Naufragos

Mi esposa y yo naufragamos en una isla desierta junto con un joven que seducira a mi mujer.

Era la primera vez que íbamos de vacaciones con nuestros amigos, por motivos de trabajo eso era casi imposible, tanto Ramón como yo éramos socios y accionistas mayoritarios en la empresa y a pesar de que el dinero pudiera sobrarnos, francamente uno no se hace rico dejando que los demás trabajen por el, por lo tanto aunque nos reportaba muchas ganancias siempre había que andar de allá para aca y con el móvil pegado a la oreja para mantener la empresa en lo mas alto.

A Ramón le acompañaba su mujer Carolina y mi, mi esposa Judith, a pesar de que apenas tenia 4 años mas que mi esposa, la gente nos miraba sorprendidos en ocasiones, supongo que pq yo era un tipo normal que ya se estaba quedando medio calvo a sus 35 años mientras que mi esposa antes de casarse conmigo y dejar de trabajar se ganaba la vida como modelo, por lo tanto era una mujer verdaderamente atractiva con un largo pelo moreno y un pecho perfecto.

En la Republica Dominicana alquilamos un barco, junto con nosotros venían el capitán del Yate, su esposa que hacia las veces de camarera y cocinera, un hombre de unos 60 años que manejaba el barco y Héctor, un joven de unos 23 años que era el camarero del barco y el cual me cayo mal desde el momento en que le vi discutir con una mujer airadamente antes de subir al barco y a la cual tras recibir varios empujones por parte de ella la dio una bofetada, Judith me dijo que no interviniera así que lo dejamos pasar.

En mi opinión Héctor era un chulo de playa, nunca llevaba camiseta y siempre iba sacando pecho para lucir sus abdominales y su torso bronceado por el sol, Ramón no parecía darse cuenta pero yo si que me fije de que su esposa Carolina se lo comía con los ojos.

Llevábamos 2 días en el barco cuando discutí con Héctor, Ramón y yo estábamos pescando cuando le pedí unas cervezas a Héctor, a los 15 minutos fui a buscarle pq todavía no las había traído y me lo encontré hablando con Carolina y mi mujer, le grite.

"Héctor, deja de hacer gandul, estamos esperando las cervezas"

Y el me contesto " Ya va, ya va gringo caprichoso"

Desde luego que su respuesta no me agrado en absoluto, no iba a permitir que un jovencito muerto de hambre se pusiera chulo y me gritara así que se lo dije al capitán y pude oír como le daba una buena reprimenda que acabo con Héctor gritando que se largaba del barco y diciéndole al capitán que le dejara en el próximo puerto.

Nunca llegamos al próximo puerto pues mientras Ramón y yo seguíamos pescando escuche a mi mujer gritar

"Fuego, Fuego en la cubierta"

Vi como el capitán salía y nos decía que subiéramos a los botes rápidamente, así lo hicimos y sin dar tiempo a nada mas vi como una pequeña explosión destrozaba la mitad superior del barco haciendo que se hundiera 5 minutos después.

El capitán no había tenido tiempo de pedir ayuda y nuestras vacaciones estaban empezando a convertirse en una pesadilla que no había echo mas que empezar pues poco después estallo una tormenta que volcó el bote salvavidas y ya no recuerdo nada mas.

Cuando abrí los ojos me encontraba en un arrecife y Héctor me ayudaba a levantarme, me llevo andando por la playa, al parecer el había llegado también hasta esa playa, allí había encontrado a mi esposa y el cadáver del capitán que había sido también arrastrado por la corriente, llevaban allí un par de días.

Cuando llegamos a la playa vi una pequeña cabaña vi a mi esposa Judith salir corriendo con un bikini blanco, me alegre muchísimo de verla, creía que no la volvería a ver, a pocos metros vi una tumba, como luego me dijo mi esposa allí habían enterrado al capitán, de Ramón, Carolina y el resto no sabíamos nada y supe inmediatamente que no lo habrían conseguido, pero en aquellos momentos no había momento para lamentarse, había que sobrevivir y salir de allí con vida.

