su disfrute.

Ya había hecho una primera selección de las fotos que se quedaría y el resto las borró. Ahora en la intimidad de su casa, abrió el sobre para ver las fotos detenidamente. Sus ojos de estudiante de fotografía parecían decirle que esa chica no estaba disfrutando ni cuando emitía una sonrisa, algo que para él, escondía tristeza. Pero es que incluso las había de aquellas en las que no sonreía en absoluto.

Aquello reforzó sus dudas de la realidad de lo sucedido. Hadni era su amigo, pero era un tío inestable. Podría ser incluso que la estuviese chantajeando de alguna manera.

¿Y si la está chantajeando? ¡Yo sería cómplice! Tengo que hablar con Hadni, o con ella. -pensaba el chico.

Llamó a Hadni diciéndole que ya tenía las fotos. Le dijo que no parecía que estuviese disfrutando mucho en ellas.

Hadni: A ella le gusta que traten mal Karim. Tú eres chico joven y no entiendes.

Karim: Pero es que no parece que...

Hadni: ¡Karim! Yo no ti miento. A ella cuando trabaja le gusta tratar mal, pero cuando folla le gusta que la tratan mal a ella ti lo juro. No te preocupas tú.

Karim: Si tú lo dices...

Hadni: Haz caso a Hadni. Yo sé de mujeres y la jefa gusta follar, gusta follar mucho.

Hadni le dijo que se iba de viaje y que volvía la semana siguiente. Le preguntó si había disfrutado el otro día y si le apetecía repetir.

A Karim no solamente le gustaría, sino que estaba deseándolo. Después de su sequía, una vez perdida la virginidad, quería aprovechar el momento al máximo.

Hadni le dijo que iba a hablar con Sonia para preguntarle si le apetecía volver a quedar con el chico mientras él no estaba. Le dijo además que seguro que quería, lo que animó al delgaducho.

A Sonia le sonó el móvil cuando estaba en el vestuario cambiándose de ropa para irse a casa.

Hadni: ¡Jefa! ¿Estás en casa?

Sonia: No. Estoy cambiándome en el vestuario. Acabo de terminar.

Hadni: ¿Llevas bragas bonitas?

Sonia: ¿No te ibas de viaje hoy?

Hadni: No te preocupas jefa. Yo me voy en 1 hora, pero alguien quiere ir a verte a casa.

Sonia: Alguien ¿c-c-cómo que alguien?

Hadni: A las 5 estás lista y limpia.

Sonia: Hadni pero esto no...

Hadni: Jefa, tú me escuchas bien. Esta tarde tienes que tratar bien al chico que va a verte. Si piensa que tú no quieres o le dices algo que a mí no gusta, yo pongo tu vídeo y tus fotos en internet ti lo juro. Lo enseño a tooooooodo el mundo. Y además, lo pongo en tu trabajo para que todo el mundo vea lo puta que eres.

Sonia: Pero esto no puede seguir así, yo no puedo aguantar es..

Hadni: Tú vas a aguantar más. Primero hoy vas a tratar bien a chico y luego, cuando yo vuelvo voy a romper tu culo. Ti lo juro. Yo demuestro yo no maricón.

Hadni colgó dejando a Sonia con la palabra en la boca.

La pobre chica comenzó a agobiarse y a sentir ansiedad. Se preguntaba quien sería ese chico que iba a ir a su casa y a que perversiones iba a querer someterla.

Empezó a costarle respirar y se fue al baño, donde comenzó a llorar tratando de hacer el menor ruido posible. El baño quedaba cerca del vestuario. Cuando Mónica pasó junto a la puerta, escuchó los sollozos y se metió al baño.

Mónica preguntó si estaba bien sin saber quien había tras la puerta. Al escuchar decir que sí reconoció la voz de su amiga.

Sonia le dijo que salía enseguida, que se fuese tranquila, pero Mónica insistió en quedarse. Al final la vió salir sonándose los mocos y le preguntó el porqué de sus lágrimas.

