Negocios Placer y Venganza 24
Se acerca el fin, la trampa está preparada, el cebo puesto y ahora a esperar la presa o preparar el combate.
Tenía cierta idea de lo que Paul y su plan intentarían hacer conmigo, por lo que debía ganar la mano y lograr algo de tiempo para conseguir el objetivo de revertirle las cartas. Con teléfono en mano inicié una búsqueda urgente entre las diferentes empresas proveedoras que mantenemos, esperaba buscar un socio que me ayudara a salir del apuro lo más pronto posible. Tras un tiempo logré encontrar con las personas justas para lograr hacer todo lo que en mi mente estaba fraguándose.
Las siguientes dos semanas fueron de completo stress en la empresa, presioné a todas las líneas de producción para ganar tiempo y recursos para que, en un futuro muy probable, tuviéramos algo más consistente de avance. Para esto requerí un fuerte financiamiento nuevamente, lo que me obligaría a obtener un par de créditos que de no suceder lo que esperaba seguramente me llevarían a la bancarrota. Un seguimiento más laxo a mi socio en el proyecto me daba la seguridad que ellos no estaban esperando ninguna respuesta por mi parte, pero eso era parte del plan.
En ese periodo, mi relación con Tatiana era casi profesional, nos hablábamos y trabajábamos juntos, pero en ningún momento volvimos a tratar nuestros temas personales. En cambio, con Karina las cosas se iban comprometiendo cada vez más, tres días más tarde de nuestra primera noche, decidí que dejaría el hotel y me iría a vivir un pequeño departamento, pero no por eso habíamos dejado de pasar al menos un par de noches juntos, siendo en cada ocasión noches en las que pusimos fuego en nuestros cuerpos y pasión en nuestra carne de forma increíble.
Lo que si le tuve que recalcar a Karina una y otra vez es que pese a ser amantes, no le podía ofrecer nada aún y tampoco esperaba nada de ella, estábamos comenzando a conocernos y eso daba la puerta a que cualquier cosa aún podía suceder. De mi parte no podía comprometer nada sabiendo que Tatiana aún era una parte importante en mi vida, por lo que sinceramente no quería dar falsas esperanzas a Karina de algo que apenas y estaba empezando. Aunque a regañadientes me contestó que esperaría, pero que no sería para siempre. Aquella chica me gustaba mucho, pero distaba de la costumbre que tenía de Tatiana y bueno, siempre el hombre es de costumbres.
Conversamos acerca del futuro, no podía ofrecer nada en concreto en ese momento e intenté que ella comprendiera que aunque yo no podía prometerle que seguiríamos juntos en algo, tampoco era algo que había desechado ni mucho menos pretendido solo divertirme o vengarme de Tatiana en sus brazos, aquellas palabras creo la hicieron emocionar mucho más que una promesa falsa y por su lado me hizo saber que aunque las cosas pudieran no salir del todo bien, ella estaba dispuesta a seguirme donde yo decidiera ir y que de ser el caso, renunciaría a su puesto ya que para ella la empresa sin mi presencia no tenía sentido y quedarse sola con Tatiana no era una opción que le agradara.
Cuando empezábamos la tercera semana hubo la primera noticia de que el plan comenzaba a decantarse. Una llamada de Nora me alertó que ella había renunciado y que el proyecto desde la parte de ellos estaba intencionalmente abandonado. Esa sería realmente la noticia que esperaba para poder actuar. Intencionalmente esperé aproximadamente una semana más para llamar a Steven para revisar los avances, aunque esta vez ya mucho más firmemente y también le indiqué que iría a verificar personalmente el mismo ya que apenas y me había enterado de la salida de Nora y a estas alturas me parecía muy extraña. Seguramente mi iniciativa era lo que ellos también esperaban.
Tras unas cuantas evasivas y ante mi firme amenaza de ir a visitarlos al siguiente día, al final Steven confesó que su avance había sido ficticio y que no podrían seguir avanzando por lo que deberían salirse de la sociedad, fingí estallar una cólera, aunque llevaba planeando durante todas estas semanas como lo haría ya que para mí estaba claro que sabía lo que sucedería y al final amenace con llevarle a juicio si no pagaba todas las condiciones para el abandono del proyecto, los mismos que eran considerables, teniendo en cuenta adelantos y penalizaciones.
Tras este notable avance, una llamada de un viejo y maldito conocido llegó a mi teléfono indicándome que las cosas ya no podrían posponerse. Paul me solicitaba una reunión urgente para poder evaluar los pormenores de la salida de nuestro socio del proyecto, ya que se había enterado de aquello y según él estaba muy preocupado. No esperaba menos de el gringo, pero debía ganar algo de tiempo por lo que pospuse otra semana más su visita, ante la comprensión casi creíble de él, ya que seguramente pensaba que me sumiría en la angustia y el desespero, aceptó. Eso me permitiría seguir avanzando con todo lo que tenía pensado e incluso hacer algo impensable, debía salir de la empresa.
