Negocios, Placer y Venganza 15

Seguimos con el tratamiento pero ahora más agresivo aunque no todos los velos se han roto.

Detalles más o menos fueron saliendo a la luz, hasta cuando llegó el siguiente punto que nos provocaba tanto dolor. El momento que ella golpeó la puerta del cuarto donde estábamos, mi esposa me reveló que tras unos minutos de descanso en los que Paul había quedado dormido, ella se levantó para sentarse más cerca de la puerta y escuchar si aún seguíamos follando en el cuarto vecino, fue ahí cuando sintió un temor a lo que esto podía generar en nuestro matrimonio, e incluso se vio tentada a levantarse e ir a vernos para verificar que había pasado, pero cuando quiso moverse, una correa cayó al suelo e hizo que Paul despertara.

Tatiana me contó que en ese momento se mostró algo desubicada e insegura, ya pasados los primeros minutos las cosas ahora ya se mostraban mucho más claras y por tanto estar en la cama con Paul no se veía como la mejor de las ideas. En ese momento el gringo aprovechó para llamarla nuevamente al lecho, al cual caminó desnuda, mostrándose ya mucho más confiada que al inicio; pero cuando vio lo que aquel hombre tenía en ese momento entre las piernas supo que la noche no había terminado.

Tan pronto estuvieron nuevamente recostados, Paul dirigió la cabeza de mi esposa nuevamente a su entrepierna, mi esposa que ya había recorrido aquel camino no tardó en recibir entre sus labios la polla del gringo, pronto se pusieron nuevamente a tono, incluso me confesó que había pensado en contarme a detalle este segundo polvo como parte de mi escarmiento al acostarme con Karina, por lo que decidió dar aún más de si misma. Ese hubiera sido el momento más atinado de contarle que los vi, pero mi vergüenza pudo nuevamente contra mi juicio y callé.

Pero las cosas fueron por un camino que ella no sospechó, tras unos minutos de una intensa felación, mi esposa me indicó que él se dispuso a penetrarla nuevamente desde atrás mientras estaban recostados en la cama a modo de cuchara, pero que ella sintió como una buena ración de saliva era depositada en su culo al momento de que Paul empezaba a enfilar su polla completamente erecta, haciendo que mi esposa diera un respingo de terror ante las claras intenciones de sodomizarla.

Mi esposa intentó por todos los medios convencer a aquel hombre que ese camino no era de su agrado, pero lo único que consiguió de él era decirle que, si se trataba de dinero que no se preocupara, dándole al final una buena cantidad de dinero que ella amagó poniendo en el bolso. Pero estaba totalmente petrificada por aquellas intenciones, sabiendo que una vez recibida la paga no habría forma de esquivar aquella nueva prueba.

Ahí se le ocurrió el ir donde nos encontrábamos para pedir ayuda y de paso comprobar que nosotros habíamos follado. Mi esposa me aseguró que sentía una especie de venganza el ir a decirme que iban a encularla y que yo no podría reprocharle nada ya que al igual que ella había pasado la noche con otra mujer. Salió del cuarto con toda la intención de restregarme en la cara lo infiel que había sido y que me merecía que ella se acostara con otro si no había podido resistir unas horas sin encamarme con la primera chica disponible.

Contó como cuando estaba golpeando la puerta su corazón latía como un caballo desbocado y al verme abrir la puerta únicamente en interior casi podría haber jurado que me había atrapado infraganti, me dijo que entró furiosa conmigo, dispuesta a pedirme explicaciones y ha lanzarme a bocajarro lo que el gringo pensaba hacer con ella, pero al ver vestida a Karina entendió la treta y se sintió ridícula pensando todo aquello. Pronto cambió de parecer y se enfocó en resolver su problema ya que ella sabía que la solicitud de Paul no iba ser fácil deshacer. Me contó el diálogo con Karina en el salón mientras yo al igual contaba mis sentimientos al verla entrar y mi extrañeza ante la violencia de su preocupación.