Al principio Sonia no quería hablar. Ni se le antojaba la idea de contarle lo que pasaba. No lo había hablado con nadie y no se veía capaz de hacerlo. Se inventó que estaba un poco agobiada con el cambio de ciudad, pero la explicación no convenció a Mónica.

Mónica sabía que las apariencias engañan, pero esa chica estaba bien aclimatada y ahora estaba empezando con un chico. Tenía que ser otra cosa. De golpe pensó en Hadni. No sabía por qué pero lo sabía. Recordó como la vió hablando con él el día anterior en comisaría y la cara de ella que era extrañamente preocupada.

Se ofreció para ir a comer juntas y charlar tranquilamente, pero Sonia, que sabía que debía ir a casa, le dijo que quería dormir que ya quedarían otro día.

Cuando Karim leyó los mensajes de Hadni diciéndole que Sonia quería que fuera a su casa hoy, se vino arriba. Le preguntó varias veces si era una broma pero el moro contestó que no, que a las 5 como un reloj debía estar allí, y que cumpliese como un hombre.

Karim estaba muy contento. Eran las dos y cuarto de la tarde. Su madre estaba preparando la comida y se fue a dar una ducha.

Mientras lo hacía, al observar la mata de pelo, decidió darle una sorpresa a la chica que le había convertido en un hombre. Cogió la máquina de afeitar de su padre y se la pasó sobre el pubis. Tenía algunos pelos en los huevos, pero esos no los tocó. Le pareció que su polla había crecido y cuando se la agarró, se le puso dura solo de pensar que hoy también iba a follar.

Su madre tocó a la puerta del baño y le preguntó si no había tenido horas en la mañana para ducharse, recriminándole que la comida ya estaba lista y su padre y su hermana habían llegado.

Limpió a conciencia la máquina de afeitar para no dejar rastro. Le entró algo de risa al pensar que su padre la usaba para la cara.

Su hermana hizo algunos comentarios respecto a cual era el motivo de estar tan guapo ese día. Se había puesto unos vaqueros y una camisa blanca, algo que no usaba casi nunca.

Su madre dijo que a lo mejor había quedado con alguna amiga. Sentía deseos de ver a su hijo con una chica. Lo veía siempre tan tímido, tan callado y con tan pocas visitas, que la sola idea de creer que estuviera echándose una novia la enorgullecía.

Karim por su parte estaba radiante. Se puso algo rojo con los comentarios, pero dijo que había quedado y que no tenía que dar más explicaciones.

Terminó de comer a las tres y media y sabía que de su casa a la de la policía habría 20 minutos en su moto. Recordaba el trayecto en coche con Hadni perfectamente. De hecho no creía ser capaz de olvidar nunca donde perdió la virginidad.

La siguiente media hora la pasó en su cuarto mirando las fotos de Sonia. Eligió una en concreto de la que tenía varias copias. Con un rotulador negro le puso una dedicatoria y la metió en un sobre.

No podía aguantar más. El tiempo parecía detenerse e incluso ir hacia atrás. Se echó colonia, se remojó el pelo para acrecentar la forma de sus rizos, aunque temía que con el casco todo se fuese al traste.

Se despidió de la familia.

¡A por ella campeón! -escuchó decir a su hermana entre risas.

Se fue al chino de la esquina a comprar unos chicles de menta y fue lo más despacio que pudo hasta la casa de la chica con la que se masturbaba día sí y día también. Llegó a las cinco menos veinte, aparcó su moto y esperó un poco para acercarse.

Se echó dos chicles a la boca. Los masticaba con rapidez y nerviosismo. Ya no era virgen, pero ahora no estaba Hadni para ayudarle a llevar la situación. Estaba con aquella preciosidad y completamente a solas. Cinco minutos más tarde, el chico se dirigió hacia la puerta de Sonia.

Cuando el timbre sonó, Sonia estaba ya preparada para cualquier cosa.

