Never think that things would never change

Lucille es una joven que esta pasando por un mal momento, su ex la engaño y las cosas parecen no mejorar... aunque talvez eso es solamente lo que ella piensa. Un vuelco repentino en su vida la hara cambiar de parecer.

Es mi primer relato que me animo a subir a la Web, espero que les guste y acepto todo tipo de criticas constructivas ^^


Era un dia normal como cualquier otro. Lucille caminaba por las calles tranquilamente sin sospechar absolutamente de nada de lo que sucedía en su entorno. La noche anterior había visto en las noticias el informe de un robo muy cerca de en donde caminaba, pero no lo recordó en esos momentos. Eran altas horas de la noche pero no le preocupaba, lo único que deseaba era llegar pronto a la fiesta de su amiga Casandra, ya que le había prometido que le presentaría a un chico muy "Wow" para que olvidara a su ex, quien la había engañado un par de meses atrás con su hermanastra. Caminaba a paso rápido intentando sacarse de la mente aquellas imágenes devastadoras que la mantuvieron más de una semana llorando tendida en su cama.

Iba cruzando por un callejón cuando un hedor a humedad y basura. Estaba oscuro y el concreto estaba mojado por la lluvia de unas horas atrás. La chica era alta y esbelta, de cabello castaño claro y unos deslumbrantes ojos verdes. Muchas veces sus amigos no se imaginaban como una chica tan bella como Lucille había podido salir con un chico tan feo como era su ex, ya que el hombre era poco agraciado, pero según la chica tenia algo especial. A pesar de que nunca llegaron a nada "serio" ella siempre sintió un gran apego hacia el, hasta que lo encontró en la cama con su hermanastra.

Cuando sintió unos pasos detrás de ella, súbitamente su corazón comenzó a latir rápidamente y un escalofrió recorrió su pálida piel. En el instante recordó que hace unos días habían robado, violado y asesinado a una joven mujer por esos lugares. Rápidamente acelero sus pasos llegando casi a la instancia de correr. Pero no se dio cuenta de quien la seguía se le había adelantado unos pasos.

–Hola dulzura –dijo un hombre, era moreno, aunque su piel parecía sucia y su cabello estaba grasoso debido a que no se bañaba aproximadamente hace un mes.

Lucille asustada se aferro a su bolso

–que pasa caramelito no quieres jugar? –pregunto el hombre con un tono bobo. Al sonreír mostraba sus amarillos dientes, le faltaban los de en medio lo cual hacia que representara un vulgar aspecto.

–Yo... lo siento... tome –dijo extendiéndole el bolso –es lo único que tengo –añadió con la esperanza de que el hombre la dejara marcharse, aunque por dentro sabia que no seria posible.

El hombre sonreía mientras recorría el cuerpo de la joven con su mirada, su mirada se quedo inmóvil en los senos de la joven, a pesar de que no eran de gran tamaño ni nada, estaban bien formadas debido al ejercicio. Lucille llevaba una camiseta negra ajustada con cuello de tortuga, ya que no le gustaban los escotes porque los degenerados la miraban, ya que tenía un hermoso cuerpo esculpido gracias a las 7 horas de natación a la semana y 2 horas diarias en el gimnasio. Su cuerpo era relativamente normal, a excepción de que tenia todo en su lugar bien puesto y formado.

–No me interesan tus porquerías –dijo bruscamente el hombre al arrebatarle el bolso –lo que quiero es jugar contigo.

La acorralo contra la pared. La chica estaba asustada, su corazón latía a mil por hora, y no imaginaba peor final que ser toqueteada y manoseada por aquel engendro. Pero antes de que pudiera reaccionar una tibia y áspera mano revisaba su cuerpo bajo su camiseta, se movía con agresividad intentando levantar la ajustada camiseta. La joven intento liberarse pero el grotesco hombre era más fuerte que ella. Cuando el hombre por fin logro subir su mano a la altura de los pechos, la chica sintió que algo a la altura de la pelvis de el se levantaba y presionaba contra la suya. El calor fue apoderándose de su cuerpo mientras intervalos de escalofríos la recorrían.

