Negocios y Placer 02

Los negocios no siempre se ganan sobre la mesa, hay veces que es necesaria más astucia. Las cosas se complican, pero tal vez haya un as bajo la manga.

Mientras empezábamos con unos cocteles que preparé para el evento, el ambiente se vino a enardecer con una musiquita de fondo y cuando menos nos esperábamos, cuatro hermosas mujeres entraron en el salón; sus cuerpos eran de escándalo y su vestimenta obviamente mostraba el carácter completamente sexual que aquella irrupción tenía.

Las chicas vestían ceñidos vestidos con escotes insinuantes y mostrando mucho más que la mitad del muslo; sus rostros denotaban juventud y alegría, eran todas preciosas y con unos cuerpos que podrían matar de un infarto a más de uno, no he de negar que incluso yo quedé impactado con ellas.

- Que bien,  ahora si ya nos entendemos... -dijo James, mientras empezaba a bailar con una de las chicas - Ahora sí la fiesta empezó...

- Que preciosidad de chicas has traído - dijo Sam a Paul, mientras abrazaba a una hermosa mulata que apenas aparentaba su edad- Esto es manjar de reyes... ¿Verdad Jefe?

- Muy lindas Sam - dijo Paul mientras se dejaba llevar a bailar con una morena de cuerpo de guitarra y un trasero monumental - Aunque ya sabes, no son mi tipo...

Segundos más tarde todos empezaban a divertirse, de mi parte también la chica que aparentemente me tocó era muy bella, sus ojos combinaban claramente con el color turquesa de su vestido, por lo que el contraste con su piel se volvía todavía más cautivador, su nombre era Karina según me informó apenas llegar a mi lado. Todas las chicas sabían su trabajo y además podían divertirse a más de animar cualquier cosa, tanto que de imaginarme un velorio, seguro estas chicas nos obligaban a bailar alrededor del féretro.

Ellas tenían un ánimo muy contagioso y creo que eso nos hizo la espera un poco más llevadera, pero los minutos pasaban y no tenía noticia de Tatiana. Los tragos circulaban por doquier, todos habían ya bailado y obviamente dejando sus manos muy sueltas con las chicas, aunque con cierta discreción claro está, aunque en algunas ocasiones había algunos deslices más que escandalosos, cuando de repente en un descanso para tomar aire se acercó a mi Sam.

- Que ha pasado con las chicas Julian - me dijo algo informal aunque preocupado - Al jefe le gustan las chicas blancas, ¿a qué hora llega la que le corresponde al jefe? No hagas que se moleste, él es tranquilo pero no quisiera que se pierda todo por una tontería así...

- Ya deben estar aquí, verás que vienen dos bellezas... -dije a Sam, al tiempo que agarrar mi teléfono y llamar a Tatiana, la amenaza de Sam estaba velada, pero seguro no era en vano - dame un segundo y seguro están aquí...

- Hola Cariño - hablé al notar que Tatiana Contestó - ¿Ya llegan las chicas?

- No Julian... ya estoy desesperada... - contestó Tatiana muy molesta- Lidia no contesta mis llamadas, ya traté de llamar a otro lugar pero en este momento no puede venir nadie.

- Ok Tati, tan pronto lleguen mándalas por favor... Paul ya está con una cara bastante extraña, a pesar que las chicas habían logrado que se divierta,  no lo veía totalmente animado.

- Claro amor, tan pronto vengan las envío tal y como estén... Ojalá lleguen pronto...

Tras la conversación puse todo de mí para animar a todos y pese a que las chicas eran unas profesionales y realmente se lucían en arrumacos con todos, Paul estaba muy poco acaramelado con la bella chica que estaba con él. Bailamos y tomamos durante al menos 30 minutos más, hasta que Paul se separó de todos para ir a fumar un rato al balcón. Ahí me di cuenta que las cosas realmente estaban muy complicadas, ya que de lo que sabía de Sam, su jefe Paul era extremadamente animado en este tipo de fiestas pero en ese momento no se mostraba ni de lejos así.