Los días fueron pasando y yo me di cuenta perfectamente de la tensión sexual que existía entre Héctor y mi esposa, ella consideraba que Héctor era nuestra única posibilidad de salir con vida de la isla, el era el que nos conseguía comida, el que había logrado hacer fuego y el que hizo la cabaña, pero yo desde luego no iba a permitir que aquel cabron siguiera mirando así a mi esposa así que discutí con el y me lleve a mi esposa a unos metros lejos de el, donde hice otra cabaña y la dije que a partir de ahora no nos acercaríamos a el, que sobrevivíamos por nuestra cuenta.

Héctor riendo nos gritaba "Jajaja, pobre idiota, yo soy vuestra única posibilidad, sin mis gafas de bucear no podrás pescar en el arrecife, jodido pelotudo aquí no te sirve de nada tu dinero".

Para mi desgracia no se equivocaba, no logre hacer fuego y los peces buenos estaban en el arrecife, a demasiada profundidad como para pescar sin gafas de buceo, yo sabia que Judith seguía hablando con Héctor cuando yo me iba a pescar y también sabia que comía pescado que el le daba, pero tampoco podía reprocharla que tratara de no pasar hambre, aunque no imaginaba que la cosa llegara hasta ciertos extremos.

Una mañana que Héctor dormía me desperté y pille sus gafas de buceo con las cuales me fui a pescar, cuando tenia bastantes peces me sente en el arrecife a descansar y aunque estaba lejos podia ver lo que ocurria en la playa.

Vi como Héctor se daba cuenta de que no estaban sus gafas e imaginando que yo las tenia agarro el arpon casero que tenia para pescar y se dirigio hacia el arrecife, el no podia verme pero yo a si el, supuse que venia a por mi y estaba deseando que lo hiciera pq queria matar a aquel cabron.

Pero mi esposa le agarro y le detuvo, les vi forcejear y la tiro a la playa, luego se echo sobre ella y tiro de la parte de arriba de su bikini dejando sus tetas libres, vi como empezaba a besarla y como para mi sorpresa ella no hacia nada para detenerle, fui directo a la playa, el arrecife estaba lejos y durante el caimo a nado vi como aquel hijo de puta le bajaba las bragas a mi esposa y sin que ella dijera nada solo se abrio de piernas para recibir la polla de aquel cerdo que empezo a embestir en el coño de mi esposa, apenas tardaron 5 minutos en terminar y volver cada uno a su choza, los muy estupidos no se habian percatado de que yo me dirijia hacia ellos, odiaba a Héctor pero ahora casi odiaba mas a mi hasta entonces amada esposa, se había follado a otro hombre, con su esposo a unos pocos cientos de metros de la playa.

Cuando llegue hacia mi esposa la encontre llorando, cuando me vio supo inmediatamente por la expresión de mi cara que lo había visto todo, la muy puta lloro y me pidio perdon, pero yo ni la mire a la cara, la agarre de los pelos y la arrastre hasta el cabron de Héctor, la tire sobre el y le grite

"Aquí tienes a esta puta, es toda tuya"

Luego me aleje de la playa y me interne en la espesura de la isla, podia oir todavía llorar y gritar a mi esposa que decia que me queria y que la perdonara.

Pasaron los dias, la puta de mi mujer se quedo en la playa con Héctor y yo me dedique a buscar la forma de salir de alli, la encontre, encontre el bote salvavidas golpeando contra unas rocas al otro lado de la isla, estaba dañado pero tenia arreglo, lo lleve hasta la playa para que los 2 vieran que me iba a largar de la playa, Héctor y mi mujer vinieron corriendo y se ofrecieron a ayudarme a cargar con el bote, que poca vergüenza tenia aquel cabron, se había follado a mi mujer y ahora pretendia que trabajaramos juntos para salir de alli.