Le había parececido escuchar una moto de cross hacía unos minutos y esperaba nerviosa a quien fuera aquel que iba a disfrutar de ella en ese día.

No había podido comer nada, no tenía estómago. Se había puesto unos shorts de color blanco y no llevaba bragas debajo, total, que más da lo que pensara alguien que iba a ir a su casa directamente a follársela. Encima, llevaba una blusa también de color blanco, con amplio escote que dejaba ver bastante de sus pechos desprovistos de sujetador. Los pies estaban descalzos, pero llevaba las uñas pintadas de verde al igual que las de las manos.

Abrió la puerta temerosa de qué iba a encontrarse. Sentía terror de imaginarse a un gordo seboso y asqueroso y que oliese peor que Hadni. Se le venían a la mente hasta algún lisiado o algo peor.

¡Karim! - exclamó sorprendida. No se dió cuenta, pero su cara irradió felicidad por encima de la sorpresa, algo que hizo a Karim subir su líbido y otorgarle tranquilidad para relajarse.

Karim: Estás guapísima Sonia ¿Puedo pasar?

Sonia le dijo que sí. Se maldecía viendo a ese chico tan inocente totalmente ajeno a lo que allí realmente sucedía. Vivía en una realidad alternativa. Le piropeó y le trataba con total educación cuando realmente iba a follársela contra su voluntad. Pensar en eso le ponía enferma.

Karim se sentó en el sofá y ella le ofreció algo de beber. El chico le dijo que no le apetecía, pero ella se cogió un tercio y se sentó en el sillón de al lado. Le dió un trago mientras miraba a aquel chico de arriba a abajo.

Llevaba unos vaqueros y una camisa. Se le hacía extraño verle así vestido y no con un chándal, almenos respecto a las veces que coincidió con él.

Sonia: Vas muy arreglado tú hoy ¿no?

Karim: Lo primero que he encontrado.

Sonia: Sí claro. Jajaja.

¡¡Maldita sea!! ¿¡¡Por qué me río!!? - se decía la joven policía.

Karim: Tú sí que estás guapa. Siempre lo estás. Pero esa ropa te sienta muy bien.

Sonia veía que ese chico tenía experiencia cero con las chicas. Parecía un cúmulo de tópicos. Sabría de ligar y seducir lo que hubiera leído en internet.

¿Por qué no te quitas la blusa y me dejas ver lo que llevas ahi? - le dijo interesado Karim.

Sonia lo hizo despacio. Agarró con ambas manos la blusa por debajo y la fue subiendo lentamente. Primero dejó a la vista el ombligo. Poco a poco, Karim veía más torso de la chica. Al llegar a la altura de sus pechos, los arrastró con la blusa, cayendo y botando cuando la blusa llegó al cuello.

Karim: Tienes unas tetas muy bonitas.

Sonia: Gracias.

Las tetas de Sonia eran perfectas, redonditas con sus pezoncitos marrones y las aureolas más claras. Karim tragó saliva, recordando su tacto y el sabor y placer de sentirla en su boca. Estaba deseoso de sentirlas otra vez.

Sonia tiró la blusa al suelo y se apretó las tetas y jugó con ellas haciéndolas botar de un lado a otro a petición del chico.

Karim se frotaba la polla por encima del pantalón.

Karim: Quítate el pantalón, quiero ver lo que hay debajo.

A Sonia le sorprendió el tono imperativo de la frase de ese chico. Casi sintió un cosquilleo.

Le preguntó si estaba lo bastante seguro de seguir adelante, que le veía nervioso, pero el chico le dijo que estaba seguro de que quería verla desnuda otra vez.

No podía buscar la confrontación. No podía negarse. Hadni había dejado claro que de hacerlo, su vídeo y fotos estarían al alcance de todo el mundo. Estaba decidida a acabar con todo esto, pero necesitaba un plan para llevarlo a cabo, y éste, no era el momento de pensar en ello.