Aproveché hacer otra llamada importante que debía hacer era a una persona que seguramente no me conocía, pero que gracias a un correo que había enviado anteriormente la empresa de Paul lo tenía entre mis contactos. Esperaba que pudiera concederme unos minutos de su tiempo para exponerle mi caso y al menos dejarle al menos una duda sobre su gerente, al fin y al cabo, al salir de la empresa, ya no podría acusarme de tener más interés que exponerlo. Ante mi sorpresa, ya que esto solo era un intento por evitar una mayor catástrofe, tuve una larga, aunque tortuosa conversación con una mujer que pese a sus años se mantenía muy lúcida y principalmente muy consciente de lo que deseaba para su empresa.
Había logrado unos minutos telefónicamente con Cassie, la jefa de Paul qué, aunque pareció no gustarle al inicio la dirección de mi relato en lo referente a lo sucedido meses atrás conmigo, mi empresa y mi esposa, el confirmarle que para evitar que Paul siga intentando hundirnos había decidido dejarla en otras manos y alejarme de todo, la había convencido de que decía la verdad y confirmaba algunas sospechas que ella misma había ya tenido anteriormente y no tenía forma de confirmar. Al final acordé con ella que debería buscar pruebas que incriminen a Paul para que ella pudiera actuar en la junta directiva y despedirlo, pero eso era más fácil decirlo que hacerlo.
Durante esa semana pude efectuar la primera parte de mi plan, había encontrado ya la persona que ocuparía mi puesto en la empresa y como socio de Tatiana, era difícil el actuar de esa forma ya que dejaba en manos de otra persona aquel hijo que aún no había tenido, pero si quería verlo vivo, era la única forma. Al final de la tarde, convoqué a Tatiana a una reunión para poder presentarle a mi reemplazo como socio, aquello le pareció totalmente una locura y aunque su rostro era de angustia, sabía que mi decisión estaba tomada y que nada podría hacerse.
-Sin ti la empresa no será la misma… No deberías vender – dijo Tatiana completamente asombrada frente a la decisión tomada. - ¿Por qué no me lo habías dicho?
-Para que se lo vayas a contar a Paul, ¡No, que va! – aquel comentario debió escocerle el corazón porque pude ver como su rostro se desfiguró ante la sola mención del gringo. – Lo mejor es que nadie lo sepa hasta el momento indicado.
-No, yo nunca le diría nada… Yo no te trai… - seguramente pretendería insinuar que no me traicionaría, pero mi mirada de descontento la hizo reaccionar. – Yo no he vuelto a contactarme con él… Ni él tampoco me ha llamado para que estés tranquilo.
- En fin… ya en unos días más no importará… No te preocupes por nada.
Tras al menos media hora de charla en la que ruegos y súplicas que no deje la empresa fueron la constante, además donde Tatiana me indicó que incluso ella también quería vender su parte si es que el comprador estaba interesado, me dejaba claro el sentimiento de perdida que seguramente estaba inundando el corazón de mi ex socia. Le aseguré que esta persona se encargaría de todo lo referente a mi puesto y que ella como tal seguía manteniendo las mismas funciones a menos que después elijan cambiar.
De pronto salió a colación el tema de Karina y aunque no lo había hablado directamente con ella, pues le indiqué que ella no permanecería mucho tiempo ya que tras todo lo sucedido no pensaba que fuera buena idea, en ese instante la vena de los celos estalló en Tatiana e intentó hacerme una escena de celos increíble.
- Esa puta seguro que quiere irse tras de ti…
-Tatiana… por favor… no la insultes y aunque ella alguna vez fue una puta, ahora ya no lo es… y si quiere venir conmigo y es lo que quiero… pues no hay más que hablar.
-No podrá hacerte feliz y lo sabes… Solo es un calentón de ambos y sabes que tarde o temprano ella se irá de tu lado… Ella no te ama… solo está ilusionada contigo, no merece estar a tu lado…
-¿Y tú qué sabes de merecer? – pregunté algo ya fastidiado – Acaso yo me he merecido que me veas la cara de imbécil durante este tiempo, haciéndome creer que tu sacrificio fue desesperado y que solo era para salvarnos… ¿Merezco yo una mujer que me oculta sus negociaciones para acostarse con otro hombre?... ¡No Tatiana! Esto no es merecer, esto es confianza y yo ya no confío en ti.
Sus lagrimas nuevamente acusaban el golpe, no tenía forma de defenderse, pero al menos lo intentaría.
-Yo se que no te merezco, que te he defraudado e incluso engañado al ocultarte las cosas, pero nunca te he dejado de amar… con mis estupideces, mis miedos y mis errores; pero jamás he dejado de hacerlo… Yo se que no me podrás perdonar por aquella noche, pero recuerda que durante todos estos meses yo también sufrí junto a ti y rogué que te recuperaras y aunque te suene egoísta, yo espero que algún día puedas darte cuenta de que yo también puedo ser una mujer que puedes confiar nuevamente e incluso puedas volver a amar.
-Eres una hija de puta, infiel y mentirosa pero no eres una loca y no se de dónde sacas que yo pueda dejarte de amar – le dije mirándola a los ojos y sabiendo que el efecto que iba a causar en ella iba a ser catastrófico en su mente, pero al fin y al cabo era la verdad.