–por...favor –le suplico la chica

–déjate de estupideces, disfrutare esta noche y te haré mi puta –le dijo el hombre al instante en que deslizaba su mano hacia la entrepierna de la chica

–por favor no.... –le rogó Lucille con lagrimas en sus ojos.

–La señorita te ha pedido que la sueltes –musito una varonil y aterciopelada voz a lo lejos.

El hombre detuvo sus toqueteos y se volteo –que quieres hijo de perra, no ves que estoy ocupado –pregunto agresivamente dejando a la chica libre.

Lucille callo al suelo pero se levanto rápidamente.

–solo te digo que la señorita te ha pedido que la sueltes –repitió la misma voz

–Así que quieres pelear –dijo el grotesco hombre armándose con un fierro que había cerca

Unos pasos se aproximaron hacia el, la luz de un farol baño de luz una piel tersa y clara, un rostro de porcelana que estaba bien cuidado y limpio, una gran sonrisa estaba dibujada en sus finos labios, mientras que una mojada rubia cabellera caía sobre sus hombros. El hombre se aproximo hacia el agresor.

–No compares esa basura con esto –dijo sacando un revolver y apuntando a la cabeza del otro hombre.

–Tranquilo... –respondió el hombre grotesco con miedo.

–vez? es mejor que dejes a la señorita en paz, vete de aquí ahora mismo o te disparo en la cabeza –lo sentencio sonriendo, su voz era tranquila y paciente.

El hombre que tenia intenciones de abusar de Lucille se fue corriendo luego de las amenazas del "Héroe", no lo pensó dos veces, era mejor correr, ya podría darse placer otro dia con alguna otra chica que encontrara por ahí, o mas fácil, podía pagar una prostituta, no tendría problemas con ella.

–estas bien? –le pregunto el hombre a Lucille

–si... gracias –respondió la chica algo confundida, sobre todo porque el hombre que la había salvado tenia un arma.

–no te preocupes –dijo el sonriendo al notar la preocupación de la chica –es solo un encendedor –explico presionando el gatillo para que del cañón de la pistola saliera una llama –ves?

Lucille sonrió, se sentía algo torpe por no imaginar antes, después de todo a simple vista se notaba que no era una pistola real.

–Mi nombre es Jack –dijo el extendiéndole la mano para estrechársela

La chica dudo un instante –yo... Lucille –estrecho la mano del hombre, su mano temblaba debido a la consternación y el suceso anterior.

–Tranquila, no volverá a fastidiar por aquí –la animo sonriendo. Su tranquilidad inquietaba a la chica –quieres que te acompañe?

Lucille observo al hombre algo confundida, era un completo extraño que le ofrecía su "compañía" después de una casi violación. Pero estaba tan asustada que prefirió irse en compañía de él, después de todo no parecía una mala persona.

Ambos caminaron en silencio hasta alejarse del callejón. Lucille aun temblaba un poco, su adrenalina estaba al máximo. Su camisa estaba algo sucia porque las manos que la habían casi rasgado estaban llenas de barro y suciedad. Al llegar a la casa de Casandra le pediría que le prestara alguna camiseta para cambiarse. Aparte le serviría ir a la fiesta, así podría olvidarse de lo que le había sucedido.

–vas a una fiesta? –pregunto Jack con la mirada en el cielo

–hmmp... si, a la fiesta de una amiga –respondió ella, que caminaba con la vista hacia el suelo

–Te servirá para distarte –le dijo el con una tierna sonrisa.

Lucille sonrió, pero estaba nerviosa aun.

–Tranquila –dijo Jack soltando una pequeña risita –ya paso

La chica no respondió, estaba aferrada a su bolso intentando desviar sus pensamientos. Cuando doblaron en la equina, a lo lejos se pudo escuchar la música proveniente de la fiesta. La chica apresuro sus pasos. Jack la siguió intentando no parecer un desquiciado persiguiéndola.

