Negocios y quizás amor 3.

Su cuerpo quedó atrapado entre mis brazos, ella sonreía agitada por correr y yo sudaba demasiado, no sabía si por su cercanía o...

  • ¿Te dejarías secuestrar?  - le propuse viéndola de reojo.
  • ¿Me está pidiendo permiso para secuestrarme caballero? – hizo una pausa – que extraño secuestrador es.
  • Hay cosas que se deben pedir permiso – dije manejando.
  • Hay otras que no – dijo mirándome y voltee a verla rápidamente –
  • La noche es larga y Roma inmensa – dije sonriendo y acelerando el carro.

En la inocencia de las cosas, en lo genuino de los sentimientos cometemos estupideces, estupideces que realmente son encantadoras cuando salen del corazón, así me encontraba yo con una mujer realmente hermosa al lado, mientras manejaba por la inmensa Roma, ella de vez en cuando cambiaba la música y colocaba alguna que le gustaba, sus gustos tan románticos tan diferentes y extraños a los míos, siempre preferí la música ingles que la español, pero es lindo verla tararear las canciones a medida que mantenía la vista perdida apoyada en la puerta.

  • ¿Tan aburrido soy que ni hablas conmigo? – pregunté y la sorprendí un poco
  • Jamás caballero, usted no es aburrido – pensó un momento - ¿Quién le dijo eso?
  • Es lo que me haces pensar, yo solo manejo y no hablas nada… me hace querer pensar que solo querías salir de la casa – comente sin pensar
  • ¿QUÉ? NO, jamás si quería salir contigo – se sorprendió – bueno salir un rato y me acorde de ti.
  • ¿No tiene nada que ver con qué no conoces a nadie más? – le pregunte mirándola de reojo.
  • Jajaja en eso si me descubriste – me miraba mientras sonreía – si tiene mucho que ver que no conozco a nadie más aquí.
  • Sabía que algo escondías – le conteste sonriendo – ya casi llegamos
  • ¿A dónde? – preguntó
  • Estamos en la Villa Borghese – dije bajando la velocidad – es un parque muy lindo.
  • ¡Ah me trajiste a un parque!
  • ¿Te molesta? – pregunte con miedo
  • No jamas, es broma – hizo una pausa – me encanta la naturaleza.
  • Bueno entonces vamos te enseñare algo.

Ese parque es una belleza de verdad, tiene un hermoso estanque, las estructuras aquí son muy hermosas, una de las cosas de que me maravillan de Roma son sus construcciones de tantos años. A este parque mi madre me traía de pequeña, pero un evento que me paso de pequeña aquí me hizo hacerlo mi lugar favorito.

  • ¡Es hermoso! – miraba emocionada el estanque.
  • Maravilloso es un lugar fantástico – dije sentándome a mirar las estrellas ella me imito al verme sentar – me alegra que te haya gustado el lugar.
  • La naturaleza es de mis pasiones, los animales, las áreas verdes me encanta, soy una persona muy espiritual – comento acostándose sobre el pasto mientras la miraba sentada – me gusta estar conmigo misma muy tranquila y feliz.
  • ¿Algo de eso tiene que ver el yoga? – pregunté
  • Muchísimo tiene que ver – afirmó.
  • A mí me gusta este lugar en particular, no me gusta así los lugares al aire libre – le comente – pero este lugar si tiene un lugar personal en mí.
  • ¿Qué ocurrió aquí? – pregunto – bueno si me quieres contar.
  • Jajaja bueno…