De pronto y mientras ella se recuperaba de lo que le dije, nos anunciaron que la nueva socia había llegado. Una bella y muy elegante chica se presentó a nuestra sala principal ante la mirada atónita de Tatiana, que inicialmente la miraba en forma incrédula. Me puse de pie y le di un par de besos en las mejillas, siendo esto ampliamente visto por parte de Tatiana, que obviamente no perdía detalle de la chica.
- Tatiana, tengo el gusto de presentarte a Nora, ella ha decidido comprar mi parte de la empresa y será tu nueva socia en esta organización, es una mujer extremadamente competente y con gran conocimiento del negocio petrolero y una profesional muy exitosa en una empresa del sector, incluso ha venido trabajando en nuestro principal proyecto de manera que está consciente de toda nuestra problemática; viene desde argentina y como te había comentado la conocía del proyecto que llevábamos.
-Mucho gusto – dijo parcamente Tatiana, evaluaba a esta mujer que elegantemente vestida y con una enorme sonrisa se presentaba como su nueva socia. - Un placer conocerte.
-El gusto es mío – dijo Nora en tono serio, aunque muy amable – Será un placer poder trabajar contigo… ¿Puedo tutearte verdad?
-Si claro, no te preocupes.
-Gracias che, siempre he odiado mucho los formalismos, pero el trabajar con gringos siempre tenes algo que aparentar.
Las siguientes horas nos pusimos de acuerdo en las funciones que cada una iba a adoptar y los papeles que, cada uno debía cumplir para poder dar finiquito al traspaso de las acciones. Al final de la reunión las cosas parecían que iban a salir de lo mejor. La noche pronto llegó sin apenas darnos cuenta, lo que hizo que llegáramos a un momento en que el cuerpo ya no podía con más trabajo.
-Creo que terminamos – dije tras esa maratónica sesión, donde ya todos estábamos mucho más que abrumados por todos los cambios previstos. – Creo que debemos dejar cualquier cosa adicional para los días por venir.
- Yo estoy rendida Julián, podes acercarme a mi hotel, aún no me acostumbro a la ciudad.
-Claro, no hay problema.
- Bueno yo me marcho – dijo Tatiana despidiéndose de nosotros con un par de besos, que inundaron mi rostro con su aroma, haciéndome recordar lugares y ocasiones mucho más placenteras. - Hasta mañana.
Tatiana salió de su oficina tras tomar sus cosas y despedirse nuevamente, mientras Nora y yo nos acomodábamos en la mía para poder salir. Mas cuando estábamos por tomar ciertos papeles, percibí como una sombra en el exterior de la oficina. Supuse que mi esposa estaría intentando descubrir algo más de esta venta de mi parte de la empresa, por lo que algo en mi se accionó y decidí atacar y dar una vuelta final de tuerca.
Quieres ir a tomar algo como para celebrar tu nueva sociedad – pregunté junto con un guiño de ojo a Nora con el firme propósito de que mi exmujer escuchara y que ella también me siguiera la corriente. - Conozco un restaurante muy cercano y podemos tomar un par de copas.
Claro Julián, sería un placer… - dijo sonriéndome y creo que intentando algo más atrevido aún de lo que yo había pensado. - Y así podemos sellar nuestro trato con algo más que papeles firmados… Siempre es un placer cerrar negocios contigo… Tal vez ahora sea tiempo de firmar este negocio con algo más de placer que la última vez.
Aquella propuesta no venía acompañada de ningún signo que me indicara que era un farol, la sonrisa de Nora y la forma en que su cuerpo se comenzó a mover hacia el mío, me dio pautas de que ella no estaba bromeando. Cuando su rostro estuvo a pocos centímetros del mío, me miró directamente a los ojos incitándome a dar el paso siguiente. No lo pude evitar y di el último paso para juntar nuestras bocas y sellar aquel negocio.
Comenzamos a besarnos con algo de recelo, pero de pronto una avalancha de pasión se apoderó de nuestros cuerpos. No tenía idea de que ella estuviera tan dispuesta a realizar algo así, pero podía tener algo de relación con todo lo que hasta este momento habíamos negociado. Fueron largas las horas en las que pensamos como ejecutar la transferencia de las acciones sin que ella me diera un centavo, pero claramente obligándole financieramente a responderme por las mismas posteriormente. Ella serviría de mi testaferro mientras lograba encontrar las pruebas contra Paul y de esta forma poder alguna vez volver a ser el principal de mi empresa o al menos protegerla de su interferencia si no podía lograrlo.
Durante los últimos días estuvimos charlando y arreglando muchas cosas, casi a espaldas de las personas de la empresa y principalmente de una; Tatiana. A Karina también le había dicho que vendería mi parte en la empresa y aunque se sintió apesadumbrada al inicio, entendía que sería lo mejor para mi salud mental al menos de momento, pienso que incluso se sintió un poco más tranquila en saber que terminaría mi relación con Tatiana al menos un tiempo. Pero claro ni yo me fiaba aún de ella y viceversa por lo que no le conté todo el plan que tenía en mente, creo que ver a Nora le había generado alguna mezcla de celos e intriga de su participación, lo bueno es que Nora era mucho mejor actriz que Damián y supo mantener su papel de nueva socia en todo momento.
