Ni en la Policía estás a salvo: Enculada

Sigue el infierno de nuestra querida Sonia. A pesar de haber encontrado el amor no puede evitar que su culo sea roto contra su voluntad.

NI EN LA POLICÍA ESTÁS A SALVO

NOTA

Esta sexta entrega ha sido la más difícil de realizar. Debían ser dos relatos, pero puesto que estamos en la sección NO CONSENTIDO y una parte no se ajustaba a ello, no veía lógico separar un relato en otra categoría. Se ha hecho muy extensa pero merece la pena. Ya casi estamos en el final. Espero que guste. A mí es de los episodios que más me gustan de todos mis relatos.

Episodio 6

Sonia llegó puntual al trabajo. Temía que no haber dormido la siesta le perjudicara para poder aguantar todo el servicio de noche, pero no fue así.

Fue una noche movidita. Era una fiesta local y todos los jóvenes que pudiera haber de fiesta bebiendo alcohol, parecían estar en la calle. Peleas de borrachos, amenazas, gente armando escándalo. Incluso chicos que pegaban a sus parejas fruto,nuevamente, de la que la policía entendía que era la peor droga de todas por los males que causaba; el alcohol.

Alrededor de las 7, el jefe de Sonia le dijo que podía irse a casa un poco antes, que se la veía muy cansada y que el servicio estaba cubierto. La chica se fue agradecida.

Al llegar a casa y quitarse los zapatos, se preparó una taza de Cola Cao caliente y sacó unas galletas rellenas de frambuesa como le gustaba hacer siempre que llegaba de una noche de trabajo. Se sentó en el sofá, y justo cuando iba a coger el mando a distancia para encender el televisor y ver las noticias, vió la foto dedicada de Karim en la que salía desnuda.

La cogió entre sus dedos quedándose con cada detalle.

La chica tenía un cuerpazo espectacular, y así desnuda sería la envidia de la mayoría de tías de la ciudad, pero ella no podía quedarse en ese detalle.

La dedicatoria le hizo recordar a Karim. Y no solamente al chico, sino todo lo sucedido.

Sonia no entendía como podía sentir lástima de aquel estúpido. Estaba segura de que se había montado una película en su mente del tipo de que ella era una cachonda policía que follaba todo lo que podía, y que le daba igual con quien.

¿Cómo puede ser tan ingenuo? -se preguntaba.

El chico hasta se había afeitado el rabo y aseado a conciencia para darle una sorpresa.

¡¡Sorpresa!! Te voy a violar pero ¡ey!, mira que limpito y que bonito lo que tengo ¡¡Maldito retrasado!! - dijo la chica en voz alta.

Recordó como el chico le pidió que se masturbara delante de él, diciéndole que le encantaba verla. Como había cambiado aquel chico tan tímido de un momento a otro.

Empezó a acordarse del sexo y encendió el televisor para quitar de su mente esa imagen. Se acabó el cola cao y llevó el paquete de galletas y el tazón ya vacío a la cocina.

Al salir, arrastró una prenda de color rojo con el pie derecho. Eran los boxer rojos de Karim. No sabía por qué no los había quitado de su vista el día anterior, pero ahí estaban.

De nuevo le vinieron a la mente escenas del día anterior. Lo primero que recordó fue la sensación de sentir algo caliente y húmedo tocar en su coñito; la lengua de Karim. Se acordaba de que pretendía hacer de él su auxiliador para protegerse de Hadni. Recordaba que no encontraba la manera de decírselo, y que temía estropear más las cosas así como las consecuencias que ello podía acarrear, pero sobretodo recordaba la electrizante y placentera sensación que recibió su chochito al recibir los primeros lametones, y como la inexperiencia de aquel chico con la lengua no hizo más que calentarla más.

A continuación pensaba en cómo había sido posible perder todo el sentido de la razón y dejar a ese chico chupar y lamer aquello que debía estar al alcance exclusivo de quien a ella le interesase.

Cogió la prenda y se dirigió a la papelera del baño para tirarla. Se paró a verla, observando ciertas manchas en la parte interna. Habían pasado horas y se veía algo pegajoso aunque bastante seco. No tenía dudas de que era líquido preseminal y a pesar de lo sucio que le parecía, no pudo reprimir su curiosidad.

Se acercó la prenda a la nariz contactando perfectamente en su rostro, e inhalando con intensidad.

Le vino un olor fuerte. El olor de hombre y no del niño que parecía, lo que provocó que le viniera a la mente la verga de Karim. El sabor, o el sin sabor de la carne dura en su boca. Como la sentía palpitar y abrirse paso ensanchando su interior. La tensión de un glande que es resbaladizo por la acción de su saliva, y que se tensa más y más ante la acción de la lengua sobre el frenillo. La cara de excitación del chico totalmente rendido ante el deseo que es más fuerte que cualquier sentimiento.

Sonia sintió que su raja comenzaba a lubricar. Estaba solamente con una camiseta y las braguitas, totalmente descalza. Separó sus braguitas de su chochito y vio como un ligeramente espeso flujo quedaba atrapado entre la tela y su chochito, tal y como sus babas iban de la boca a la polla del cerdo de Hadni unos días antes.

Se impregnó los dedos y los olió. A continuación probó el dulce fruto que con sus amigas, en la época del instituto, llamaba el "zumo de hembra", y comenzó a masturbarse cachonda y caliente como hacía mucho que no estaba.

Al principio le daba igual el motivo, solo quería sentir como su coño se ponía más y más caliente y como su clítoris más y más sensible cuanto más lo frotaba.

De golpe le sobrevino ese sentimiento de culpa. Se había masturbado pensando en muchos amigos con los que jamás se hubiera acostado, pero sentía que masturbarse con alguien que estaba abusando de ti era demasiado.

Comenzó a pensar en Javi. Su mano no se había detenido y dos dedos entraban y salían de su coño. Ya hacía un par de minutos que se había dejado caer apoyada en la pared hasta quedar sentada con las piernas abiertas y flexionadas frente al lavabo.

Miró el reloj y vió que eran las 8 de la mañana. Se levantó, y sin pensárselo dos veces se presentó en la puerta de su vecino en bragas y con la camiseta marcando pezones, los cuales estaban duros y liberados de cualquier sujetador.

Abrió la puerta totalmente sorprendido un Javi vestido de traje. Dispuesto a ir a trabajar.

Javi: ¿Sonia?¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Ha pasado al...

La policía no le dejó terminar la pregunta, ni tampoco contestó ninguna de las anteriores.

Se lanzó a su boca casi empujándole sin importarle otra cosa que besar a aquel chico.

Javi le besaba y abrazaba. De primeras le preguntaba sobre que demonios le había dado, y le dijo que tenía que ir a trabajar. Cuando la chica le quitó la chaqueta y le empujó literalmente hasta su habitación y le tumbó sobre la cama, el chico dejó de articular palabra.

Sonia, quitándose la camiseta, le dejó ver aquellos preciosos pechos que ocupaban sus sueños desde el primer día que se acostó con ella. Tenía ante sí a la chica más guapa que había visto. Estaba entregada y caliente y no lo iba a desaprovechar.

Sonia comenzó a desabrocharle el cinturón para bajarle el pantalón violentamente a continuación. Javi se desabrochaba los botones de la camisa. Ella se lanzó sobre él, poniéndole en la cara las tetas que Javi no dudó en succionar y chupar como si fuera lo último que probase ese día.

La morena de preciosos ojos verdes le agarraba la cabeza casi ahogándole con sus tetas, que no siendo más grandes de lo normal le tenían encerrado; encerrado en el paraíso.

Sonia frotaba su coñito aún con las bragas puestas sobre los calzoncillos del chico que tanto quería disfrutar. La policía sentía que sus braguitas estaban mojadísimas al tocar directamente en su coñito. Sentía también la polla de Javi, que estaba adquiriendo dureza.

Sorprendido y excitado, el vecino se bajó los calzoncillos como pudo, sin llegar a quitárselos del todo, y es que Sonia estaba desatada y no se quitaba de encima.

Se besaban, se abrazaban... se gustaban.

El chico sentía como su polla, ya dura como una roca, era masturbada por los labios vaginales de Sonia aún con la telita de las braguitas que llevaba puestas. Sentía la acción sobre su frenillo, cuyo prepucio subía y bajaba un poquito en cada vaivén de Sonia.