Cuando estaba mirando como Paul terminaba su cigarro en el balcón, un mensaje al celular me indicaba que algo había sucedido. "Tenemos un problema, solo llegó una chica." . En ese momento en mi mente pasó un sinnúmero de cosas, a mi cabeza por lo que decidí llamar a mi esposa.

- Taty, ¿qué pasó? –pregunté a mi esposa para saber los detalles de lo que había sucedido.

- Hola amor, solo vino una chica y me dice que no vendrá nadie más - me dijo totalmente consternada.

- Ok, entonces mándala... no hay problema - dije ya un poco entusiasmado.

- Lo que pasa es que... es bonita, pero muy bajita... y delgada... no se... - me dijo esto ya bien bajito, de manera que casi no la escuché - No sé si le agrade al yanqui... Lo que pasa es que… no creo de la talla…

- No puedo hacer nada mi amor, ya no podemos hacer mucho más - dije algo contrariado pero con más ánimo... - Seguro nos lo arreglamos...

- Una de las chicas no ha podido venir - le comenté a Sam, cuando colgué a mi esposa- pero la otra ya pronto entra… estoy seguro al jefe le encantará...

- Qué bueno Julian, - me dijo mientras volvía con la chica que le había tocado - porque esto ya mismo se podía comenzar a complicar...

Pasaron cerca de 5 minutos y la chica no entraba, de manera que nuevamente me comencé a preocupar por cómo estaban las cosas y el visible fastidio que ya tenía Paul. De repente llegó nuevamente un mensaje de texto que me heló la sangre "Amor, perdóname, pero creo que ya encontré una chica..." No entendía lo que me había puesto, pero el saber que la chica ya había llegado me dejaba menos preocupado.

Justo cuando terminé de leer el mensaje, tocaron la puerta pero no pude ir de modo que fue Sam quien abrió ya que yo estaba preparando unos tragos más, desde mi posición pude ver la entrada de una bella mujer enfundada en un una minifalda minúscula y un top a juego, excelente figura y muy buen talle, el cabello recogido mostraba sus hombros y su espalda completamente desnudas ya que la falda tenía una abertura hasta casi el inicio del culo de manera que se veía parte de sus bien torneadas piernas. Suspiré de alivio ya que aquella figura no era como mi esposa me había pintado, esa chica prometía y mucho, solo faltaba que sea medianamente guapa y supiera conversar con alguien como Paul para que todo saliera perfectamente.

Pero la sorpresa ocurrió cuando se volteó, me quedé completamente de piedra y mis piernas temblaron de la impresión. Quien entraba en ese traje no era una chica scort sino mi esposa, mucho más maquillada y con ese pequeño traje estaba completamente irreconocible para mis ojos al menos de espalda. Se la veía tremendamente sexy enfundada en esa falda y top que mostraban unas piernas hermosas y un culo impresionante. Creo que gracias a su atuendo de infarto mi corazón volvió a latir luego de que por un segundo se había detenido por tras reconocerla.

- Hola chicos... veo que han empezado sin mí... -dijo Tatiana en un plan muy canchero - ya todos están muy bien acompañados... espero que quede algún chico guapo por aquí...

Tan pronto me recuperé del shock, vi como Paul que estaba en balcón fumando, había visto entrar a mi esposa y rápidamente su rostro se iluminó al ver a aquel bombón mostrar sus curvas, seguro estaba pensando que esa preciosidad estaba destinada para él ya que efectivamente así lo había dicho yo mismo; por lo que antes que pueda reaccionar, él se adelantó al salón a saludar a la nueva chica.

- What a beautiful girl! ... - dijo Paul a mi esposa mientras la saludaba con un pico en su boca - ¿Cómo llamarte?

- Mi nombre es Ángel... -dijo mi esposa al tiempo que se abrazaba a su cuello y dejaba que sus manos se posaran en su cintura - ¿y tú mi amor?

- My name is Paul - dijo al tiempo que se deleitaba acariciando la espalda de mi esposa.

