Navidades con la familia de mi novia II
-No, tú no eres mi amigo Javi, tú eres mi amor, lo nuestro tiene que ser amor y nunca podemos confundirlo ni con amistad o simplemente sexo, a mí me sobran los amigos.
A la mañana siguiente me desperté sobre las diez, con una fuerte resaca y dolor de huevos, no sabía el juego que se traían mis suegros ni hasta donde sabía Eva sobre sus padres, encontré en la cocina a Eva la cual al verme me regalo una de sus mejores sonrisas, era una de sus cualidades, por muy tarde se se acostará siempre se levantaba de buen humor.
-Buenos días mi amor, ¿Cómo has dormido?.-Sus brazos me rodearon el cuello para darme un morreo mañanero.
-Bien¿y tú ?-Le dije posando mis manos en sus nalgas, me vino a la mente la escena de la noche pasada.
-Ya veo que me echaste de menos.-Dijo notando mi verga ya a medio camino.
-Pues si, llevamos tres días a palo seco.-Mi mano se coló por dentro de su pequeño pijama separando sus nalgas.
-Uff, no sigas, en cualquier momento puede llegar alguien.-Dijo separándose de mi bruscamente.-Pero si te portas bien, esta noche quizás me escape un ratito.-Me dijo con una de sus miradas más picaras.
-Una cosa, veo que tus padres a pesar de estar divorciados se llevan muy bien¿Verdad?
-Pues si, siempre se llevaron como amigos, ese creo que fue su problema, su relación era amigos pero lo confundieron con lo que es la vida en pareja.-Dijo con cierta tristeza.
-Ya veo, espero que no nos pase lo mismo.
-No, tú no eres mi amigo Javi, tú eres mi amor, lo nuestro tiene que ser amor y nunca podemos confundirlo ni con amistad o simplemente sexo, a mí me sobran los amigos y sabes que de sexo fui yo la que te enseñe.
-¿Qué quieres decir con eso?-Le dije extrañado por esas palabras.
-Pues que si quisiera sexo, ¿No crees que buscaría a alguien que supiera más que tú o estuviera más dotado?-Su mano estaba por dentro de mi pijama sujetando mi verga alzada.
-Supongo que si.
-Eso creía yo,¿ has visto la verga de mi padre?.-Su mano ya recorría toda la verga de arriba a bajo.
-No ¿ A qué viene eso ahora?.-No quería decirle que sin duda la había visto y muy bien por cierto.
-Javi, cuando busque solamente sexo buscare una como la de el, por qué aunque la tuya no está mal, jamás se podrá comparar con la suya.-En ese momento me corrí en su mano, me la imagine cabalgando encima de su padre, sus medianas tetas botando a la vez que gemía, creo que eso fue lo que hizo que me corriera tan pronto.
-Joder Javi, te has corrido en menos de dos minutos, jaja ves como no es el sexo lo que más me atrae de ti, no, lo nuestro es amor.
Me besó en los labios y se retiró hacia el lavabo para limpiarse mi corrida. Me dejo con dudas respecto al hecho de referirse a la verga de su padre comparándola con la mía, menos mal que era su padre y eso me tranquilizaba ¿pero qué pasaría si no fuera él? ¿ que fuera otro? La verdad es que llevaba poco tiempo con ella y quizás habían muchas cosas que desconocía, por qué si conmigo no buscaba sexo ¿Dónde lo encontraba?
Apareció Rossana con una fina bata de seda, abierta dejando ver casi sus pechos libres del sujetador, yo todavía estaba de pie en medio de la cocina con mi verga a medio camino y el pijama con una gran mancha oscura, cosa que no pasó desapercibida para ella.
-Buenos días Javier.-Dijo mirando mi entrepierna sin ningún disimulo.
-Buenos días.-Note como mi cara ardía e instintivamente me cubrí con la mano intentando tapar lo máximo posible.
-No te preocupes Javier, ya somos mayores.-Se acercó mirándome directamente a los ojos, en ese momento hubiera querido que me tragara la tierra.
-Más vale que vayas a cambiarte antes de que aparezca tu suegro.-Dijo besándome en la mejilla sensualmente.
Me fui a mi cuarto a cambiarme, había empezado el día como termine la noche, mojado y con dolor de huevos, me puse pantalón y camisa por lo menos con los bóxers y los pantalones podría disimular un poco, al volver a la cocina vi que ya todos se habían levantado, no vi ninguna reacción extraña entre mis suegros que pudiera delatar lo que había pasado la noche anterior.
