Negocios y Placer 10

Hay que conversar, justificar y proponer. ¿Acaso no es eso lo que se hace cuando se ama a alguien y aún no estas dispuesto a perder?

Nos dirigimos los dos juntos pero con un inmenso espacio entre nosotros. Aquella casa en la que tanto habíamos pasado estaba convirtiéndose en un lugar frio sin nosotros, y así en un salón, que casi no reconocía de lo extraño que me parecía todo, nos sentamos a decidir lo que nuestra vida nos depararía.

- Creo que el tratar de olvidar las cosas y seguir adelante no ha salido bien... – inició mi esposa tras sentarnos en nuestro sillón más grande - Pensé que podríamos seguir con nuestro matrimonio sin que tuviéramos más que un mal recuerdo e incluso con un milagro olvidaríamos todo, pero está claro que las cosas no están saliendo de esa forma y veo como estamos cayendo en un desfiladero sin que podamos recuperarnos.

Yo no podía moverme, había temido tanto este momento desde el mismo instante en que salimos de aquel hotel que ahora sentado junto a mi esposa en nuestra sala el sentimiento era aterrador. Estaba seguro que una cosa son las certezas y las dudas que tienes dejando el resto a la imaginación, pero a veces la verdad y los detalles que pudiera despejar puede hacernos mucho más daño. Pero que más quedaba, ¿acaso el esconder la cabeza en la arena iba a resolver algo?, estaba claro que no, esto nos hacía más y más daño y había que resolverlo.

- He pretendido hacer como si nada hubiera sucedido - continuó mi esposa con la mirada fija en el infinito cuadro que estaba pegado de la pared - Pero he de confesar que no lo he conseguido... y por cómo están las cosas creo que tú tampoco... Siento como cada día nos estamos distanciando más y más; si seguimos así creo que terminaremos peleándonos, separándonos e incluso llegándonos a odiar y es lo último que quisiera en mi vida.

- Lo siento... pero no depende de mí... Aunque creo que no te has dado cuenta yo también he intentado seguir adelante, no mirar atrás y pasar la página.

- Lo sé cariño, se el esfuerzo que has hecho para dejar todo esto atrás al igual que yo, pero sabemos que no ha sido suficiente... Que todo esto nos está afectando y que no debemos dejarlo así si queremos volver a estar juntos como antes o mejor incluso.

- Sé que también para ti ha sido duro este tiempo – dije convencido de ello, pero con dudas de si realmente ella había sufrido lo mismo que yo. – pero no entiendo bien que pasa conmigo… quisiera… decir algo, encontrar una justificación o al menos algo que me permita comprender lo que me pasa, pero creo que es algo que no depende de mi…

- No te preocupes mi amor, primero quiero hacerte unas preguntas que he estado pensando todo este tiempo y supongo que es lo que te ha venido torturando durante estos días, ya que poniéndome en tus zapatos seguro a mi me matarían, y bueno supongo alguna o las dos son parte de la causa de… bueno de que no podamos volver a intimar los dos.

- Yo también me he preguntado muchas cosas y no lo sé…

-Antes de nada, quiero rogarte que seas franco en tus respuestas y he de prometerte lo mismo yo si quieres saber algo de mí también. Pienso que si nos engañamos nunca podremos recuperarnos... Primero quiero preguntarte: ¿Estás enojado conmigo por lo que sucedió? ¿Piensas que yo fui la culpable de todo esto? ¿Crees que no debí acostarme con Paul aquella noche?

