Ni con la pandemia paro

Marisa llamó diciendo que no se arriesgaba a venir a casa a limpiar.... le fuí insistiendo y al final me dijo que la hija de su amiga estaria dispuesta. Acepté. Me llamó, Wendy. Voz de niña, mimosa.... poca experiencia tendria, pero esto me importaba poco. Demasiados dias encerrado solo. Acordamos, horas y precio y quedamos para la mañana siguiente.

Llegó tarde, pero cuando abrí, mirándome con ojitos de cordero degollado, disculpándose, se despertó mi instinto de depredador. Me mantuve serio, regañandola, haciendola pasar. Le mostré la casa, me indicó que empezaria por la terraza, asi yo podria continuar teletrabajando. La estuve observando, bajita, menudita, delgadita y una buenas tetas, llevaba legins y un jersei de cuello alto..... con el calor que hacia. Me cambié de ropa, me puse mi pantalon preferido, marca perfectamente. Salí a la terraza, vi que me observaba. Le comenté que hacia calor y que si llevaba algo para cambiarse, que sudaba.... dijó que no.

Te busco una camiseta mia? estan limpias, te iran algo grandes, pero estarás mejor.

Aceptó. Busqué una camiseta blanca, y le corté el cuello, haciéndolo más abierto... Se la traje. se fué a cambiar.... y cuando salió, me revolucioné. Le quedaba escotadísima y se habia hecho un nudo en el abdomen..... sonrió y continuó trabajando.

Me instalé el ordenador en el salón, pero no le perdia ojo, cada vez que se inclinaba sus pechos dentro de un pequeño sujetador, se mostraban por el escote.... pasó al salón... le pusé música y limpiaba bailando y cantando, mi excitaciòn iba en aumento. Vino a la mesa donde estaba y cuando pasaba la bayeta se inclinó.... menudo caramelito asomaba por su holgado escote.

Me levanté apartando el portátil, para que limpiase la mesa, pero me mantuve pegado a la mesa.... ,mi entrepierna, escandalosamente abultada reposaba encima de la mesa.

Ella, sin inmutarse, limpiaba despacio, muy despacio la mesa, acercando su mano cada vez más. Yo no me aparté, hasta que me rozó. Me quedé quieto y volvió ha hacerlo. Lancé el ordenador al sofá y le cogí su manita. La pusé encima de mi paquete, y le obligué a frotármela,  mientras mi otra mano se introducía en su escote i le acariaba un pecho. Su respiración se aceleró, pero no decia nada. Su mano me acariciaba sin que yo la acompañase

la cogí por la cintura, la subí a la mesa, le bajé los legins y las braguitas de golpe, me agaché y devoré su sexo xómo sabia hacerlo, búscando sus puntos de placer, sorbiendo, mordiendo, introduciendo mi lengua como si la penetrase, sus piernas en mis hombros y gemía, No paré hasta que agarrándome el pelo se corrió en mi boca entre espasmos.

Sín darle tiempo ni respiro, le di la vuelta, me abrí al bragueta, me puse el preservativo y la penetré de un solo golpe, volvió a correrse, gritando.

Mantuve la compostura hasta que me corrí... demasiados dias sin hacerlo.... caí desplomado encima de ella.... y mientras le besaba en la nuca.... nuestras respiraciones se fueron relajando.

La lleve a la ducha de lluvia, acabé de desnudarla y abrí el agua.... la besé y la hice arrodillar... siempre recordaré cómo me miraba mientras me la mamaba.

Ahora viene cada semana.... pero nunca límpia.