Necesitada de sexo (3)

De nuevo volví a caer a las ordenes de mi viejo jefe.

Esta es la tercera parte del relato:

Toda aquella situación me desbordaba, me habia convertido en la puta de aquel viejo, de mi jefe, y no podia controlarme, obedecerle y sentirle dentro de mi, me excitaba. Lo ocurrido con Pablo, fue lo máximo, fue ahí donde comprendi que disfrutaba siendo su puta obediente, y deseaba más y más.

Pasaron los dias, durante el trabajo, las caricias y manoseos de Diego eran frecuentes, llegando a tener en muchas ocasiones sexo oral, y a repetir nuestros polvos. Cada dia me sentia mas ardiente, necesitaba mas. Habia olvidado la poca atención que me mostraba mi esposo,estaba obsesionada con el placer que me daba Diego, estaba totalmente entregada a él. Ese miedo a lo que podia pasar si alguien se enteraba de lo que hacia con ese anciano,era muy morboso.

Pero al mes de tener mis encuentros con mi jefe, ocurrio algo que no esperaba:

Un dia al finalizar mi jornada de trabajo, Diego me dijo que me presentara en su casa esa noche, ya que sabia que mi marido trabajaba,y no sospecharia nada.

Jamás me habia invitado a su casa, era la primera vez, pero pense que seria excitante hacerlo en su casa, que me follara alli. Entonces me dio un paquete envuelto con papel de regalo,y me dijo que fuera vestida con eso.

Al llegar a mi casa, impaciente lo abri. Una parte era un vestido negro de tirantes, muy ajustado por la parte de arriba, dejando ver un buen escote, y por la parte de abajo tipo falda, sin ser ajustada pero dejando insinuar mis curvas, justo por encima de la rodilla. Era precioso y muy insinuante.

La otra parte del regalo,me sorprendio mas, era un conjunto de ropa interior roja, con unas medias de las que llegan a mitad del muslo, con el liguero para sujetarlas, y unas braguitas de encaje, a juego con el sujetador.

Cuando llego la hora, solo vistiendome asi para el, con la ropa que el me habia comprado, me senti muy caliente. Me mire al espejo y me vi asi vestida,con el liguero,la ropa interior roja, y parecia una verdadera puta, y eso me calentaba.

Termine de vestirme, y Sali hacia su casa. Llegue puntual. Llame a la puerta y abrio.

Me miró de arriba abajo, con mirada de deseo. Hubiera deseado que se echara sobre mi alli mismo, ya estaba amuy caliente y deseando que me poseyera alli, sin hablar, asi sin mas.

Me hizo pasar, estaba ardiendo, aquella situación era excitante. Pero al entrar a su salon,me sorprendi, alli estaba Pablo otra vez

-Otra vez no, Diego, que se marche-

-Cariño, solo viene a mirar, como la otra vez, no digas que no te gusto que nos mirara-.

No podia negarlo, aunque no me hacia gracia, acepte, porque estaba muy caliente y como ya me habia visto asi,tampoco pasaria nada.

Pablo estaba como timido, parecia como la otra vez, avergonzado por lo que hacia, peor en su pantalón ya se veia su calentura. Para esos dos viejoso tener una mujer como yo, no habia pasado jamas por su imaginación.

Alli mismo, en el salon, diego se pego a mi por detrás, sus manos masajeaban mis pechos, su bulto se movia rozando mi culo, por encima de nuestras ropas. No tardo en quitarme el vestido, al verme con la ropa interior que llevaba, Pablo se quedo perplejo, no podia creer verme asi.

-Ves Pablo, te dije que hoy seria especia,jaja-.

Todo aquello me excitaba demasiado, y mas cuando vi que Pablo no podia mas, y solo verme asi, se habia sacado su polla y comenzaba a menearsela, y rapidamente se puso dura.

Diego tambien se habia desnudado, y podia sentir su verga rozando mis nalgas, y mis braguitas por detrás. Me susurro al oido:

-Te gusta que Pablo te mire putita?

-Si, sabes que si-. No pude negarselo, porque era la verdad.

Notaba la verga dura y caliente de Diego rozar mis nalgas,y sus manos se adentraron por debajo de mis bragas, acariciando mi coño empapado.

Estaba excitadisima, con aquellos dos viejos asquerosos. Ya no podia esperar mas, no podia esperar a que Diego llevara la iniciativa, y le susurraba:

-Folleme ya, no puedo mas, necesito sentirle bien dentro.

-Pero que zorra eres Anabel-.

Sus palabras hacian que mi coño chorreara mas todavía, estaba a punto de tener un orgasmo, y no pude evitarlo, y me corri en sus dedos.

-Mmmmm,muy bien putita-. Y se llevo sus dedos a la boca, saboreando mis jugos,y luego los puso en la mia, y los chupe con ansia. Deseaba más, necesitaba sentirle dentro de mi.

-No puedo más, quiero sentir su polla dentro mi , metamela ya-.

Mis palabras volvian loco a Diego, y aceleraba sus caricias bruscas sobre mi cuerpo.