Volviendo a aquella noche, al final tantos coqueteos que nos habíamos lanzado los últimos días rendían sus frutos, aquella era una mujer madura y sabía lo que quería, estaba seguro de que no era solo yo, pero no estaba en mis planes rechazar aquel regalo que tan excitantemente se me presentaba.
Nos besábamos con calma, aunque con mucha intención de disfrutar el momento, nuestras manos se cruzaban entre sí en el afán de acariciar nuestros cuerpos; de reojo pude ver que la sombra que permanecía en la puerta de la oficina aún permanecía allí, pendiente de lo que ocurría y obviamente atenta a todo lo que finalmente debería suceder. Era extraño, pero Tatiana era quien desde ese lado de la puerta pensaba sufrir por su propia mano el dolor de ver a la persona que amas entregada a otra. Esos pensamientos, en lugar de enfadarme o perturbarme me empezó a excitar mucho más de manera que aumente la apuesta.
De pronto idealicé una fantasía que creo todos los que hemos visitado o trabajado una oficina hemos tenido, por lo que tomando a Nora de su cadera la empujé boca abajo sobre el escritorio, ella comprendió mi intención y obviamente dispuso su grupa para que quedara mucho más levantada que su torso, por lo que levantando su apretada falda pude disfrutar de la vista de un lindo liguero con una braga de encaje muy seductora. Abrí mis pantalones lo justo como para que mi polla saliera dispuesta a dar combate y enfilé mi cuerpo sobre el de ella. Al mismo instante pude ver como la sombra que esperaba tras la puerta se había acercado más aún, dando claramente la idea de que estaría pegada a la puerta.
Ya no me importaba nada ni nadie, por lo que nuevamente me concentré en Nora y procedí a penetrar su cuerpo cálido y firme, no tenía las formas juveniles de Karina, ni tampoco las curvas pronunciadas de Tatiana, pero su predisposición y su excitación me llevaron a sentirme en la gloria entre esas piernas. Me apliqué en un bombeo firme y contundente, que me permitía hacer saltar el cuerpo de Nora que se sujetaba al borde de la mesa firmemente. Pero algo no estaba del todo normal, sabía que Tatiana se encontraba fuera de la oficina y seguramente estaba muy pendiente de lo que allí sucedía.
De pronto algo en mi mente se rompió y pese a estar follándome a Nora en lo mejor del momento me paré y me dirigí la puerta de la oficina, abriéndola intempestivamente. De pronto pude ver como Tatiana se encontraba allí con cara de que la había atrapado en una travesura. No podía moverse por la impresión, por lo que aproveché para tomarla del brazo y jalarla hacia mí, hasta que su rostro quedó a unos pocos centímetros del mío. Ante su inacción, la besé por un segundo con una furia inusitada, mordiendo su labio inferior y para terminar casi escupiendo su boca de la mía, solté su brazo con la misma intensidad y la dejé ahí parada en el marco de la puerta.
-Espérame aquí. – le dije mirándola a los ojos. – Y no te atrevas a irte.
No esperé la respuesta de Tatiana cuando me di vuelta y bajando nuevamente mis pantalones me dispuse a retomar mi trabajo con Nora, que incrédula nos miraba de reojo. Tan pronto me pude poner en posición, pude ver como ella me sonrió justo antes de poner nuevamente su rostro sobre la mesa, esperando que inicie nuevamente aquel temible bombeo que estaba propinándole hasta hace unos segundos. No la dejé esperar, mi polla estaba a punto de reventar y por alguna razón tenía una confianza inusitada en no perder aquella erección por nada en el mundo.
Tomándola de las caderas no paré en follarla como un poseso, unos minutos después, regresé a ver a Tatiana, que aún en la cornisa de la puerta no perdía ni un instante lo que estaba mirando. Pero algo había cambiado, pude notar como una de sus manos estaba metida entre sus piernas levantando un poco la falda que llevaba, obviamente se estaba procurando un placer que ya no solo quería ver, lo quería sentir. Tatiana estaba mirándome fijamente mientras su mano intentaba apagar el fuego que entre sus piernas estaba desatado y su rostro congestionado me indicaba que aquel gozo era indescriptible. Con esa imagen pude regresar a ver a Nora que debido a lo insólito de la escena gemía como si el alma se le estuviera saliendo, ella con algo de incomodidad también regresó a ver a Tatiana y al notar lo que estaba sucediendo estalló en un orgasmo tan fuerte que aulló durante algunos segundos, haciendo que sus piernas sufrieran convulsiones ocasionadas por el placer recibido.
Tras esa sensación tan excitante de saber que tu pareja ha llegado al éxtasis, me separé de ella, dejándola caer aun con sus rodillas temblorosas. Regresé mi rostro a Tatiana y ella me devolvió la mirada mientras seguía arrimada a la cornisa de la puerta, con su mano frotándose enérgicamente la entrepierna, se masturbaba furiosamente.