En ese momento pensé que su pregunta daba en el clavo con todo lo que yo sentía, pero que extrañamente no había emergido de mí, no la había sentido así antes. Acaso era eso lo que realmente lo que me estaba afectando tanto, no lo sabía. En mi mente las cosas parecían simples y prácticas por lo que me reforzaba a mí mismo con la idea de que ella tuvo una opción para que todo no se vaya al caño y la tomó, pero en la misma línea yo tuve la misma oportunidad de detener todo y no lo hice por lo que al final estuvimos a mano o acaso ¿podría acusarle de algo?... ¿Alguno de nosotros teníamos mas o menos culpa de todo lo ocurrido? o es que los dos la fuimos los responsables... mi mente me gritaba que ambos tuvimos la culpa, que no podía endosarle la responsabilidad solo a mi esposa ya que yo tuve las mismas opciones y no lo impedí, pero tras su pregunta me di cuenta que por alguna razón si lo hacía, estaba tremendamente enfadado con mi esposa.

  • Si... pero… No no... Bueno… si y no… no lo se - lo dije titubeando y creo que incluso cobardemente, pero eso era la verdad y la acababa de descubrir incluso yo mismo- Creo que lo más justo es decir que tal vez estoy enojado con la situación que nos tocó vivir y que no nos dejó muchas opciones, pero...No sé pero creo que si estoy enfadado contigo aunque no tengo una causa justa que te pueda decir.

- ¿Crees que soy la culpable de todo lo que sucedió? - me preguntó Tatiana mientras me miraba ahora si directamente, no había rencor en sus palabras ni enojo, acaso algo de sorpresa, pero nada que seguramente ella misma no había pensado cuando en su mente repasaba este momento.

- No... yo sé que no eres la culpable, bueno no del todo... digamos que creo que los dos somos los responsables de lo sucedido y de la decisión que tomamos, pero no... No te considero culpable de lo sucedido, pero a pesar de todo si estoy enojado contigo...

- Ya me había dado cuenta, creo comprender la causa y entenderte… aunque creo saberlo desde el momento que te vi al siguiente día no lo quise entender cuanto pudo afectarte; quería tan solo dejar pasar el tiempo, que nuestras heridas se curen y que me perdonaras y si fuera posible que lo olvidaras…  pero como han venido las cosas el comprender y asimilar el motivo por el que estás enojado conmigo es lo más importante...

  • Sé que todo ha sido muy duro y difícil para ambos, todo lo ocurrido esa noche resultó doloroso y nos ha dejado muchas cicatrices… a los dos.

  • Creo que más lo fue para ti esa noche. – dijo mi esposa mirando otra vez al infinito. – Y no me has perdonado y peor aún olvidado y no te culpo por ello. Todo es aún muy pronto, pero si lo dejamos así, será peor.

  • Y según tú ¿Cuál es el motivo para que me encuentre enojado contigo?

Tatiana me conocía muy bien, siempre había sido muy perspicaz a más de práctica, por lo que las cosas que ella sabía de mi llegaban a sorprenderme, por esta vez quise realmente poder confiar en su instinto y dejar que ella me haga comprender cuál es el motivo de este enojo que hasta ese momento yo no entendía.

  • Creo que en realidad son dos las causas entre las más importantes… La primera pienso que se debe a lo que pedí a Karina aquella noche; para que no suceda nada entre ustedes y bueno eso se lo dije cuando la contraté, le dije claramente que si se acostaba contigo no solo no le iba a pagar sino que le arrancaría el cogote si me enteraba de que se había dejado siquiera tomar la mano y aunque los vi tras el baile como ella estaba encima de ti mientras acariciabas su cuerpo, por otro lado estoy segura que en ese cuarto no pasó nada entre ustedes… Seguramente hubieras preferido follarte a Karina mientras yo estaba con Paul en la habitación de al lado y ahora después de pensar en todo lo que sucedió, pienso que lo mejor hubiera sido dejarte la carta libre para hacerlo… tal vez nada de esto hubiera resultado así.

  • ¿Quieres decir que debiste haber dejado que me acueste con Karina? – Dije un poco incrédulo con lo que acababa de oír. – Yo no quería… bueno creo que llegado un momento la locura y el enojo me invadió e intenté tener algo con ella, pero Karina paró mis intenciones.