Les dije que podian irse juntos al infierno y Héctor me contesto que ojala se me tragara el mar.

Judith se quedo a hablar conmigo, ni siquiera la mire a la cara, me daba asco, la muy puta trataba de justificarse diciendo que hizo lo que tenia que hacer para salvarnos, que Héctor era nuestra unica posibilidad,jajaja, la muy zorra decia que se follo a aquel cabron para salvar nuestras vidas, me levante y la di una bofetada que casi le tuerzo le cabeza, la dije que podia quedarse en la isla para siempre pq desde luego yo no iba a llevar a una puta como ella en mi bote, ella se alejo llorando.

A los dos dias pude ver a Héctor y a mi esposa, ellos no me veian a mi, creian que estaba al otro lado de la isla y asi había sido pero al volver no me mostre, me acerque hacia ellos hasta situarme lo bastante cerca.

"No te preocupes por el pelotudo de tu esposo, yo te sacare de aquí, no le necesitamos para nada".

Mi esposa se puso en pie y se quito su bikini quedando desnuda delante de aquel bastardo, era de noche pero había luna llena lo que me permitio verlo todo bastante bien detrás de unos arboles, a aquella puta no le importaba nada que yo, su esposo desde hacia años estuviera en aquella isla, la muy guarra parecia haberse olvidado de mi y entregado completamente a aquel cabron.

Mi esposa Judith se arrodillo ante el y se introdujo la polla de Héctor en la boca, recuerdo perfectamente los esfuerzos que tenia que hacer para que me chupara la polla a mi, siempre decia que eso no era propio de una mujer decente y ahora ahí tenia a la muy puta hincada de rodillas en la arena comiendose la polla de aquel jovencito.

Tras unos minutos que se me hicieron interminables Héctor tumbo a mi mujer en la orilla de playa y situo su capullo a la entrada del coño de mi mujer, presiono solo un poco introdujendo el capullo y mi esposa solto un gemido fuerte, a la vez que de su boca salieron las siguientes palabras "Follame como solo tu sabes hacerlo cariño", a lo que Héctor, claro esta no pudo resistirse y le introdujo su tranca hasta llegar a tocar con sus huevos el culo de mi esposa, Héctor empezo a bombear y se empezaron a escuchar palabras como

"Te dije que serias mia, el capullo de tu esposo no sabe follarte como mereces"

Hecotr estuvo empujandole por el coñito como unos 5 minutos hasta que mi esposa se levanto y empujando a Héctor lo tiro en la arena para después situarse encima de el y clavarse su polla hasta el fondo de sus entrañas, luego comenzo a cabalgarlo como una puta salvaje.

Pero Héctor queria mas y al poco tiempo la dijo que su pusiera a 4 patas, pense que Judith no podia llegar a tanto, jamas me había dejado darla por el culo que es lo que me parecia que aquel puto cabron pretendia hacer pero una vez mas aquella zorra a la que tanto había amado me defraudo de nuevo sin ponerle ningun pero.

Y dicho y hecho, Héctor acerco su tranca al culo de mi mujer y presiono ligeramente, Judith dio un gemido bestial demostrando claramente que le importaba muy poco el que yo pudiera escuchar como se follaban a mi esposa, Héctor presiono un poco mas, ya había introducido la mitad de su tranca en el culo de mi esposa y estuvo asi durante un minuto hasta que considero que el culo de mi mujer se había preparado para lo que le quedaba por tragar y de un solo golpe Héctor fue enterrandosela hasta los huevos y empezo un vaiven lento, luego mas rapido y al final frenetico, que cambio el rostro de mi mujer por el de una perra satisfecha.