Javi comenzó a acompañar el movimiento de Sonia y empujaba lo que la postura le permitía para rozar su polla y sentir todo el placer que ella le estaba permitiendo. Separó sus nalgas y apartó a un lado las braguitas para acceder con sus dedos a ese preciado lugar al que estaba deseando embestir de nuevo.

Javi: Estás empapada. Joder como me estás poniendo.

Sonia no hablaba. Le dió un morreo intenso acabado en un mordisco en los labios. Le hizo algo de daño a Javi, pero aquello le puso más cachondo si cabe. La chica se paró ante él, a horcajadas, con el contacto aún entre sus partes íntimas y le miró a los ojos.

No hubo palabras, solo una mirada de excitación y entrega. Javi la agarró y sin soltarla le dió la vuelta dejándola tumbada sobre la cama. Le besó las tetas. Mordisqueó con ternura los pezones y fue bajando hasta quitarle las braguitas; arrastrándolas con los dientes al principio y acompañándose de las manos después.

Ahora sí que Sonia estaba en la mayor de las excitaciones. Tenía al chico que le gustaba con los ojos de ángel mirándola mientras le mordisqueaba los sensibles pezones, y además, sin dejar de mirarla había bajado sus braguitas con los dientes y arrastrado las mísmas por sus firmes piernas hasta sacarlas por sus tobillos.

Me va a comer el coñito por fin. El chico más guapo de Alicante está rendido a mis pies. - pensó caliente la policía.

Sintió los dedos de Javi en su coñito mojado. Mucho más experimentados que los novatos dedos de Karim. La boca del chico estaba en su pecho derecho mientras dos dedos se abrían paso cada vez más deprisa. Cada vez con menos resistencia.

El chico le miró fijamente a corta distancia mientras ella no dejaba de gemir ya que los dedos iban aún más rápido, y su chochito lubricaba más y más.

Javi: Tienes el coño como una sopa. Voy a pegarte una follada que te vas a enterar.

Sonia sentía tanto placer que no podía evitar mover espasmódica su cuerpo ante la acción directa en su coño y clítoris de los dedos húmedos y firmes de ese chico. Por un momento se sintió a punto de correrse. Sus ojos se pusieron en blanco por un par de segundos y entonces notó que Javi se ponía a su lado y abría el cajón de la mesita de noche. No dejó de tocarle, ya por fuera, el chochito con su mano derecha.

Desde esta posición, con Javi a su lado de rodillas, la polla de éste le quedaba a escasos centímetros. Podía verla dura y gorda. Más gorda que la de Karim incluso. Era una verga que sin ser muy larga impresionaba, y mucho. Más a tan corta distancia. Vió como de la punta emanaba el líquido pegajoso que tanto odiaba probar en esos días en los que abusaban de ella. Ese líquido que nunca antes había probado, pero que ahora, cachonda como una mona, casi le parecía que debía degustar.

Sintió el deseo de comérsela. Por primera vez deseaba sentir esa polla gorda en la garganta. El sexo oral, tan poco probado por ella, se había convertido en ese momento en un deseo total. Sentir como el chico le agarrase de su pelo corto y le apretara contra su polla mientras la hiciera bajar y subir una y otra vez. Se preguntaba si podría abrir la boca lo suficiente para meterse ese pollón. Quería sentir la extraña sensación de succionar un huevo y sentir como éste se movía en el interior de su boca. Quería ver mientras la cara de gozo de su pareja.

No le dió tiempo. Javi ya se estaba poniendo uno de los 3 condones que le quedaban en la mesita y volvió a los pies de la cama arrastrando a Sonia de sus tobillos para acercarle la polla al coñito.

Le golpeó con ella sobre el sensible paraíso al que iba a entrar en breve. Sonia exhaló ardiente al notar la primera embestida. Por muy dilatada y cachonda que estuviera, la anchura de la verga impedía que ésta entrase de primeras más de la mitad.

Le costó un poco a Javi, pero con un par de movimientos dejando prolongadamente su verga al final del recorrido que el chochito le permitía, moviendo despacio las caderas en círculos, consiguió que entrase casi toda y comenzó entonces un mete saca a un ritmo medio.

Solo los besos detenían los jadeos de uno y otro. Cuando el chico aceleró el ritmo los jadeos de Sonia se convirtieron en gemidos. La chica perdió la vergüenza y comenzó a masturbarse a la par que Javi se la follaba con deseo.

Javi agarraba a la policía de los tobillos y los estiraba todo lo que podía para que su verga entrase hasta el fondo.

La chica gemía fuerte y le decía que tenía una polla muy grande, que tuviera cuidado. Siempre había sentido como su coño se adaptaba al grosor de la polla que estuviese entrando en ella, pero ahora sentía que le costaba más de lo normal. Podia sentir como sus labios estaban estirados y en tensión. Sentía el calor ardiente por dentro y movía su suelo pélvico para llevar al cielo a su amante que gozaba y jadeaba de placer.

Javi le cruzaba las piernas a uno y otro lado. La tumbó de forma lateral situándose detrás a forma de cuchara y comenzó a follársela mientras le masturbaba con una mano y con la otra jugaba con sus pechos.

En esa posición, era Sonia la que estaba en el paraíso. El contacto directo de sus cuerpos, el sentir tan cerca el aliento en el cuello de su chico querido, la estimulación de su botoncito y sus pezones... todo ello la hacían gozar. Se sentía protegida a la par que cachonda y su coño era un mar de sensaciones de placer.

Tienes un coñito tan estrecho y caliente ¡Qué coño joder! Me gustaría follarte y follarte día y noche. -susurraba Javi a su oído.

¡¡AAhh aaaaahhh!! Dame más fuerte. - era la respuesta de la chica.

Con el brazo derecho, tras el muslo de la preciosa chica, Javi levantó la pierna derecha de Sonia para dar más profundidad a sus embestidas. Comenzó a darle fuerte y más fuerte. Rápido. Sonia sentía el orgasmo cerca pero no le dió tiempo a sentirlo.

Javi sacó la polla de su coño y quitándose como alma que persigue el diablo la goma, se masturbó descargando una gran cantidad de semen sobre el exterior del coñito ardiente de la chica que tenía sobre su cama.

Sonia miró su coñito. Estaba todo manchado de leche, pero ahora le había gustado. Miró a los ojos a Javi y se besaron cariñosamente. Hubo unos segundos de silencio en los que ella le acariciaba el pelo y los dos se miraban a los ojos muy de cerca sin decir nada.

Javi: ¡¡Hostia que llego tarde al trabajo!!

Javi se levantó de golpe y casi sin limpiarse se puso unos calzoncillos y el pantalón de traje que estaba en el suelo.

Javi: Yo vuelvo a las seis. Quédate el rato que te haga falta y dúchate si quieres. Al salir con que encajes la puerta se cierra. Aquí no roban.

Sonia: No me puedes dejar así. Echamos otro rapidito.- le dijo Sonia muy cariñosa mientras le trataba de convencer echándose sobre él aún desnuda.

Javi: Me encantaría. Y hacerlo más despacio, pero me tengo que ir corriendo. Ya llego tarde.

Sonia: Jo.

Javi: Tienes para desayunar en la nevera. Dame un beso.

Javi le dió un corto beso y se fue con la chaqueta en la mano, la camisa sin abrochar del todo y la corbata sin apretar.

Cuando cerró la puerta, Sonia se tumbó sobre la cama, pero no era allí donde estaba. Estaba en un mundo paralelo. Para nada notaba el semen resbalar entre sus muslos. Para nada notaba el sudor de su cuerpo y el calor que tardaba en disminuir. Estaba sonriendo pensando en una lluvia de rosas sobre su cuerpo desnudo y al lado de aquel chico. El olor de colonia que tanto le gustaba, la dureza del cuerpo atlético del chico y la sonrisa radiante y animosa que le hacían dar palmas con los labios del chochito.

¿Estamos saliendo? ¿Somos folla-amigos?¿¡¡Qué somos!!?¿Le habrá gustado el sexo? ¿Creerá que soy una fresca?¿Me querrá como yo le quiero a él? - de nuevo las inquietas preguntas sin respuesta de Sonia le llenaban la mente.

El blanquecino y viscoso esperma que tenía entre sus dedos la devolvió a la realidad. Se levantó y fue a la ducha a limpiarse. Con el calor del agua y el deseo que aún estaba en su interior no pudo evitarlo y se masturbó.

Sus dedos iban solos. Se movían en círculos sobre su coñito mientras se imaginaba al chico comiéndole con deseo entre sus piernas mientras ella le atrapaba con sus muslos. Era como si lo tuviera ahí, y con el calentón no tardó en correrse.