-Buenos días Javier. - Dijo mi suegra.
-Buenos días.
-¿Qué te parece si me prestas a tu chico un ratito Eva?, no hemos tenido ocasión de hablar, de Suegra a yerno, habría que ir a comprar unos adornos para Navidad, ¿Te apetece acompañarme?-En ese momento me sentí indefenso, esperaba que Eva me echara un cable, pero lejos de eso.
-Claro mamá, a Javi le gusta mucho todo lo que se refiere a adornos ¿Verdad Javi?.-No sabía a qué venía eso, pero accedí a acompañarla.
Íbamos de camino hacia unos almacenes y de golpe mi suegra.
-¿Te gustó lo que viste?
-Perdón.
-Mira niño, no te hagas el tonto, te vi anoche espiándonos.-Si me hubieran clavado un cuchillo estoy seguro que no hubiera sangrado, no sabía por dónde salir de aquella pregunta.
-Lo siento, me levante a beber agua, pero...
Mi suegra detuvo el coche en el arcén, apago el motor y mirándome con una sonrisa de las más putas que conozco.
-Si ya se, no querías mirar pero te quedaste un buen rato, dime ¿eres de los que les gusta mirar?-No sabía que era más duro su tono o su rostro, yo cada vez me hundía más en el asiento.
-Perdón, yo no...
-Otra vez, yo no quería.-Repitió con un tono de niño pequeño.- ¿Es que no sabes decir nada más? espero que tengas un buen rabo, por qué si no, no sé lo que ha visto mi hija en ti, enséñame tu verga.
-¿Cómo?
-Que me enseñes tu verga, que pasa ¿que aparte de mirón eres sordo?.-Su mirada ya era dura como una piedra.
Sin darme cuenta mis manos empezaron a desabrochar mi pantalón bajo la atenta mirada de mi suegra, con la bronca de mi suegra y la situación mi verga se escondió haciendo de esta una simple muestra comparada con la mi suegro, se la quedó mirando despacio lo que me pareció un siglo, fue subiendo la vista hasta quedar mirándome fijamente a los ojos.
-Sabes a mi marido lo amo infinitamente, me cuida cuando estoy enferma, salimos a cenar para nuestro aniversario en el cual me colma de regalos e incluso me hace ilusión cuando me despierto por la mañana y veo su cara, imagínate que hemos hecho planes para cuando seamos muy mayores, pero para follar ¿tú sabes lo que es follar? No te equivoques, follar no es meter la verga y ya está, no, eso no es follar, para follar tiene que ser con alguien como mi ex, y me parece que tú sabes por qué lo digo, y viendo lo que hay entre tus piernas...espero que le compres muchas flores a mi hija, pero no lo dudes, ella es como yo, así que vete acostumbrando. ¿te quedó claro?
-No creo que en la vida de una pareja no pueda existir ambas cosas, y que todo dependa de la medida de la verga.-Saque toda la mala leche que pude, intentando mantener un tono firme.
-Eso no te lo crees ni tú, apuesto lo que quieras a que no te has tirado a mi hija más de cinco días seguidos, y si eres un poco hombre me lo reconocerás, ¿ tú crees que mi hija se conforma con menos? haz los cálculos y tendrás la respuesta.
Sentí como un puñetazo en el estomago, era verdad que como mucho habíamos follado tres días seguidos, siempre había alguna excusa.
-Bueno ahora que hemos aclarado algunas cosas vamos a por esos adornos.
En ese momento su semblante se volvió angelical, era como el doctor Jekyll y Mr. Haydée, se pasó la mañana preguntándome por mi vida, yo estaba en estado de shock, no dejaba de darle vueltas a todo, me pase la mañana haciendo un repaso de los tres meses que llevaba con Eva, no encontraba ninguna grieta entre los dos, salvo lo de los cinco polvos seguidos, en cuanto volvieran tenía que tener una seria conversación con ella.
Volvimos justo para comer, me encontré a Eva tomando el sol mientras los demás preparaban la mesa, esta vez el encargado de hacer la comida fue Paco, veía a ese hombre y no me podía creer que admitiera ese rol en su vida, suponiendo que supiera el juego que le había tocado, aproveche que Eva estaba sola y decidí que era el momento perfecto, me notaba muy nervioso e intente mantener la calma, Eva me gustaba mucho pero lo que tenía claro era que yo no sería como su padrastro.
