Naturalez Exótica II
Cariño, el grifo se ha vuelto a romper, ¿puedes avisar para que vengan a arreglarlo? Y que de paso nos traigan el desayuno; hay que recuperar fuerzas..... continua el despertar de la puta de Bea
Bea: Cariño, el grifo se ha vuelto a romper, ¿puedes avisar para que vengan a arreglarlo? Y que de paso nos traigan el desayuno; hay que recuperar fuerzas.
No salía de mi asombro, ¿qué estaba pasando?; no dejaba de pensar, no entendía...
Bea: Cariño, cariño, ¿te encuentras bien?
Yo: Si..... bueno... no sé; ahora mismo no termino de entender la situación.
Bea: ¿Qué no entiendes?
Yo: Llevamos 14 años casados y en las ocasiones que un poco mas en serio te plantee, esta situación; parecía que me tratabas como si estuviera enfermo y ahora, en este lugar, en este momento ocurre esto, tu actitud......... estoy echo un lío, sinceramente.
Bea: ¿Pero te sientes mal? ¿no te ha gustado?
Yo: Gustarme........, me ha encantado joder, sentirte libre y verte gozar así; sin perjuicios, sin vergüenzas; como al principio de estar juntos.......... el verte tan puta........ es justo lo que tanto echo de menos.
Bea: Mira, decidimos venir a este lugar, para recuperar un poco lo que habíamos perdido; ni tan siquiera pensaba que pudiera suceder algo así; pero todo fue rodando y me deje llevar, por mi, por ti.... por nosotros; hubo momentos en los que estuve a punto de parar esa locura, pero al mirarte y ver como me mirabas y como estabas disfrutando, me ayudo a seguir y joder tenias razón, echaba de menos sentirme así de bien, tan lujuriosa, tan dispuesta, tan puta vamos....uffff una pasada.
Yo: Entonces tanto discutir estos años y ahora resulta que tenia razón.
Bea: Sí, lo siento cariño, pero de verdad que hasta ayer no me había dado cuenta de todo lo que había cambiado y mira hemos tenido que venir hasta aquí, a este paradisíaco lugar, para que volviera a encontrar mi lado salvaje, jejeje.
Yo: Ya y cuando terminemos las vacaciones y regresemos a casa, ¿qué va a ocurrir? ¿todo volverá a ser igual?
Bea: Claro que no.
Yo: No sé, no lo tengo tan claro
Bea: ¿Por?
Yo: Por que ya lo hemos hablado muchas veces y al final las palabras se las lleva el viento.
Bea se quedo en silencio, fue a la mesita y cogió el cuadernito de cortesía y un bolígrafo, se acerco a la mesa y empezó a escribir.
Yo: ¿Qué haces?
Bea: Una cosa
Yo:¿Cómo que una cosa? Estamos hablando y como siempre cuando la conversación llega a un punto que no te gusta, ya la terminas.
Bea: Espera un momento, no seas tonto; déjame terminar esta frase y ahora lo lees, es un regalo para ti; ya esta, toma para ti, espero que lo disfrutes y que actúes con responsabilidad y moderación.
Empecé a leer; Beatriz xxxxxx xxxxxxx, con DNI xxxxxxxxxx en el día de hoy, firmo el presente contrato aceptando convertirme en la PUTA ESCLAVA de XXXXX XXXXX; por el tiempo que el considere oportuno y aceptando todas las decisiones que el tome a partir del día de hoy como mi AMO y DUEÑO y al final su firma.
Bea: Quiero vivir el resto de mi vida contigo y no quiero perder nada por el camino; creo que de esta manera podré compensarte, por todo este tiempo que estuve algo perdida.
Yo: ¿estas totalmente segura?
Bea: Tengo plena confianza en ti; como te he dicho ahora eres dueño de nuestra relación, todo esta bajo tu responsabilidad.
Yo: ¿Y los limites?
Bea: Los pones tú, yo siempre te obedeceré y haré lo que me pidas.
Yo: Uff,,,, no se; ¿estas segura?
Bea: Ponme a prueba y te lo demuestro.
Yo: De acuerdo, acepto a ser tu Amo y dueño.