Me llevo a su habitación, era tipica de ancianos, llena de muebles antiguos y fotografias. Me empujo de golpe, bruscamente, dejandome boca abajo en la cama, y dejo caer su cuerpo sobre mi, aplastandome contra la cama.

Me agarro de mi melena, la echo a un lado y acerco su boca a mis oidos:

-Voy a follarte, pero esta vez voy a follarte el culo-.

Me dio un escalofrio al oirlo, jamas mi esposo me lo habia hecho por atrás, lo habiamos intentado varias veces, pero sentia mucho dolor, y siempre nos habiamos echado atrás.

-No ,eso no Diego-.

-Callate zorra, te la voy a meter por detrás-.

-Nooo, el culo no por favor-.

-Veo que nunca te lo han hecho, pues tu viejito te va a desvirgar ese culo de ramera.

Senti como me arancaba con violencia mis bragas, dejando mi culo a su disposición. Intentaba soltarme, para que no lo hiciera, pero pesaba demasiado.

Entonces llegó Pablo con un bote de aceite, lo tenian todo preparado, lo habian planeado. Me movia con mas fuerza, mientras sentia como untaba con sus dedos el aceite por mi ano, lo lubricaba introduciendome su dedo mojado en aceite.

Me dolia, intente escapar, pero Pablo me agarro de los brazos, y eso, con el peso de Diego me dejo inmóvil.

-No, no siga, no lo haga por favor-.

Pero mis gritos no lo detenian, y en ese instante note como la punta de su verga acariciaba la entrada de mi culo, presionando cada vez mas, con mas fuerza, sentia un dolor insoportable, grite muy fuerte.

-Pablo, haz que esta puta se calle-.

Agarro mis bragas, y las metio en mi boca, y siguió agarrando mis brazos. Estaba inmóvil, con mi sostén y mi liguero,con mis propias bragas en la boca, que impedian que pudiera gritar. Ese viejo iba a violarme, iba a follarme e l culo sin mi consentimiento.

Cuanto mas apretaba, el dolor se hacia mas insoportable, no podia hacer nada para evitarlo. Pense que ese era mi castigo por haber sido infiel a mi esposo, y por haberme dejado llevar como una puta por el viejo.

Cuando ya creia que el dolor no podia ser peor, note como mi culo se abria, como su verga me rompia el ano, crei desmayarme. Intentaba gritar, pero las bragas en mi boca me lo impedia, ahogaban mis gritos.

En seguida, senti como se movia, cada vez que se movia dentro de mi, notaba mis carnes abrirse, desgarrarse, me quemaba.

Solo deseaba que aquello terminara cuanto antes, y tras unos minutos, los mas largos de toda mi vida, senti como mi culo se llenaba de sus semen. Estaba atontada por el dolor, casi sonambula, podia sentir todo lo que me hacia, pero era como si no estuviera alli.

Terminó, y se salio de encima mio. Pero no tenia fuerzas para moverme, la mezcla de sangre y semen salian por mi ano.

Pablo me solto, como pude me quite las bragas,para poder respirar,con voz apagada dije:

-Eres un cabron, porque me has hecho esto?

-Eres mi putita, y hago lo que quiero contigo.

Esas palabras que en anteriores ocasiones me excitaban tanto, ahora me resultaban humillantes, pero solo podia pensar en el tremendo dolor que sentia.

Me gire como pude boca arriba, pero no tenia fuerzas para moverme.

-Me voy a dar una ducha putita,puedes irte cuando quieras.

Hacia esfuerzos para levantarme, pero era imposible. Cuando creia que ya nada podia irme peor, al abrir mis ojos, vi como Pablo, aprovechando la ausencia de Diego, estaba frente a mi de pie, masturbandose viendo mi cuerpo semidesnudo.

Pero entonces se echo sobre mi, con las pocas fuerzas que me quedaban, intente sacarmelo de encima, forcejeaba con el, pero estaba muy debil y después de tres torpes intentos, note como su verga entraba entera en mi vagina.

Se movia muy rapido, era asqueroso sentirlo dentro de mi, y sentir su aliento sobre mi cara cada vez que me la metia.

A pesar del asco que sentia, me quede inmóvil, no tenia fuerzas para quitarmelo de encima, y esperaba que acabara cuantos antes, solo me salian de vez en cuando un no,con voz apagada, pero Pablo seguia.. Cerre los ojos, no queria ver esa cara mientras me follaba.

En una noche habia sido violada dos veces,y me sentia sucia,yo me lo habia buscado pense. Al poco tiempo, senti su liquido llenar mi vagina, y mientras lo hacia me pasaba su lengua por mi cara

-Toma puta, toma , te he follado….-.

Se levanto y se vistio con rapidez, como con miedo a las consecuencias y se marcho. En cuanto reuni fuerzas, me vesti y me fui muy dolorida a mi casa, pensando en todo lo ocurrido y en mi dolor.

Ese habia sido mi limite, no podia volver a ver a ese hombre ….o si?

Continuara