Llevó su culo al borde del sillón. Desabrochó los botones y cremallera del short. Juntó las piernas. Las levantó totalmente rectas mientras desplazaba el short hacia arriba, dejando ver sus nalgas primero y su coñito depilado después cuando acercó sus rodillas al pecho para poder sacarse el pantalón.

Karim estaba sorprendido de ver que no llevaba bragas. Cogió el short al vuelo cuando Sonia se lo tiró, y dándole la vuelta acercó la nariz a la parte interna para inspirar ante la atenta mirada de la policía que se sintió ligeramente excitada por aquello.

Karim le pidió que se tocase, y ella, sin poder oponerse, llevó sus dedos junto a la boca, y dando un lento lametón los impregnó de saliva. A continuación dirigió esos dedos a su coñito y comenzó a frotarlo con ellos.

Karim no perdía de vista su coñito. De pronto se puso de pie y se acercó a ella.

No pares. Me encanta verte. -le dijo al ver que la chica había dejado de tocarse.

Sonia estaba nerviosa. Por momentos sentía que podía fingir perfectamente, sobretodo ante alguien sin experiencia, pero por otros sentía que se iba a derrumbar. Cuando sus dedos reanudaron aquel gesto que ella acostumbraba a realizar casi siempre a solas, recordó que pocas veces lo había hecho directamente ante la mirada de su novio, y ahora, lo había hecho ante dos desconocidos.

Se supone que cuerpo y mente van unidos, pero en ocasiones el cuerpo no responde a la razón, y el coñito de la policía comenzó a coger temperatura, y a mezclar la saliva a los fluidos vaginales que lubricaban la zona y la hacían sentir cada vez más placer y menos vergüenza.

Karim se acercó a la joven. Puso su boca junto al oído de la policía y le susurró que era la chica más guapa que había visto y que tenía unas tetas y un chochito preciosos.

Lo dijo con total ternura, directamente al oído, echándole el aliento caliente y metiéndo el lóbulo de su oreja entre sus labios. A la par de todo ello su mano derecha jugaba con uno de sus pechos mientras retorcía entre dos dedos el pezón.

Sonia sintió que se le erizaba el bello del cuello y se le ponía la piel de gallina. Se maldecía por ello, pero ya hacía un par de días que venía notando que no era algo que estuviera bajo su control.

Karim fue bajando desde el cuello a los pechos despacio, dando besitos durante el trayecto calentando a la chica que tenía justo debajo. Había fantaseado con esto en numerosas ocasiones, y sus deseos se estaban haciendo realidad gracias a la libertad que esta chica le daba para actuar.

Ahora quería disfrutar su cuerpo. Quería tocarlo, besarlo, lamerlo. Deseaba que el tiempo se detuviera y poder pasarlo de esa manera.

Se detuvo en sus tetas mientras las besaba y las metía en su boca.

Qué tetas más ricas tienes - susurró Karim, mirándole a los ojos mientras las chupaba.

Le estaban entrando calores a la chica mientras Karim la besaba el torso bajando lentamente y situándose de rodillas a los pies del sofá. Separó ambas piernas dejando ver el fruto del deseo que tenía desde que vió el vídeo por primera vez.

Karim: Me gusta ver como te tocas. Sigue tocándote por favor.

Allí estaba Sonia; esclava de Hadni primero, y ahora, en consecuencia, a merced del chico.

Karim disfrutaba de una vista en primera persona y de cerca de cómo el coño de Sonia se iba humedeciendo aún más. Había visto numerosos vídeos porno en las últimas semanas, casi cada día. Nada era comparable a la excitación que sentía ahora. Ni siquiera el sexo del otro día.

Karim: Separa los labios, quiero verlo bien

Sonia: ¿Así te gusta?

La chica separaba sus labios con los dedos índice y medio de su mano derecha. Mirando a Karim veía a un chico joven, inexperto, tremendamente excitado y deseoso de dar un paso adelante y satisfacerla y disfrutar de ella al mismo tiempo.