Salí del bungalow, para pedir el desayuno y pedir que nos arreglaran el grifo, otra vez; di un pequeño rodeo, pensando y digiriendo lo que acababa de suceder; llegue a la recepción y les pedí que por favor nos mandaran el desayuno al bungalow y que dieran aviso a Armando, para que fuera a arreglar el grifo de ayer, por que se había vuelto a romper.
Recepcionista: Muy bien señor, le mandamos el desayuno; Armando no esta, se fue unos días, le mandaremos a un compañero para que le solucione la avería.
Me quede chafado; tenía una idea en la cabeza, para comprobar si lo que Bea había hecho era cierto y ahora se fastidiaban los planes; un poco pesaroso, salí del edificio; en ese momento hoy un voz, Señor, señor, perdone un momento; al girarme vi que se trataba de una de las camareras del complejo.
Yo: Si dígame.
Camarera: Le escuche que pregunto por Armando en recepción; tuvo que salir a la capital; le avisaron un familiar estaba enfermo.
Yo: Ahh, bien, bueno solo era para que arreglara el grifo.
Camarera: Aja, ¿solo el grifo?
A que se refería, la mire fijamente, su cara, esa cara la había visto antes, joder... ya caí, era la chica que estaba con Armando en el bungalow; me sonroje.
Camarera: Ya veo que me ha reconocido; si soy la compañera de Armando y no se preocupe, el me contó lo sucedido el otro día
Yo: ¿Lo sucedido el otro día?
Camarera: Sí, cuando nos interrumpieron y ustedes estaban viendo por la ventana y lo que luego paso en su bungalow.
Yo: ahh, bien que discreción.
Camarera: No se preocupe, lo que aquí ocurre, aquí se queda; no es la primera vez que en este lugar se despiertan algunos instintos, bueno ya me entiende; el me contó lo sucedido y puede sentirse muy orgulloso de tenerla; hasta ayer, nunca había oído a Armando alabar tanto a una mujer; que hasta si le soy sincero me hizo ponerme un poco celosa.
Yo: Se agradece, la verdad es que ni yo mismo todavía creo lo que esta sucediendo y bueno... no sé.
Camarera: Miré no es ni será la primera pareja, a la que aquí, le ocurre algo así; la distancia, el no tener miedo a consecuencias posteriores, la sensación de libertad, la sensualidad del ambiente; todo hace que afloren muchas cosas, sobre todo en algunas mujeres, que lo tienen dentro pero que por diferentes motivos, luchan por no sacar de su interior y por aceptar lo que son.
Yo: Bueno pues un poco ese es nuestro caso, mas o menos.
Camarera: Pero si me permite, ¿si tiene dudas? ¿por qué venia buscando a Armando?
Yo: Sinceramente así en frió y ahora, ni yo mismo lo sé.
Camarera: ¿Le da vergüenza decírmelo?; a mi no me conoce de nada y cuando se vayan de aquí, no me va a volver a ver; así que puede estar tranquilo.
Yo: No es tan fácil como parece.
Camarera: No creo que sea fácil, pero es sencillo; si usted no hubiera disfrutado ayer con todo lo ocurrido, hoy no estaría en la situación que esta; es cuestión de aceptarlo y disfrutar de ello, pero creo que eso ya estaba asumido, por que si no ¿para que buscaba a Armando?; para que fuera al bungalow y únicamente arreglara el grifo, o buscaba algo más.
Tragando algo de saliva, le conté con pelos y señales, todo lo ocurrido, el tiempo atrás, lo de ayer, lo de esta mañana, el contrato que firmo Bea, etc...
Camarera: Pero entonces creo que todo esta menos liado de lo que parecía.
Yo: Si pero creo que ahora da igual, no crees.
Camarera: ¿Por qué lo dice?
Yo: Es evidente, para poder ver hasta donde esta dispuesta a llegar Bea, me falta Armando, ¿no crees?
Camarera: Bueno, tal vez falte Armando, pero si esta dispuesto y confía en mi; a él no le puedo traer; pero puedo mandar a otro compañero para que le arregle el grifo y no creo que le decepcione en absoluto.
Yo: No sé, Bea piensa que el que vendrá es Armando.
