Necesito movimiento en el cuerpo. Primera parte.

A veces hay que conocer a las personas a través de aplicaciones de móvil, y si encima resulta que viven cerca de ti y que trabajan en la misma localidad en la que resides, se hace hasta interesante tener encuentros sexuales con ellas, pero si encima son mujeres que tienen una vida en pareja, es lo +

Contacte a través de una de las aplicaciones por móvil con esta mujer que llamaré Justi, aunque no sea su nombre real.

Ella en su perfil ponía claramente que necesitaba un hombre que le diera movimiento a su cuerpo, claro que no era un movimiento normal, y tras varios mensajes que nos intercambiamos, quedo claro que necesitaba sexo del bueno, de ese que se tiene a veces o que deseamos tenerlo a diario.

Como Justi vivía relativamente cerca de donde yo lo hago, pues quedamos un jueves para así conocernos y ver si teníamos ese feeling o atracción, pero claro, no siempre se tiene, aunque el deseo de ser devorada o de ser comida se dé en todos los casos, y aunque yo sigo diciendo que no soy un modelo o un hombre muy atrayente físicamente sí sé cómo hacer que una mujer me recuerde sexualmente por eso, con ella fui sincero. Parece que la sinceridad a veces siempre abre más puertas que una mentira piadosa, por lo que sabiendo ella que yo le iba a intentar agotar pues quedamos ya para saber si estaría dentro de sus posibilidades. Lo hicimos en su casa, aunque ella no queda con sus amantes en su propia casa, prefiere ir a otros sitios, con el motivo de tener una excusa por si no le gustaba como iba a ir dicho encuentro, pero en mi caso se lo expuse claramente “si no te gusta lo que hagamos, me lo dices y yo me visto y me voy, que no quiero tener que buscarme una excusa para que me digas que no”, y se queda tan amigos o como diría yo más sutilmente “ha sido un placer conocerte pero los astros hoy no se han puesto de acuerdo”.

Parece mentira, pero un sábado da para mucho juego, sobre todo si quedas con una mujer más joven que tú, y que ella tenga ganas sobre todo de experimentar los placeres de la carne, así que quede con ella para comer, en su casa, y así estaríamos más tranquilos. En el caso de ella, al llegar a su casa, digamos que la pille un poco arreglando su casa, eso que llamamos “hacer una limpieza rápida para que no te vean las bragas o el sujetador tirado de la última noche, así que, como la pille recogiendo todo, porque no quise llamarla y decir que estaba esperando en el coche a que ella me dijera que ya podríamos vernos, pues digamos que le di esa sorpresa, pero claro, no a todas las mujeres les gusta que la vean recogiendo, así que, para que no se sintiera mal por mi inoportuna llegada, me puse a ayudarla a recoger lo que quedaba por su salón y creo que eso incluso le gusto más que el ramo de flores que llevaba para dárselo, aunque luego íbamos a jugar un poco con los pétalos, así que, viendo como en pijama estaba recogiendo, note como su culo se movía bien, y ya cuando acabamos fue cuando le dije que nos podríamos dar una ducha juntos, aunque yo estaba limpio (siempre salgo de casa duchado) y apenas me había puesto a sudar mucho al ayudarla, pero tenía ya ganas de notar su cuerpo desnudo pegado al mío, y ella que si había sudado, pues como que le pareció bien, por eso nos fuimos juntos, besándonos y metiendo mano para quitarnos la ropa hacia su dormitorio, en donde tenía su cuarto de baño, por lo que en cuanto llegamos, digamos que habíamos dejado un sendero de ropa tirada, la ropa que teníamos puesta, pero quitada toda, tanga, bóxer y todo, por eso, cuando la vi totalmente desnuda no pude evitar tener una erección que ella claramente le gusto porque estuve todo el rato sin que bajará la presión sanguínea y Justi sabía que era por ella, cosa que siempre alegra a una mujer que le tengan tanto deseo sexual, así que, al meternos en la ducha plana y poner el agua saliendo a una temperatura que no nos quemábamos ni nos congelábamos, pues yo empecé a enjabonar su espalda y precioso culo mientras que ella se acicalaba sus pechos y sus labios, hasta que como siempre pasa en esa posición de ella de espaldas al hombre, el roce de su culo contra mi miembro hace que se sienta mejor, con ayuda del agua cayendo por su espalda, con el gel que hace milagros aparte de limpiar el cuerpo, en fin, la conjugación de agua con el gel y esa espuma que suelta, más el roce de los cuerpos impregnados esa mezcla, más que ella ya tenía ganas de sentir mi miembro entrando y que yo ya deseaba empezar a sentir el calor uterino de Justi, pues hizo que en un solo movimiento, entrará mientras ella soltaba un ligero gemido de beneplácito mientras yo empezaba a jadear por esa posición que tanto me excita, y así, mientras ella se apoyaba con sus manos en la pared de la ducha, yo le agarraba de sus tetas y empujaba lentamente contra su culo, hasta que llegó un momento en que no pude meter más, tampoco es que eso fuera un túnel y yo tuviera una tubería para ensartar todo, por lo que en cuanto ya estuve dentro, Justi movió su culo como retirándose de mí y yo lógicamente agarre de su melena con una de mis manos y con la otra empecé a masturbar su clítoris para así proporcionarle más placer del que ya estaba teniendo.