-Ven aquí. – le dije casi sin dejarle tiempo a decidir – Ven e inclínate en la mesa.
Para mi sorpresa ella se detuvo en el placer que se otorgaba y con pasos rápidos fue hacia donde me encontraba, miró a Nora que aún se debatía con sus piernas temblando sin control y mirándome a los ojos se alzó la falda dejando al descubierto su ropa interior, giró rápidamente en su propio eje y se inclinó sobre la mesa dejando su trasero indefenso justo en frente a mis ojos. Mi erección aún se mantenía tan dura y firme como unos segundos atrás por lo que me regodee en lo que sucedería. Tomé su tanga de cada lado y la bajé hasta la mitad de sus muslos, era increíble poder ver como estaba empapada, mis manos temblaban, pero sujetándola de su cadera y tomando su cabello con la otra mano procedí a embestir su cuerpo como en tantas otras ocasiones había hecho, pero la estaba follando y esto no solo era por placer, esto era por venganza.
Podía notar como su cuerpo se contorsionaba cada embestida que le propinaba, apenas en unos pocos movimientos y sin aviso, un orgasmo inundó su vientre y entre gemidos angustiosos se corrió tras apenas unos segundos, ella estaba excitada en un extremo que jamás la había visto ni incluso cuando se entregó a Paul, no podía ni siquiera imaginar que Tatiana podía mojarse de esa forma y mucho menos correrse tan solo con unas pocas embestidas. La dejé recuperarse y de paso tomar aire yo que pensaba que esto no terminaría pronto, pero no esperé mucho y reinicié mi esfuerzo de follarmela, sin ninguna contemplación continué penetrándola, sin piedad contemplaba como un orgasmo interminable se apoderaba de su cuerpo nuevamente.
Cuando las fuerzas le empezaban a faltar y ya no lograba controlar su cuerpo, aproveché para sacar mi polla de su húmedo y ardiente cuerpo y la enfilé justo a la gruta que yo jamás había probado de Tatiana, ella sintió el cambio y en lugar de emitir queja alguna o al menos intentar evitarlo, levantó aún más en pompa su grupa y me permitió ir penetrándola lentamente pero sin ninguna pausa, estaba claro que aquella invasión le era dolorosa, pero no emitió ninguna queja, soportó hasta que toda mi lubricada polla se incrustara hasta el fondo de su culo, tuve algo piedad y evité comenzar a follarmela inmediatamente, esperé unos segundos hasta que pensé que ya debía haberse recuperado para comenzar a encularla con mayor fuerza.
Era completamente excitante sentir como aquel apretado aro intentaba alguna resistencia para que mi polla la perforara, era delicioso su calor y la sensación de sus glúteos al momento de chocar, pero principalmente lo más grandioso era el efecto que estaba generando en Tatiana; sus gemidos eran cada vez más y más largos y su cuerpo se tensaba cada vez más. De pronto percibo como Nora ya recuperada de su orgasmo nos observaba divertida y atónita, al tiempo que con su mano se masturbaba lentamente mientras su vista no se apartaba de nuestros cuerpos.
-¡Siiii! - gritó Tatiana cuando un nuevo orgasmo estalló en su ser, haciéndome de igual forma estallar de forma e inundando por primera vez esa parte de su cuerpo. - ¡Siii Julián… Siiii!
Yo de igual forma emití unos guturales gemidos mientras eyaculaba en su culo, lo que me dejó exhausto encima del cuerpo de mi esposa mientras miraba como Nora aún mantenía unos segundos más la tensión antes de obtener de igual forma un orgasmo muy intenso.
-Jamás me ha pasado esto che – dijo al final Nora, recuperándose mucho más rápidamente de aquel orgasmo que nosotros – Nunca he presenciado nada así y mucho menos participado… Cuando vayan a hacer algo así… No duden de avisarme…
Nora se levantó al mismo tiempo que yo y comenzó a arreglar en algo su ropa, dejamos a Tatiana intentando levantarse del borde de la mesa aún con algunos efectos del orgasmo que había sentido; aquello había sido muy intenso, pero no sabía a ciencia cierta qué significaba. Por fin después de tanto tiempo había podido follarme a Tatiana, pero en qué forma había resultado, me hizo sentirme un canalla que apenas y buscaba su placer sin importarle que opinaban o sentían el resto.
No quería dar explicaciones ni pedirlas a Tatiana, me acomodé la ropa y salí de la oficina junto con Nora y nos dirigimos al auto casi sin decirnos nada más. Ya en el parqueadero, nos miramos con intención y creo que en ese instante decidimos que aún tendríamos un poco de diversión esa noche.
Nos dirigimos a mi nueva casa, pero apenas y nos dirigimos la palabra en el trayecto, apenas por unos momentos y principalmente para hablar de cualquier cosa diferente a lo que había sucedido. Al llegar a casa, sin palabras nos duchamos juntos y fuimos directamente a la cama, la noche se hizo corta ya que durante incontables veces pudimos disfrutar el uno del otro sin la mirada lasciva de Tatiana, y aunque me costaba negarlo, pensé en ella mientras follaba con Nora e incluso se lo mencioné a Nora que, para mi sorpresa, el tema le resultaba excitante también. Aquella noche casi no dormimos, pero al día siguiente creo que casi podría decirse que lo olvidamos por completo, volvimos a nuestras formas y a nuestro comportamiento habitual, ya que, aunque placentero creo que ninguno supuso mayor compromiso en esto, no así con Tatiana.
