Necesitaba su polla dentro de mí. (1)
Es la primera parte de una aventura que viví con mi hermano. En ella cuento lo burrisima que me pone su gran polla, sobre todo ese capullo que tiene, que cuando lo tengo dentro me hace bibrar.
Estaba yo ahí, sentada frente a mi ordenador, haciendo un trabajo que tenía que entregar al día siguiente, y que apenas y llevaba la mitad. Realmente estaba estresada.
Bueno, me presento, soy Danna, chica de 18 años que hace 2º de Bachiller.
Físicamente, soy una chica bajita, 1.60, con unas tetas porque no decirlo bastante grandes, y un culo que captaba las miradas de todos los hombres, desde los niñatos de mi edad, hasta los más mayores.
Volviendo a mí historia.
Había cerrado los ojos un momento para descansar la vista cuando escuche la puerta de casa. Miré el reloj. Las 6:30 de la tarde, debía ser mi hermano Guille, que vendría de entrenar. Lo escuche subir las escaleras hasta su habitación, justo encima de la que yo estaba, el despacho de mi padre.
Escuche como encendía su portátil, pero no preste más atención ya que tenía que seguir con mi trabajo de historia. Al rato empecé a escuchar sonidos extraños provinentes del piso de arriba. ¡Eran gemidos!
Desconcertada subí al piso de arriba haber que estaba pasando. Al subir me encontré con la puerta de la habitación de Guille entreabierta, disimuladamente me asome y le vi. Con su verga en la mano dale que te pego. Al instante de verlo ya tenia todo mi coñito mojadito, y no se porque, si era mi hermano.
No podía apartar la mirada de su polla, se veía tan grande y daban unas ganas de comérsela
Me moría de ganas, de tocarme, y no pude evitar la tentación, metí mi mano por debajo de la faldita y empecé a tocarme, estaba empapada.
En eso estaba cuando sin querer gemí un poco más alto de lo normal y eso sobresalto a mi hermano, que al abrir los ojos me encontró en la puerta de su habitación con la mano debajo de mi falda.
Sin decir nada se acerco a mí y me puso contra la pared. Me levantó la falda por detrás y empezó a pasarme sus dedos.
Yo me retorcía de placer. Cuando me metió uno de sus dedos, me sentía morir. Era demasiado placer junto. Siguió metiéndome dedos hasta tener 4 dentro. Esta yo al borde del orgasmo cuando me dijo:
-Hermanita de voy a comer todo el coño ese tan mojadito que tienes, después te voy a poner a cuatro patas y te voy a follar como nunca lo han hecho antes.
Bueno este es mi primer relato, espero que me dejen sus comentarios tanto buenos como malos, y si les gusta seguiré escribiendo.
Besitos donde quieran.
Gatita Calentita.