Estuvimos un buen rato en la ducha, con ese primer polvo acuático que todo el mundo hemos soñado, solo que Justi me lo estaba relatando a base de gemidos y sobre todo diciéndome que se sentía muy llena, ya fuera por el grosor que se estaba follando por su coño o ya fuera por la posición que aunque tenía las piernas separadas, su cadera estaba claro que si estaba algo cerrada, pero la cuestión es que tuvo que cerrar el grifo porque ya no podríamos aguantar tanta lubricación de líquido, por lo que en cuanto dejo de caer agua de la alcachofa note como sonaban nuestros cuerpos, al chocar mi cadera contra su culo, y que ella gemía y jadeaba y yo jadeaba mientras empezaba a destrozar su maravilloso cuerpo, por lo que no sé si ella llego a tener uno o varios orgasmos, lo que sí sé es que cada vez que tenía uno se tenía que sujetar bien a la pared, y notaba como sus piernas flaqueaban un poco, por lo que decidí decirle que nos fuéramos a la cama y así al menos seguiríamos en una mejor posición.

Lo hicimos, porque ya nuestros pies empezaban a resbalarse y no es bueno tener un accidente en la ducha, y menos follando como estábamos haciéndolo, es decir, yo solo me sujetaba a su cadera y no paraba de entrar y salir de ella, y Justi se sujetaba a lo que podía, ya fuera la mampara o ya fuera la pared, pero si era cierto que en una par de ocasiones entre el balanceo de sus tetas y de mis movimientos fuertes contra su culo, perdía ella el equilibrio, y eso puede parecer incluso morboso, pero conlleva un riesgo, así que, sin secarnos, nos fuimos, pegado, ella delante de mí y yo metido aún dentro de ella, hacia su cama, cosa que eso si es realmente delicioso, porque ellas no suelen andar con una polla metida en sus coños, y parece ser que la encendió más, por eso cuando se echó en la cama se separó de mí y dándose la vuelta rápidamente se tragó mi miembro por su boca, para deleitarse con los jugos que me envolvían, de ella, de sus orgasmos y de que tenía ganas de tragar todo lo que antes se había tragado su coño, que por cierto yo ya tenía ganas también de comérmelo, por lo que mientras yo estaba de pie y notando como su garganta y boca intentaban tragarse el máximo posible, pues a mí me entraron ganas de o bien tumbarnos y hacer un maravilloso sesenta y nueve o follarle la boca, pero como no me dejaba que me tumbará, pues agarre de su melena y empujando hacía mí, empecé a follarle lentamente su boca.

Que delicia.

Que placer.

Que gozada.

Que lujuria.

Saber que tienes a una mujer caliente de treinta y nueve años, degustando tu miembro, mientras tú empiezas a follar su boca, lentamente, para que no se ahogue, y para que se acostumbre a tu tamaño, para luego forzar esa follada a que sea más rápida, mientras sientes en tu capullo como los dientes y las muelas se rozan, mientras sientes como su campanilla y garganta te acarician tu piel mojada, mientras sientes como sus gemidos y jadeos se confunden con el sonido de follar, ese sonido característico de que sabes que si aceleras la puedes ahogar y si vas lento incluso ella se quejará de no hacerla gozar, mientras notas como ella sola se toca su clítoris porque está en un trance sexual que la va a provocar en breve un estímulo tan grande que deseará follar salvajemente, pero en ese instante en concreto solo quiere que sigas haciendo lo que ella sabe y controla, la gran mamada sin agonía, ese derecho que toda persona tiene que recibir al menos una vez en su vida y que te lleva a olvidarte de donde estás, de que día es, de que solo eres un cuerpo, con un orificio en donde te están transmitiendo sensaciones únicas y que nadie te las puede explicar si no lo has probado antes, pero lo más importante para Justi, sabiendo que no voy a hacer nada más que darle placer con el placer que yo recibo de ella. Por eso estuvimos un buen rato, ella tragando saliva que salía de su boca, tragando incluso liquido pre seminal de mi miembro y que le encantaba, porque no se sacaba nada, se lo tragaba todo, tanto que hubo un momento en que tuve que follarla más rápido, no para llegar yo al orgasmo, sino para que ella lo tuviera, desde su boca hasta su coño, y por eso, cuando ya note que le temblaba mucho su garganta entonces saque mi miembro y agarrando su cuello, le metí mi lengua en su boca, para también saborear lo que ella estaba degustando con tanto ansia.