Camarera: En mi opinión, Bea con lo que piensa ahora mismo no es con la cabeza y yo se lo que ella espera y desea; además según usted me ha contado; por el contrato tiene que aceptar y hacer lo que usted diga, ¿no es así?
Yo: Mas o menos, pero no sé si será capaz.
Camarera: espere aquí un momento, enseguida vengo.
Entendía lo que ella proponía, pero tenía mis reservas; no sabía hasta que punto Bea, estaría dispuesta a cumplir lo que había escrito y no se como reaccionaría, si la ofrecía a otro hombre; si ya había sido durante años algo impensable lo de ayer.........
Camarera: Tenga creo que con esto ya no habrá problema.
En mi mano puso un antifaz y un botecillo con una especie de ungüento, con un olor muy agradable.
Camarera: Con el antifaz no podrá saber quien esta en el bungalow y use el ungüento; extiéndalo en su panocha; a parte de servir como lubricante, hará que se enciendan en ella unos fuegos inimaginables, que ayudaran a que saque todo lo que tiene en su interior y creo que no deberá preocuparse por ella; pero si es como creo que puede ser; preocúpense por ustedes, jajajaja.
Yo: Ya, pero a la hora de sentirlo, notara la diferencia de.....
Camarera: La diferencia; ¿qué diferencia?
Yo: Hombre es evidente, Armando, estaba... muy
Camarera: ¡Ah! Lo dice por el tamaño; hay mi amor parece que tu no sabes; quizás Armando para ustedes haya, sea especial; pero aquí es uno más; ya lo verás ya, en un ratito ya lo verás.. jajaja, ¿sabes para que otra cosa nos sirve el ungüento?.
Yo: No, ¿para que?
Camarera: Para que cada vez que nos cogen, no nos desgarren nuestras panochitas, con sus tremendos vergones jajajajajaja..........Ahora vete, en un rato recibirás visita, ve preparando a tu mujer, jajajaja,,,,, estos gringos.... jajajaja..... les hacen creer que el tamaño no importa; jajajajaja......hay que ver.......
Me fui al bungalow, iba pensando en todo lo que estaba ocurriendo, en las consecuencias; abrí la puerta.
Bea: Has tardado mucho, ¿algún problema? Y miraba por encima de mi hombro hacia la puerta.
Yo: No ningún problema, ¿por?
Bea: ¿Vienes solo?
Yo: No, solo me he adelantado.
Bea: ¿Qué es eso?
Toc, toc, toc,,,, señores servicio del complejo.
Yo: Un momento, Bea, quiero que te desnudes y te pongas este antifaz.
Bea: ¿Pero?
Yo: Pero, nada quiero comprobar si me sirves.
Obediente, se quito el kimono que llevaba, podía ver en su mirada, la fragilidad, el verse desnuda, la incertidumbre, se recogió el pelo; se puso el antifaz.
Bea: Muy bien amo, estoy lista para servirle.
Me gire y al abrir la puerta vi a la camarera y detrás de ella dos jóvenes que la acompañaban, a los que les hizo el gesto de que guardaran silencio y que entraran con ella.
Camarera: Buenas señor, aquí le traigo lo que había pedido; puede elegir el menú que quiera.
A una señal, los dos jóvenes se bajaron las bermudas, mientras la camarera se acerco a Bea y empezó a observarla, acerco una mano a su vientre, la sensación hizo que Bea diera un respingo; subió hacia sus pechos, paso por sus hombros, por el cuello, volvió a deslizarla por su cuerpo hasta llegar a su sexo, se detuvo un momento acariciándolo; los jóvenes sentían el efecto en sus miembros de ver la escena, la camarera tomo de la mano a Bea y la llevo a la cama.
Camarera: Que linda y caliente mujer eres, ya veo como te dejo la panocha Armando, ponte como las perritas, deja que te prepare, para lo que te traje.
Bea sin decir nada, se puso a cuatro patas en la cama, la camarera cogió el bote de ungüento y cogió un pegote en la mano; empezó a esparcirlo por el sexo de Bea.