Se quedó ahí por unos minutos y después se enjabonó y limpió completamente.

Más tarde, Sonia hizo lo que estaba segura que toda chica hubiera hecho en esa situación. Comenzó a cotillear en todos los rincones de la casa. Cajones del armario, muebles del salón, álbumes de fotos etc.

Vió que tenía numerosas fotos con chicas. A algunas las reconoció como las novias de sus amigos, pero a otras no y le pareció que eran muchas.

Es un chico muy guapo, es normal que conozca chicas ¿Se las habrá follado a todas?¡Joder! ¿Por qué soy tan cotilla?- pensaba Sonia.

Después de un repaso a fondo a la casa. Sonia llegó a la conclusión de que Javi era un chico muy ordenado y bastante limpio.

La cocina solo tenía algo de suciedad en los fogones y en la pica los restos del desayuno. La nevera tenía poca comida pero muy saludable y ordenada. Había algo de polvo en la casa, pero el suelo estaba bastante limpio y no había nada por medio. La habitación era el lugar más desordenado con bastante ropa usada sobre una silla, pero Sonia sabía que era algo común en todos los chicos. En los solteros almenos.

No pudo resistirse y recogió la ropa de la silla y puso una lavadora. Mientras esperaba limpió los cacharros de la cocina y los fogones y después tendió la ropa. Hasta limpió el polvo también. Se fue a casa pensando que era una maruja, pero pensando también que Javi se pondría contento de ver lo que había hecho.

Así fue. Cuando Javi llegó a casa y abrió la puerta sintió el olor a suavizante como si inundase toda la casa. Le hubiera gustado llamar a Sonia antes de llegar, pero con las prisas se dejó el móvil.

Javi: Sonia ¿estás ahí?

La buscó en la cocina y vió que relucía a limpio. Siguió llamándola y al volver al salón vió que no había rastro de polvo en el mueble de la tele. En ese y en ninguno. Fue a la habitación y sonrió al ver que la ropa no estaba sobre la silla.

Se asomó al jardín y la vió colgada en el tendedero. Fue suficiente. Salió rápido de casa y se dirigió a la puerta de la preciosa chica que tenía de vecina.

Sonia: ¡Hola Javi! ¿¡Qué tal el trabajo!?

El guapetón no le dijo nada de primeras. Le dió un beso en los labios y luego otro y luego otro más largo y cariñoso mientras la abrazaba con sus duros brazos.

Javi: Espero no asustarte, pero quiero salir contigo. Quiero saber como has pasado el día. Quiero saber tus problemas y ayudarte. Quiero estar contigo y salir contigo a todas partes. ¿Quieres salir conmigo Sonia?

La respuesta de Sonia fue agarrar su cabeza con ambas manos y besarle con deseo sin separar sus bocas por varios segundos.

Javi: No me has contestado.

Sonia: Creía que quedaba claro jijiji ¡¡Claro que quiero!! ¡Creía que no me lo ibas a pedir!

La felicidad irradiaba de la cara de la policía. El chico que tanto le gustaba se le acababa de declarar. No había otra cosa en su mente en ese momento que no fuese el chico que tenía entre sus brazos a quien se aferraba con fuerza.

Javi la invitó a su casa a tomar café como tantas otras veces. Estuvieron charlando y riendo y decidieron ir al cine a ver una peli.

Sonia se puso un vestido largo de color negro. Javi llevaba unos vaqueros negros y una camisa azul oscura.

Cuando partían en el coche de Javi para el cine, a Sonia le vinieron unos fuertes dolores.

Hoy no. Hoy no me jodas - se decía cabreada.

Ya sabía lo que era. Hacía ya años que sabía la sensación previa a la llegada de la regla. Deseaba ver a gusto la película con su novio y llegar a casa y hacer el amor ya como una pareja.

El cuerpo no se lo permitió, y a mitad de la película tuvo que ir al baño a asearse.

Tenía amigas que se ponían más cariñosas con la regla. Otras eran un huracán hormonal que no sabía por donde iban a salir. Ella solía cabrearse. Ahora el cabreo era por otra cosa.

Al salir y llegar con su nuevo novio sonrió para disimular. Javi le preguntó por qué tardaba tanto.

Sonia: Cosas de chicas.

Javi: ¿Te encuentras bien?

Sonia: Sí sí. Trae palomitas.

Javi: Jajaja. Ten.

Compartieron las palomitas entre risas. Sonia estaba más pendiente de Javi que de la peli. Le gustaba mirarle la cara. Y el brillo de los ojos por la acción de la pantalla.

Tras el cine fueron a cenar a un italiano y estuvieron charlando un poco más. Javi le quiso preguntar por el día en el trabajo. Sonia entonces pensaba en cuando iba a decirle que era policía. No podía alargarlo mucho. Si iban a ser novios no quería alargar semejante mentira. Con esa idea se fue a casa.

Su novio le invitó a pasar la noche con él, pero Sonia puso la excusa de que tenía que levantarse pronto para ir a correr y prefería estar en su casa. Se planteó en el último momento contarle la verdad de su trabajo pero no lo hizo.

Entró en casa y se acostó en su cama, no sin antes tomarse un vaso de cola cao caliente con galletas, esta vez de melocotón.

El sábado por la mañana no quiso dejar que la menstruación le impidiese hacer deporte. Salió a correr como tanto le gustaba y volvió para pasar el día junto a Javi. Pasaron un día tranquilos en casa. Vieron pelis, charlaron,rieron... Estuvieron besándose como adolescentes y disfrutando de la compañía el uno del otro.

El domingo por la mañana oficializaron su relación ante los amigos de Javi, que venían a su casa para iniciar la ruta en bicicleta que habían acordado. Los chicos bromeaban sobre cómo podía una chica tan guapa estar con un chico tan feo, y sobre qué habrá hecho para engañarla.

Unas risas y palabras después, Javi se despidió con un beso de Sonia, quien le dijo que esa tarde había quedado con Mónica y que no sabía a que hora llegaría a casa, que seguramente llegaría para acostarse.

Mientras Mónica y Sonia charlaban sentadas en un Starbucks del centro comercial, Karim estaba haciendo lo que llevaba haciendo durante los últimos días.

El chico se masturbaba más que nunca. Desde que salió de casa de Sonia aún mojado del agua de la ducha, abrumado por la vergüenza de haber empotrado a la chica contra la pared y haberle follado la boca mientras su nuca quedaba pegada a los azulejos, estaba más caliente que de costumbre.

Apenas salía de casa. No quedaba ni con su mejor amigo Marc ni con los amigos del parque. Incluso un día en clase de fotografía tuvo que pedir ir al baño para hacer un cinco contra uno.

Pensaba en esa follada a todas horas. Ahora le gustaba más que nunca escupirse en el glande al masturbarse y no solo por el extra de placer que sentía en la masturbación, sino porque le resultaba más fácil recordar las sensaciones de follarse ese coño tan apretado. De hecho apretaba más sus manos para sentir más presión en su polla. Hasta había estado en la ducha poniendo la mano contra la pared y follando su propia mano imaginando que follaba a la policía.

Ya había liberado de sus pensamientos la idea de que la chica no estuviese disfrutando. Le comió el coño, disfrutando mientras ella le agarraba el pelo y gemía como una puta. Karim pensaba que era una auténtica puta. De lo contrario no follaría con dos tíos a la vez y sin apenas conocerlos. No obstante esto le daba igual. No iba a casarse con ella, pero estaba deseando volver a follársela. Era como una obsesión. Ahora que había probado semejante placer no quería despercidiar la oportunidad de volver a repetir mientras pudiese.

Sonia estaba patrullando en el coche junto a su compañero Miguel. Era martes por la mañana. Despistada, enviando mensajes a su novio, no se dió cuenta de que la parada habitual de su compañero a comprar el almuerzo no fue tal.

Miguel: Hombre Karim. Acércate. ¿Quien es tu amigo?

Karim: Marc.

Miguel: A ver chico dame tu DNI.

Marc: ¿Yo?

Miguel: Sí tú. No veo a nadie más.

Marc: Pero si no he hecho nada.

Karim: Marc. Dáselo que no pasa nada.

El chico le dió el DNI mientras Sonia seguía en su mundo de piruleta.

¡Hostia! ¡es ella! - susurró ligeramente más fuerte de lo normal Marc, creyendo que solamente le oía su amigo.