Tras ese beso guarro y ensalivado, le dije que deseaba comerme lo que su coño tenia retenido, pero ella quería seguir haciéndome la mamada, por lo que me tumbé en la cama, y la deje que ella se pusiera cómoda encima mía, y así, mientras yo tenía todo su coño y culo encima de mi cabeza, ella estaba sentada cómodamente, tumbada en mi pecho y barriga y tragando eso que ya sabía cómo estaba por lo maravilloso que es su boca, lengua y garganta, así que, la dejé que hiciera lo que quisiera, mientras yo me daba mi merecido y ganado banquete coñil y anal, porque también le comía su culo, cosa que a Justi parecía que le ponía incluso más salida de lo que ya estaba.

La verdad es que tras esa primera penetración en la ducha y que ya estábamos bastante calientes internamente el coño de Justi sabía a gloria, bueno, tenía un sabor especial con la mezcla de su orgasmo anterior, con ese toque algo salado que siempre le da cuando se tragan una rica polla pero además se podía degustar ese sabor almizcle característico de una mujer totalmente entregada al deseo de que siguieran follando su cuerpo, por eso que me puse concentrado y solo iba de entre sus labios, entre su clítoris, entrando en su cueva y metiendo de vez en cuando mi lengua en su ano, de tal manera que no me di cuenta de lo que ella estaba haciendo con su boca y la verdad es que como lo hacía bastante bien empecé a notar en que ya tenía ganas de soltar mi leche, pero podría haberle dicho que me iba a correr, aunque muchas veces me ha gustado hacerlo sin que ella o la mujer que me la comía lo supiera, no porque fuera a saltar un chorro largo, sino porque a veces es mejor la sorpresa a que te digan que va su regalo, ya no es lo mismo, aparte de que me gusta que ellas no sepan cuando voy a explotar, por eso, llegado el momento, me concentre más en darle a ella placer que en el mío propio, pero notando como su boca me hacía una buena paja, pues me derrame completamente dentro de su garganta y algo en su boca, y creyendo que se iba a esperar a que parará de sacar toda mi leche, hice que mi cadera le follará un poco en mis últimos empujones, a lo que ella, Justi, sin decir nada y sin parar de hacer ese movimiento de cabeza, siguió hasta tragarse todo mi líquido, cosa que la verdad sea dicha, sentir como explotas en la garganta de una mujer, y notar como ella misma sigue haciéndote saber que quiere más, es algo que deberían de probar todo el mundo, al menos yo siempre quiero seguir, por eso cuando noto que mi pene iba a ponerse en modo reposo tras mi eyaculación pues acelero su movimiento, intentando que no perdiera esa rigidez que había conseguido minutos antes, así que, no pude evitar volver a estar erecto de nuevo y entonces fue cuando ella se incorporó.

Vino hacia mi boca, toda llena de sus jugos, y sabiendo que estaba a punto de soltar ella otro orgasmo, quiso retardar, por eso, se sentó encima de mi polla, clavando todo el mástil dentro de ella e hincando sus uñas en mi pecho, soltando un jadeo seguido de un gemido solo pude entender algo parecido a “joooooodeeeeeeer” pero claro, tampoco es que quisiera saber todo lo que salía de su boca, por eso, en cuanto ella se tragó literalmente mi pene fue cuando note que efectivamente, sin apenas haberme movido dentro de ella, su vagina temblaba, su cadera vibraba, y su coño explotaba por dentro.

Justi había tenido un merecido orgasmo tras meterse ella solita mi herramienta.

