Narval fantasías de un sumiso 3
Fantasías de un sumiso
Tumbado en mi manta me siento abierto y excitado, ha sido extraño sentirme poseído por otro macho. Despierto de mis pensamientos mediante los gemidos procedentes de la cama, levanto la cabeza y veo como el pene que antes ha estado dentro de mi esta ahora en tu boca, veo como entra y sale de ella. Tu estas a cuatro patas sobre él, mostrándome tu coño y tu culo, comienzo a excitarme e instintivamente comienzo a rozarme contra mi manta.
Mi excitación va en aumento y me acerco lentamente hasta vosotros, necesito penetrarte, descargar mis huevos dentro de ti… subo lentamente a la cama y me coloco detrás de ti. Te veo abierta y húmeda y mi lengua se dirige hacia tu coño, saboreando tus jugos, sin dejar de chupar el pene de él te echas hacia atrás buscando un contacto mas profundo con mi lengua.
No aguanto mas y me subo a tu espalda intentando penetrarte, es difícil hacerlo sin poder usar las manos… después de varios intentos noto como la cabeza de mi pene ha encontrado tu coño húmedo y caliente. De un solo empujón entro dentro de ti hasta el fondo quedándome un rato quieto disfrutando este momento. Comienzo un lento movimiento para salir de ti y volver a entrar de golpe. Después de un rato no puedo contenerme mas, necesito ir mas rápido y acabar dentro de ti.
Tus gemidos me excitan y sigo con mis movimientos, estoy cerca del orgasmo…muy cerca.
De pronto el sale de debajo de ti y me hace bajar de ti, y me ordena irme a mi manta, ocupando el mi lugar.
Frustrado veo como el te penetra salvajemente arrancándote gemidos de pasión. Yo mientras tanto he hecho un ovillo con mi manta y me restriego contra ella alcanzando el orgasmo y derramándome sobre ella.
La noche ha sido larga, el ha sido incansable y te ha follado hasta bien entrada la noche y yo he alcanzado tres veces el orgasmo contra mi manta.
El me despierta y engancha la correa en mi collar, llevándome hacia el jardín de atrás. Una vez allí me lleva hasta un rincón y debajo de un árbol meo como un buen perrito. Cuando comprueba que he terminado, me lleva hasta la acera donde esta la manguera, ata la correa a una argolla que hay en el suelo y abre el grifo apuntándome con la manguera comienza a rociarme. El agua esta fría, muy fría pero el continua sin importarle. Una vez estoy bien mojado, coge una pastilla de jabón y comienza a frotar mi cuerpo cubriéndome totalmente de espuma. Al cabo de un rato sus manos se dirigen a mi pene que ahora esta totalmente encogido debido al agua fría. Me lo acaricia consiguiendo que poco a poco crezca en su mano.
Me masturba con una mano mientras con la otra acaricia mi lomo, yo ayudo a su labor moviéndome como si estuviera penetrando su mano. Siento como su otra mano coge el jabón y se va acercando a mi culo frotándome con el. Me enjabona bien todo mi culo prestando especial atención a mi orificio anal, que esta cerrado. Poco a poco introduce un dedo y mi esfínter se va relajando poco a poco, al primer dedo le sigue otro y otro, hasta tener dentro de mi tres de sus dedos, follándome con ellos. Quiero sentirme abierto y ser penetrado mas profundamente.
Como si me leyera el pensamiento, deja de acariciarme, se baja los pantalones y agarrándome de las caderas me penetra hasta el fondo de un solo empujón, y me folla duramente. Me siento una perrita salida follada por su macho y sin poder aguantar mas alcanzo el orgasmo derramándome todo sobre la espuma que cubre el suelo. El sigue follándome.
Después de un rato me penetra profundamente y se corre dentro de mi.
Se recupera, se levanta y termina de lavarme, soltando la correa de mi collar me deja suelto en el jardín. Me voy hacia la hierba, a tumbarme al sol. Estoy excitado y abierto.