Karina le había propuesto hacer un trio con Paul a cambio del dinero que el gringo le había dado u que intentarían que se conformara sodomizándola a ella en lugar de a mi esposa, para nada era un plan a prueba de fallos, pero era una posibilidad y decidieron agarrarse a ella. De cualquier forma, estaba claro que en caso de que Tatiana tuviera que ser follada estando sola, las cosas no serían ni con la misma intensidad ni el durante el mismo tiempo que estando juntas, eso al final la convenció. Todo esto lo habían planeado en unos minutos, pero había un grave problema, Tatiana en ese minuto me dijo que había vacilado en decirme o no la verdad, tuvo la posibilidad de mentir y decir que Paul había pedido a otra chica para hacer un trio e inventarse algo más, pero al final nuevamente Karina fue quien le aconsejó no mentir en nada de lo que ocurriría esa noche si en verdad quería que nuestro matrimonio no se fuera al diablo.

Mi esposa aceptó contarme todo entendiendo que como le había aconsejado Karina, aquí nos estábamos jugando nuestro futuro, en ese instante mi esposa pudo demostrarme que tenía mucho miedo de Paul considerando que era casi virgen por aquel lugar y él había demostrado una gran potencia y deseo. La bella Karina al final le dio ánimo y decidieron que le ayudaría en caso de que las cosas pudieran resultar tremendamente dolorosas, pero que debía relajarse primero y hacer lo que ella le aconsejara. Mirándola entendí que tener que confesármelo había sido una de las pruebas más difíciles que mi esposa había tenido, ella supuso que esa noticia me dejaría completamente devastado y no se equivocó, por esta razón trató de ser lo más atinada posible el momento de decírmelo, pero sabía que la noticia sería muy dura.

Yo acepté lo idiota que me sentía y el dolor que me producía saber que ellas estaban allí con él, que pensé que la había perdido finalmente y que me sentía como un fracasado, aquello era muy duro de pensarlo principalmente si no podía decirle las reales causas de que yo pensara así. Tatiana siguió contando que se armó de valor y finalmente pudo asumir que pese al temor inicial el ver a Karina entregada a Paul le había llenado de excitación, ya que era la primera vez que participaba en un trio, pensé a mis adentros que a más de casi desvirgar analmente a mi esposa Paul había aprovechado para estrenarla en los tríos también, aquello no lo había pensado, por lo que el reconocerlo en ese momento volvió a abrir mis heridas.

Tatiana en ese instante pudo también entender todo lo que yo viví en esos minutos, toda la frustración y tensión que sufrí y en principal la sensación de pérdida que creo hasta ahora no había podido superar. Pude ver como mi esposa me miraba fijamente mientras le contaba lo que sentí el momento de que ellas se marcharon y como mi corazón se detuvo al ver como cerraban la puerta. Le dije cuan mal me había quedado estando solo en aquel lugar, como sopesé tantas cosas que ahora resultaban tan absurdas.

Para mis adentros sopesaba que a pesar de que mi esposa había ya tenido sexo con Paul, el entender que volvería a estar a su lado y además viviría momentos tan intensos e íntimos con él, el poder hablar de aquel tema me había aclarado que ese instante fue donde más terriblemente me había sentido. Me di cuenta cuanto me había afectado quedarme solo durante ese instante tan decisivo y el enfrentarme a la tentación de volver a ver como mi esposa era tomada por parte de Paul era algo que pude evitar, pero no pude reunir el valor.

En ese instante pensé haber reconocido la causa del problema de impotencia que me asolaba, pero como podía decirle a mi esposa, como poder confesárselo sin dejarme como un idiota que se quedó sin hacer nada mientras mi esposa disfrutaba del sexo con otro hombre. En ese instante tampoco pude reunir el valor para decírselo.

Pero mi esposa no había terminado su historia, ella también habló de cómo tras volver con Paul, él se había emocionado de ahora poder disfrutar de aquellas dos bellezas por lo que al final se lanzó a poseerlas como un desquiciado. La experiencia de Karina le permitió enfrentar la primera acometida del gringo y al final terminó siendo enculada por él, mi esposa en ese instante estaba muy nerviosa y ansiosa, confesó toda la carga erótica que vivía al ver como esta pareja tenía sexo, aquello resultó mucho más sensual y sexual de lo que ella misma había previsto y por tanto su excitación se había subido a las nubes. Por eso, aunque el plan era que Paul se corriera con Karina, ella misma estaba enfrentada al dilema de evitar sufrir aquella tortura de ser penetrada analmente y por el otro lado muy deseosa de que él decidiera que sería mi esposa con quien terminaría aquella faena.