–Aquí es –anuncio la chica

Jack sonrió y la siguió hasta la puerta.

Lucille observo con algo de confusión a su acompañante. Raramente lo comparo con su ex, no eran para nada parecidos, Jack era alto de cabello ondulado rubio y largo, de ojos café verdosos y tenia una sonrisa espectacular sin mencionar su físico, no era un tipejo musculoso a morir, pero su figura era llamativa. Recordó los momentos en que su ex, Leo, se le había insinuado intentando llegar a "algo mas", pero honestamente Lucille debía reconocer que no le agradaba mucho el físico de Leo, pues no era muy agraciado aparte era brusco y algo torpe, y ahora al tener a semejante bombón a su lado, se preguntaba porque carajo había salido con Leo.

–Lu! por fin –exclamo Casandra abriendo la puerta, dirigió su mirada a la cabizbaja Lucille y luego su mirada se poso en su acompañante –pasen, pasen –dijo alegremente animando también a Jack a entrar.

Lucille se volteo pero Jack ya se había adelantado y había entrado. Le dirigió una mirada a Casandra, pero la mujer parecía entretenida observando la retaguardia del hombre.

–menudo chico que te has encontrado, tengo que reconocer que esta mas guapo que ese pedazo de mierda que era Leo –comento mientras cerraba la puerta tras Lucille –de donde lo has sacado?

–yo... hmmp

–Bueno no me digas –la interrumpió Casandra –entra, entra, creo que ya no tendré que presentarte a nadie –dijo moviendo las cejas –menudo pedazo de hombre que te encontraste, ya era hora que buscaras a un guapote así.

Lucille sonrió y observo a Jack, el se acerco a ella con dos copas de martín una en cada mano, le ofreció una copa, le dedico una sonrisa y luego se alejo.

–Que pícaro –dijo Casandra bebiendo su copa de vino –no lo dejes escapar Lu que hombres así no se encuentran todos los días, que daría yo por tener a un guapote así. Aparte se ve que esta interesado en ti.

–Tranquila Cady –le paro Lucille –no somos nada –le explico

–ah? no me digas –Casandra observo otra vez a Jack –tiene buen trasero –dijo riendo

Lucille soltó una risita –no me fijo en esas cosas

–ya veo, si saliste con ese engendro de Leo, debes tener visión de rayos X para encontrar cosas buenas en la gente

–no es eso, es que pensé que leo seria diferente, nada mas

–Ves? no pienses –Casandra sonrió y señalo a Jack –este parece un buen tipo y eso que ni lo conozco, no dejes pasar la oportunidad Lu, si te equivocas será cosa de una noche, nadie te obliga a tener que seguir viéndolo.

Lucille chica dirigió su mirada a Jack.

–después de todo querida, tu eres una chica guapa, te mereces a un hombre que este a tu altura, y este bombón parece estarlo.

–no lo se...

–inténtalo Lu, no tienes nada que perder, haz cuenta que es una piscina

Lucille rió –esta bien

–quieres hablar? –pregunto de pronto Jack quien apareció de la nada

–Claro –respondió la chica sobre saltada pero con una sonrisa

Ambos conversaron un largo rato, él parecía un tipo agradable y parecía no tener malas intenciones. Hablaron de varias cosas hasta tocaron el tema del ex, Leo, a Jack le extraño que la cambiara a ella por el estropajo que era su hermanastra. Lucille le pidió a Casandra que le prestara una camiseta ya que la de ella estaba sucia. Su amiga le insinuó que podría usar su dormitorio si quería pero debía cerrar la puerta para evitar interrupciones.

–voy a cambiarme la camisa arriba, regreso en unos minutos –le aviso la chica a Jack

–ok, tranquila te espero –respondió el luego de darle un sorbo a su trago.

