Nata alemana en Cap D´Agde.
En nuestro segundo dia, comprobamos que los alemanes ademas de buena cerveza tienen buena nata para montar.
Después de esa primera noche que acabo con alguno encuentro más, André y su mujer nos llevo al hotel donde dormimos plácidamente el resto de la noche y casi todo el día siguiente, ya que nos levantamos a la hora de comer y esa tarde solo la empleamos en el spa del hotel para recuperar y tomar fuerzas.
Conocimos allí un matrimonio mayor de alemanes que casualmente habían estado en la costa alicantina ya varias veces y chapurreaba el español muy bien, entablamos una buena conversación, pues al final cenamos con ellos, y por supuesto el tema de conversación fue casi toda la noche sobre sexo, de nuestros gustos y de nuestra estancia allí así como el motivo.
Tenían ellos después de la cena un compromiso con otra pareja que habían quedado en su apartamento, pero nos invito para la noche siguiente en un encuentro que iban a celebrar con paisanos suyos en una suite de hotel que habían alquilado entre varios, contando que eran unas 6 parejas y si nosotros íbamos siete, igualmente nos dijo que eran todos adultos de entre 50 y 70 años.
Aceptamos y a la noche siguiente tomamos un taxi juntos para el otro hotel, entramos en la suite y rápidamente nos presentaron a todos, aunque la mayoría solo hablaban alemán, y algo de ingles, pero nos fuimos entendiendo y mas con el champagne que fluía en abundancia por las dos salas y terraza que tenía la suite.
Como se imaginan la ropa paso rápidamente a un armario, y allí solo había tela sobre las camas y en las cortinas..
Dimos un rápido repaso de visión baja por todos los cuerpos y comprobamos que allí la gente se cuidaba, eso de barrigones y cuerpos deformes por la cerveza y los excesos de comida allí escaseaban, había eso si gente casi toda entrada en años, pero de un culto al cuerpo exquisito, y agraciados y agraciadas por la naturaleza, pues tanto a Paco como a mi se nos dilataron las pupilas de ver aquellos troncos de aparatos y no menos de esculturales cuerpos maduros femeninos, que Paco seguro iba a agradecer.
Rápidamente se nos acercó un matrimonio que al oír éramos de España , entablo conversación pues deseaban ir de visita a nuestro país, la mujer que apenas hablaba ingles paso rápidamente al ataque y con roces y juegos calentó a Paco que lo puso como un burro en celo, y mi marido que no andaba corto de ganas comenzó a sobarla y a corresponderla, mientras nosotros nos habíamos quedado un poco embobados viendo a los dos, nos cruzamos una mirada picara y esto fue suficiente para que aquel galán alemán comenzara su faena.
No me gusta comenzar alabando siempre los miembros pues doy la sensación de una salida, pero cuando toque y agarre aquel bulto con mi mano mientras el ya sobaba mis pechos y su mano jugaba con mis gazapo, quede medio paralizada por el peso y el grosor que tenia, ya que en segundo había doblado el tamaño sin apenas darme cuenta, destacando un cabezón descubierto por completo, con un rosado y un brillo que me hizo bajar a devorar como una posesa.
Tenía afeitado casi todo el aparato, solo un pequeño bigote en la parte alta que engranaba con el filo que bajaba de su pectoral.
Sin darnos cuenta éramos de los primeros en comenzar con la fiesta, y ya dos parejas mas, nos miraban y jugaban entre ellos, así como la alemana que hizo que Paco le lamiera todo su conejo afeitado por completo, gimiendo a cada lengüetazo de mi esposo, mientras su mano se afanaba a sobar con fuerza el pito de Paco, que parecía explotar por todas sus venas con la dureza que tenia.
Yo estaba en mi salsa y el viejo alemán más aun pues apoyado contra la puerta, intentaba no retorcerse de placer con la comida que le estaba dando, mientras su mano sujetaba mi cabeza acariciando mi pelo fuertemente de lo excitado que estaba.
