Natalia la puta que disfruta que la humillen
Le doy a Natalia el mejor sexo de su vida al descubrir su fetiche secreto
Estaba almorzando con Natalia, estuve estudiando en el exterior y nos reencontramos despues de varios años sin vernos.
La comida fue casual y sencilla, nada exotico. A fin de cuentas era mi pequeña ex - compañera rubia del secundario. Nunca fuimos cercanos, a lo sumo compartimos escritorio por unos meses.
Puedo decir que hemos cambiado bastante a lo largo de los años. Soy más atletico de lo que he sido nunca, me tatue, he probado muchas experiencias tanto malas como buenas, que han forjado mi caracter. Cuando veo a mis antiguos compañeros de escuela, son el mismo calco de lo que fueron o incluso deslucido, algunos poseen incluso la caracteristica barriga cervecera.
Le sonreí arrogantemente a Natalia sabiendo que me la iba a coger.
Ella me devuelve la sonrisa y me pregunta con incredulidad:
"¿En que piensas?"
La miro directamente a sus enormes ojos azules, mientras bajo lentamente mi mirada a sus labios jugosos imaginando los bellos gemidos que saldran de ella cuando la este empotrando con mi poderosa y adictiva verga.
"En lo mucho que hermos cambiado. Me asombra lo mucho que maduraste Natalia."
Terminamos de comer, la observo una vez más, gorra oscura, blusa corta de flores, su vientre es hermoso y plano. un short super corto que me deja ver sus hermosas piernas blancas, sus pies en sandalias con uñas pintadas de colores.
Cuando extiende sus manos para hablar, notó el anillo en su mano izquierda.
"Estas casadisima."
"No es para tanto. Conseguí un chico muy bueno. Soy una chica con suerte. Pero nunca sabes a donde te va a llevar la marea."
"Eso es muy cierto."
Pedimos otra cerveza para extender la charla, le pregunte que serie estaba viendo.
"Me encanta, ya viste como empieza la segunda temporada."
"No, la comence a ver hace poco."
"Te parece si la vemos juntos?"
Ella me observa de arriba a abajo, toma un largo sorbo de cerveza.
"Me gusto mucho charlar contigo, tambien has madurado...un poquito jajaj"
Francamente no me acuerdo que serie era, no la ví, pero sabía a donde quería llevarla. Y ella en el fondo tambien deseaba lo mismo.
Estuvimos chateando por unos días, yo salí con mi familia, me encontre con otros amigos. Hasta que un fin de semana, me llega una foto.
La compu sobre su buen par de gambas, un episodio de la serie. Y un mensaje:
"Me adelante >.< no pude con la emoción."
"Eres terrible, quieres que te haga compañia o que me enoje más? :p"
"Jajaj :3 no sé enoje señor"
Quedamos para la noche.
Traje un ron y una coca-cola. Llegue en camisa, pantaloneta y sandalias, con el calor que hacia no valía la pena vestirse formal. De todos modos nuestra ropa terminaría siendo un bulto revuelto en el suelo, mientras le daba un poco de consuelo pelvio a mi amiga.
Ella estaba en shorts con una remera rosa estampada, que la hacia ver absurdamente tetona.
"Wow, ahí traigo hielo"
Tomamos un poco para relajarnos, me contó chismes sin importancia de otros compañeros del colegio, uno de los chicos guays del colegio se esta quedando calvo. Otro se cree influencer y sube fotos de alta calidad, con poca recepción; lo recuerdo particularmente bien porque me estuvo chupando las bolas para que le ayudara a viajar al exterior; pero nunca tuvo el coraje de hacerlo. Este ultimo era el ex-novio en el colegio de Natalia.
Y ella aunque siguiera viendose con él por el mismo grupo de amigos, lo veía con lastima, como el primo retrasado de la familia.
"Veamos la serie o nos vamos a acabar todo el ron."
Se dirigio a su cuarto por el portatill, la seguí.
"Espera, ya vengo."
"No quiero que te pierdas Nata, temes que vea los calzones tirados en tu cuarto? Ya estoy acostumbrado."
"Jajajaj no soy de esas chicas, mi cuarto esta siempre reluciente."
"Vamos a comprobarlo."
La seguí mientras meneaba su enorme culaza frente a mí con su caminar.
Cuando entramos al cuarto, cerre la puerta tras de mí, ella se dío la vuelta y le comí la boca entera.
Mordí sus labios apasionadamente, recorrío mi boca con su lengua y yo la suya con la mía. Mientras le agarraba el trasero a dos manos y ella retregaba su concha contra mi erección palpitante.
Nos desnudamos en tiempo record, antes de que pudiera reaccioinar, la alce en mis brazos y la tire contra el acolchado, la dí vuelta y amarre sus muñecas con su propia blusa.