  • Te entiendo Julián... No te preocupes... - dijo en tono conciliador mi esposa de lo más tranquila, pese a escuchar que yo intenté follarme a otra mujer - Y creo que ha sido un error de mi parte evitar que eso suceda, debí entender en ese momento que lo que necesitabas era distraer tu mente y tu cuerpo y dejar de pensar en lo que estaba sucediendo en el cuarto de al lado. Eso ha sido un terrible error de mi parte.

  • No lo sé... bueno... yo no sé... yo tampoco quería nada...

  • Tranquilo amor, no te estoy culpando de nada. Pero quiero que me entiendas, aquella noche yo estaba por vivir algo que jamás había sucedido, estaba nerviosa y muy confundida de que era lo que sucedería, al inicio tenía miedo y angustia, pensaba en los dos y creo que lo único que desde el inicio tenía claro era que no soportaría el saberte en brazos de otra mujer. Ahora lo entiendo, pero durante los días siguientes no sabes cuánto luché conmigo misma para aceptar que debió haber sucedido e incluso creo que lo preferiría a saber lo mal que estamos ahora, pero creo que hasta ahora me provoca estragos el imaginarlos juntos.

- ¿Por eso le dijiste a Karina que no intentara nada conmigo?

- Claro, al inicio de aquella noche debía asegurarme que no sucediera nada contigo y ninguna chica, y bueno aprovechando que para ellas yo era quien pagaba, yo decidía las reglas y les pedí a todas que ninguna intentara nada contigo y si querías algo que te rechazaran y me lo contaran con santo y seña.

- Lo entendía, pero inicialmente pensaba que eran porque pensabas que podía aprovecharme, ya que siempre me habías dicho que si te engañaba alguna vez acabarías cortándome las bolas... pero después de lo ocurrido creo que fue algo más… Tuviste tiempo para decir algo a mi o Karina… pero no lo hiciste.

- Vamos Julián, cuando todo estaba sucediendo yo estaba clara que te ibas a sentir fatal si al fin y al cabo acababa teniendo sexo con Paul... Mi mente racional me decía que si quería que las cosas fluyeran lo mejor sería que tú lo hagas igual con Karina y así ambos en igualdad de condiciones seguir adelante y olvidar todo, pero no pude... Te imaginaba en los brazos de aquella muchacha y el estómago se me quería dar vuelta... Fue más fuerte que yo... Además como decírtelo, tuvimos tan pocas opciones de charlar mientras estuvimos ahí que no encontré mucho tiempo.

Siempre había sabido que Tatiana era tremendamente celosa, en múltiples ocasiones me había pillado ojeando a alguna chica y me había dejado bien claro lo que pensaba y claro no eran para nada buenos deseos. Recuerdo como aquella noche habría pagado lo que me pidiese Karina para tener algo con ella, pero ella misma fue quien no accedió dejándome colgado y lleno de angustia, aunque al pensarlo bien habían algunas frases suyas que me hasta ahora no había asimilado. Ahora comprendí que mi esposa no estaba dispuesta a dar ese paso, pese a todo sus celos prevalecieron esa noche.

- Solo con verla sentada en tus piernas una punzada de celos me invadieron, no sabes cuan poco faltó para que me levantara y fuera directamente donde estabas con ella para quitarla de ahí de un solo empujón y darte un par de cachetadas por meterle mano. Me sentía angustiada y celosa… Incluso cuando... bueno cuando estaba con Paul...

- Chupándosela... - dije con un cierto enojo, aunque no quería herirla.

- Si… de acuerdo si... mientras estaba de rodillas ahí... ya sabes te di la espalda para evitar tener que ver como otra fulana se refregaba sentada entre tus piernas... pese a que yo estaba atrás de ustedes… chupándosela a Paul. – las últimas palabras las dijo en forma avergonzada y esquiva, tratando de ocultar los celos estúpidos e infundados, considerando lo que ella misma estaba haciendo en ese momento.