Dejé que se recuperará y como yo acababa de tener mi orgasmo, pues deje que me cabalgará a su ritmo, empezando a menear solo su cadera, sin cabalgar nada, en ese maravilloso movimiento que toda mujer sabe hacer que hace que nuestro miembro salga no del todo, pero entre de nuevo y así ellas se masturban su clítoris contra nuestra pelvis, por eso, cuando empezó esa danza de cadera, digamos que sentía como su zona G me rozaba todo mi capullo, notaba incluso que ella estaba aún más cachonda, y por eso la deje que disfrutará y llevará las riendas en esa posición, aunque también os digo que sé que a muchas mujeres les gusta esa posición, porque ellas solas se estimulan por dentro y las hace incluso tener algún que otro orgasmo encadenado, cosa que Justi lo comprobó en realidad, porque no tardo ni un par de minutos en tener otro, y entonces fue cuando me dijo:

— Mi primera vez desde hace ya bastantes años que un hombre me hace tener dos orgasmos seguidos en menos de lo que me esperaba, — mientras se acercaba a mi boca para darme un beso y meter su lengua mientras sentía como salía un poco mi verga de su coño, para seguir diciéndome casi con la respiración entre cortada, — y que sepas que esto me está gustando mucho, así que no pares, por favor.

¿Cómo voy a parar yo en ese momento, si realmente lo estaba ella haciendo todo? Pues eso, que seguí acariciando su culo y espalda, ya que no podía hacer nada más, porque el resto lo hacia ella, en cuanto pudo recuperar fuerzas y seguir con su baile de cadera.

He de decir que Justi se movía casi como una bailarina de la danza del vientre, porque solo movía la cadera, el resto de su cuerpo no se movía y claro, que una mujer tenga esa elasticidad en su cuerpo hace que se multipliquen las sensaciones, y que menos que aguantar como un campeón hasta que ella no pudiera más, por eso, mientras ella movía su cadera, me hacía un maravilloso masaje en mi polla con las paredes de su vagina, así que, volvía a tener mi mástil tan duro como una barra de acero y eso pues hizo que incluso volviera a sentir que le venía el orgasmo, pero aquí quise ser incluso algo cabrón con ella, por lo que empecé a mover mi cadera en el movimiento de arriba y abajo, aceleradamente para que así empezar a follarla, ya que era la hora de que realmente el baile de vientre se convirtiera en la follada vertical de su coño y así al menos ella prolongará un poco más su orgasmo. Digo “prolongar” porque fue darle diez embestidas verticales y caer de nuevo encima mía, jadeando y suplicando con todo su cuerpo encima del mío que parará un poco, porque apenas sentía ya las fuerzas, pero yo no le hice caso y seguía metiendo y sacando, al menos unas cuantas veces más, incluso le agarre de su melena y la estuve estirando para que sintiera que ya no dominaba ella la situación sino que era yo quien volvía a tomar las riendas y fue cuando su espalda se arqueo un poco el detonante para que acelerará más mis embestidas, ya que ahora no era Justi una mujer que estaba siendo follada, sino era un cuerpo que lo estaban taladrando, o al menos eso me hizo pensar su cuerpo, que se dejó hacer por mí lo que quería, ella jadeando, casi apenas gritando y sus tetas bailando al son de mis embestidas, mientras su coño gritaba con el chasquido de estar completamente mojado y follado, hasta que paré para que ella pudiera recuperar un poco sus fuerzas. La separé de mí, la deje tumbada de lado al mío y yo con ganas de destrozarla, me incorpore para que intentará lamerme mi polla, pero no podía apenas ni sacar su lengua, por lo agitada que estaba, así que, esperé a que se recuperará, mientras me levantaba de la cama e iba a por algo de beber a su nevera, en la cocina, y cuando llegue, Justi se había quedado como la había dejado. Pero ya empezaba a recuperar su respiración, y claro, yo ya tenía algo menos mi erección, así que, pronto iría de nuevo a por ella, pero ahora quería que nos tomáramos un respiro merecido.

Me comento poco a poco que estaría bien que paráramos un poco y así comíamos algo, porque la verdad es que eran las cuatro de la tarde y como íbamos a seguir, que mejor que recuperar fuerzas, por lo que ayudando a que se levantará note como de sus labios le salía ese preciado tesoro blanquecino que todo comedor de coños sabe que es, por lo que nada más ponerse de pie, me agache y le pase mi lengua por sus labios y clítoris, lo que hizo que Justi volviera a sentir esa sensación tan placentera pero en vez de quitarme o irse ella para otro lado, se agarró a mi cabeza y me dejo que la limpiara de todo lo que su coño expulsaba, hasta dejarle completamente reluciente, acto que me encanta en una mujer recién follada. Aunque creo que la deje con ganas de tener otro orgasmo, pero volví a ser malo y me incorpore para meterle mi lengua en su boca así ella también relamería sus jugos y orgasmos, vamos, que compartí con ella su preciado tesoro interno. Y nos fuimos abrazados hacia su cocina, totalmente desnudos y oliendo a sexo por todos nuestros poros.