Lucille subió las escaleras y al pasar por una de las habitaciones sintió unos gemidos y golpes de madera contra la pared. No pudo evitar que la curiosidad la hiciera observar por la pequeña abertura de la puerta. Allí había dos personas adentro. La mujer gemía mientras el hombre que la acompañaba la penetraba mientras tocaba sus pechos. El cuerpo de Lucille se estremeció y sintió el calor en su entrepierna, desde hacia año que no mantenía relaciones sexuales con nadie, desde que había comenzado a salir con Leo, que nadie la acariciaba (talvez porque ella no se lo permitía).

Veía el rostro de placer en la mujer cuando el hombre acariciaba su clítoris mientras la penetraba, mientras jugaba con sus senos y su trasero. El placer que sentía la hacia jadear y gritar moderadamente mientras el le practicaba sexo oral, pasaba su lengua lentamente por sus labios vaginales y clítoris haciéndola estremecerse. Usaba sus manos para estimular sus pechos mientras que de vez en cuando los lamía o le daba tímidos mordiscos juguetones. La mujer se movía como loca mientras se aferraba a las sabanas, cuando por fin llego al orgasmo su agitada respiración comenzó a tranquilizarse.

La chica regreso a tierra y siguió su camino a la habitación de Casandra para cambiarse la camiseta. Cuando entro cerro la puerta (solamente le dio un empujón y la puerta quedo entreabierta) y se saco la camiseta lanzándola encima de la cama. Cuando observo sus pechos vio que sus pezones estaban duros y al pasar su mano por su vagina la sintió húmeda y calida. Se ruborizo al pensar en lo que había visto, sin embargo intento olvidarlo. Busco en la gaveta alguna camiseta que le gustara cuando sintió que la puerta se cerraba de golpe.

–Disculpa... pensé que era el baño –dijo una voz familiar

La chica se volteo e intento cubrirse el brassier

–Disculpa –repitió el hombre

–No te preocupes –tartamudeo la chica

Jack sonrió –viste lo que hacían en la habitación de mas aya? –pregunto con una sonrisa

Lucille estaba realmente consternada, mas que nada por la tranquilidad de el, era inquietante. Se lo tomaba todo como un juego, sin embargo tenia algo que la hacia desearlo de una manera diferente, su sonrisa de alguna forma extraña le gustaba. Los ojos de Jack se habían fijado en las ruborizadas mejillas de la chica a pesar de que podría haber observado su ropa interior.

–Tranquila, no tengo intenciones de hacerte algo... a pesar de que eres muy bella –se acerco a la chica y sonrió

–Supongo –dijo ella aun ocultando su brassier, aunque notaba que estaba mojada y daría cualquier cosa por lanzársele encima a aquel extraño.

–Es simpática tu amiga –comento el, solo por decir algo.

Lucille se acerco a Jack y rodeo su cuello con sus brazos, cerro sus ojos y planto sus labios sobre los de el, fue tan repentino que dejo al hombre sin aliento. Sintió como su saliva se mezclaba con la calida saliva de el, y un calor la invadió por completo. Pero cuando abrió los ojos, noto que él los tenía abiertos de par en par.

–Lo siento... –se disculpo avergonzada

–Wow... –exclamo el –no tienes porque disculparte –le dijo de manera seductora mientras sonreía.

Esa sonrisa le dio el pie para continuar, volvió a besarlo tiernamente. Esta vez sintió como las manos de Jack se deslizaban por su espalda, aunque evito tocar sus glúteos estuvo apunto de hacerlo, de hecho, parecía que quería llevar todo con calma. La tomo tiernamente de la cintura y la guió hacia la puerta, a Lucille le dio la impresión de que la sacaría hacia el pasillo, pero sintió un "click", eso significaba que estaban a salvo. Mientras la besaba la guió hacia la cama y la recostó lentamente dejando caer su peso sobre ella. Paseo sus manos por los muslos de la joven arrancando un leve suspiro de su parte.