Algo dentro de mí se sentía extraño, por un lado, mi esposa me confesaba que sintió celos de Karina mientras estaba haciendo de cortina para que yo no pudiera mirarla, pero por otro me confesaba ya abiertamente que estaba haciendo sexo oral a otro hombre, aquello era la locura y mi cabeza estaba a punto de explotar.

- ¿Acaso no pensaste que yo también tendría celos?

- Claro, pero lo que yo estaba haciendo no lo quería hacer, era una obligación... pero en cambio si tú te follabas a Karina... pensaba que eso sería solo por placer o venganza... estaba convencida de que si lo hubieras hecho sabiendo que yo no estaba de acuerdo… sería engañarme...

En aquel momento me había quedado claro lo que pensaba mi esposa aquella noche, pero en realidad no sentía como si realmente ese era el motivo por el que yo estaba enojado con Tatiana; pero tal vez tenía razón ya que yo intenté follarme a Karina y si no fuera porque ya lo había previsto mi esposa y habiéndola amenazado antes, estaba seguro que aquella bella scort no hubiera tenido ningún problema en permitirme pasar con ella la noche, aunque pensándolo bien tal vez gané algo más.

- Sabes que lo intenté... ¿verdad?

- Si... me lo comentó Karina al siguiente día, creo que eso es lo que ahora me lleva a decir que ese es el motivo por el que estás enojado... Que no te dejé que te la folles...

- No lo creo...

- Yo en cambio creo que sí, aunque pienso que hay otra cosa que te afecta aún más de lo referente a Karina... Estoy casi estoy segura o al menos en parte.

  • ¿Qué otra cosa podría ser? – dije pensando todo lo malo que había sucedido aquella noche y claro que había una cosa más. Una cosa terriblemente humillante de asumir para mí y que al final me había llegado a pensar en que mi esposa se había pasado en todo lo que aquella noche había echo.

  • Esa noche acepté que Paul me sodomizara… Estoy segura que eso ha sido lo que más te ha dolido… y claro es el motivo principal de este enojo y rechazo que sientes hacia mí. ¿O piensas que no es así?

Algo dentro mío me indicaba que esa si era una traición capaz de hacerme perder la razón, durante esos días posteriores siempre lo tenía en mente. No comprendía como mi esposa había sido capaz de entregarse a otro hombre en esa forma, primero pensé que el motivo fue debido a que ella había quedado prendada de Paul y en la forma que él follaba, pero también supuse que debía ser una forma de castigo hacia mí ya que ella pensó que habíamos follado con Karina, pero claro que cuando se dio cuenta que no era así, no entendía el motivo por el que había seguido con ello. Todo era muy enigmático en mi mente y no lograba tener el valor de preguntar a mi esposa hasta ese momento.

- Es posible, casi digamos que estoy seguro ya que no puedo negar que aquello me dolió muchísimo. Hasta ahora no entiendo como fuiste capaz… Es cierto que alguna vez lo intentamos sin éxito y posteriormente ya no insistí, en... bueno en ello. Pero no entiendo el motivo por el que lo hiciste… con él. ¿Qué te llevó a superar el miedo que me dijiste tener? ¿Por qué te entregaste a él de esa forma? – Algo de muy dentro de mi interior reclamó aquella afrenta como si lanzara sal a una llaga viva.

- Eso es algo que tampoco he de poder explicarte con pocas palabras mi amor… En realidad, creo que no tengo una sola justificación… He pensado que todo inició cuando los imaginé que ustedes estaban follando en la habitación de al lado… En ese momento no escuchaba nada de lo que Paul me decía, me había corrido hace unos instantes y de repente los escuché… A lo lejos en mi mente comenzó a estallar imágenes de ustedes en la cama follando como locos y creo que me paralicé.

Mi esposa me contaba con detalle lo que había sucedido, pero en mi mente esas imágenes explotaban con detalles que seguramente no eran realidad más yo las veía tan reales, pero otras eran justamente las que yo mismo había presenciado y aunque tenía certezas, lo que imaginaba era lo que más daño me provocaba.