Al día siguiente pude ver como un par de mensajes me dejaron algo descolocado frente a lo que había sucedido aquella noche, y no es que no me lo esperara, pero no supuse que la reacción de Tatiana pudiera ser aquella.
-Tatiana a las 22:34: “Creí que jamás te iba a sentir nuevamente. Ha sido extraordinario…No quiero más dudas entre nosotros, por lo que si tú quieres algo más yo siempre estoy dispuesta. Te amo y Te amaré siempre.”
-Tatiana a las 01:44: “Lo siento… No quiero presionarte… Lo que quieras, cuando tú quieras…”
-Tatiana a las 05:23: “
Maldita sea Julián… Tú me amas y yo a ti y no quiero salir de tu vida.
Si al final me dejas no va a ser porque no di batalla.
Te prometo que puedes confiar en mi… solo pruébame.”
Era claro que ella aún pensaba que podía tener alguna oportunidad de seguir adelante, yo de mi parte de igual forma tras estos días ya sentía ese vacío que se genera tras la ruptura y mucho más cuando esta había sido tan traumática. Al inicio la ira se apropió de mi ser y solo quería ver el mundo arder, pero el buscar las causas y tratar de descubrir los planes que Paul pretendía para conmigo me habían hecho no darme cuenta de lo que realmente sentía. Quise contestar a Tatiana, pero no encontré las palabras, cualquier cosa que le dijera no tendría sentido y tampoco era lo que yo quería, principalmente porque ni yo lo sabía.
Al final no pude responder nada y lo dejé estar, necesitaba poner mi plan en acción y sabía que Tatiana iba a ser muy importante para su ejecución, aunque si quería que resultara no debía estar a mi lado. Tan pronto pude llamé a Karina y quedé con ella para almorzar, mis ojeras y mi falta de energía, rápidamente la pusieron en alerta de que algo sucedía, al final decidí que, si algo debía de suceder entre nosotros en un futuro, no debería iniciar engañándola. Por lo que decidí contar todo lo sucedido la noche anterior con Nora y Tatiana y aunque de mi parte no fue planeado, tampoco me arrepentía de nada.
- Me alegro de que te la hayas follado. – dijo Karina muy calmada y ante mi asombro, mientras tomaba un poco de ensalada. Su autocontrol y falta de celos me había dejado anonadado, creo que incluso pensé en que estallaría y me haría un berrinche. – Era algo que necesitabas e incluso ella también, para ya pasar la página. Lo de Nora… pues espero que no te pienses que podrás estar haciendo esto siempre… Al final tendrás que elegir como y con quien seguir con tu vida… Y bueno… si es a mí, pues mejor.
-Pensé que estarías celosa.
-Si lo estoy, pero no tengo nada con que reclamarte… Aun no somos nada formal, nos gustamos y creo que nos estamos conociendo mejor, pero estoy consciente de tu pasado y de las personas envueltas en él, por lo que no creo que pueda negarte un polvo con alguien tan importante como tu ex, aunque no he de negar que sería muy diferente si hubieras hecho el amor con ella, creo que allí si me estuviese sacando los pelos… - sonrió en forma algo forzada, pero sincera-. Así que compórtate un poco y si quieres alguna vez mas en hacer un trio… ni pienses en excluirme mi amor.
Creo que tienes razón… - dije mientras observaba aquellos bellos y mortales ojos, que, aunque en palabras decían que no estaban celosos, me demostraban que me hubiera puesto veneno de no ser porque no lo tenía a mano. - El próximo trio que haga, serás la primera en saber…
Mas te vale galán… - al final me dio un beso, algo remordido y casi rencoroso, pero al final un beso.
Por siguientes dos días trabajamos en la oficina para todo el papeleo y principalmente para avanzar con el proyecto, al final recibimos la visita de Paul. Él llegaba junto con James para revisar el proceso de desarrollo y negociar la salida de la empresa de Steven, se suponía que las cláusulas de salida intempestiva iban a ser suficientes para poder resolver las cosas, el problema era el tiempo ya que eso era algo que bajo ninguna forma era posible comprar o regresar y eso al inicio del proyecto fue la causa para darnos el contrato.
Recibí a Paul queriendo torcer su cuello, pero consciente que no podía hacerlo al menos por ahora, debía ser más sagaz que él, esperaba dar la talla. Las reuniones la realizamos directamente con Paul en una mesa del restaurant del hotel, a la cual me guardé mucho de llevar a cualquiera de las chicas y aunque todas sabían de mi trabajo, ninguna debía ni tan siquiera asomarse por allí. Con Nora y Karina las cosas eran muy fáciles, con Tatiana no me fiaba y por tanto tampoco la dejé tan sencillo para ella y por tanto intenté que bajo ningún motivo ella se contactase con Paul, aunque si ella se esforzaba no había forma de evitarlo. Quise dar algo de crédito a Tatiana ya que me prometió no hacerlo, pero yo no lo garantizaría. Karina se ofreció a ir conmigo, pero no quería que Paul pudiera reconocerla así que desistí al menos por ahora. Con relación a Nora, las cosas eran algo más oscuras ya que ella sería mi alfil en este juego que pretendía plantear a Paul.