-Hola cariño ¿Cómo ha ido con mi madre?-Me dijo antes de que yo pudiera hablar, la veía como a un ángel, he de reconocer que nunca e sido de mucho carácter, bastante dócil con lo cual esa situación me venía grande.
-Bien, pero tenemos que hablar.- Mi rostro debía de tener muy buena pinta pues ella cambio de una sonrisa a ponerse sería.
-¿Qué pasa Javi?
Le conté la charla que su madre había tenido conmigo, obvie que le había enseñado la verga, ella a medida que iba oyendo veía como su cara se relajaba hasta ponerse a reír.
-Joder Eva, ¿te hace gracia?
-Perdona jajá, pero así es mi madre, no tienes que preocuparte, eso lo ha hecho con todos mis novios desde los dieciséis años.
-Pero es que ayer por la noche vi follando a tus padres en el jardín.-Solté de golpe.
Se quedó mirándome fijamente a los ojos, su mirada por un momento se parecía a la de su madre en el coche fría como un témpano.
-¿Los estuvisteis espiando? No me jodas, y supongo que te hiciste una paja ¿Verdad?- Me había desmontado, en un momento pase de poder ser la víctima en todo eso a ser un mirón.
-Te has pasado empalmado desde que llegaste, primero con Rossana y ahora con mis padres, no sé dónde está el problema pues a penas te toco y te corres como un crío, y encima te preocupas si yo seré como mi madre.
-No tengo la culpa, llevamos tres días que no hemos hecho nada de nada ¿Qué quieres?
-Ósea la culpa es mía, vamos bien Javi, ¿y qué crees? a ver, si ya se, me he follado a mi padre o tal vez a mi padrastro, ¿no? ¿Eso es lo que crees? pues si las matemáticas no fallan es lo que tendría que haber pasado.
-No lo sé, pero yo no quiero ser Paco.-Mi ira iba creciendo por momentos, y veía que la suya igual.
-Muy fácil, si no quieres ser como Paco, demuéstralo.
-¿Qué quieres decir?
-Muy fácil si no quieres ser como Paco tendrás que demostrarme que eres como mi padre, salvando las diferencias de tamaño-Otra vez salía el tema del tamaño.- esta tarde mis padres quieren salir a dar una vuelta después de comer, haré que me duele la cabeza y nos quedaremos en casa, entonces sabrás que eres.-Se levanto y sin decir nada más entró en la casa, allí estaba yo, tenía que demostrarle que estaba preparado para ser como su padre ya no por ella sino por mí.
La comida pasó sin más, yo concentrado en lo que tenía que hacer, me estaba preparando para la tarde, como si de un partido de fútbol se tratara, empezaría por sus tetas pues a Eva eso la mataba, luego continuaría besándole su cuello hasta llegar a sus orejas unos pequeños mordiscos en sus lóbulos mientras una de mis manos ya estaría en su coño, cuando viera que estaba lo suficientemente mojada la pondría a cuatro y la follaría, me estaba auto convenciendo de que lo podía hacer, normalmente podía echar hasta dos polvos en muy poco tiempo y Eva se corría.
Tal como Eva dijo sus padres decidieron irse a dar una vuelta, mientras Eva se quedó tumbada en una hamaca haciendo como que descansaba, mientras yo me quedé recogiendo la mesa pues ya que no cocine me ofrecí voluntario.
-Parece que hoy tienes que demostrar algo.-Era mi suegra que sin darse cuenta se había colocado detrás de mí, pasó una mano hasta llevarla a mi entrepierna, yo me volví mirándola con miedo que nos descubrieran.
-No se ha que se refiere.- No creía que su hija le hubiera contado nuestra conversación, empezó a frotar mi verga por encima del bañador haciendo que está se izará como la bandera, si ya sé lo que pensáis, me tendría que haber ido o haber apartado su mano, pero eso no es así de fácil.
-Estás seguro.- Su mano continuaba moviéndose por encima del bañador y yo acordándome de la noche pasada, ella allí arrodillada comiéndole la verga a mi suegro, joder en tres minutos ya estaba a punto de correrme, me soltó apartándose de mí.
-Bueno, pues que haya suerte.
Cuando se fueron todos no sin antes recibir una mirada de mi suegro que decía " Vigila lo que haces niño" Eva pasó por delante de mí y girándose.
- Vamos cariño, demuéstrame lo que eres.- Dijo mirando directamente al bulto de mi bañador.