“De pequeña mi mama me traía aquí, me colocaba unos trajes y bueno aun en aquel año tenía el cabello largo, no me gustaba pero mi mama decía que me veía coqueta – recordé y sonreí – me gusta siempre asomarme a ver mi reflejo en el estanque y al hacerlo vi un reflejo extraño pero provenía de una piedra, mi cara no se veía igual, la mitad de mi cara se veía como si no tuviera pelo, al querer acercarme más al agua resbale de las manos, no me había apoyado bien y caí al agua. ¡No era hondo pero así me pareció! Mi mama al verme lo que hacía era reírse y decidió gritarme ¡Pareces pato! No es común aquí de noche pero de día llegan muchas aves, que dio la casualidad que al querer salir vi un pato en el estanque, mi mama no lo recuerda pero yo si – miraba el estanque con la mirada perdida – estaba hermoso, era el animal más hermoso que había visto, nadaba, era completamente blanco y sentía que solo me miraba a mí, no dejaba de verlo, no me quería salir quería quedarme con él – voltee a mirarla – poco después mi padre hizo un viaje de negocios y viajamos a Venezuela, hermoso país pero con una forma de hablar extrañar pero particular – ella me miraba muy atenta – estando allá decidí salir de la oficina de papa y caminar un poco por ahí, escucho dos mujeres que van caminando y hablando y una expresión cambio todo para mí, la escuché decir ¡Ese hombre si es pato! No tenía ni idea a que se refería, pero me había dado curiosidad y las seguí hasta acercarme a ellas y les agarre por la camisa y les pregunte “ Señora ¿Qué es un hombre pato?” La señora se avergonzó y la otra solo se acercó y me dijo, “Tranquila mi niña, solo son hombres que gustan de otros hombres, son personas pervertidas, son personas que gustan del mismo sexo” después de semejante explicación extraña deduce y me dije ¡OH pues soy un pato! – hice un pausa – quizás sea tonto, pero para mí fue importante, es el animal más significativo para mí y este lugar es muy delicado, no he vuelto jamás por aquí de día por trabajo, pero de noche sigue siendo una belleza.”

Su miraba brillaba, me gustaba esa cara que tenía, esa mujer me iba embobando con sus cosas y sin hacer nada, estaba como entendiendo mi explicación, mi historia y mi cuento como guardándola en lo más profundo de ella.

  • Entonces – me miro picara y sonrió de lado - ¿Eres pato caballero o un caballero pato? – no pude contener mi risa, que se la contagie y se comenzó a reír ella también
  • A ver ¿Cómo es eso? – dije dejando de reírme – sigo siendo caballero.
  • Pero pato – comentó.
  • Si te vas a burlar me dices y no te cuento más nada – me hice el enojado.
  • Jamás jamás caballero – hizo el gesto de reverencia, la mire de reojo y un silencio se apodero de ese momento, las luces que invadía el parque eran hermosas, la luna iluminaba el estanque – ¿Cuánto tiempo tienes con Fabiana? – esa pregunta me sorprendió.
  • Algunos años ya – la miré - ¿Por qué la pregunta?
  • Ella te ama ¿Cierto? – frunce el ceño
  • Ehh, supongo que si.
  • Se le nota – dijo levantándose
  • Hey ¿Pero a dónde vas? – me levante rápidamente - ¡Valeria!
  • Ya me quiero ir – comentó con la voz baja – debo llegar temprano.
  • ¿Paso algo o dije algo que no debía? – pregunte acercándome la veía nerviosa – No no, es más ya sé dónde te llevaré ahora.
  • No, Génesis ya debo irme – se dio la vuelta y camino hasta el carro –

La seguí, no sabía que había pasado fue algo muy extraño allá que me pregunto por Fabiana y de repente se levantó y quiso irse. Ya en el carro me pidió que la llevara a casa, no quería hasta al menos saber que paso, ella no se conocía Roma así que si me iba por otro camino no lo iba a notar y de noche menos… Su miraba iba perdida y decidí colocar una de mis músicas favoritas “ 3 Doors Down - Here Without You”. El sonido de la guitarra le llamo la atención y por lo que vi decidió prestarle atención a la letra.

Yo a su lado me sentía nerviosa e impaciente, quería saber que pensaba o sentía. ¿Tenía miedo o nervios? Me era muy complicado entenderla pero debía aprovechar ya que pronto llegaría Fabiana y la situación se volvería complicada.