- Bien escondido que lo traías, has guardado esta lindura para el jefe... - dijo nuevamente Sam, mientras acercaba un par de copas para Paul y Tatiana.

- Si... claro… -dije escuetamente, mientras nuevamente la música sonaba a todo volumen y las cosas comenzaban a animarse nuevamente.

En ese momento estaba pensando que es lo que mi esposa estaba haciendo, en mi mente estaba claro que era lo que se pretendía que debía suceder pero no lograba asimilar lo que ella esperaba en ese momento. Era obvio que al ver comprometido el plan Tatiana había decidido hacerse pasar por una chica scort para poder conseguir la firma del contrato y conociéndola seguramente tenía un plan para lograrlo, lo único que me preocupaba era ella, si realmente estaba consciente de lo que debería suceder llegado el momento o si intentaría únicamente jugar alguna treta a Paul.

Pasaron unos minutos y el ánimo general había cambiado drásticamente, las chicas estaban bailando con todos y todo era una fiesta entre risas y toqueteos. Yo luchaba por encontrar el momento justo para forzar la firma con Paul, pero obviamente esta no saldría tan fácil mientras los intereses de él se mantenían en otras cosas. El muy desgraciado no se separaba de mi esposa, sobándola y manoseándola cuantas veces quería mientras bailaban; desde donde yo me encontraba sentía una especie de sentimientos cruzados, ya que por una parte no tenía la mínima intención de romper las relaciones con Paul, por otro me costaba terriblemente ver a mi esposa en las garras de ese tipo.

En un momento que Paul fue al baño y mientras los otros manoseaban en la pista a las chicas, me acerqué a Tatiana para poder conversar al menos unos minutos aprovechando la oportunidad una vez quedó sola, ella de igual forma vio la oportunidad y rápidamente se aproximó donde me encontraba.

- ¿Qué estás haciendo Tatiana? ¿Estás consciente de lo que estás haciendo? - pregunté, con mis sentimientos entremezclados entre el ansia y la desesperación - En mi vida hubiera pensado verte entrar aquí vestida como una fulana, ¿en qué estabas pensando?

- Lo siento amor, pero estaba desesperada... - me dijo tratando de disimular nuestra confianza - despache a la chica que realmente era un adefesio y decidí entrar en su lugar... lo había estado pensado hasta cuando me confirmaron que ella venía, pero creo que no me había decidido hasta que llegó el momento en que no habría otra alternativa...

- Pero ¿qué piensas hacer? - dije sospechando que Paul no iba a tardar más tiempo - Este tipo no se conformará con unos bailecitos y toqueteos... Al final de la noche querrá follarte como la fulana a la que representas... Por Dios Tatiana ese hombre va a follarte si permaneces aquí.

- Lo sé mi amor lo sé... lo siento mucho pero creo que no tenía otra opción... - me dijo pidiendo con su mirada mi comprensión y creo que incluso mi aprobación - yo sé que no está bien y que si no ocurre un milagro eso va a suceder, pero si tú me apoyas... yo estoy dispuesta a todo por conseguir el contrato... Yo nunca te sería infiel ni con él ni con nadie, pero esto es diferente... Si llega el caso esto será muy difícil pero... pero ¿Crees que podrás soportar esto mi amor?

- Pero... pero él te va a follar... -dije lo evidente, aunque en mi mente era como aceptar lo que prontamente sucedería, las imágenes de él manoseando a mi esposa se multiplicaron en mi cabeza y me dejaron atontado. – Tatiana, no puedo permitir… mira cómo voy a dejar que tú.

- Si... lo sé... y creo que no podemos evitarlo si queremos ese contrato... pero tú tienes la última palabra... te repito que yo estoy dispuesta a todo... Pero tendrás que decidirlo ahora ya que él no tardará en salir.

Mi mente era un torbellino de ideas, en mis peores momentos no hubiera pensado siquiera que mi esposa tuviera que entregarse a un hombre para que podamos encontrar la forma de cerrar un negocio, pero en vista de cómo estaban las cosas algo en mi cerebro me decía que era la única opción.