–Te haré sentir mejor –le susurro el mientras besaba el cuello de la joven

Con sus manos desabrocho poco a poco los jeans de Lucille sin separar sus labios de los de ella. Sumergió su lengua en la boca de la chica, mientras que con sus manos acariciaba su estomago y frotaba su miembro contra el de la joven. Lucille sintió la erección de Jack y su respiración en su rostro, era una sensación agradable a pesar de todo. El le quito lentamente los jeans mientras seguía besándola, y luego se quito la camiseta. La chica lo ayudo a quitarse los pantalones dejándolo solamente en ropa interior.

Jack frotaba inconscientemente su miembro contra la mojada vagina de Lucille. Después de besarla por un largo tiempo y posar su mirada en el perfecto cuerpo de ella, decidió recompensarla con más placer. Recorrió lentamente el cuerpo de Lucille con besos hasta llegar a su entrepierna, con su mano derecha acaricio su vulva sobre las bragas sintiendo la humedad, deslizo las bragas lentamente por los muslos de la chica hasta quitárselas por fin. Disfrutaba cada momento que la tocaba, con sus dedos masajeo superficialmente los labios vaginales de Lucille provocando que la chica se estremeciera. Estimulo su clítoris con su lengua causando un estremecimiento y escalofrió en ella, Lucille soltó unos leves gemidos de placer mientras se aferraba al cubrecama. Sintió como su respiración comenzaba a agitarse mientras el recorría y examinaba cada rincón de ella con su lengua.

–Jack... –gimió la chica

El siguió estimulando a la chica con sus dedos y volvió a besarla apasionadamente, mientras frotaba con más intensidad el clítoris de la chica haciéndola humedecerse aun más. Jack estaba sobre Lucille complaciéndola con caricias y besos. Rozo sus pezones con su mano libre, cada caricia era tan superficial y lenta, que hacían que Lucille se excitara aun mas deseando tenerlo dentro de ella. Pero el sabia que aun no era tiempo, ella debía desearlo mas...

–Jack... –gimió ella otra vez

–Tranquila –le respondió el rozando sus labios contra los suyos –todo a su tiempo

Con dos dedos siguió frotando el clítoris de la joven con mayor intensidad en movimientos circulares, mientras que con su otra mano libre sostenía la nuca de la chica levantándola poco a poco de la cama. Lucille gemía con desesperación mientras buscaba los labios de Jack para calmar sus ansias, aunque sus gemidos no le permitían besarlo. La chica encorvo su columna mientras se estremecía y movía su pelvis de arriba a bajo tendida boca arriba, podía ver su pecho contraerse y relajarse al tiempo que el la acariciaba.

–Me vengo... –musito la chica con dificultad para tomar aire para poder hablar, estaba totalmente extasiada.

Sintió como se estremeció su cuerpo por completo, pero tenía que admitir que esta vez parecía insaciable y tenía sed de más. Busco la boca de Jack y apenas pudo besarlo cuando un escalofrió la recorrió.

–Me imagino que no es todo –le susurro Lucille con voz de satisfacción

–Claro que no querida –respondió él con una tierna sonrisa.

Lucille estaba decidida a dejarle el control a él. Sintió el miembro erecto de Jack en la abertura de su vagina, lentamente el se introdujo dentro de ella transformándose en uno solo. La calmo con sus besos, mientras la penetraba lentamente al compás de sus gemidos. Jack observo el rostro de la chica, tenia una expresión de deseo y lujuria. Lucille se alejo de la boca de su acompañante, le faltaba el aire.

–quieres que me detenga? –pregunto el caballerosamente

–No –respondió Lucille apenas con una sonrisa.

Jack sonrió, y comenzó a embestirla contra la cama con más intensidad casi llegando al tope, la penetraba rudamente, sin dejar de ser apasionado y de cierta manera tierno, con una de sus manos estimulo el clítoris de la chica otra vez. Lucille soltó un fuerte gemido y el la observo sonriendo no pudo evitar desear besarla, jugo con los labios de la chica mordiéndolos juguetonamente. Ella seguía gimiendo cada vez más fuerte, pero al final sus gemidos se perdían con la intensidad de la música.