Mientras Tatiana nos contaba todo esto, no podía mirarme a los ojos, notaba lo avergonzada y apenada que estaba, pero en su piel y en su rostro no podía evitar mostrar que estaba excitada, aquellos recuerdos seguramente le hacían revivir en sus recuerdos cada momento de aquella noche y claro que sus manos y sus piernas la delataban, su movimiento denostaba un claro nerviosismo e incluso la tensión en el momento que sus palabras lograban conectar con las imágenes de su mente.

  • ... no podía contenerme, aunque Karina me había dicho que debía hacer lo posible para que Paul se excite y tenga un orgasmo pronto, yo no podía pensar con claridad, había algo dentro de mí que deseaba que él no termine... siento tener que decirte esto, pero si somos sinceros yo deseaba que no llegara al orgasmo con Karina... deseaba que dejara de poseerla y me pusiera en su lugar, quería ser a quien Paul estaba penetrando... y bueno, al final él lo hizo, me indicó que ocuparía su lugar.

Recordaba la escena, pero las sensaciones de mi esposa eran mucho más que vívidas, por lo que al igual que su excitación, mi sentimiento de inferioridad volvió a mostrarse nuevamente en mi mente, aquella entrega que pude ver en esos momentos me hacía sentir en comparación con aquel hombre que fue dueño del cuerpo de mi esposa durante esa maldita noche.

  • ... cuando me arrodille de espaldas a él, sabía lo que me haría, tenía un temor enorme a lo que estaba por suceder, pero una parte de mi lo ansiaba más que nada en el mundo en ese momento, cuando tomó mis caderas y enfiló su herramienta hacia su destino, mis piernas y brazos temblaban de terror, mi pecho estaba comprimido por falta de aire, pero mi entrepierna estaba completamente inundaba...

En ese momento ella tuvo el valor de regresar a verme, sus ojos mostraban toda la angustia que sentía ene se momento, pero sus piernas cerradas muy juntas me mostraban que su excitación estaba justo donde la recordaba aquella noche.

  • Perdona amor si te hago daño, pero es lo que sentía... no pensaba, estaba fuera de mí... estaba al borde de la locura.

  • No hay nada que perdonar... no te culpo por nada... -dije sin pensar, sin sentir… casi sin querer.

  • Tal vez si lo haya, por eso también te pido perdón mi amor... Lamento no haber pensado en ti en ese instante, lamento no haber tenido la fuerza para evitar desearlo y principalmente siento no tener hasta ahora ni una gota de arrepentimiento, porque he de confesar que me encantó lo que sucedió en aquella cama, aunque creo que nunca lo volvería a ser así.

He de reconocer que mi esposa había abierto su corazón y su mente a mí, aquellas palabras estaban llegando mucho más profundo a mi psiquis, comprendí que para ella también fue una muy difícil aquella noche, había tenido que luchar con sus miedos e inseguridades a más de tener que entregarse a otro hombre y aunque ella confesaba que lo había disfrutado, entendí que había sido una experiencia muy dura de asimilar. Lo mal que me sentía no era producto de ello, seguramente era algo interno que no podía develar aún, pero de lo que estaba confiado era que al final lograría recuperarme.

  • Yo también lamento que todo haya terminado así... especialmente por todo lo que ya no...

  • No te preocupes amor, vamos a superarlo, solo debemos ser... honestos con nosotros mismos... A mí por ejemplo el reconocer que me excité aquella noche me ha costado mucho y no sabes cuánto para poder decírtelo, tenía terror que me trataras como a una cualquiera que se entrega al primer hombre que ve y además lo disfruta, tengo aún mucho miedo a sentirte lejos de mi, que todo esto nos pudiera separar para siempre.

  • Yo aún estoy asimilándolo mi amor...

  • Pero no nos quedemos en esto – dijo Susana finalmente, casi había olvidado que estábamos con ella. – Debemos seguir avanzando ya que esto, aunque es lo más difícil, aún no es el fin.