Baje a su enormes bolas que colgaban algo más por el peso que tenían, y tras comerlas una a una, las levante pare comerle su aguajero trasero, esto lo encendió y su pito ahora se balanceaba con impulsos intentando subir hacia su barriga, pero el peso y las dimensiones le hacían caer hacia el frente, aunque mantenía una dureza de escandalo.
Se dirigió a Paco el alemán y le dijo que penetrara a su mujer por detrás que eso le encendía y a ella la volvía loca, mi esposo se levanto y girándola volvió a agacharse para comerle el culillo terso que tenía aquella mujer madura, el marido volvió a alentar a mi esposos a que la follara por atrás, pero Paco le dijo que esperara un momento, que la iba a poner primero ardiendo.
Esto encendió al viejo, que me tomo para incorporarme y tras girarme casi bruscamente, volvió a decirle a mi esposo, mira así, follala así, y tras acercar su enorme rabo a mi trasero, lo metió de una estocada que me hizo dar un grito enorme, comenzando una cabalgada de escandalo, pues mi excitación, lubrifico rápido aquella abertura, que ahora era de domino alemán.
Mire al resto de la sala que había cerca, y aunque alguno se había quedado mirando aquella estocada, la mayoría ya montaban alguna hembra hermana de las que andaban por allí, siendo ahora la sinfonía y música de ambiente, quejidos de placer y algún que otro suspiro.
Aquel viejo follaba de escandalo, pues me corrí rápidamente, aprovechando el para con la misma postura cambiar de agujero y ahora penetrarme por mi conejito, agradeciendo yo que aquel impresionante grosor hubiera cambiado de cueva.
Paco ya hacia lo mismo y junto a nosotros montaba a la vieja aquella no parando de decirle lo buena que estaba, aunque ella seguro no lo entendía, pero si le gustaba pues gritaba de lo lindo también.
Paco paso a un sillón que había libre y sentándola sobre el, siguió penetrándola, yo me volvió a correr y sorprendentemente el alemán saco su misil, y tras cogerme de la mano y acercarme a mi esposo y su mujer, le ofreció la polla a los dos para que la chuparan, pues ambos en la posición que tenían sentado se estaba besando.
Mientras su mano entro en mi conejo que estaba pegado a él, siendo Paco el primero que entro al trapo y rápidamente la agarro y mirando me dijo, menudo misil te esta metiendo el colega, y seguidamente se puso a comerla, mientras su mujer le tocaba las bolsas de los huevos, el me miro y me dijo ahora voy a descargar en ti cariño, primero quiero que estos dos me la limpien de tus jugos.
Paco con la cabeza dentro de su boca, parecía se iba a ahogar, siendo su mujer la que pido ahora que se la pasara, en eso me llego por detrás el amigo con el que había llegado allí, que había dejado su mujer follando con una pareja, pues ellas parecían bisexuales, comenzando a besarme el cuello mientras me decía si me lo estaba pasando bien,
Sentí su enorme trabuco rozar por atrás y casi me hace doblar las rodillas de lo caliente que estaba, el otro que ofrecía su rabo a mi esposo y su mujer, se giro y alentó a su socio a que me la clavara pues el volvía rápido a ayudarnos.
Ralf que así se llamaba este amigo, me dijo, como lo tienes dilatado voy a clavártela, por donde prefieres? … yo le dije que por donde le apeteciera y sin apenas tiempo de reacción, acerco aquel pollon a mi trasero y volvió a sentirme empalada, pero este tenía un grosor descomunal y casi me abre en dos.
El primer corsario me había metido la espada al verme así , saco la suya de entre las bocas de Paco y su mujer, y pidiéndole a su socio se apoyara en la pared conmigo clavada, metió sus rodillas entre mis muslos y agachándose un poco me ensarto por delante con otra clavada de escandalo.