Sí. Calla - susurró también Karim.

Miguel: Sí soy miguel. Te paso una identificación. Marc SOLER COSTA del año 1995 ¿Es ella quien, mi compañera?

En ese momento Sonia salió de su sueño y vió a Karim al lado de la puerta de su compañero, que no se había bajado del coche. Iba acompañado de un chico que no dejaba de mirarla.

Tenía gafas y era más alto que Karim. Tenía una complexión normal, pelo corto negro y ojos oscuros. No era ni feo ni guapo y llevaba unos vaqueros, y una camiseta de los simpsons.

Miguel: ¿La conoces?

Marc: No.

Miguel: ¿Entonces porque le dices que si es ella?

Le conté que el otro día casi me quitan la cámara y que ella me dejó quedármela. Solo eso. - improvisó Karim mirando a Sonia.

Miguel recibió un comunicado que le decía que ese chico nunca había estado detenido.

Miguel: ¿Te hizo alguna foto este chico, Sonia?

Sonia: No no.Que tonterías dices.

Miguel: Estáis alelados chavales. Dejad de mirarla ¿Pero de verdad creéis que tenéis alguna posibilidad con mi compañera? Jajaja. Compañera, ¿te acostarías tú con alguien como Karim?

No. Pero porque no es mi tipo. -dijo Sonia avergonzada.

Miguel: Jajaja.

Karim sonrió. Hacía rato que no escuchaba. Solamente imaginaba que Sonia le decía a su compañero que tenía que cachear a ese chico ella, y que lo llevaba a un sitio apartado y le bajaba el pantalón con la excusa de tener que cachearle a fondo. Soñaba despierto. Imaginaba que le metía la mano en los calzoncillos preguntando si llevaba algo peligroso. Y al sacar la polla dura le decía que estaba prohíbido ir así por la calle y que ella no lo podía permitir.

Pensando que la policía se metía su polla en la boca y comenzaba a chupar como el otro día, pero esta vez vestida de policía, le puso a 100. Podía imaginar las sensaciones porque ya las había vivido.

Su verga estaba ahora dura mientras Miguel revisaba su inseparable mochila sin percatarse del empalme del chico. Sonia por su parte no podía verlo por su situación en el vehículo. Sí veía al otro chico, el cual no le quitaba ojo de encima.

Sonia le hizo acercarse a su ventanilla para preguntarle de qué conocía a Karim. Cuando el chico le dijo que le conocía desde siempre porque eran amigos desde niños, la chica se preocupó por si le hubiera contado algo, pero cuando le dijo que trabajaba en una tienda de fotografía y que Karim revelaba allí las fotos, esa sonrisa le pareció obscena.

¡¡Este chaval ha visto mis fotos!! - pensó.

Miguel: Bueno chavales. No es por fastidiaros pero tenéis que tomar muchos petit suisses para estar con toda una mujer como mi compañera. Ale, ya os podéis ir a haceros unas gallolas jajaja.

Tanto Marc como Karim pensaban en lo equivocado que estaba ese policía. Karim le había enseñado en un primer momento un vídeo a Marc. El vídeo manipulado en el que su amigo se follaba a la policía que tenía justo delante. Después le pidió que revelase unas fotos en las que salía ella en todo tipo de posturas. Unas desnuda, otras no. Unas tocándose y otras con la polla de Hadni entre sus manos o incluso entre sus labios.

Marc ya sabía también con pelos y señales como Karim se la había follado la última vez en la ducha e incluso que había hecho un trío con ella. Al fin y al cabo era su mejor amigo y se lo contaba todo. También se hacía sus propias fantasías y hoy acabaría haciéndose una paja pensando en ella.

Menudos pringados ¿Has visto como te miraban? - le dijo Miguel a Sonia cuando ya se habían alejado de los chicos.

Sonia se rió, pero recordaba como ese chico había visto y disfrutado más de ella que su propio novio. Y pensaba que inoportunos fueron los irrespetuosos comentarios de su compañero al chico que no es que no tuviera posibilidad con ella, sino que había hecho todo tipo de cosas con ella.

La morena recibió un mensaje de Hadni. Le dijo que volvía el jueves y que se la iba a follar por todas partes. Le insistió en que preparase su culo para sentir la carne mora.

La chica, ahora con novio, no quería permitir que aquel sucio marroquí se aprovechase de ella. Mucho menos soportaba la idea de que su virgen e inmaculado culo fuese perforado por aquel pollón duro que sin duda, lo iba a destrozar.

El problema seguía siendo el mismo. Hadni tenía un vídeo muy comprometido. Cualquiera que lo viera pensaría que no hay forzamiento. No se apreciaba violación. De hecho ella pedía más y más y se autohumillaba ante la cámara.

Además de aquello estaban las fotos con las que Hadni amenazaba con empapelar la comisaría, y aquello sí que parecía voluntario. Más que el vídeo.

Para arreglar el asunto necesitaba hablar con Karim. El chico debía ayudarla a recuperar todas las fotos y grabaciones. No sabía que podría hacer Hadni con el chico si le descubría ni tampoco la posible reacción adversa hacia ella de enterarse. Temía por dejar su destino en manos de un chico que era tan tonto como para creer que una chica adulta, policía nacional, iba a hacer un trío con un delincuente habitual, moro y sucio y un delgaducho niño tímido de 18 años.Tampoco sabía si el chico se atrevería a cooperar, aunque estaba segura que se lo debía después de habérsela follado como a una vulgar ramera.

Así pues, estaba en una tesitura de muy difícil solución. Necesitaba tiempo para pensar y se le agotaba.

Al día siguiente se levantó alrededor de la una y media de la tarde cansada de haber trabajado toda la noche. Había hecho un detenido justo antes de irse y había llegado a casa muy tarde. Apenas había dormido poco más de dos horas, pero se le pegaban las sábanas del calor.

Recién levantada, recordaba que Javi venía ese día a las 6 de la tarde y que iban a salir a tomar algo.

Se había levantado con hambre, pero siempre necesitaba varios minutos para despertarse del todo. Algo más tarde, vestida con una camiseta de hello kitty, sin nada debajo y con unas braguitas rosas, se puso un delantal y comenzó a prepararse algo de comer. Picó unos ajos,cortó unos pimientos y rayó unos tomates naturales para hacerse con la carne picada, una salsa boloñesa para unos spaghetti.

Estaba tarareando su canción favorita con la salsa casi en su punto cuando le pareció escuchar el ruido del timbre. El estractor hacía ruido así que salió al salón y esta vez lo escuchó perfectamente.

Se acercó despacio a la mirilla. Ya siempre que llamaban iba con miedo.

¿¡¡Qué hace éste aquí!!? Me dijo que venía mañana.- se preguntó sorprendida y asustada la pobre policía al ver al moro de sus pesadillas al otro lado de la puerta.

Empezó a asustarse con la idea de que ese cerdo le rompiese el culo. No se atrevía a abrir. Por una parte se maldecía por no haber sido lo suficientemente lista de pensar que podría venir en cualquier momento. Había tenido una semana para idear algo. Por otra parte se maldecía de su mala suerte. No quería ser su puta por más tiempo. No quería haberlo sido nunca.

Estaba asustada, no podía pensar. Hadni golpeaba ahora la puerta fuerte con los nudillos y luego con los puños, gritando que el coche estaba allí. De repente cesaron los golpes. El móvil de Sonia sonó sobre la mesa del salón. Sonia fue a mirar quien era y no era otro que el moro que estaba tras la puerta.

Hadni: ¡¡Abre la puerta JODER!! ¡¡Sé que estás dentro!!

Sonia fue a su cuarto y decidió coger el móvil desde allí, pues Hadni seguía llamando.

Sonia: Hola Hadni qué tal es...

Hadni: ¡¡Abre puerta puta di mierda!!

Sonia: Hadni yo no estoy en casa, estoy con Javi mi novio.

Hadni: ¿Tu vecino es ahora novio?

Sonia: Sí. Somos novios así que será mejor que me dejes ya tranquila.

Hadni: Jajaja, deja tonterías jefa. Abre la puerta quiero follar tu culo. Vengo con muchas ganas. Hoy voy a follar hasta que no puedas más.

Sonia: Que te he dicho que no estoy en casa.

Hadni: ¡¡QUE ABRAS LA PUERTA JODDEEEEEEEEEER!! QUE TE HE ESCUCHADO EL MÓVIL ¡¡¡PUTA POLICÍA DI MIERDA!!!