Teníamos un asunto final en lo referente al siguiente día, ya pasados los malos o buenos tragos como uno quisiera verlo, nos enfrentamos al día siguiente y eso a mí me había sentado muy mal, confesé a mi esposa el sentimiento de pérdida y desolación que sentí al abandonar el hotel y quedarme en el café, estaba seguro de que nuestro matrimonio no seguiría adelante y tenía mucho miedo a perderla. Mas mi esposa me contó algo que no lo había supuesto, ella junto a Karina salieron muy temprano del cuarto de Paul, a quien habían dejado desnudo y exhausto sobre la cama. Ella me indicó que se vistieron nuevamente y salieron muy rápido donde se suponía que me encontraba, pero al abrir la puerta su sorpresa fue mayúscula al encontrarla vacía.

  • ... me llevé un susto enorme al no encontrarte en aquel cuarto, a mi mente vino tu imagen abandonándome, alejándote de mí y sentí un profundo miedo... hubiera querido gritar tu nombre por doquier y salir a buscarte, pero Karina me lo impidió, ella me aconsejó que primero nos fuéramos de ahí para evitar encontrarnos nuevamente con Paul y que ya hablarían conmigo, pero al final no pude evitar llamarte.

  • no podía aguantar más permanecer allí sabiendo que estaban en el cuarto de al lado, fue más poderoso que yo... no quise preocuparte.

  • Tuve mucho miedo de que te hubieras ido, que me hubieras abandonado... pero he de decirte que también a mi mente vino que cometiste alguna locura y eso creo que me hubiera vuelto loca... cuando contestaste y no escuché en ti nada extraño, sentí un alivio que no te imaginas. Allí supe que aún estabas conmigo y que podríamos arreglar todo esto...

  • Lastima que no se ha resuelto todo...

  • Ya lo haremos mi amor... no te preocupes más.

Hubiera querido que esa noche tras aquel derroche de honestidad al menos completamente de Tatiana, las cosas se hubieran arreglado, pero claro eso estaba muy lejos de ser así. Mi esposa se puso muy cariñosa al final y aunque lo deseaba con toda mi alma no pude levantar mi ánimo nuevamente, dejando a mi esposa con toda la desazón de una nueva noche sin sexo y creo que sin reconciliación.

Aunque yo quise complacerla con otras artes ella se negó argumentando que estaría conmigo también en ello, si no teníamos sexo pues sería los dos, aunque me dijo que si se encontraba muy necesitada haría uso de algún juguetito que teníamos guardado por allí y que no me preocupara.

Tras aquella noche pude ver como el ánimo de mi esposa se encontraba mucho más alegre de lo que en días anteriores había permanecido, aquella apertura y honestidad la habían acercado a mi, nuestro matrimonio creo que se fortalecía, más nuestra intimidad aún naufragaba en aquel pantano de la impotencia. Pero aún no todo estaba perdido, la siguiente sesión con Susana nos daría el resultado al primer test y seguro podríamos tener algún tratamiento que nos permita ir superando aquel escollo.

En el trabajo las cosas iban excelentemente, la contratación de Karina había resultado de lo más rentable ya que a más de la coordinación de los eventos y debido a su belleza nos daba la oportunidad de que nos sirva también de agente para el contacto con nuestros clientes y de paso mantenerlos siempre pendientes de su visita. Aquello había sido un completo descubrimiento que nos llenó de expectativa y alegría a todos, incluyendo a Karina, quien de por si había dejado completamente su anterior oficio, así como el color de su cabello, el fuerte uso del maquillaje y el uso de trajes completamente provocativos, dándonos un completo cambio en su imagen donde finalmente la dejaba casi irreconocible.

-... todo va viento en popa jefe... - decía una Karina enfundada en un traje de oficina muy correcto pero que apenas y contenían aquellas curvas que dejaban muerto a más de uno en la empresa. - Las cosas están saliendo muy bien, si no fuera por la propuesta de la competencia que nos filtraron hubiera creído que ya hubiéramos tenido ese contrato en la bolsa... pero no pierdo la esperanza.