Sonia sentía que no podía seguir disimulando. Necesitaba decirle al chico que ella no quería acostarse con él y puesto que era cercano al moro, era el chico ideal para ayudarla a acabar con todo eso. Por otra parte además lo veía tan contento, que sentía que también le estaba engañando a él. A fin de cuentas, el chico no sabía que esa situación no era consentida.

Sonia: Karim, yo...

Karim miró a Sonia a los ojos. Y antes de que pasase siquiera 5 segundos se lanzó como loco al coño de esa chica con su novata pero inquieta lengua. Las manos de Sonia seguían ahí y el primer lametón se lo dió plenamente en los dedos. Ni siquiera se dió cuenta de que trataba de impedirle el acceso a su zona más preciada y cuando lo hizo, actuó por instinto y no racionalmente. Separó aquellos dedos del manjar que deseaba catar desde sus primeras pajas hacía ya largos años. Esta vez su lengua contactó con la húmeda piel que tanto ansiaba probar. El olor, el calor y humedad, el sabor; todo ello le hizo sentir que su polla estaba más dura que nunca tratando de salir del pantalón por donde fuere.

Sonia: AAAHH. ¡Joder Karim!

Sonia trató de empujar a Karim, pero por unos segundos sus manos no obedecían a su mente.

¡Joder qué gusto! ¿Cuanto ha pasado? ¿4 meses?¿5 quizás? - Sonia se preguntaba cuanto hacía que no tenía una lengua en su coño.

Le habría encantado que Javi la hubiera metido ahí mientras le miraba con esos ojazos azules. No era una vez sino varias las que había fantaseado con ello, pero no era Javi. Era el paliducho y delgado chico tímido quien aún inexperto, la estaba haciendo disfrutar de uno de los mayores placeres que puede haber en la vida de toda mujer.

Karim no separaba la barbilla del cuerpo de la chica y su lengua se movía una y otra vez por los labios vaginales de la policía. Notaba que se le mojaba la barbilla y que la chica contoneaba sus caderas y que su vientre subía y bajaba.

Karim no sabía asemejar el sabor a nada conocido, pero le encantaba. Había temido que no le gustara y que no pudiera fingirlo, pero solo el deseo de meter ahí su polla era superior al deseo de seguir lamiendo durante horas ese coñito.

Sonia, que segundos atrás había pretendido contarle todo al chico, ahora solo se limitaba a jadear y a abrir sus piernas más mientras la lengua de ese chico se metía en su interior. A Karim le costaba penetrarla con ella. Lo sentía estrecho y caliente además de mojado. Se chupó el índice y lo metió. Le gustaba sentir la oposición al principio a la que era sometido ese dedo en ese coñito y como poco a poco, éste dejaba paso libre. Un segundo dedo le siguió con bastante dificultad, mientras sus labios envolvieron el clítoris y lo succionaron.

Sonia: ¡AAAH!.. Con cuidado que es muy sensible.

El chico fue subiendo hasta sus pechos y los lamió mientras eran ahora sus dedos medio y corazón los que entraban y salían más rápido de su coñito. Paró para quitarse la camisa que estaba empapada y se quedó de pie frente a la chica.

Fueron esos segundos en los que el chico se quitaba los botones en los que Sonia recuperó la razón y se dió cuenta de que se había dejado llevar por el placer. Hacía tanto que no le hacían una comida de coño que se le había nublado el pensamiento y había disfrutado de lo lindo.

Karim le pidió que le desabrochase el pantalón.

Así que va a ocurrir de nuevo. Voy a volver a meterme en la boca una polla que no es la de alguien a quien yo he elegido. Con lo que me gusta Javi y a él no se lo he hecho - pensó la chica.

Sonia sopesó de nuevo la idea de pedirle ayuda al chico. No encontraba la manera de hacerlo. Sus manos iban automáticas, pero su mente estaba rumiando que palabras utilizar. Desabrochó el botón del pantalón vaquero. Seguidamente bajó la cremallera y con ambas manos fue bajando los pantalones dejando ver unos boxer de color rojo de donde asomaba por arriba el capullo de la verga del chico.