Metí los dedos en su concha humeda y expectante.
"Mierda, me estuviste extrañando bastante, Nata."
"Penetrame **, la quiero toda dentro de mí."
Cumplí con sus deseos lubrique mi pija con sus fluidos y se la clave de un golpe duro, profundo y contundente, su concha me apretaba con fuerza, era tierna y calida.
Se sintio bien, fue tan satisfactorio culearse a una compañera, desde que empece a tener relaciones sexuales, supe que era una maquina sexual. Nunca he dejado a una chica insatisfecha. Tengo una buena pija dura, y no me canso con las posturas, soy muy creativo y poseo cierto tacto intrinseco para saber como aumentar ese placer.
El sexo no es solo penetración, me encanta que una chica se corra en mis dedos, o hacerla temblar con mi labios o lengua. Es tan excitante, tan calido. Sin embargo puedo decir sin dudarlo que las chicas se han vuelto adictas a que las penetre, siempre dicen que les parece aburrido, que no llegan, necesitan que las calienten primero o que la persona sea la indicada, o que solo se mojan con otras chicas.
No soy una maquina de ligar, porque suelo ser muy directo con mis pasiones, además de ser ciertamente temperamental, no me gusta la autoridad y mi personalidad es firmemente dominante. Esto puede llevar a asustar a varias chicas, antes de llegar a tener contacto.
Aun así cuando he hecho bien mi trabajo, o por azares del destino, termino cogiendo a la chica, esta no puede desprenderse de mí, necesita de mi carne, de mi dureza y calor. Día tras día.
Me acostumbre a este tipo de vida, sexo con varias chicas en secreto, con las cuales podía liberarme.
Esto era bueno a su manera, pero Natalia me sorprendio de una forma inesperada.
La nalguee, tome su cabello y me impulse con fuerza contra su culo, empece silencioso, y luego hable sucio.
"Eso te gusta puta asquerosa, te gusta como te rompo la concha cremosa."
"AAAAh amm annnn ¡AAAAhahg! sí, sí ¡Sí! sssssíiiiiisi"
Sentí como su conchita se apretaba con más fuerza y ella temblaba, no se había corrido aún, pero estaba cerca.
Lo capte enseguida y la gran inspiración que llego en ese momento me emociono de tal manera que estaba mucho más duro.
Mi pija es curvada, así que ella tambien lo sintio y su cuerpo se crispo con mis embestidas. Baje un poco el ritmo, para dejar que su concha se acostumbrara y para no venirme tan rapido.
"Que gran noticia, Natalia es una puta que le encanta que la insulten. Voy a darle más de lo que se merece."
Pensé, sin detenerme, en un continuo mete y saca, uniendonos en una sola forma lujuriosa.
"Pobre zorra asquerosa, cogiendose a un compañero que apenas conoce."
"¡Oh, sí, sí! Sigue así **, sígue por favor."
La hale de su cabello y acerque mi boca su oido.
"Tu novio debe estar orgulloso de vos....escucha como te aplaudo."
"MMN ¡CARAAAJOO! ahhm"
La solté y se derrumbo en la cama, sus piernas se flexionaron, sus rodillas se fueron hacia adentro, apoyada en la cama, con ese delicioso culo levantado.
Aplaudí con más fuerza.
Ella no gimio por al menos unos 10-20 segundos y su cuerpo estaba extrañamente flojo a excepción de su concha gloriosa y estrecha, en la charla post-cogida, me dijo que se había perdido, como si su mente se hubiera ido de paseo.
Cuando retomo la consciencia, continue con el juego:
"Oh, sí, que buena perra, nos vamos a quedar pegados si me sigues agarrando así con tu concha."
La nalgueee con toda la fuerza que pude, una y otra y otra vez.
"...sí....soy tu perra...¡Soy todo lo que tu quieras papí!...."
Me quede quieto disfrutando de la presión que ejercía la cariñosa entrepierna de la rubia.
La fuí sacando lentamente de su concha, y ya afuera, acaricie sus labios carnosos con mi glande.
"Ruega"
"¿¡Qué!?"
Sé notaba que nunca ningun hombre la había tratado de esa manera.
"Quiero que ruegues puta. ¿Acaso eres tan patetica que no sabes rogar?"
"Oh, los siento...es solo que..."
Temblaba, le era dificil pensar, mientras la estimulaba con mi glande hinchado en su entrada empapada, la humedad lubricante se extendía por sus piernas.
"Deja de disculparte, pequeña zorra."
"Perdón..no..lo siento..ehm"
La mente de Natalia debía ser un revoltijo en ese momento, la sostenía firmemente de la cadera con mi mano libre, ella estaba empujando su cadera rogandome con su cuerpo que la siguiera empotrando.