Héctor estaba disfrutando de lo lindo entraba y salia del culo de mi esposa a la vez que le pellizcaba los pezones, le amasaba los tetones con fuerza, los cuales parecian que se le iban a salir del pecho del bamboleo que llevaban y mi esposa mirando hacia donde yo estaba como a sabiendas de que lo estaba viendo todo empezo a gritar.

"SIIIII, ROMPEME EL CULO MI CIELO, HAZ LO QUE EL PAYASO DE MI ESPOSO NUNCA HA SIDO CAPAZ DE HACER, ES UN MARICON Y NUNCA HA SABIDO FOLLARME"

Héctor siguió embistiendole por detrás a mi esposa durante 10 minutos mas hasta que al final la hizo incorporarse y arrodillada ante el cojio sus tetas y empezo a masajear la polla de Héctor con ellas.

Héctor empezo a gemir, esos gemidos eran síntoma inequivoco, de que el muy cerdo, estaba a punto de correrse sobre la cara de mi mujer, la excitación de ambos me había permitido acercarme lo bastante como para escuchar lo que deciar sin gritar, la guarra de Judith masajeaba la polla de hector con fuerza mientras le decia.

"Esta detrás de los arboles viendo como me follas, quiero que vea como te corres en mi cara, quiero que vea como me trago con gusto tu semen que tantas veces le he negado a el, me ha tratado como una puta y una puta es lo que va a ver, mañana debemos hacernos con su bote y dejarle aquí, sea como sea tenemos que salir de esta isla"

Héctor solo fue capaz de asentir y a los pocos segundos saco su polla de las tetas de mi mujer y exclamo

"ME CORROOOOOOOOOOO"

Un odio mas grande del que nunca había sentido surgio dentro de mi al ver el primer chorro de leche hacia la cara de mi esposa, que cual gatita sedienta tenia la boca abierta y la lengua fuera para degustar tal manjar. Uno, dos, tres, cuatro, hasta cinco chorros de leche salieron de aquella polla , dirigiendose a la cara, boca, pelo y tetas de mi mujer, que intentaba tragar todo aquel manantial, pero sin éxito, ya que era demasiado y le resbalaba por la comisura de los labios, cayendole en cascada por el canalillo de las tetas, resbalando por su vientre y llegando casi hasta su coño.

Mi mujer parecia un banco de esperma, estaba totalmente teñida de blanco, la cara, las tetas, el pelo, el vientre.

Antes de se fijaran en mi presencia desapareci entre el espesor de los arboles, al dia siguiente me fui a pescar dejando el bote preparado para mi marcha, tarde 30 minutos sabia que seria suficiente, cuando regrese vi que Judiht y Héctor se alejaban con mi barca, comenze a gritar e insultarles, Judith con lagrimas en los ojos me dijo que lo sentia y que no me preocupara, que enviarian ayuda a por mi.

Yo sabia que eso no ocurriria pq nunca llegarian a encontrar a nadie, tras escuchar las palabras de mi esposa antes de que Héctor la bañara en su esperma supe que la zorra de mi mujer estaba dispuesta a todo para salvar su culo, se había follado a Héctor pq sabia que con el, nativo y experimentado en el buceo podria sobrevivir.

Me encargue de agujerear el bote lo bastante para que se alejaran bastante hasta darse cuenta de que el bote se estaba llenando de agua y ya no tuvieran tiempo de volver a la isla, no los volvi a ver.

A los 7 meses un barco pesquero paso por alli por casualidad y fui rescatado, me llevaron a la ciudad costera mas cercana y poco después fui informado de que tras 2 semanas de búsqueda tras el accidente de nuestro barco al no encontrar a nadie nos dieron por muertos.

Cuando me preguntaron si había vuelto a ver a alguien después del accidente dude unos segundos, los bastantes para acordarme de la cara de mi esposa llena del semen de Héctor, conteste con contundencia.

"NO, he estado solo en la isla, después de que el barco ardiera ya no volvi a ver a nadie mas, me temo que fui el unico superviviente"