Dejó los pantalones en sus tobillos y fue a bajar los boxer, momento en el que la polla le golpeó la cara como un látigo. Se sorprendió al ver la dureza de la mísma y su gordura. Se quedó mirando la polla hipnotizada.

Se ha rasurado el pelo, y huele bien, nada que ver con la de Hadni. - pensaba Sonia.

¿Te gusta? Quería que fuera más apetecible. Tú no llevas pelo y yo casi tampoco jejeje. - decía Karim mientras se la agarraba con la mano derecha y se daba un par de sacudidas a escasos centímetros de la boca de la chica.

Sonia seguía ensimismada. De pronto estaba bloqueada. No podía dejar de mirarla. La veía más larga, pero de gorda no se había fijado bien la otra vez, pero era mucho más que la de Hadni. Abrió la boca en un gesto de sopresa, momento en el que Karim sin poder aguantarse más, se la metió de golpe hasta la mitad como si hubiera visto una invitación directa a hacerlo.

Karim copió lo realizado por Hadni el domingo, y lo que llevaba deseando hacer día tras día. Le empezó a follar la boca con velocidad, sacando y metiéndola tan rápido que a veces se le salía del todo y le golpeba la cara.

Sonia notaba que su boca se ensanchaba. En ocasiones se le iba la polla a un lado en la mejilla, dejando ver un bulto como si estuviese con un chupa chups, solo que no era un caramelo, era el enorme y grueso glande de una blanca y dura verga que se estaba haciendo dueña de su ya encharcada boca. Ella se limitaba a estar ahí, como un mero objeto para el disfrute de ese chico. Alguna arcada le decía que esa polla entraba muy profundo.

Karim: AAAAAH ¡Cómo me gusta que me la chupes! ¡¡Diooooos!!

Las embestidas eran más y más rápidas. La saliva le rebosaba por la comisura de los labios mojando el tronco de la verga de Karim, cayendo parte al suelo, parte a las tetas de Sonia. Karim sacó la polla de la boca de Sonia, se agachó, y agarrando sus piernas las colocó sobre sus hombros, quedando ella recostada en el sillón apoyada en la zona lumbar. Como si de un depredador actuando sin la menor duda se tratase, dirigió su boca con furia al coño de la policía, chupando con velocidad y moviendo su lengua de manera electrizante.

Sonia comenzó a gemir y a agarrar el pelo rizado del chico, a quien nada más podía verle los dos ojos cerrados y centrado en lo que estaba haciendo.

¡¡Dios!! ¡¡AAAAAH... me voy a correr!!, ¡¡No pares no pares!! -gritó la policía fruto del placer.

Sonia: ¡¡Me corro, me corro!!¡¡AAAAAAHHH!!

Karim siguió chupando mientras notaba que los fluidos que mojaban su barbilla eran más abundantes que hacía un rato. Metió dos dedos en el chochito ardiente de Sonia y notaba como las paredes internas del coñito de la morena parecían apretarse y tratar de aplastarlos. No dudó y se levantó metiendo la polla de un fuerte empujón lo que provocó un fuerte gemido de la chica.

Karim estaba desatado. Lejos quedaba el chico tímido que días atrás ni podía hablar con una chica guapa mirándole a los ojos. Ahora quería poner en práctica sus fantasías y comenzó a penetrar el coño de Sonia con furia.

La movió más al borde del sillón aún con ambas piernas sobre sus hombros. Sonia tenía la durísima y gruesa polla del chico entrando sin compasión en su chochito, sintiendo como éste se habría a la voluntad de la misma e inmovilizada por el cuerpo del chico, que ahora parecía el de un hombre hecho y derecho y no el esquelético cuerpo de un crío.