Al inicio todo fue amabilidades y buenos deseos, hasta que llegó el momento de negociar la salida con Steven. Llamamos directamente a su empresa donde él ya nos esperaba, al inicio se excusó con toda clase de motivos y errores e incluso echó mucho la culpa a su ineficiente colaboradora: Nora, pero sinceramente no veía la forma de no haber hecho nada si en realidad él hubiera querido hacerlo. Las cláusulas del contrato eran claras y Steven no puso reparos en pagar una cuantiosa suma para poder romper su contrato con nosotros, así que no me quedó más que aceptarlo, al fin de cuentas era algo que ya suponía iba a suceder. Tras este arreglo fue cuando ya se debeló el verdadero motivo de esta salida.
-Julián… con todo arreglado con Steven, tú deber seguir cronograma, necesitar terminar en fecha prevista. - dijo el gringo ya una vez colgamos con su amigo, al que ni siquiera le dio una deferencia de cortesía, todo parecía tan aséptico entre ellos que cas y me engañan en suponer que no se conocían. – Mi empresa necesitar terminar tareas now.
-Pero tú sabes que es imposible Paul, al salir Steven con su empresa yo debo de subcontratar todo y esperar a que las empresas elaboren los productos, eso al menos nos tomaría un par de meses más… No lo vamos a poder entregar.
-Yo entender, pero junta directiva no, tú debes entregar todo or you must pay the penalty -. estaba seguro de que Paul exigiría esto, ahora solo tenía que pedir una negociación con él para tratar de ganar tiempo y de esta forma si chantajea nuevamente a Tatiana, obtener las pruebas para que lo boten. – Yo no tener culpa, tú deber trabajar más.
-Pero Paul… es imposible… no puedo hacer esto… Tal vez puedas encontrar la forma de que la junta pueda aprobar este control de cambios en el proyecto… - el tener que mostrarme algo necesitado era fundamental, pero esta escena me estaba causando dolor de estómago - Necesito que puedas lograr algo más de tiempo.
-Ser muy difícil, pero tal vez si llegar a un acuerdo… Ahora no poder conversar, mejor si tomar unos tragos en lugar tranquilo y disfrutar buen momento entre amigos… Tu saber…
-Claro Paul, no te preocupes por nada, déjame arreglarlo. – Había caído en el anzuelo y esperaba poder pescar aquel tiburón para la cena. – Quieres algo en especial… ya sabes.
-Tal vez la misma compañía que tener vez anterior, that was very, very satisfying for me. – maldito hijo de puta me quería ver la cara de idiota dos veces, pero estaba seguro ahora de que no se lo permitiría. -
-Claro, voy a tratar de ubicar a aquella compañía, ojalá lo pueda hacer – puse cara de pena y sorpresa, eso seguro le enganchaba más al cabrón este.
-Tu poder hacerlo, yo estar seguro… - dijo en tono burlón, al mismo tiempo que James, su segundo a bordo.
Las negociaciones iniciales habían salido completamente en base a lo previsible, pero claro una cosa sería poner el anzuelo y que pique, pero otra sería sacar a ese pez del agua y en eso me la gastaría. Estaba claro que quería acorralarme nuevamente, pero ahora sería mucho más complicado salirme ya que el contrato rezaba que el retraso en la entrega obligaba a mi empresa a pagar el lucro cesante a la contratante y aunque Steven hubiera pagado el doble de lo que pagó por no hacer su parte, yo me enfrentaba al entredicho del proyecto que con todos los adelantos que nos dieron tranquilamente me dejarían ya no solo sin empresa, sino en la calle e incluso preso ya que no podría devolver todo ese valor, el plan del gringo seguramente estaba diseñado para acabar conmigo, mi empresa, mi gente y mi mujer.
Con esta confirmación puede preparar todo para la siguiente noche, todo el ambiente tragos y compañía de un par de chicas, estas obviamente contratadas por Karina, que desde nuestro cuarto de control se encargaría de todo. Lo que si fuera diferente era que instalaríamos cámaras de audio y video que me servirían para obtener las pruebas necesarias contra Paul y así poder liberarme de aquel idiota. Otro punto a favor mío era que con el apoyo de Nora, esperaba poder ganar la mano a la situación, pero claro siempre sería muy riesgoso.
Un punto malo fue que debía contar con Tatiana y dudaba de ella, por lo que al final de todo le supe indicar que ella sería parte de esta negociación otra vez. Y por tanto debería ser un punto fundamental en engañar a Paul esta vez. No confiaba del todo en ella, pero no podía prescindir de su participación, lo que si me convencí fue que, sea cual sea su papel al final, no me tomaría por sorpresa, incluso estaba consciente de que ella podía pasarle todos los datos a Paul, por tanto, ella fue la que menos se enteró de todo el plan, en especial en lo relacionado a las cámaras.