Sonia estaba temblando. Era auténtico pavor el que sentía.

Sonia: Habb-bb-íamos qu-qu-quedado ma-ma-mañana...

Hadni: No quiero hablar más ahora jefa. Quiero follar culo ¡¡¡QUIERO FOLLAAAAAAAR!!!-decía el moro mientras golpeaba con furia la puerta.

Sonia se acercó a la puerta. Ni la primera vez había visto a Hadni tan alterado. Debía haberse metido coca o algo peor. Tenía mucho miedo de lo que pudiera hacerle Hadni en cuanto abriese la puerta. Cogió el móvil y le dijo que le abría pero que tenía que calmarse. Intentó camelarle inventando que había descubierto que tenía muchas ganas de follar con él. Se puso cariñosa por teléfono y pareció que surtió efecto porque hasta el moro se disculpó por si la había asustado.

Sonia abrió la puerta y descubrió unas pupilas como las de un gato de noche en la mirada del moro. Antes de que dijese nada le dió un beso en los labios, momento que aprovechó Hadni para agarrarle fuerte de la nuca y sacar la lengua lamiéndole boca barbilla y nariz.

A Sonia le hizo daño pero no hizo ademán de separarse, apenas posó sus manos sobre el pecho de Hadni, y asqueada dejó hacer a ese cerdo. Todo fuera por calmarle.

La chica le invitó a pasar y el moro cerró la puerta y le dió una cachetada en el culo. Sonia se dirigió al sofá. Hadni se deletitaba con el culazo que tenía ante sí con las pequeñas braguitas rosas. Estaba deseando reventarlo.

Se acercó a ella. Le dió otro beso obsceno, sucio y baboso que a Sonia le supo a auténtica mierda. Con ese asqueroso y nauseabundo aliento entre alcohol y semanas de no lavarse los dientes y la guarrería de lamerle toda la cara, la pobre chica no pudo reprimir una cara de asco.

Una bofetada le cruzó la cara y después otra. Hadni comenzó a golpearla y a lanzarla por el salón como un muñeco de trapo mientras no dejaba de gritarle por no haber abierto antes.

Abrió la puerta de la habitación del empujón que le metió a la chica, golpeándose ésta con el somier de la cama en la espalda después de golpear la puerta.

Hadni la levantó como quien levanta a un bebé y la tiró sobre la cama.

Así que tienes novio. ¿Sabe tocar tu novio?¿Sabe hacer esto? - le dijo Hadni tras tirarla sobre la cama y romperle las bragas de varios tirones, haciéndole daño entre las nalgas y en el chochito puesto que tardaron en romperse.

Los dedos de Hadni castigaban duramente el estrecho coñito de la policía. No estaba nada lubricada y el dolor la hizo ponerse tensa y llevar las manos a la mano de Hadni para tratar de apartarla de allí mientras cerraba las piernas.

Hadni con la mano libre le tiró de la camiseta rasgándola, dejando un pecho al aire que no dudó en llevar a la boca para morder y retorcer el pezón con rabia causándole a Sonia mucho dolor.

Seguía moviendo sus dedos entre las piernas de la policía, aunque esta vez frotándolos en la zona exterior mientras llevaba ya rato chupando y llenando de babas la teta a su disposición.

Hadni: ¿Sabe tu novio lo que le gusta a una puta como tú? Una polla mora en la boca.

Hadni se quitó la camisa tan rápido y con tanta fuerza que desgarró una manga casi entera. Comenzó a desabrocharse el cinturón del pantalón vaquero y le golpeó con él en las piernas varias veces mientras Sonia se cubría como podía implorando por que no la pegase más.

Hadni se lo enrolló en el cuello le puso una rodilla en el pecho y apretó. Apretó tanto que Sonia no tenía ningún tipo de respiración posible. Hadni le preguntaba una y otra vez si se iba a portar bien a gritos a la cara, pero ella no podía contestar y sintió que se desvanecía. Lo único que hizo fue asentir con la cabeza. Su cara pasó de roja a un color más violáceo. Fue entonces cuando el moro la liberó y ella cogió aire como el buzo que sale a la superficie al borde de la muerte.

Estaba mareada. Veía borroso. Su siguiente visión fue ver a Hadni completamente desnudo y con la enhiesta polla apuntando a su cabeza. Aún no había recuperado completamente el sentido cuando ya tenía esa verga alojada en su boca.

La falta de aire y el susto tenía la boca de la chica reseca y Hadni era algo que no toleraba en sus mamadas.

Se acercó a su boca y apretó su mandíbula para que la abriese, y para escupir en su interior. La saliva de ese moro sabía peor de lo que olía su aliento y asqueada, la chica recibió de nuevo polla pero esta vez con la boca llena de babas.

Hadni se la metía más de la mitad. Ella estaba de lado al borde de la cama.

Hadni: Chupa joder. Chúpame la polla.

Sonia se quedaba sin aire. Cuando la polla de ese moro salía de su boca, se arrastraba por su mejilla y ella debía lamer el frenillo y el tronco a su paso, por lo que apenas podía recuperar el aliento.

Los dedos del moro ya habían conseguido que Sonia se mojase y Hadni notaba que aquello estaba mucho más caliente que al principio.

Hadni: Mira como te gusta chupar polla mora. Mojas como una puta. Tu novio tiene que saber que te gustan las pollas moras jajaja. A lo mejor si lo digo.

Hadni no perdía la ocasión para humillarla con este y otros comentarios.

La puso a cuatro patas y acercó su cabeza al culo de la policía. Ante sus ojos tenía un culazo de espanto. Apretado y duro. Un ojete que no parecía dejar pasar la luz y un coño debajo que rebosaba flujo y olía a manjar.

El marroquí no pudo resistir aquella visión. Tenía la polla más dura que nunca. Y es que si la exagerada dosis de viagra que había tomado 10 minutos antes de abrir la puerta no fuera sucifiente, ahora aquel culo era demasiado excitante para cualquier ser, incluso para Hadni.

Su lengua se unió a los labios vaginales del coñito de la morena de ojos verdes. Sonia sintió asco. Un asco moral que no era un asco físico. Su coño recibió la lengua con gusto y mientras esa lengua mora jugaba con el chochito de la sumisa, éste dilataba y se humedecía más y más, permitiendo que jugara todo lo que quisiera.

Durante varios minutos el sucio moro estuvo lamiendo ese coño. En ocasiones resbalaba su lengua de abajo a arriba. Otras veces introducía la lengua todo lo que podía, solo sacando la cabeza entre sus nalgas cuando se quedaba sin aire.

A pesar del intento de Sonia de pensar en otra cosa y el deseo de que se fuese de su casa, la lengua de Hadni llevaba trabajando su coñito durante varios minutos y ella casi no podía ahogar los gemidos.

Cuando la lengua de Hadni comenzó a subir más arriba, lanzando lengüetadas del coño al culo como quien lame un helado, la policía comenzó a gemir de manera audible para el moro.

Hadni: Jajaja. Ti gusta ¿eh? Todas las chicas le gusta.

Hadni escupió en el culo de la policía. La saliva caía hasta su coño y la lengua de Hadni la recogió para extenderla por el ano de la policía, que se puso sensible y comenzó a moverse palpitando.

Sonia apretaba las nalgas, pero ya no solo por no querer que ese cerdo se aprovechase así de ella, sino porque esa sensación nueva para ella era tan placentera que se le hacía difícil de soportar.

Hadni incrustaba la lengua en su ano y movía la cabeza al son de los movimientos de cadera de Sonia, no permitiendo que ese culo se alejase de él.

Metió el dedo meñique y solo entró hasta la mitad.

Hadni: Joder que culo más pequeño.

Además de cerdo ignorante. Se dice estrecho. -pensó la policía que no entendía como podía pensar en algo tan irrisorio como aquello en ese momento.

Sonia decía que le dolía aunque realmente era placer lo que estaba sintiendo. Era el dedo corazón el que ahora estaba jugando en su culo, moviéndose y entrando poco a poco ya más de la mitad mientras ese agujero se adaptaba.

El moro se separó y Sonia dejó de gemir, aunque prefería no sentir ese placer y que aquel cerdo se fuese de su casa.

Cuando notó algo más grande que un dedo tratando de entrar en su culo y notó que pese a estar duro era ligeramente más blando, supo que Hadni ya estaba con la polla lista.

Sonia: ¡Espera espera! ¡Aún no estoy lista!