-Espero que sí... Por cierto ¿Ya sabemos quiénes vienen? - Las propuestas requerían una visita técnica de parte de los dueños del proyecto antes de elegir al contratista por lo que estas eran muy importantes.

-Si... bueno el equipo técnico claro... y Paul... - Karina dijo aquel nombre y un corrientazo me cruzó la espalda, esperaba no tener que verlo de nuevo, pero las cosas no siempre eran lo que uno quisiera.

-Ya veo... ¿Tenemos algún problema con él?

-No lo creo... el tipo dudo mucho que me reconozca con mi nuevo look... – dijo dando una vuelta sobre sí misma y mostrándome todo aquello por lo que todos los hombres en la empresa estaban como locos - pero ¿Tú estás bien? - Ese cambio en el trato al momento de tutearme lo hacía intencionalmente para darnos aquel aire de complicidad y afinidad cuando topaba temas más personales -

-No lo sé... creo que tendremos que descubrirlo muy pronto... Espero que podamos seguir sin problemas, pero no lo sé...

  • Tranquilo, seguro no nos va a pasar nada Julián, ahora todo será diferente... No te preocupes.

-Gracias....

Aquella complicidad la hacía una amiga que entendía mis problemas y dudas y a quien agradecía mucho el poder contar, seguro que con qué otra persona no podría tratar este tipo de miedos que me generaba el tener que enfrentarme a tener que ver nuevamente a Paul. Porque en realidad no tenía nada contra él, tan solo que había aprovechado las oportunidades que le había ofrecido y que sin saberlo se había follado a la mujer que amaba.

Todo esto aparentaba que las cosas podían ir mejorando en forma paulatina, pero mi problema estaba lejos de poder ser resuelto. Durante esas noches permanecía durante algunas horas reflexionando lo que en verdad me molestaba y que me generaba este problema, pero no podía encontrar algo nuevo y que no haya pensado antes, aún mantenía aquel dolor y remordimiento de lo sucedido, pero en mi interior sabía que algo más me había causado esto y no podía descubrir qué.

Durante esas noches incluso yo intentaba con todas mis fuerzas lograr excitarme con la hermosa mujer que dormía a mi lado, pero por más esfuerzos que hacía no conseguía que mi cuerpo despertara con la dureza necesaria como para iniciar cualquier ataque. Incluso llegué al límite de imaginar a Karina en la cama o en situaciones excitantes, pero no lograba más que conseguir frustrarme aún más, como era posible eso. Ya incluso en el límite de mis miedos busqué en la pornografía algo que me ayudara a confirmar que si podía solventar este problema más tampoco logré que mi miembro se recuperara y aquello ya resultaba completamente inútil.

Con el paso de los días llegó una nueva cita con Susana, habíamos realizado nuestra tarea y al menos por ese lado creo que logramos mejorar mucho en nuestra comprensión de lo que aquella noche me provocó, pero estaba claro que de mi lado al menos yo no fui completamente sincero por lo que la duda de que también mi esposa estuviera guardándose algo me provocaba más desazón. Llegamos al consultorio de Susana y aunque ya sabíamos de qué iba todo, un nerviosismo creciente estaba inundando mi pecho, tenía miedo que la psicóloga llegara a la conclusión de que no iba a recuperarme y eso me estaba comenzando a causar un terrible temor.

Tras los saludos de rigor y habiendo terminado la típica etapa de romper el hielo comenzamos con el resultado que nuestra terapeuta había deducido de nuestra primera sesión. Aquí me encontraba expectante ante el resultado de Susana y mucho más con la posible terapia que debía tener.

  • ... tras todo esto los resultados creo que fueron positivos chicos... - decía Susana mientras observaba algunos apuntes y estadísticas que había generado y que sostenía entre sus manos.

  • Esperamos que esto al final funcione - dijo Tatiana mientras que sentada a mi lado sostenía mi mano en señal clara de apoyo.

  • Muy bien chicos, primero del análisis que realicé en su primera evaluación se ha generado unos resultados que he querido compartirlo con ustedes ya que estos serán la base con la cual trabajaremos en su tratamiento, pero primero he de decirles que yo soy partidaria de un tipo de terapia muy específica para cada caso y que debe estar enfocado en el trauma específico que has sufrido.