–Te ves... hermosa... –susurro Jack al oído a la chica

Ella no pudo responder apenas tenia aire para llenar sus pulmones. El extraño que había conocido aquel mismo dia en extrañas circunstancias, se estaba convirtiendo en el amante perfecto, no parecía desesperado y llevaba todo con calma, realmente sabia lo que a la chica le hacia falta.

–no te detengas –le suplico Lucille –no... Te detengas –gimió otra vez

Se aferro a la espalda de Jack, casi enterrando sus uñas en la piel de el, sentía como el duro miembro de Jack llegaba casi al tope, él besaba su cuello suavemente deteniéndose de vez en cuando para no romper el contacto visual. Comenzó a ir mas rápido, provocando que Lucille ya no gimiera, gritara. Fue poco a poco disminuyendo la velocidad de la penetración. Cambiaron de posición, Lucille se sentó arriba del miembro erecto de Jack y comenzó a mover su cadera hacia adelante y atrás, el acariciaba sus pechos mientras que apretaba sus pezones con delicadeza. Ella tenia sus manos apoyadas en los muslos de el para poder balancearse con mayor agilidad.

Jack busco los labios de la joven, se levanto lentamente hasta quedar sentado en frente de ella, la beso otra vez con pasión y fervor. No quería romper el contacto visual, eso lo excitaba mas, observarla a los ojos y sentir el sabor de sus labios. Lucille se tiro hacia atrás para que Jack lamiera sus senos, él no puso resistencia y lo hizo, ella aun seguía moviendo su cadera hacia adelante y hacia atrás, pero con mas dificultad que antes. Sus pezones rozaban contra el pecho de Jack, mientras que sus labios estaban abiertos para poder atrapar mejor el aire que se le escapaba.

–Ya es hora... –le anuncio el

–Hmmp –Lucille soltó un fuerte gemido –...me vengo –anuncio también

Al poco rato Lucille sintió un calido líquido dentro de ella, su vagina palpitaba. El la recostó suavemente en la cama y se tendió a su lado. Acaricio el rostro de la joven y beso tiernamente su mejilla. La respiración de Lucille aun estaba un poco agitada, Jack la abrazo cuidadosamente llevándola junto a el.

–Perfecto –musito Lucille

–Gracias –respondió el con una sonrisa de satisfacción.

La noche transcurrió lentamente. El extraño que la había salvado, la había hecho olvidar todo, desde el engaño de su ex, hasta lo ocurrido unas horas antes. Si fuera por ella se quedaría con el, el resto del dia allí.

–quieres acompañarme a mi departamento? –le pregunto la chica con una picara sonrisa

Jack se puso de lado y la observo –claro –respondió –si tienes chocolate... puedo enseñarte un truco –le dijo riendo

Lucille sonrió y se acurruco a su lado. Luego de unos minutos ambos se vistieron para marcharse al departamento de la chica. De esto comenzaría una relación talvez de largo plazo, pues al parecer Jack había hecho desaparecer todas las preocupaciones de Lucille, la había calmado y la había hecho olvidar la traición de su ex, además de darle un momento de placer.

Ambos bajaron las escaleras, el tomo de la mano a la chica y entrelazaron sus dedos. Lucille se despidió de Casandra y le dio las gracias por la camiseta. Y ambos se marcharon rumbo al departamento de la chica. El se quedo con ella hasta el amanecer siguiente. Cuando Lucille despertó le agrado ver el rostro de Jack a su lado, sentir sus brazos sobre su pecho le recordó que no estaba sola. Lo que había comenzado como un mal dia había acabado de la manera más extraña pero extraña en buen modo, sabia que no iba a ser la ultima vez que estaría junto a el, sobre todo porque después de unas semanas el se mudo a vivir con ella...