Las palabras de la chica fueron en vano. Hadni apretó más y más.

Ella trató de separarse y le pedía que le dejara meterse algo más pequeño. Se sentía avergonzada y humillada de pedirle eso, pero si le iba a follar el culo de todas todas, prefería dilatarlo antes con algo más pequeño que esa enorme polla de 20 centímetros por lo menos.

Hadni le dijo que no esperaba más, que había tenido tiempo para prepararse. Que ya la había avisado la última vez.

A Sonia le dolía cada intento y le invadía el miedo. Se movía hacia delante dejándose caer en la cama. Hadni la devolvía a la posición del perrito y trataba de penetrarla de nuevo. Consiguió meterle el capullo y un poco más pero la penetración era casi inexistente porque faltaba recorrido y ella no colaboraba.

La puso tumbada boca abajo con las piernas en el borde de la cama, quedando de rodillas sobre el suelo y el torso sobre el colchón.

Separó sus piernas todo lo que pudo y lo intentó de nuevo. Alterno con algunas embestidas a su coño recogiendo los flujos con la polla para ver si así conseguía dilatar más su ano.

Apenas consiguió meterle más polla y ella no dejaba de quejarse.

Se fue al baño y encontró un bote de aceite corporal que sacó. Se lo tiró por el culo rebozando su ano y metiendo un dedo para dentro y afuera una y otra vez.

Trató de hacerlo con un segundo dedo pero ahí Sonia dejó de gemir y comenzó a quejarse amargamente.

Hadni: Shhh espera. Hay que dejar que tu culo tenga dedos dentro.

Durante un minuto Hadni tuvo el dedo índice y el medio hasta la mitad en el culo de la policía. Entonces apretó poquito a poco. cada centímetro costaba mucho.

Sonia: ¡¡AAAY AYY duele mucho!!

Hadni: Calla puta. Solo ti quejas.

Hadni presumía de haberse follado muchos culos, y realmente lo había hecho almenos con 10 mujeres, 7 de ellas prostitutas. Nunca había tenido un culo tan apretado como ese. No pudo aguantar más el deseo de romperlo. Sentir como le apretaba los dedos solo le hacía desear que le apretase la polla y entrar una y otra vez en ese paraíso.

Se llenó la verga de aceite y volvió a echar más en el culo de la policía. Le daba igual manchar todas las sábanas y el suelo de madera de la habitación. Le puso la polla junto a la entrada del ano y apretó.

En un par de embestidas lentas y super lentas logró introducirle la mitad de la polla. Trataba de apretar más, pero solo conseguía desplazar la parte exterior del ano, y éste no se abría más.

Cada embestida, por lenta que fuese, era dolorosa para la policía, que no entendía como su amiga Mónica y alguna otra que tuvo le habían hablado del placer del sexo anal si a ella le estaba resultando tan doloroso.

Hadni solo movía la polla un poco en el interior de la policía, pero el placer que sentía ya era notable.

Decidió ponerse él tumbado y que fuera Sonia la que de espaldas a él se sentase y se follase el culo a ver si así conseguía meterle más polla.

Sonia se sentía humilladísima. Más que nunca. Hadni la tenía de cuclillas con un pie en cada muslo del moro, ordenando que fuera ella la que se follase esa polla con su culo. Ya no solo la humillaba chupando verga sino que ahora le hacía hasta sentir dolor por sus propios movimientos.

Hadni no dejaba de insultarla y decirle que fuese más deprisa. Ni dos minutos aguantó viendo que Sonia cada vez se metía menos polla.

La agarró de los muslos y se la echó encima sin sacar la poca polla que ésta tenía alojada en el culo.

Sonia: ¡¡No por favor!! ¡¡Hadni por favor me duele mucho!! Deja que lo haga yo.

Hadni: Se acabó jefa. Yo quiero follar como a una puta. Yo no soy tu novio. Yo soy tu amo.

Sonia sintió más miedo que dolor en ese momento al oir esa frase. Notaba que Hadni movía las caderas y con sus brazos la sujetaba desde los muslos fuertemente y le impedía moverse. Empezó a tirar de ella hacia su polla y a apretar con ésta logrando que entrase más y follándosela así más rápido.

Sonia: ¡¡Me duele!! ¡¡AAAAAAAAHHH, DUELE!!!

Hadni: ¡¡Calla joder!! ¡¡NO ME IMPORTA QUE DUELA PUTA DI MIERDA!!

Hadni la puso tumbada con los brazos cruzados bajo la espalda. Echó sus muslos hacia atrás y se apoyó en ellos casi en la parte trasera de la rodilla, Le embistió el culo con fuerza entrando cada vez más rápido y ya casi tres cuartas partes de la polla entraban y destrozaban a la chica que lloraba de dolor. Sonia estaba con deseos de arrancarle los ojos a ese cerdo pero estaba completamente inmovilizada. Hadni le comía los pechos. Los chupaba con lujuria y la penetraba una y otra vez.

Era tanto el placer que no tardó en anunciar que se corría. Se puso junto a la cara de la policía y le dijo que abriese bien la boca mientras se pajeaba de rodillas. Sonia recibió en su boca y parte del rostro una enorme cantidad de esperma caliente y espeso. Almenos 4 grandes chorros.

Hadni: ¡¡AAAAAHH TRAGA PUTA!!

El moro la obligó a dejarle bien limpio el capullo y recogió con sus dedos el poco esperma que había quedado en su cara y se lo llevó a la boca mientras le decía que debía tragarse todo como la puta que era.

La cogió de la mano y la llevó al salón. Fue a la cocina y vió la salsa en la sarten. Le preguntó si era eso lo que iba a comer y luego la obligó a hacerle la comida y además a dársela como si fuese un bebé. Ver a Hadni comer sus spaghetti sentada en su cocina mientras ella estaba desnuda dándole la comida como si fuese su hijo pequeño era realmente humillante para ella. Hadni tiró un poco de su plato en el suelo y le dijo que se lo comiese.

Sonia: No tengo hambre.

Hadni: No he preguntado si tienes hambre, he dicho que comas.

Sonia cogió con su mano parte de los spaghetti del suelo y se lo fue a llevar a la boca pero Hadni la detuvo.

No, así no. Como la perra que eres. Vas a comer como una perra. - le dijo amenazante y risueño el moro.

A cuatro patas, comiendo del suelo como un animal. Sonia no podía sentirse más humillada. Se preguntaba donde había quedado el valor para enfrentarse a delincuentes. Estaba segura de que lo había hecho en Madrid ante tíos peores, pero no quedaba rastro de aquella Sonia en la chica que estaba comiendo del suelo.

Hadni se levantó y la agarró del pelo dirigiéndola a su polla que sorprendentemente estaba dura. La cantidad de viagra y coca que había tomado Hadni era exagerada y esa erección no tenía pinta de remitir.

Sonia no había tenido tiempo de tragar la pasta que tenía en la boca y ya tenía carne en barra ensanchando sus labios. Casi parecía hacer de desatascador. La pobre chica no pudo soportar la comida y la fuerza de las embestidas de la verga y vomitó.

Hadni: ¡Joder! ¡puta guarra!

Hadni la cogió y se la llevó agarrada de la mano hacia la habitación mientras le seguían dando espasmos y seguía vomitando por el camino.

La llevó a la ducha y abrió el grifo. Comenzó a limpiarla con el agua hasta que la vió ya recuperada. Después le echó jabon y empezó a frotar sus senos con sus grandes manos. Le dijo que ella hiciero lo mismo con él.

Las manos de Hadni notaban la suavidad de la piel de Sonia. La chica agarraba y masturbaba su verga con ambas manos. El agua caliente les mojaba y la temperatura de sus cuerpos aumentaba por partida doble.

Los expertos dedos del moro masturbaban a la policía, que gemía a la par que el moro le succionaba las tetas, absorbiendo el agua caliente que se arrastraba por ellas.

Sonia trataba de evadirse; dedicarse a limpiar a Hadni sin ningún tipo de deseo más de que estuviera lo más limpio posible y sobre todo su verga por si se la tenía que volver a tragar.

¿Ves como te gusta mi polla? Te dije que me limpiaras y no la sueltas. Eres una guarra y te gusta mucho follar. Yo sé .- le decía muy bajito Hadni a escasos centímetros de su rostro mientras no dejaba de masturbarla.

Sonia estaba fuera de sí. Los dedos de Hadni iban a la velocidad del rayo en su coño y éste salpicaba y sonaba como si estuviese chapoteando en el agua, y eso que ya había apagado el grifo.