  • ¿Entonces ya sabes que es lo que tengo?

  • Podríamos decir que si, la evaluación ha sido muy efectiva gracias al trabajo de ustedes dos, por tanto, yo puedo indicarte que tienes un trauma causado por la última relación que tu esposa mantuvo, pero no necesariamente en su completitud sino en un punto específico de esa situación... Lo que quiero decir es que un hecho en específico fue el que generó tu problema.

  • ¿Entonces es por haberme acostado con aquel hombre?

  • No Tati, eso es algo confuso porque las palabras y los hechos no fluyen de forma similar en la mente, ya que hay situaciones que, aunque nos parecieran inofensivas en unos ojos, son las que más daño causan a nosotros.

  • ¿O sea no fue por eso?

  • Si y no, es el motivo que tuviste relaciones con otro hombre, pero de lo que pude deducir no fue precisamente porque te acostaras con él, sino por otro punto que estoy casi segura se produjo cuando Julián vio que tú le hiciste una felación a Paul. Ese estimo fue el hecho que más influencia causó en la disfunción que sufre en este momento. Tengo la certeza de que el hecho de que te acostaras con él ha impactado y afianzado el problema, pero su detonante fue ese instante en específico.

  • Pero... ¿Por qué eso generaría tal impacto?

  • Julián eso es muy complejo de entender ya que cada cerebro funciona diferente, pero al parecer cuando tú viste a tu esposa teniendo sexo oral con otro hombre tu mente asoció eso a varios sentimientos: perdida, infidelidad, dolor, pero a más de eso y en ese momento que ocurrió lo sentiste, también a impotencia ya que no pudiste hacer nada para evitar que aquello suceda y esto te genera este efecto en tu cuerpo, pero todo está generado en tu mente.

  • No podía... hacer nada... - dije mascullando sus palabras, que tal vez ese era el motivo, el no poder hacer nada por evitar que mi esposa tenga sexo con Paul.

  • Creo que ese es tu problema Julián, el creer que no podías hacer nada por evitar que tu esposa tenga una relación con otro, pero si tenías elección y podías hacer frente a aquel suceso con madurez y bueno justamente en base a esta consideración he diseñado la primera terapia que espero pueda desbloquear aquel sentimiento de impotencia que tienes tan afianzado en tu psiquis.

  • ¿Lo vamos a hacer ahora? - pregunté algo ilusionado en poder encontrar la solución a mi problema, pero al mismo tiempo nervioso por el resultado.

  • Por supuesto... Pero he de decirte que, aunque todo salga perfectamente, los efectos no serán como enviarte una receta y tras dos pastillas funcione, tomará su tiempo y necesitará mucha fuerza y voluntad. Ahora salgamos, que el tratamiento no vamos a realizarlo aquí.

Junto con Susana salimos de su consultorio para dirigirnos a un establecimiento algo alejado, no podía entender que podíamos hacer allí, pero seguramente no era nada habitual ya que Susana, quien iba manejando, un par de veces tuvo que consultar su mapa para encontrarlo correctamente. En el trayecto ella se encargó de no darnos ninguna pista del tipo de tratamiento que ella había diseñado y que seguramente debíamos superar.

Al llegar era una especie de bar o club de no sé qué tipo, al estar en la puerta con una llamada de Susana una mujer de mediana edad se presentó en la puerta de entrada para servir de guía. Al inicio nos indicó que todo se encontraba listo y que las cosas estaban preparadas más nada estaba claro de lo que allí iba a realizarse.

Nos condujeron a un salón con butacas gemelas donde un conjunto de espejos y esquinas daban la sensación de una enorme amplitud, aunque esencialmente era un cuarto pequeño e íntimo. Miraba a mi esposa con mucha expectación y nerviosismo, ella por su parte me miraba extrañada y creo que incluso con miedo, pero ya estábamos aquí y todo era parte del tratamiento.

Llegado el momento Susana nos indicó que nos cambiásemos de ropa, dándonos una bata de tela fina e indicándonos que debíamos desnudarnos y utilizarlas como único cubrimiento. Mientras nos cambiábamos nos dejaron solos en aquel lugar, una sensación de desconcierto nos inundó, aquello no era para nada algo que nosotros habíamos previsto, en mi mente suponía que largas horas de un sofá contando mis penas iban a ser necesarias para recuperarme, pero justo ahora comprendí que nuestra psicóloga opinaba diferente.