Bea: Hmmmm, que fresquito, que alivio, me ardiaaahhhhh
La camarera seguía con sus caricias, los jóvenes no perdían detalle, yo tampoco, vimos como introducía un par de dedos......., luego cuatro, con un giro de muñeca, entro el puño entero; Bea se deshacía de gusto y empezó a acompañar con suaves movimientos, medio brazo estaba dentro de ella, lo que no tardo en arrancar de la boca de Bea unos jadeos y suspiros más elevados, signo evidente , de que estaba apunto de correrse; en ese instante la camarera paro y se aparto de ella, se dirigió hacia mí.
Bea: Ahhh,, no me dejes así, joderrr....... quiero masss........
Camarera: Su mujer ya esta más que lista señor; entonces ¿qué menú quiere para ella de los dos que traje?.
No sabia que decir, los dos eran hombres jóvenes, con unos cuerpos curtidos del sol de un color negro intenso; su constitución no era tan fuerte como la de Armando, pero los músculos se marcaban en sus cuerpos y sus pollas, no tenían nada que envidiarle; era una decisión muy difícil; no sabía que hacer, me gire a la mesa para coger un vaso de agua y refrescarme el gaznate, tenía la boca seca.
Camarera: Bueno señor....
Yo: Dame un momento, enseguida te digo.
Camarera: No señor, no era por eso, creo que no hace falta que tome ninguna decisión.
Yo: ¿Por qué?
Bea: Amoohhh, amo...... quiero los dosss........ ahhgggg..... tengo mucha hambreehhhhh.
Al girarme, me quede de piedra, Bea estaba en la misma posición que antes, pero ahora sin el antifaz, uno de los jóvenes, ya estaba enterrando su polla, dentro de su coño y el otro recibía las atenciones de su boca, lo que ahogaba sus gritos de placer.
Camarera: Ve como ha sido fácil, jajajaja y estaba preocupado por ella..... más vale que se preocupen por ustedes, esta gringa es mucha hembra y ya verán ya, jajajaja, los va a dejar sequitos.......
La camarera se fue y tal y como había predicho, así paso.
Todo el día y toda la noche; estuvimos los cuatro en el bungalow, Bea no nos daba ni un respiro; en todo momento reclamaba una polla para ella, por todos sus orificios; de una en una, o de dos en dos o incluso las tres; como cuando me llamo para que me corriera en su boca, mientras que los dos jóvenes llenaban con sus vergas, su coño y su culo; ver como semejantes miembros desaparecían una y otra vez, en las entrañas de su cuerpo; era inimaginable, pero el ver desaparecer a las dos a la vez dentro de coño, mientras ella se retorcía y gritaba como una loca, reclamando más, pidiendo que la destrozaran ya fue el punto sin retorno, los jóvenes simultáneamente se corrieron dentro de ella, hacia ya bastante rato que se habían acabado los preservativos y el sentir esas oleadas de calor, lejos de apagarla, aún la encendieron más; ellos derrumbados se dejaron caer sobre la cama, ya hacia rato que estaba sobre la tumbona con las piernas temblando de tanta relajación después de haberme corrido, ya ni se las veces y ella, allí seguía, con esa mirada........... la puerta se abrió y entro la camarera y pudo contemplar la depravada escena.
Camarera: Les traigo el desayuno, ya imaginaba que necesitaran reponer fuerzas; jajaja, se los dije; cuídense ustedes, que esta gringa, es mucha hembra y vaya si lo es; el grupo ya se fue y todos en la isla andan con ojeras de no haber pegado ojo de oírles toda la noche; hasta los empleados y miren que ellos están acostumbrados a cosas parecidas, pero nunca habían visto, ni oído nada igual; están en la cancha de basket y no encestan ni una, todos pendientes de este bungalow y pensando en encestar más otra cosa, jejeje.
Bea comía y bebía como una salvaje, los jugos de las frutas que devoraba, le resbalaban por el cuerpo, ahora todo estaba en silencio, solo los empleados y nosotros estábamos en la isla, por la ventana tras las palmeras veíamos la cancha de baloncesto; Bea se acerco a mi, seguía con esa mirada.
Bea: ¿Amo?
Yo: Dime
Bea: ¿Puedo?
Yo: ¿puedes que?
Bea: Ir a jugar al baloncesto.
Yo: Pero si tu no sabes jugar.
Bea: Ya peroooo..... puedo hacer de canasta.......¿si me dejas claro?