Sonia: ¡¡AAAAHH AHAAH AAAAAAHH!!

Con los dedos medio y anular Hadni penetraba con furia ese coño mojado a una velocidad que parecía que tuviera más dedos en la mano. Con la mano izquierda tenía agarrada del cuello a la chica contra la pared. La policía ya había soltado de sus delicadas manos la polla dura, peluda y, gracias a ella, ahora limpia de ese cerdo.

A Sonia le temblaban las piernas. Sentía un calor parecido al de la última vez que Hadni se la folló y la estranguló con el cinturón, pero sentía que iba a llegar algo incluso más intenso.

Hadni: Esto no lo sabe tu novio de ti.

Hadni la levantó por el cuello quedando ella de puntillas resbalando sus pies y quedándose sin aire por no poder tocar apenas el suelo. Hadni aflojó los dedos junto a su cuello permitiendo a la chica respirar entre gritos de placer, cada vez más fuertes y sobretodo agudos, justo cuando notó los espasmos brutales que casi parecían querer partirle los dedos.

Sonia: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHH!! ¡¡¡¡¡AAH-AAAH-AAH-AAAAAAAHHH!!!!!

Los dedos de Hadni habían salido del coñito apretado y un chorro salía disparado de éste. El moro golpeaba para un lado y para el otro con su palma derecha sobre el coñito y cantidades de líquido flujo volaban a uno y otro lado.

Con los ojos en blanco y abrumada por el placer, Sonia, extasiada y con el coño más sensible que nunca, fue levantada en volandas y apoyada contra la pared para ser penetrada por la enhiesta verga del moro.

El placer había sido tanto y con la sensibilidad de la zona era tal ahora, que cada embestida le parecía más placentera que muchos de los orgasmos que había tenido al masturbarse o incluso en algún polvo con su ex-novio.

Desbocada y fuera de sí recibió la polla de Hadni entre sus piernas mientras las tenía sobre los hombros del fuerte moro y se agarraba de su nuca mirándole a los ojos desde muy cerca mientras jadeaba y daba grititos de placer.

Durante varios minutos la estuvo follando en esa postura hasta que notó que se volvía a correr y la bajó para correrse en su boca.

Sonia realmente no era dueña de su cuerpo. Abrió la boca como si llevase 1 mes sin comer y recibió una notoria descarga teniendo en cuenta que Hadni se había corrido anteriormente como un animal. La corrida fue a escasos centímetros de su boca y entró en su totalidad en ella.

Hadni le metió el glande en la boca y ella lo succionó con fuerza mientras él apretaba con su mano para sacar la última gota que cayó sobre la lengua de la policía.

Hadni se la sacó y le golpeó la cara. Salió de la ducha y se la llevó de la mano.

Sonia ya había vuelto en sí.

¿¡Qué he hecho!? ¡¡Dios mío me ha gustado!! ¡¡Me ha gustado que me violen joder!! - se decía con un sentimiento de culpabilidad tremendo.

Lo que Sonia no sabía es que el orgasmo brutal que se tiene cuando te hacen correrte a mares lleva a algunas chicas a tal placer, que te provoca un impulso sexual tan grande que solo puedes satisfacerlo y cualquier uso de la razón no tiene cabida. Sonia era una de esas chicas y Hadni se había dado cuenta ya de antes.

Hadni: ¿Te ha gustado, eh jefa? Que pena que Karim no ha venido a grabar.

Sonia: Bueno creo que es hora de que te vayas.

Hadni: Jajaja Te ha gustado. No te enfades. Hadni gusta a muchas mujeres. Eres una chica con suerte.

Además de la humillación de ser violada ahora tenía no solo la humillación de haber disfrutado con la violación, sino que ese hijo de puta lo sabía y la vejaba más aún.

Sonia no entendía como la polla de Hadni seguía dura.

El moro le hizo ponerse encima y comenzar a botar con la polla en su coño mientras sus tetas saltaban y entraban alternativamente en la boca caliente del marroquí.

La hacía botar hasta la punta para caer hasta los huevos. Ninguno de los dos hablaba ahora, solo se escuchaba el golpeo de los huevos en Sonia al caer y el chapoteo de sus fluidos. Y los sorbos de Hadni.

Entonces sonó el teléfono de Sonia en la mesa y Hadni se lo hizo coger.

Hadni: ¿Quien es?

Sonia: Mi novio, Javi.

Hadni: Responde llamada.

Sonia ya tenía de nuevo la polla entre sus piernas y había tirado el móvil a un lado en el sofá.

Sonia se fue a separar pero Hadni no la dejó. La chica le miró confundida pero la sonrisa de Hadni le hizo entender.

Sonia: No no. Así no.

Hadni acercó la mano al móvil y ella trató de separarlo. Entonces el moro le agarró de la barbilla mientras la embestía con su verga ante la pasividad de la chica.

Hadni: O lo coges o te rompo el culo.

Sonia no dudó ante esa amenaza y lo cogió. Con los nervios puso el manos libres y entonces Hadni se lo quitó de la mano y lo echó de nuevo en el sofá.

Javi: ¿Sonia? ¿me oyes?

Sonia: Sí Javi... estoy ocupp-a-¡¡daaaaa!!

Javi: ¿Por qué gritas?

Sonia: He visto.... un ratón.... ay... aaay....me dan mucho miedo los ratones.

El dedo de Hadni estaba en su culo y las embestidas mucho más fuertes y la lengua en su pezón la estaban incapacitando para articular palabra. De hecho se mordía los labios para no gemir.

Javi: Te doy un toque cuando salgo para allá. Tardo 10 minutos desde que te suene ¿vale?

Sonia: Vale ... Javi... uuuf.

Javi: Joder ¿Estás haciendo flexiones o qué? Jajajaja

Hadni se puso a reir y Sonia tuvo que hablar más fuerte para evitar que le oyese.

Sonia: JAVI TE DEJO... QUE VENGO.... DE ¡¡CORREEEEEER!!

Javi: Estás muy rara tía. Lo dicho te llamo en un rato. Un beso

Sonia: ADIOS.

Hadni: JAJAJAJAJAJAA. ¡¡QUE BUENA,JEFA! Flexiones. Flexiones con una polla mora en las piernas. Jajajajaja.

El moro la empujó al sofá entre risas le dió la vuelta y la apoyó en el respaldo del sofá, quedando el culo perfectamente en pompa y listo para lo que más deseaba. Sonia esperaba que se corriese rápido esta vez y se fuese de su casa. Iba a apretar con su coño para ver si aceleraba su orgasmo, pero no era ahí donde esa polla se dirigía.

Sonia: ¡Me dijiste que me enculabas si no contestaba!

Hadni: ¿Que es encular?

Sonia: ¡Romper culo hijo de puta!

El moro le pegó una cachetada muy fuerte y sonora en la nalga dejando una rojez enorme en ella.

¡¡PERO QUIEN TE CREES TÚ QUE ERES PUTA DI MIERDA!! ¡¡A MI NO CHILLAS TÚ!! ¡¡YO CHILLO!! ¡¡TÚ PUTA, YO AMO!! - le gritaba totalmente loco el moro mientras le daba tremendas cachetadas en las nalgas con todas sus fuerzas.

Hadni: ¡¡DILO PUTAAAA!! ¡¡TÚ PUTA, YO AMO!!

Sonia lloraba de dolor. Ese cambio de humor la había dejado descolocada y el escozor había dejado paso a un ardor tremendo y doloroso en su culo.

Sonia: ¡¡Soy tú puta!!

Hadni: No oigo bien.

Sonia: ¡¡Soy tu puta!!

Hadni: ¿¡¡QUÉ!!?

¡¡¡SOY TU PUTAAAAA!! Soy la más puta del mundo pero por favor no me pegues más, por favv-voo--o--r. - le dijo la policía llorando a lagrimones.

Hadni: Muy bien. ¿Ahora donde quieres que la meta?

Sonia: Métemela donde tt-tú qu-quiera-a-s.

Hadni: A la orden jefa.

Hadni se la metió en el culo. Con la oposición del respaldo del sofá la pobre de Sonia no podía echarse hacia delante y esa polla tenía vía libre mientras ella se apoyaba en el suelo con las manos para que no se fuese toda la sangre a su cabeza.

Hadni la embestía con furia mientras jadeaba de placer.

Hadni: Aaahh ¡qué bien!Me encanta romper culos.