La nalguee para que aprendiera a respetarme un poco más.
"Ruega desecho humano."
"¡POR FAVOR, PENETRAME! COGEME, HAZME LO QUE QUIERAS POR FAAAAAAA..mmmmn...Sí SÏIIII"
La llene de un golpe y me balance en su interior, para luego repetir la dinamica, detenerme, salir, y esperar.
"¿Te pasa algo? Cogeme de una vez...¡Maldición!"
"Shhh calladita, una zorra no debe hablarme de esa manera."
"Deja de jugar, te necesito, necesito tu gran verga en mí, quieres que ruegue de nuevo?"
"No es suficiente Natalia."
Me acerque al pantalón y simule que me lo podía.
"¿¡Que haces!??"
"¿Vas a darme lo que quiero?"
"¿Que quieres?"
Ella me miro con indignación, le estaba dando la cogida de su vida, y quería irme, había pasado al menos una hora, y no me había corrido aún. Debía de estar loco.
Al menos eso es lo que debío pensar.
"¿Me lo daras?"
Ella fruncío el seño, no tenía tiempo, así que respondío sin vueltas, y de mala gana.
"Sí"
"Quiero que me confieces vergonzoso, algo que nadie más sepa de tí."
Ella abrio sus ojos azules como platos, me miro tocandome, con los pantalones en los tobillos, aún duro y muy lubricado por su concha cremosa.
Se mordío los labios, suspiro y lo soltó todo.
"Me tocaba en el secundario pensando en tí. Sabes, tu mirada es muy penetrante, así que a veces pedía permisos en clase para ir al baño...."
Fuí acercandome detras de ella, le toque la concha, la masajeé con los dedos, humectandome para cubrir mi pija y seguir con la acción. Mientras ella seguí confesandome como le calentaba en el secundario.
Sencillamente no podía estar más duro con Natalia.
"Haz sido una buena chica. Así que tengo un regalo para tí, nena."
La penetre muy lentamente, para que sintiera cada pulgada de verga entrando y expandiendo su concha.
"Un regalo?"
Mi ex - compañera de escuela me invita a su casa a ver una serie, cogemos, me entero de su fetiche por los insultos y la humillación, esta caliente como el infierno. Tiene novio, pero claramente me prefiere esta noche.
Además me entero que ha estado fantaseando conmigo desde el secundario, era hora de finalizar el acto.
"Eres una perra en celo, ¿No es así?"
"Soy tu perra..."
Lamiendose los labios.
"Y yo soy un semental, no?"
"Sí, supongo."
"Así que voy a dejarte un regalito de 9 meses para que me recuerdes."
"¡Espera! ¡QUÉ! NO NO NO NO"
La bombee con toda mi fuerza, me agarre de sus caderas para impulsarme con ganas.
"Va a ser muy gracioso verte en el instagram, con tu novio cuidando de mis crias."
""NO NO NO NONO OH DIOS"
"¿No? No tengo la culpa que no puedas cerrar las piernas, perra"
Ensalive mi dedo medio, y se lo metí en el ojete.
"AHn...OH DIOOOSS.....GH"
"Seras mi nuevo juguete, tu novio cuidara a los niños cada fin de año, mientras te preño."
Empuje.
"Una."
Empuje.
"Y otra."
Empuje.
"Y otra vez."
Otro empuje.
"Hasta que tu panza este tan hinchada y redonda que ya no puedaas verte los pies de zorra."
"....mmnnnmm....mmnn..."
Se había perdido de nuevo. Así que hale su pelo agresivamente para despertarla, ella miro hacía atras.
"Oh Dios....no lo hagas"
Suplicó Natalia, con sus ojos azules inyectados en sangre por la excitación.
"Callate y sé una buena niña fecundada."
Mietntas decía esto agarre sus bragas humedas del borde de la cama, las olí:
"Esto huele a zorra, que asco"
Y sonriendo con malicia le puse las bragas humedas en la boca.
"Que diran tus padres de esto Natalia, una niña tan buena y tan preñada."
"MMnnnn"
"Nunca sabran quien es el padre, porque eres buena guardando secretos. Te imagino con esa carita angelical, sonriendo con el vientre redondo y lleno, descalza. Como una buena niña."
Me corrí dentro de ella, y gruñi.
Ella temblo, se agito un poco, luego sus piernas se tensaron, se humedecio la cama, y sentí una presión de su concha que casi me saca de ella, pero me mantuve dentro.
Ella se había venido por completo, seguí bombeandola hasta que mi ereccióin ceso.
"Nunca me había sentido así, estabas tan duro, tienes algo que hacer mañana?"
"Claro que no, quieres ver una serie?"