“Im here without you baby

but your still with me in my dreams

And tonight its only you and me”

Al escuchar esa parte, volteo a verme y yo solo miraba la vía, la vi sonreír de lado, al terminar la canción la repitió y se echó por completo en el asiento hacia atrás, miraba sus piernas de reojo, trataba de no hacerlo pero era IM-PO-SI-BLE.

  • Caballero no es para nada discreto – dijo asustándome-
  • Ehh, ¿Qué? ¡Perdón! – se empezó a reír y yo solo manejaba nerviosa
  • No pasa nada, no eres el único que lo hace – suspiro – Raúl lo hace con más morbosidad.
  • Pero Raul es su novio – dije llegando a la plaza, ella no se había dado cuenta -
  • Pues lam.. – hizo una pausa – realmente si.. ¡AAAHH! ¿Entonces si me mirabas? – mi color cambio de inmediato y mejor cambie de tema –
  • Ya llegamos Valeria, estamos en – me baje del carro y esperando que ella saliera – la plaza Barberini.
  • ¡Pero te dije que me llevaras a casa! – exclamó con voz asustada – Raúl se asustará
  • Tranquila, yo me ocuparé de eso vamos – le extendí la mano – vamos a conocer Roma – me agarro la mano y sonrió –
  • Es hermosa esta fuente ¿Se puede pedir deseos? – comento y aun no caigo en cuenta que todavía agarra mi mano –
  • Se puede pedir lo que tu quieras – dije bajando la cabeza y soltándola – estas en la fontana del Tritone.
  • ¡Fuente del Tritón! – se sentó en la orilla - ¿Y la historia de ella cual es? Tu eres el caballero de las historias.
  • Ja ja, muy graciosa – me hice la enojada – quieren hacer la representación de triton, que sale por encima de las olas, en su mano llevaba una trompeta que ella aquella caracola que ves, cargado de sus maravillosos cuatros delfines, sono su trompeta siendo escuchado por todo el mundo, pidiéndole a las olas retirarse porque llegó el, al sonarla el primero en escucharlo fue el sol – miraba el agua de la fuente y jugaba con el agua en su mano – las aguas al escuchar el rugido de la trompeta obedecieron la orden y abandonan la orilla.
  • Extraño cuento – comentó.
  • Si algo, no me lo sé exactamente – me toque la barbilla – pero hago lo posible por no pasar por desinformada.
  • Jajaja tampoco tienes que fingir – se levanta – eres inteligente.. – miro a su alrededor – estamos solos aquí – siguió mirando - ¿Qué tan bueno para los deportes eres caballero?
  • ¿Qué? – no entendí su pregunta, ella caminaba mirando alrededor – ¿A qué te refieres?
  • Bueno piense rápido – y salió corriendo –
  • ¡NO MEE GUSTAA SUDARR! – le grito para que me escuche –
  • ¡NO CREOO QUE ESO LO PIENSES AL TENER RELACIONES! – grito riéndose y corriendo aun.

Eso me dejó sorprendida, la veía correr por toda la plaza, entre las luces, la luna, la noche se veía hermosa corriendo, su pelo jugando en el aire, me perdía viéndola, podía pasar toda la noche en eso hasta que me grita ¿Vienes o el caballero no sirve para correr? .

Comencé a correr y ella no paraba, yo sudaba demasiado rápido, pero no me importaba, la escuchaba reírse y eso me daba fuerza a seguir corriendo hasta que la alcanzo y la atrapo con mis manos en su cintura, su cuerpo quedó atrapado entre mis brazos, ella sonreía agitada por correr y yo sudaba demasiado, no sabía si por su cercanía o algo más, su mirada eran dardos en mi pecho y ella se estaba volviendo más allá a un negocio.


El sol entraba por la ventana, no quería despertar, había dormido poco pero había valido la pena, recordaba toda la noche anterior y sonreía con el brazo debajo de mi cabeza, tenía tiempo sin dormir tan feliz en mi cama, pero feliz de manera personal, no después de estar con Fabiana o feliz sexualmente, suena mi teléfono.