Karim acercó su boca a los pechos de Sonia y los besó. Luego la besó directamente a ella que respondía a los besos sorprendida por el enorme placer que le estaba dando. No era nada comparado con el trato de Hadni. Karim le decía que era la chica más guapa de Alicante, que tenía un coñito perfecto y que estaba disfrutando mucho follándola. Le preguntaba si le gustaba,si quería que fuese más rápido o más despacio, si quería que parase.

Le pidió que se pusiera ella encima porque notaba que le costaba mantener ese ritmo infernal. Sonia se puso encima y comenzó a botar sobre la polla de Karim. Notaba los huevos gordos golpear su culo y un enorme placer al notar la dureza de la verga en su interior. No duró mucho. En apenas 2 minutos desde que ella se puso encima, Karim le anunció que se corría y ella se apoyó en sus rodillas echándose hacia delante para que éste se masturbara manchándole todo el culo de blanco y espeso esperma.

Sonia notó que el semen le había llegado hasta el pelo. La potencia de las corridas del chico eran increíbles.

El chico le besó las tetas despació mientras le masajeaba el culo. Ambos jadeaban y recuperaban el aire como dos animales tras una dura batalla.

Sonia entonces se fue al baño a limpiarse el semen de la espalda. Se miró en el espejo. El semen escurría por su espalda, por su culo y resbalaba ya por los muslos. Era un cantidad que parecía más propia de un bukkake que de sexo con un solo chico.

Comenzó a aflorar en la policía un sentimiento de culpa superior al que sentía con Hadni. Antes fue una culpa de correrse cuando éste la trataba como a una ramera, pero ahora no solo no había sido capaz de decirle al chico que parase, sino que le había pedido todo lo contrario.

Se preguntaba si solamente era la falta de disfrutar de un cunnilingus o si realmente ella era más guarra y cochina de lo que pensaba. Ahora veía todo lo sucedido como si fuese una espectadora y no parte implicada. Veía como se la chupaba y como le gustaba sentir la polla dura en su boca y como se la metía dentro de ella sin que ella tuviera el control de las embestidas.

No tuvo tiempo de pensar mucho. La puerta se abrió a su espalda. Karim estaba ahí, de pie, sin decir nada. Su polla estaba dura como una piedra y se acercó a ella que la miraba sorprendida para luego mirarle a él.

Sonia: Mira Karim, esto...

Karim no la escuchó. Cogió a la chica del brazo y la hizo meterse con él en la ducha. El agua fría les hizo dar un respingo y a ella se le pusieron los pezones duros. Karim se lanzó a chuparlos mientras el agua resbalaba y hacía la visión aún más sexy.

Sonia le decía que ya estaba bien, que era suficiente, pero Karim no escuchaba. Estaba en su mundo.

Le metió dos dedos y comenzó a masturbar su aún dilatado y sensible coñito.

Sonia: AAAHH Karim... ya está bien. Tengo que decirte...

Karim no la dejó terminar, aumentó el ritmo de sus dedos y Sonia comenzó a gemir. Le dió la vuelta y la puso contra los azulejos de la pared, aplastando sus pechos contra la mísma. Ella sentía el frío de los azulejos en sus pezones, el calor del agua caliente dándole desde arriba como una lluvia de verano y además, en ese momento notó como el chico levantaba su pierna derecha y le incrustaba de nueva la verga sujetando la pierna con su brazo derecho.

Comenzó entonces unas embestidas fuertes mientras la aplastaba con su débil cuerpo contra la pared. Por la postura estaba totalmente indefensa, con miedo a resbalarse por estar apoyada solo en su pie izquierdo.

Las embestidas eran a un ritmo medio siendo lento en ocasiones para ser profundas llegando a ponerla de puntillas al apretar el culo para embestir más profundo.

En esas embestidas Sonia gemía casi con dolor, pero era placer lo que realmente sentía. escuchaba el golpeo de huevos en su culo acrecentado por el salpicar del agua al hacerlo.

No cambió de postura. Cambió los ritmos aunque esta vez estuvo un largo rato follándola. Sonia suponía que al ser tan reciente el polvo anterior era por lo que ahora duraba más.