- De pronto los gritos de Karina comenzaron a inundar mi mente… No podía creer lo que sucedía… sentí celos, unos terribles celos por lo que ustedes hacían, pensaba la forma en la que me desquitaría de ti, pensaba en todos los reclamos que tenía que hacerte cuando de pronto me di cuenta que Paul había aprovechado mi inconciencia para escudriñar entre mis glúteos hasta lograr introducirme uno de sus dedos sin que yo mismo me diera cuenta de sus intenciones hasta después de que él consiguió su objetivo.

En ese momento la cara de bochorno de Tatiana era muy grande, apenas y me permitía ver sus ojos. No tenía ánimo de mirarme a directamente, aunque yo igualmente no hubiera podido responderle ya que todo lo que me contaba me producía mucha humillación y creo que a mi esposa le sucedía lo mismo.

- Mi mente estaba concentrada en lo que suponía ustedes hacían en el cuarto anterior, mientras mi cuerpo le respondía a Paul indicándole que aquello no era del todo desagradable… En ese momento él me solicitó que me dejara follar por el culo y mientras mi mente solo escuchaba los gemidos cada vez más altos de Karina, mi boca le respondió que sí a Paul.

Recordaba ese momento, mientras veía como Karina se batallaba con aquel colchón en forma casi cómica, mi esposa estaba aceptando ser sodomizada por Paul en la habitación de al lado.

- Cuando me di cuenta ya era tarde… Una parte de mi me decía que había cometido una locura, otra parte me animaba a darte un escarmiento por haberte follado a Karina… y otra, que en ese momento no vi, me decía que tal vez era algo que quería… No he de decirte cual me animaba más… Pero llegado un momento estaba decidida a intentarlo… Después de un tiempo en el que me recuperé lo intentamos… y bueno al final no pudimos, creo que me asusté otra vez y le insté a que solo me follara. Pero, aunque lo hizo Paul no se dio por vencido y me lo pidió nuevamente tras haber terminado… Yo para ese momento no estaba tan segura y claro quise ganar tiempo rogando que se durmiera y ya no insistiera… Pero por otra parte el pensar que estabas en los brazos de aquella chica me llenaba de rabia y quería vengarme… Todo esto ocurría mientras pensaba y me remordía entre mis ideas, al final Paul recuperó fuerzas y reclamó nuevamente su premio… Al final decidí intentarlo nuevamente, pero antes debía verte a los ojos antes… creo que al inicio incluso quería que supieras que era lo que iba a suceder para que aprendieras a no engañarme… pero nada fue así.

Aquellos detalles escabrosos estaban dejándome un sinsabor terrible, quería saberlos, pero no podía digerirlos. Aquello era más de lo que hubiera querido saber y pese a eso estaba ahí, de pie muriendo como un árbol que se desploma tan solo en el último segundo.

- Dije a Paul que pediría a Karina algo para inténtalo nuevamente, él no puso reparos... y salí de la habitación con toda la rabia cargando a mi espalda.

- Pero… pero  ¿Por qué no me preguntaste a mi antes?

  • Cuando tocaba la puerta esperaba verlos en la cama, desnudos o incluso pensaba interrumpirles en medio de una buena cogida, pero no… Los vi y entendí que no había sucedido nada… Perdí mis papeles… Vi tu rostro tan afectado y decidí que tú no podrías ayudarme a salir de este embrollo, por lo que recurrí a Karina… Ella me dio la idea que te comenté después, aunque al final nada salió bien… Pero tampoco quiero echar culpa solo a esa imagen que suponía cierta, la verdad era que algo dentro de mí también lo quería… creo que algo en mi interior me marcaba e instaba a hacerlo… No lo sé… no pude evitarlo o tal vez no tuve las fuerzas para controlarme… todo este tiempo he estado pensando y creo que al final también lo desee, no pude controlarme y al final...