  • Srta. Salvatore, pero usted es muy buena con los negocios sin duda –
  • Buenos días Sr. Andrade – me siento en la cama - ¿Cada vez que salga con ella usted me llamara? Porque comienzo a preocuparme.
  • No exactamente, se en que momento y cuando hacerlo – se rio – no se preocupe que nadie se enterará.
  • Pues espero si tenga cuidado, usted es muy inteligente como para.. – me interrumpe.
  • Srta. Salvatore ¿Por qué no la beso ayer? – pregunto directo –
  • Creo que como yo haga las cosas es decisión mía ¿O no es así?
  • Oh, claro claro solo quería que supiera, que los días se le van acabando y negoci...
  • Negocio es negocio y yo cumpliré, hasta luego Sr. Andrade que tenga buen día.

Le colgué, ese hombre arruinaba mis pensamientos y mi comienzo de día. Al decidir ignorarlo un poco busco para bañarme, arreglarme y hacerme un desayuno pronto, ya estoy lista para salir cuando tocan mi puerta y mi único pensar era chi può essere? (¿Quién podrá ser?)

  • Hola guapo… he venido a verte – estaba en la orilla de la puerta –
  • ¿Disculpa tu eres? – pregunte mirándola acomodándome los botones del traje.
  • Eloisa guapo – se acerco a mi – oye pero ese traje se te ve mejor cuando te lo quitas.
  • ¿Eloisa? – dije tratando de recordar mientras ella me mordía el lóbulo de la oreja –
  • ¿Ya te olvidaste de mi? – dijo pasando sus manos por todo mi pecho – Soy la chica del viaje a Napoli – al me recordaba quien era – me llevaste a tu habitación en el Hotel Piazza Bellini.
  • Guapa – ya la recordaba, ese día estaba muy tomada y ella no se resistió mucho a acompañarme – ya me acordé de ti. ¿Cómo diste conmigo?
  • Tu misma me dijiste donde buscarte – paso su dedo por mi labio – cuando tuviera ganas de pasarla rico como aquella noche.
  • Eso no lo recuerdo – siempre pienso que hago las cosas mal al meterme con alguien – pero ya voy de salida.
  • Pero vamos un momento – me empujaba hacia dentro de mi apartamento – pochi minuti – solo en ese momento daba gracias a Dios de estar en mi apartamento y no en mi casa –

Pasamos y la agarre y la recosté de mueble, le saque los tirantes de la camisa y su pecho quedo descubierto al momento, no trajo sostén, comencé a besar sus hombros y ella buscaba la manera de quitarme el saco y desabotonar mi camisa, estaba muy excitada Eloisa, pero yo solo quería pasarla rico un rato nada más.

Logro quitarme la camisa y yo ya había bajado su falda, me disponía a penetrarla con mis dedos cuando me detiene.

  • ¿Qué ocurre? – pregunto
  • Tienes algo más fuerte con que penetrarme – dijo excitada – algún juguete
  • Shh, tu solo disfruta.