Hadni se levantó quedando el pie derecho apoyado en el poco espacio libre que había en el respaldo y quedando el otro en el sofá. de este modo quedaba en perfecta posición para hacer mas fuertes y profundas las penetraciones y eso fue lo que hizó.

Sonia comenzó a sentir más dolor una vez habían acabado sus lloros. Hadni apretaba más y más en sus embestidas que eran continuas y cada vez más profundas. Utilizaba el empuje de sus pies y su propio peso para ir abriendo más y más el culo de Sonia. En ocasiones sacaba la polla del todo y escupía en el agujero de su culo.

Hadni: ¡¡AAAAHHH POR FIN!! TODA DENTRO!!

A Sonia no le hizo falta oírselo decir. Tenía la polla incrustada y quieta en su culo y notaba la dureza del cuerpo de Hadni por arriba y los huevos en su coño por abajo.

Hadni se movió a uno y otro lado con la polla metida hasta los huevos y comenzó a sacarla muy poco para seguir ,metiéndola toda. Estuvo así un par de minutos y luego la sacaba al completo para deleitarse con la dilatación de su ano y ver como éste trataba de cerrarse, pero no se lo permitía, metiendo la polla, dirigida por su mano, una y otra vez.

Me ha hecho comerle la polla, los huevos, el culo. Me ha follado el coño y ahora no solo me ha desvirgado el culo sino que me ha metido su pollón entero. ¿Qué demonios voy a hacer para librarme de él? - pensaba Sonia mientras su culo se abría una y otra vez.

Hadni la folló alternando entre su culo y su coño. Sonia no gemía aunque su coño seguía recibiendo esa polla sin oposición y parecía arrastrar sus labios cuando la carne mora lo abandonaba.

El móvil de Sonia anunciaba que Javi estaba de camino.

No podía creer que hubiera pasado tanto tiempo. Se suponía que venía a las 6 de la tarde y Hadni entró en su casa sobre las 14:30. Quitando como 20 minutos para la comida habían estado casi todo el rato follando, aunque fuera sin penetración.

Hadni la penetraba con mucha velocidad rompiéndole el culo, que cada vez le dolía menos a la morena y era más placentera la sensación, aunque siempre el dolor iba por encima.

No sabía los minutos que habían pasado desde que había sonado el teléfono.

Sonia: Hadni... Viene mi novio. Te tienes que ir. Tu coche... lo... va aaaaaa aaaaaahhh a ver.

Sonia ya no podía ocultar sus gemidos. No a esa velocidad de follada.

Hadni: No vine en coche. Mi coche sigue en taller. Me dejó un amigo cerca.

Hadni se separó y se sentó en el sofá.

Chupa bien jefa. Yo no me voy sin correr otra vez. - le dijo a la chica empapado en sudor.

Sonia se arrodilló ante él. También estaba empapada. En ese momento de pausa notaba como si tuviera el culo abierto y le entrase aire a través de una apertura. Además le venía un olor tremendo a coño y no solo a coño. Olía a sexo. Olor intenso a sexo y a vómito. El vómito que había dejado por el salón mientras se dirigía al baño.

Ante su lentitud, Hadni le golpeó con suavidad en los labios con su mástil. La chica entonces se dió cuenta que no había tiempo de pensar y comenzó a envolver con sus labios ese capullo y a bajar una y otra vez su boca tragando polla mora.

Hadni: Deprisa jefa, ya casi viene tu novio. Jajaja.

Sonia no podía permitir que su novio llegase a tiempo de cruzarse con Hadni. Hizo de tripas corazón y se esforzó en hacer todo lo posible por provocarle correrse enseguida.

Humillada hasta el máximo, succionó los huevos en su boca mientras jugaba con ellos con su lengua y pajeaba con ambas manos al moro sin dejar de mirarle a los ojos.

Engulló la polla moviendo la boca de un lado a otro y succionando la punta de la verga como si le quisiera sacar el veneno.

Hadni disfrutaba mirando a los ojos a esa tía que consideraba su puta y de quien creía que no se cansaría nunca. Ver como sus mejillas se contraían mientras sentía como la lengua de la policía estimulaba su glande bajo el calor húmedo de su boca le ponían a mil.

Hadni: AH AAAAH ¡¡AAAAAAH!!. Esto sí es una mamada, jefa.

La dirigió y le dijo que se hacía tarde.

Sonia no entendía por qué no se corría. trató de tragársela entera como la otra vez pero no podía. Humillada, vejada y entregada, tuvo que coger la mano del moro y ponérsela en la nuca. El cerdo entre risas la ayudó a tragársela entera una y otra vez, entre fuertes arcadas y babas por todas partes.

Solo se escuchaba el ruido de su boca y de sus arcadas. Con todo lo demás en silencio escuchó un coche a lo lejos gracias a que el camino de acceso era de tierra y había baches.

Se puso nerviosa. Estaba asustada y preocupada.

Sonia: ¡¡Hadni tienes que irte!!

Hadni: No sin correr jefa.

Sonia no encontró otra opción dirigió su cabeza al culo del moro y comenzó a lamer. Hadni le facilitó el acceso echando sus piernas hacia atrás y sujetándoselas con las manos mientras le decía que se notaba que le gustaba el culo moro. Sonia escuchó el coche más cerca y apretó con todas sus fuerzas la lengua en el culo del moro, que a pesar de haberse duchado, por la zona y la profundidad de entrada de su lengua y el sudor que había entre las nalgas, olía y sabía a horrores.

Hadni: AAAAAH AAAAAHH ¡¡SIGUE SIGUEEE!!

La lengua de Sonia se movía como un torbellino mientras era Hadni el que ahora se masturbaba con todas sus fuerzas.

Abre la boca puta. - le dijo Hadni agarrando su polla y sonriendo, sintiéndola como su puta esclava española.

Sonia se separó del culo del moro y abrió la boca. Como Hadni se masturbaba frente a ella pero no llegaba el orgasmo, Sonia ayudaba con pequeños lametones en el glande. No era suficiente.

El claxon del coche de Javi comenzó a sonar. Como no contestaba le llamó al móvil.

Hadni se separó y le dijo que contestara mientras seguía masturbándose junto a su cara.

Sonia: Javi. Lo siento por no haberte llamado, pero he venido muy mal de correr. No me encuentro bien.

Javi: Espera que subo.

Sonia: AGG AG AGGG.

Javi: ¿Sonia?

Sonia: AGGGG AGG AAAGGG.

¿¡Joder estás vomitando!? Sí que estás mal sí. Ya subo .-le dijo preocupado su novio antes de colgar.

Las embestidas de Hadni en su boca no le habían permitido ni contestar y solo el sonido al atragantarse fue lo que recibió Javi.

El morbo y el placer fue demasiado para el moro que explotó en su garganta en otra eyaculación que fue directa casi en su totalidad a su estómago, cayendo parte en su lengua mientras Sonia sentía los espasmos de la barra de carne que tenía entre los dientes.

Hadni le sacó la polla, le dió un beso como acostumbraba y se puso el pantalón a toda prisa. y tras ponerse los zapatos, salió por el jardín trasero y se fue con la camisa rota en la mano.

Sonia se puso una camiseta y un pantalón corto mientras Javi tocaba el timbre con insitencia y ella le decía que ya salía.

Abrió la puerta ligeramente y solo asomó la cabeza.

Javi: Joder que mal huele Sonia y vaya cara roja que tienes ¿Has vomitado?

Sí. Me voy a acostar. - dijo Sonia con dificultad y tosiendo.

Javi: Te suena la garganta dolorida. Déjame que entre y te hago un vaso de leche con miel antes de dormir aunque sea.

¡No estoy para más leche Javi! - le dijo la chica cabreada.

Sonia: Perdona es que no me encuentro nada bien, nos vemos mañana.

Javi: Vale, pero dame un beso.

Sonia: Que no, que acabo de vomitar.

La chica le cerró la puerta en las narices y Javi se fue a su casa ya sin ganas de salir a ninguna parte.

Sonia por su parte se derrumbó pegada a la puerta y comenzó a llorar. Al principio eran lágrimas de desesperación, pero luego todo se convirtió en rabia. Se fue a la habitación con dificultades para andar derecha y comenzó a gritar ahogando los gritos con la almohada.

Esta es la última vez que ese hijo de puta me folla. Se acabó. Sonia ha vuelto. - pensó la chica con firmeza.

CONTINUARÁ...