Con nerviosismo fuimos dejando toda nuestra ropa, quedamos totalmente desnudos a excepción de aquella fina bata, cuando estuvimos listos, nos sentamos en aquellas extrañas butacas en las cuales podíamos ver nuestros rostros frente a frente, pero sin estar sentados juntos. Cuando Susana entró vino acompañada de cuatro jóvenes dos hombres y dos mujeres, todos eran muy guapos y atléticos, llevaban una bata similar a la nuestra, más la naturalidad con la que se mostraban nos diferenciaban sobremanera.

  • Muy bien chicos... estoy segura de que están muy inquietos sobre lo que pretendemos realizar aquí, pero quiero que tomen las cosas con calma, aunque he de confesarles que siempre he sido de la idea de que para males terribles necesitamos remedios similares por lo que eso es lo que espero de resultado con ustedes.

  • Yo soy firme creyente en las terapias de shock en estos y otros casos por lo que esto es un taller en el que recibirán una fuerte impresión y que si todo sale como espero les ayudará a despertar los traumas vividos y fundamentalmente poder superarlos.

  • Espero que sí... - dije con una terrible preocupación ya que aquella declaración de Susana me hacía prever que aquello no iba a resultar nada placentero.

  • Yo también lo espero Julián, pero antes de nada quiero que sepan que todos aquí todo será consensuado y cuando quieran pueden retirarse, pero les advierto que lo único que conseguirán es que no logremos enfrentar sus problemas. ¿Están de acuerdo?

  • Si ... - dijo mi esposa y yo casi al mismo tiempo, aunque no puedo negar que tenía mis dudas.

  • Muy bien, ahora he de decirles que su caso ha resultado muy retador y complicado para pensar una estrategia que nos permita enfrentarlo, por lo que planificar esta primera terapia me ha resultado algo muy minucioso... Mas no importa ahora empecemos.

Justo en ese momento las parejas que se encontraba con nosotros se presentaron unos como Luis y Anabel, y los otros Carmen y Marcos, todos ellos a más de ser pareja, trabajaban en este club donde entre sus particularidades es que servían de scorts muy bien cotizados y que se dedicaban a satisfacer ciertas excentricidades de los miembros de ese club. Aquella noticia me dejó bastante preocupado en referencia a la dirección que todo esto podía tener.

No es que fuera mojigato y no supiera cómo funciona el mundo, pero un lugar como el que me describían seguramente estaba lleno de gente con dinero para satisfacer sus bajos instintos y seguramente sin escrúpulos para confesarlos. Había algo que para mi forma de ver no resultaba correcto, pero como había dicho Susana, a grandes males...

  • Ahora les quiero proponer que para esta primera fase participemos en un juego de mesa un poco particular, en el que van a jugar en dos tandas en las cuales vamos a precisar un premio a los ganadores y un castigo a los perdedores. El juego es en base a estos tres dados con simbología muy particular, ya que en dos dados en lugar de que aparezcan los típicos números ahora aparecerán dibujos de partes del cuerpo y en el tercer dado solo se presentarán tres símbolos uno de continuar, otro de cancelar y el tercero de cambio.

Tanto Tatiana como Yo nos reímos nerviosamente al cerciorarnos que en un dado aparecían partes del cuerpo como los pechos, el vientre, la boca, las piernas, el trasero y por supuesto la entrepierna, mientras que en otro de los dados aparecía una mano, dos manos, un pie, unos ojos, una boca y nuevamente el trasero. El tercer dado tenía dos caras con un semáforo en verde, dos en rojo y dos en viceversa. Aquello no tenía mucho sentido en ese momento, pero seguramente Susana nos lo explicaría inmediatamente.

  • Muy bien niños, ahora el juego es muy sencillo - en ese momento sacó una baraja de entre sus ropas y puso todas las cartas recién abiertas sobre la mesa - primero vamos a jugar a la carta mayor, todos sacarán una carta y quién tiene la mayor será la pareja que gana el derecho de tirar los dados y decidir que pareja hace la penitencia que resulte del lanzar los dos primeros dados.