Le di un beso para callarla al mismo tiempo que la penetraba, su cuerpo se arqueo, solo que no se había dado cuenta que lo había hecho con los 4 dedos de una vez, pensaba “Juguete no lo necesito”, ella mientras trataba de aguantar lo más que podía me daba besos en mi pecho, jugando con mis pezones y lo hacía muy rico, no lo niego con sus manos buscaba de llegar a mi vagina pero no lograba alcanzar cuando estaba cerca la penetraba con mis fuerzas, sus gritos “ Dale más duro, hazme correr” me hacían delirar, baje mi rostro hasta ella, sabía que estaba a muy poco de venirse y solo al tener sus labios vaginales al frente mío le pase la lengua sutilmente, después de tanta agresividad un sutil gesto le basto para venirse en mi boca, mientras se venía le acariciaba sus muslos, podría hasta creer que se convertiría en un segundo orgasmo pero no logro, solo fue estimulación. Al recomponerse, me tumbo y encima de mí, comenzó a pasar su lengua por todo mi pecho, desde mi cuello hasta mi vientre cuando dijo “ Estas demasiado rico guapo, nunca un hombre de verdad me había logrado hacerme venir tan rico como tú”, me encendieron demasiado la eche para atrás y la recosté del otro extremo del mueble, le ordene que se abriera y su vagina quedo a mi vista espectacular, yo imite el mismo movimiento y la fui acercando hasta la de ella, cuando sentí que nuestros labios se encontraron lo sentí demasiado rico en mí, comencé a moverme lento y sentía que la desesperaba a ella que se movía algo más rápido, le daba pequeños besos en sus piernas, ella solo se concentraba en sentir, al estar justamente poco para venirnos suena la puerta de mi apartamento, no sé si fue la excitación de que había alguien que Eloisa llego a otro orgasmo pero no logro contenerse el grito, y mi único pensamiento fue “ ¡Merda!(MIERDA) y un grito para terminar de asustar mis sentidos.

¡GENESIS ABRE ESA PUERTA YA!

  • Escóndete ¡Vamos, llévate la ropa! – le dije apuraba entre nervios – ¿Quién és? – pregunte tratando de fingir naturalidad
  • ¡ABRE YA! Que tú sabes perfectamente quien es.
  • Escóndete en la parte de abajo del armario, si llega a buscar allí no te encontrara.
  • ¿Tienes una parte de abajo del armario?  - pregunto Eloisa asustada con la ropa en la mano
  • Solo escóndete y YA - Corrí rápidamente a mi mueble de películas y saque uno de mis películas porno que tenía, el cd lo tire encima del DVD y deje la caratula encima de la cama, estaba desesperaba por todo el apartamento y fui a abrir la puerta - ¡Principessa!
  • Princesa nada Génesis ¿Quién está aquí? – pregunto entrando sin pedir permiso al apartamento – escuché cuando una mujer grito y no me vas a decir que no – al fin me miró - ¿Sera que te puedes poner ropa? –
  • Princesa ven acá – la seguía, no me había dado tiempo de ponerme nada, andaba desnuda por todo el apartamento siguiéndola, ella solo revisaba buscando a alguien - ¡ESCUCHAME! – le grité y ella volteo a verme solo señale a arriba de la cama donde estaba la caratula –
  • Ahora me vas a decir que la mujer que gritó era una película – se cruzó de brazos, sus voz se iba rompiendo quería llorar –
  • No mi amor escúchame – me acerque a ella abrazarla – no hay nadie, jamás habrá nadie más, tú estabas lejos y yo tenía ganas – le levante el rostro y le di un beso en la frente – tu sabes que no soy de masturbarme pero a momentos de urgencias – soy una mierda lo sé – esa película era lo único aparte no llegabas hoy.
  • Lo sé quería darte una sorpresa – me abrazo – y pensé que la sorprendida iba a ser yo, conseguir a mi novia con otra no es algo que quiere una mujer al regresar de viaje –
  • Yo lo sé mi amor, lo siento – le di un beso – prometo que la próxima vez que me masturbe te lo hago saber para qué vengas y me ayudes – sonreí picara
  • Te extrañe, quería oler tu perfume.
  • Aquí estoy princesa y que mejor desnudo para ti – le dije sonriendo.

Había pasado todo el día con Fabiana, luego del encuentro nada favorable que salí esta vez bien librada, fuimos a caminar un rato, momento que aproveche para que Eloísa se fuera de mi apartamento. Mientras caminábamos mi mente estaba en que estuve a punto de arruinar todo por otra vez “Faldas” debo aprender a controlarme mejor, pero a veces pienso que no me le aguanto a ninguna, cuando miraba a Fabiana, recordaba los ojos de Valeria la noche anterior, espero volver a repetir algún día esa salida así ¿Qué carajo estoy pensando? Debo enamorarla, no enamorarme yo, hasta que me doy cuenta que no le estoy prestando atención a Fabiana.