  • Y al final Paul terminó cogiéndote por el culo, verdad…

  • Si… al final lo logró… y lo siento… siento mucho todo lo que pasó. No debió ser así, pero creo que todo lo sucedido aquella noche fue una locura, que tuvo algunos resultados positivos en la empresa, pero al día de hoy, por todo lo que estamos viviendo, ya no sé si fue realmente lo mejor, creo que incluso hubiera preferido perderlo todo y aún conservarte a ti.

  • Qué más da… ahora mismo ya nada de eso importa. – comenté con pesimismo y creo que con mucho victimismo de mi parte, pero creo que mostraba lo que realmente sentía.

  • Claro que importa… Porque ahora nosotros estamos así por esta causa… No puedo deshacer nada de lo sucedido, pero creo que al final tengo que ser justa y recompensarte en algo lo que has vivido. Yo estoy clara que el momento que tú quieras yo seré tuya de la forma que quieras, no te negaré nada de lo que me pidas… Pero ahora ni eso puedo hacer… No puedo darte ni siquiera esa satisfacción, necesito que me perdones y me vuelvas a aceptar, por lo que si queremos seguir juntos creo que tengo que darte algo que jamás en la vida hubiera ni siquiera pensado... Todo para poder hacer que me vuelvas a ver como lo que soy… una mujer… tu mujer.

  • No te entiendo… - dije analizándome internamente, pensando en las palabras que quería decir mi esposa, pero sin descubrir que era lo que pretendía en realidad.

- Creo que, si queremos seguir adelante ese resentimiento que tienes, esa espina clavada, debes sacártela... He pensado cómo hacer para que tú vuelvas a ser el mismo hombre con el que yo me enamoré, a pesar de lo bien que nos llevamos estos días, te siento cada vez más tenso y enojado; esto no puede seguir así mi amor y creo que en base a lo que conversamos lo mejor sería que te acuestes con Karina... o con otra ... con quien tú quieras, no importa... Y quiero que hagas con ella lo que tú desees y te satisfaga, haz y déjate hacer lo que quieras, cóbrate esa afrenta y esa humillación que debiste haber sentido pero al final del día vuelve a mi… vuelve a ser mi esposo…

- ¿Estás segura de lo que dices? -preguntaba incrédulo ante la sola mención de que me acueste con otra a sabiendas de mi esposa - Tú que me has armado tremendas peleas por suponer que miro a otra mujer... vamos Tatiana, creo que eso nos hará más daño... principalmente a ti.

- Lo que pasa es que he estado pensando tanto tiempo en que hacer y esto es lo único que se me ocurre... Acaso eso no te hará sentir mejor… Yo lo asumiré… no te preocupes por mi, lo he analizado y saber que estuviste en brazos de otra con la única idea de que al final vuelvas conmigo.

- Yo en cambio pienso que todo lo mandaremos al diablo si hacemos esto. Creo que lo más probable es que acabemos más enojados por esto que por lo sucedido antes... Te conozco y creo que no es lo correcto para resolver nada. Tú eres mucho más celosa de lo que incluso admites, esto te hará daño y jamás me perdonarás… No es lo que quieres y yo tampoco lo sé.

- Pero Julián, tampoco podemos seguir así... debemos hacer algo...

Los alegatos de ambos continuaron al menos una hora, al final di mi brazo a torcer y acepté la propuesta que me daba mi esposa para acostarme con alguna chica, ella prefería a Karina ya que ella participó aquella noche y creo que mi esposa confiaba en ella ya que al menos cumplió su palabra de no tener nada conmigo, yo en cambio no quería que fuera ella debido a que, he de reconocer, me gustaba mucho más de lo que mi esposa suponía y de lo que yo mismo reconocía, pero adicionalmente no quería tener que dar explicaciones y mucho menos correr el riesgo de quedar como un impotente a su lado. Por lo que al final opté porque mi esposa busque una chica, que ella insistía que fuera parecida a Karina y claro está muy atractiva, ya quedaría de mi parte poner el resto.