-No no… yo no voy a ir, ¿Acaso crees que estoy loca? – preguntó Tatiana cuando la llamé a mi oficina y le conté la petición de Paul, obviando un poco el tema de la trampa y las cámaras obviamente. - Mucho dolor me ha causado ya su presencia en mi vida para volver a hacerlo.
-Una vez lo hiciste por la empresa… y creo que en algo por ti misma… - le contesté ya habiendo pensado con anterioridad esta discusión. – Ahora es tu oportunidad de hacerlo por mí, por tu empresa e incluso por ti misma, para que te puedas liberar de aquello de una puta vez y de paso te desquites en algo del gringo… Solo tienes que aguantar hasta que se concierte la extorsión y claro luego atestiguar lo sucedido.
-¿Qué pretendes de mi Julián? . Ya esto me costó la relación que teníamos, mi paz y mi cordura. ¿Cómo puedes pedirme que vuelva a vivir aquel infierno nuevamente? Todos estos meses me he vuelto loca pensando que si no hubiera aceptado aquella propuesta nada de esto nos hubiera pasado… pensando y maldiciendo el día en que todo sucedió. Además, si todo sale como quieres estoy segura que nos generará muchos más conflictos y si alguna vez guardaba la oportunidad de volver contigo, esto en serio lo tiraría todo por la borda… No… no voy a hacer eso.
-Si alguna vez nos damos una oportunidad, será porque tú decidiste jugarte por mi esta vez Tatiana, si alguna vez en realidad te perdono, será porque me demostraste que hoy estás conmigo y no a favor del gringo, si quieres ponerte en ese plano, pues aquí lo tienes, si tú no decides apoyarme en esto, te juro que jamás en tu vida te dirigiré la palabra y si guardas algo de esperanza ya puedes olvidarla.
Sus lágrimas comenzaban a caer, pero ya no tenían el mismo efecto en mí, aunque de igual forma no me gustaba verla tan indefensa y asustada. Tatiana se mostraba muy contrariada con todo y aunque comprendía que aquello podía resultarle digamos que chocante, le había tirado a ella también un anzuelo que esperaba pescara, debía tener la participación de ella en la reunión con Paul, caso contrario nada se podría lograr ya que él no confesaría nada.
-Piensa en tu empresa ahora, - le dije en un tono más conciliador y limpiando sus lágrimas con un pañuelo - tú y Nora tienen algo que debe perdurar en el tiempo, yo ya no estaré aquí para evitar arrastrarlas aún más, pero yo lo único que quiero son respuestas y necesito de ti para conseguirlas… No me abandones ahora que tanto te necesito.
Sus ojos se tornaron hacia mí con una esperanza en que algo podría cambiar a futuro, pero en realidad creo que ni ella ni yo podíamos suponer que tanto cambiaría nuestra vida a partir de esta noche. Al final y con unos pocos alegatos y bajo la premisa que ella al final podría retirarse de aquella reunión si veía que no lo toleraría, aceptó en ser una vez más la scort que contrataríamos para satisfacer los placeres más ocultos de el gringo.
Con Karina tuve que hablar también y le expliqué su parte del plan, pero hubo también algo que debía de ser lo fundamental para conseguir que Paul vuelva a la mesa de negociaciones confiado, estaba claro que él esperaba volver a follarse a Tatiana, seguramente para humillarme aún más, pero ahora ya no estaría dispuesto a quedarme con los brazos cruzados. Karina esta noche estaría en el cuarto de control, pendiente de lo que sucede por las cámaras y los micrófonos, ella estaría a cargo esa noche de salvarme el pellejo llegado el caso, ya que debía tener los recursos para actuar listos en caso de necesitarlos.
Las horas pasaron y cuando casi todo estaba listo, una llamada de James me alertó de que algo estaba mal. Según el habían existido muchas complicaciones de seguridad en relación con su empresa y la filtración de secretos en la misma por lo que aquella negociación debía ser completamente controlada y en un ambiente seguro, por lo que ellos habían contratado un servicio de seguridad para revisar que no existan interferencias electrónicas en nuestra reunión y por tanto necesitaba un tiempo antes de ingresar para que ellos revisen el lugar. Estaba claro que ya le habían dado la alerta de las cámaras a Paul.
La parte del plan donde pretendíamos obtener pruebas físicas de que Paul nos estaba extorsionando establa claramente suspendida, supongo que el gringo pensaría que era mucho más listo que yo y que me había dejado sin piso y solamente con el testimonio como única prueba y aunque odiaba hacerlo, él tendría razón. Llenándome de sangre fría y mientras hablaba con James indicándole que no había problema y que fueran cuando quisieran, avisé a Karina para que quite todos los dispositivos que habíamos instalado y que nos permitirían monitorear las actividades. Para ella creo había resultado un baldazo de agua fría saber que esa parte del plan falló, pero yo aún tenía mi as bajo la manga.