  • No me estas escuchando – me reclama
  • Disculpame principessa –
  • ¡Qué esta mañana cuando llegue a casa, vi a Valeria saliendo del cuarto de Raúl con los ojos rojos, se veía como si hubiese estado llorando toda la noche! – puso cara de preocupación – ella es una buena chica, Raúl es mi hermano y lo amo pero a veces el es muy duro.
  • ¿Llorando? – pregunte – ¿Tu crees que tu hermano le haga daño? – pregunte sin pensar – Me explico ¿Sea tan capaz de hacerla llorar?
  • Mi hermano si esta con ella, es porque la ama – cuestiono – pero es muy brusco mi papa lo enseñó a ser así, a lo mejor sí.
  • Hacerle daño a una mujer no es de muy hombres mi amor – dije algo incomoda de pensar que le hiciera daño.
  • Pero tranquilo – me dio un beso en el cachete – eso es cosa de pareja, yo sé que tú nunca me lo harías a mí, por cierto más tarde necesito que me ayudes en casa con algo que debo acomodar, me lo dejo mi mama de encargo.
  • ¿Qué te mando a hacer? – pregunté, que su mama le deje algo que hacer es raro –
  • Buscar unos documentos mi amor – explicó.
  • Está bien amor.

En la noche ya en casa de Fabiana, el ambiente era un poco raro, desde que llegue no había visto a Valeria por ningún lado, decido ir a la cocina a tomarme algo y al mirar hacia el estacionamiento veo a Raúl hablando con unos hombres donde supongo son negocios y más negocios, sentada tomando mi jugo escucho la puerta abrirse, era ella.

  • ¡Disculpa! Pensé que estaba sola la cocina – dijo volviendo a salir, me levante rápido –
  • No espera – se detuvo – Hola – no supe que más decir, ella no me miraba me daba la espalda –
  • Hola, vuelvo cuando no haya nadie – comento fríamente –
  • Espera – la detuve agarrándole el brazo volteándola – ¿Qué ocurre?
  • No ocurre nada Génesis – se soltó y se fue dejándome allí –

Al estar en la oficina de la mamá de Fabiana, me dice que busque unos documentos, una carpeta marrón oscuro, no tenía idea de porque debía estar allí buscándola, con tanto personal que tienen, pero prefería estar allí a estar pensando que le podría pasar a Valeria, siento que las cosas cada vez van peor y no avanzo en nada y me quedan pocos días.

  • Mi amor ¿Será que me puedes explicar qué demonios estoy buscando? – pregunte luego de revisar muchos estantes y no conseguir nada –
  • Es importante para mamá – dijo sonriendo – busca en aquel mueble –
  • Esto me está cansando ya, no sé ni que estoy buscando – dije consiguiendo una carpeta con esas especificaciones – Aquí hay una que se parece
  • ¿Si? Ábrela y léela a ver si es – dijo sin dejar de buscar –
  • Yo Isabella Russo de Datolli mediante cláusulas de seguridad, apruebo y concedo a Genesis Salvatore como dueña de la mitad de la herencia de Fabiana Datolli, solo y cuando se cumpla la condición de estar casadas por la sociedad civil”.
  • ¡MI AMORRRR, MI MAMÁ NOS DA PERMISO DE CASARNOS! – gritó saltándome encima, no podía procesar lo que acababa de leer - ¡Ya mi papá lo sabe y quiere que nos casemos en la misma fecha que Raúl! ¡BODA DOBLE!
  • ¿Boda doble? – repitió Raúl entrando por la puerta –

Buenas, gracias por darse el tiempo de leer, este es una parte muy corta y un poco con menos trama, pero sin embargo espero igual les sorprenda y les guste, cuéntenme lo que deseen o sus opiniones son muy importante para mi e ire tratando de mejorar, trataré de subir los lunes en la noche, y cualquier duda o alguna inquietud aquí -> ask.fm/masalladelaverdad

Saludos, abrazos desde Venezuela.