Yo ahí ya explote y mis ristras de orgasmos asomaron con una virulencia de escandalo, ante el acoso de aquellos dos sementales,.
Como eran mas altos mi cuerpo de española media, quedo como un emparedado entre los dos, estando sin tocar mis pies el suelo, pues sus brazos y aquellas dos trancas descomunales me tenían en el aire.
Vi que Paco se había levantado y la mujer le pidió la montara por detrás al estilo perro, aprovecha do mi marido para darle un repaso que la puso loca, corriéndose los dos al unísono, mientras yo seguía recibiendo polla por delante y polla por detrás pero con un ritmo de lujo.
Ralf fue el primero en descargar atrás, y esto contagio a su socio que cuando este acabo comenzó a soltar leche dentro de mi, ahogado gazapo, no se lo que toman estos allí en su país, pero no les exagero si hubiera juntado las dos descargas, me llenan medio vaso.
Me besaron y me acariciaron los dos, sonriendo tras aquel exitoso polvo que me habían dado, y más viendo mi lamentable estado que tenia, pues apenas podía tenerme en pie.
Saco mi Paco su rabo del trasero de aquella mujer, y su marido rápidamente se agacho a comer y limpiar aquel agujero, yo pensé, madre mía que vicio tiene esta gente, pero eran como nosotros de calientes.
Ralf me tomo de la cintura y me llevo a una cama, donde sorprendentemente también comenzó a comerme y lamer mi conejito, diciendo que lo adoraba, le encanta desde que me había visto desnuda.
Paco que había llegado con nosotros a la cama, miro a Ralf y sacando su vena bi, le dijo, puedo, y tocando su enorme morcillón, comenzó a chuparlo también.
Ralf lo agradecía pues me comía con más ansias, llegando otro inquilino a aquella cama para ofrecerme mientras, su rabo para comer.
Su pareja se engancho a Paco y aquello parecía una rueda de vicio.
El que me ofreció su rabo, no lo tenia tan grande como los otros pero era apetecible en la boca y era desagradecer volver al tamaño estándar para jugar con mi lengua en aquella bonita y cubierta cabeza.
Ralf era un experto y casi me tenia otra vez a punto de correrme, pero ofreció el agujero, al aliado que tenia y que yo chupaba, quedándose el relajado panza arriba mientras mi marido seguía comiéndole aquel pollon que ya comenzaba otra vez a crecer.
Se puso de rodillas el otro aliado, y tras pedir consentimiento con la mirada, se monto sobre mi y comenzó una dulce cabalgata con unos ritmos y movimientos que me sorprendieron gratamente, pues hacían que aquella polla estándar me volviera loca otra vez.
Perdí la noción del tiempo con aquella larga y amena monta, pues no les exagero pero fue de las mas largas que me han dado, tenia un aguante aquel semental, que nos sorprendió a todos, pues ya el entorno había cambiado y Paco ya montaba a la que le había comido su rabo, mientras seguía pajeando con la boca y la mano la herramienta de Ralf, que ahora comenzó a soltar brotes de pastosa crema al aire y a la cara de mi marido que sorprendido por tanta virulencia no le dio tiempo a retirar.
Fue tanto lo que se excito mi esposo que se corrió al instante, por lo que dejo paso en su monta a otro que llego con la arma en mano.
Allí se iban tapando todos los agujeros que quedaban libres, y mucho me temía, que tras aquella gloriosa y larga monta otro hiciera lo mismo.
Mis temores fueron ciertos y tras aquel desenganche fui volteada y penetrada por otro que tomo su turno, aunque esta duro escasos minutos, cosa que agradecí.
El resto discurrió algo mas relajado aunque hubo otro acercamiento con mi primer inquilino que remato la noche en mi puerta trasera, y Paco mojo otra vez y lo vi catar otro conejo y otro rabo, por lo que la noche fue mas que redonda para ambos.