Ella trataba de hablar con él, pero cada vez que decía su nombre él le decía con ternura que se relajara y la besaba. La pierna izquierda de la chica comenzó a sentir el cosquilleo de quedarse dormida mientras su coño estaba mojado de flujo y el agua del la ducha.

Karim la bajó con delicadeza pero una vez estuvo apoyada en ambos pies la hizo ponerse sentada contra la pared mientras él, ligeramente de cuclillas y apoyado con ambas manos en la pared le penetraba la boca.

Sonia era presa de esa polla que se abría paso en su interior sin poder retirarse pues la pared la tenía indefensa. Se la metió hasta la garganta como hizo Hadni el domingo y apretaba como si quisiera sacársela por la nuca. Disfrutando y alargando la estancia de su polla en el mísmo cielo. Repitió la embestida total en varias ocasiones, sintiendo, como deseaba, la nariz de la chica sobre su tripa. Se la sacó entre jadeos de disfrute mientras ella trataba de respirar y le costaba más incluso por la caída de agua y la vaporación de la mísma por el calor. Entre el ambiente cálido, la humedad del aire y los ojos entrecerrados por el agua que le caia en la cara vió como Karim se masturbaba a escasos centímetros de su rostro.

Mientras Sonia trataba de recuperar el aire, Karim apagó el grifo de la ducha y Sonia pudo abrir bien los ojos a tiempo de ver como el enorme glande disparaba un fuerte chorro que le daba en la cara seguido de algunos más.

Karim se pajeó un poco más y sacudió su polla lanzándole algún resto más de semen. En ese momento como si un sentimiento de culpabilidad extrema le hubiese llegado de golpe al chico, éste cambió el gesto de su cara.

Karim: Bueno Sonia. Me tengo que ir. Ha estado muy bien. Me gustas mucho.

Karim salió rápido de la ducha y a tiempo que salía desnudo por la puerta del baño escuchó a Sonia pero no se detuvo.

Sonia: Karim, espera no te vayas tengo que...

Karim la dejó con la palabra en la boca. Se vistió rapidísimo sin secarse y sin ponerse ni los boxer y salió por la puerta como alma que persigue el diablo.

Sonia necesitó un par de minutos para reponerse. Salió aún desnuda, y con el semen en la cara fue al salón. Se asomó abriendo la puerta sin salir al exterior del todo y vió que la moto de Karim ya no estaba. Al volver a entrar se miró en el espejo. Desnuda y lefada como una ramera. No tenía ganas ni de llorar era un sentimiento aún peor.

Se fijó en los boxer de Karim en el suelo y vió un sobre en el sofá. No se acordaba, pero Karim lo llevaba al entrar a casa. Decidió abrirlo por curiosidad y lo que vió no lo esperaba.

Era una foto de ella en su habitación. Estaba completamente desnuda abriendo bien las piernas dejando ver su rosado coñito mientras se chupaba un dedo con cara de viciosa. Era una foto que perfectamente podría pasar por un reportaje de una escena pornográfica, por el contenido y por la calidad de la misma. Al pie de la foto había una dedicatoria en rotulador negro.

"PARA LA CHICA DE MIS SUEÑOS, KARIM"

Sonia se pasó varios minutos sopesando cómo demonios iba a pedirle ayuda a Karim después de lo sucedido. Sentía que en lugar de dar un paso adelante había dado dos hacia atrás.

Javi le llamó por el móvil. Le costó que llamara dos veces para cogerlo. Tuvo que inventarse una excusa para no quedar esa noche. También tenía que confesarle a Javi que determinadas noches trabajaba porque era policía, pero entonces se le presentaba la duda de que contarle sobre Hadni. Todo eran problemas y en ese momento no veía soluciones, solo se sentía como una ramera, con esperma reseco en la cara y con el coño aún dilatado y sensible.

Se fue a dar una ducha y a prepararse para una noche de trabajo. Una vez más.

CONTINUARÁ...