Navidad con mi hermana (2a parte)

No deje de pensar en lo que ocurrió aquella noche...

Para saber de dónde venimos leer primera parte.

No deje de pensar en aquella, noche cómo no me di cuenta o se dio cuenta ella. Nunca me había fijado en mi hermana sexualmente. Pero había ocurrido y quería más,incluso cuándo estaba con mi novia pensaba en aquella sensación.

Y llegamos al 5 de Enero, no estaba dispuesto a quedarme así. Quería, es más, necesitaba volver a poseer a mi hermana. Compré sommiferos. A diferencia de la noche vieja, no podía esperar que todos se emborracharan y se fueran pronto a dormir.

Mi hermana llegó con su cuñado mucho más vestidos de casual. Aunque no puede dejar de mirar como sus vaqueros se ajustaban a su culo. Reaccione cuándo ya me estaba dando dos besos y pasando al salón a dejar los regalos. Espero que te guste, me dijo al oído.

Cenamos y todo estaba en calma. Pero eso no podía seguir así. Me escape a la nevera y pum, abrí la botella de cava y llene 6 copas. De ellas 4 les añadi un ingrediente especial, haciendo énfasis en las copas para mi novia y mi cuñado, mis padres se dormirían rápido aún sin ayuda y no quería atutidir a Ana. Brindamos y mis padres se fueron a dormir de seguido. Más tarde Vane me rogaba que la llevara a la cama pero insistí en quedarme con Juan y mi hermana. Veía cómo Juan se quedaba dormido, pero Ana no parecía por la labor. Mi plan no iba del todo bien. Fui al mueble bar y saque dos copas y la botella de Whisky y de la puse a mi cuñado delante y la otra a mi lado.

  • Vamos que la noche es joven, esperemos a los reyes (le dije)

Mi hermana intuyo el agravio

  • Ahí os quedáis me voy a dormir

Cuándo hubo cerrado la puerta, me dijo Juan:

  • No se que me pasa, cuñadito. Creo que no puedo.

Se recostó a un lado del sofá y se quedó tieso. Quizá me había pasado. Enseguida un ronquido salió de su boca, parecía estar bien.

Me arme de valor de dos tragos me bebí mi copa y la de mi cuñado. Sin equivocación esta vez me diriji a la habitación en la que dormía mi hermana. Abrí la puerta con la luz del baño dada, podía distinguir su silueta y su melena. Estaba decidido.

Entre y cerré la puerta, me senté a un lado de la cama y me desnude. Abrí la cama no podía ver nada pero sabía lo que había allí. Me puese efrente de ella y le busque la boca para meter mi lengua y besarla. Ella me correspondido enseguida.

  • Que poco has tardado hoy (me dijo al salir de mi boca al oído)

Quería probarla entera, baje mi cabeza hacia sus tetas y bese sus pezones.

  • Juan que juguetón estas hoy.

Aumente la apuesta necesitaba probar y oler su sexo. Metí mi lengua en su interior, juraría que el gemido se escucho en todo el mundo.

  • Ssssshhhhh

Que calor imanaba de ella,

  • Follame (me dijo)

No podía desobedecer mi polla iba a estallar y deseaba estar de nuevo dentro de ella.

Se la metí de un golpe

  • Bruto (adolecio)

Empece a embestirla y puse mi mano en su boca para intentar silenciar sus gemidos.

No tarde mucho en correrme en su interior.

-  Hoy igual si (me dijo al oído)

No entendí su frase. Salí de la habitación y volví a la otra con mi novia. Triunfal mi plan había sido un éxito.

Pero olvidé algo, mi cuñado.

Mi novia me despertó con la misma cantinela, que en año nuevo.

  • A tu hermana parece que le gusta tu cama, menuda fiesta se pego ayer con tu cuñado.

Pase del tema, me levante y mi cara fue un poema. Juan seguía en el sofá, roncando. No era reversible tanto mi novia como mis padre le habían visto. Vanessa lo miro confundia, yo fui a despertarle.

  • Cuñadito, últimamente no me aguantas nada

  • Perdón (dijo Juan sintiéndose algo humillado por haberse quedado dormido)

Poco después se levantó Ana:

  • Llevas aqui toda la noche? (cuestiono)

  • Creó que si, perdona amor (replicó Juan)

Mi cara estaba blanca, no sabía dónde meterme tanto mi novia cómo Ana parecían saber que algo no cuadraba.

  • Que abrimos los regalos? (dije intentando salir del paso)

La mañana paso sin mayores tensiones para mi alivio. Me prometí que aquello no podía volver a pasar.

Unas semanas después mi hermana vino a casa, a darnos la buena nueva

Estaba embarazada.

  • Gracias, es el mejor regalo que me podías hacer (me dijo al oído)

Lo sabía...

Continuará?