  • En este punto la pareja que pierda deberá cumplir con lo que los dos primeros dados den como resultado, por ejemplo, si sale por un lado las piernas y por otro dos manos, pues el hombre o la mujer deberá acariciar las piernas de su compañero con las dos manos, esto es como los perdedores decidan hacerlo.

  • ¿Y el otro dado? - preguntó mi esposa con un brillo muy especial en sus ojos.

  • Bien, el otro es en caso de que la pareja que ha ganado no le guste la decisión que hayan tomado los perdedores en lo referente a si siguen con su idea original, cancelan la prueba y no hacen nada y finalmente invierten los papeles... ¿Están de acuerdo?, ¿tienen alguna pregunta?

  • Creo que está comprendido...

Todos aceptamos las reglas y sentados en la mesa pudimos empezar aquella extraña, aunque siendo sincero divertida terapia. Al inicio ganó Tatiana y al tirar los dados pudimos ver como Luis y Anabel acordaron pasar los labios de él por el vientre de la chica. Aquella imagen de estos dos lindos muchachos acariciándose y mostrando parte de su cuerpo tapado por aquella bata debió despertarme un morbo más que imperioso, pero no había forma, mi cuerpo aún no reaccionaba. Por otro lado, mi esposa en cambio miraba con total atención como la boca del muchacho besaba durante unos segundos el plano vientre de la chica.

Al finalizar aquella escena las risas generales fueron algo que nos ayudó a quitarnos los nervios. La segunda vez gané la carta y decidí que ahora debían ser Carmen y Marcos quienes tuvieran que cumplir la penitencia, para su caso las dos manos de la muchacha acariciaron muy sugerentemente la pierna derecha de Marcos. Todo esto lo realizaron con mucha sensualidad y complicidad, por lo que la imagen era muy erótica, claro está que mi esposa debió al menos aprovechado para observar las fuertes piernas del muchacho, pero hasta ese punto no me preocupé.

La tercera ronda nosotros perdimos y tuve que sentir el pie de mi esposa por mi entrepierna, pero todo sobre la tela de la bata. Hubiera querido decir que aquello provocó algo en mi pene, más mi cuerpo no tuvo respuesta a aquel atrevido gesto aunque al menos todo no quedó en evidencia del grupo.

Durante algunas rondas más, las diferentes combinaciones comenzaron a salir a flote, y pude ver muchas partes del cuerpo de aquellos jóvenes, pero al igual que ellos también perdimos unas veces y al final nosotros también terminamos mostrándonos poco a poco con menos vergüenza ante ellos. Incluso un par de veces pudimos hacer uso del tercer dado principalmente cuando un trasero y dos manos aparecieron en el destino de los chicos, allí mi esposa decidió usar el dado de cambio ya que ellos habían decidido que Anabel sería la sacrificada en mostrar su trasero, pero para mal de todos salió cancelado y al final no pudimos ver ninguno de los dos.

  • Bien... bien... chicos... Creo que ya todos tenemos más que claro la dinámica de este juego, por lo que ahora viene la parte más terapéutica...

Todos sonreíamos y nos sentíamos muy a gusto, había casi olvidado el motivo de nuestra visita y por tanto la necesidad de corregir mi impotencia. En ese momento no me pareció que pudieran influenciarse mucho las cosas, más estaba completamente equivocado.

  • Ahora vamos a hacer unos pequeños cambios en el juego, primero el dado de control podrá ser solicitado por cualquiera de los participantes, solo podrán sacar la carta mayor los chicos y ahora no hay penitencia ya que quien saque la carta mayor lanzará los dados... Pero claro falta algo y es el cambio fundamental ya que ahora van a cambiar de pareja entre todos...

  • O sea... - dijo mi esposa mientras veía como Luis y Marcos se levantaban de su puesto para acercarse a nosotros- ¿Ahora tendré que jugar con...?

  • Sí, efectivamente ese es el cambio... Y quiero darles la razón, lo que quiero con esto es provocar un poco la situación y forzar que todo este juego pueda ser mucho más competitivo y que ahora si se esfuercen en ganar...