Naomi en la oficina
Esa tarde me encontraba preparando unos oficios urgentes en mi computadora, aprovechando que mi oficina estaba sola pues todos se tomaban dos horas para comer. Así que escribía sin que nada me interrumpiera, hasta que escuché la voz dulce de Naomi, una de las arquitectas de la empresa, morena que con casi 1.70 de cintura fina y buenas curvas, además con una carita de niña traviesa y unos labios encarnados que siempre me hacía detener mi trabajo.
Esa tarde me encontraba preparando unos oficios urgentes en mi computadora, aprovechando que mi oficina estaba sola pues todos se tomaban dos horas para comer. Así que escribía sin que nada me interrumpiera, hasta que escuché la voz dulce de Naomi, una de las arquitectas de la empresa, morena que con casi 1.70 de cintura fina y buenas curvas, además con una carita de niña traviesa y unos labios encarnados que siempre me hacía detener mi trabajo.
Naomi después de preguntarme porqué no había salido a comer, se levantó del sillón enfrente de mi escritorio para decirme: Oye es cierto que se me ve mal esta falda?- Y me enseñó la minifalda que se puso ese día, un poco corta, le entallaba en las nalgas, yo le dije que se veía muy bonita, pero que si se acuclillaba tal vez se reventaría. Ella me repuso que otra de las compañeras de la oficina, le dijo que al sentarse se le subía demasiado. Y como de nuevo se encontraba en el sillón, le vi sus piernas sin medias y casi pude verle su pantaleta.
Naomi se puso muy roja y me dijo: Oye casi me ves los calzones! Yo solo me sonreí porque estaba colorada, le pedí que no se preocupara de las críticas que le hicieran pues es muy hermosa; por lo que si a ella le gustaba que la admiraran, estaba perfecto. Ella como respuesta se levantó y me preguntó si en verdad creía que era hermosa, yo solo asentí con la mirada, se me acercó diciéndome que tenía un premio para mí. Por lo que se situó a mi lado y se acuclilló para darme un beso, mismo que correspondí tomándola de la cara e introduciendo mi lengua en su boca. Entonces sucedió, se escuchó el rasgar de su mini, se puso toda roja y sus manos fueron presurosas a su gran culo, se levantó y dándose vuelta me preguntó si se rompió la falda, yo le dije que se desgarró al lado de su cierre, y que se le veía bonita su tanguita de hilo. Ella sonrío y me dijo: Hoy estás de suerte! Y se quitó la mini.
Yo no necesité escuchar la invitación, comencé a acariciarle las nalgas, grandes, suaves y esponjadas. Naomi se inclinó un poco sobre mi escritorio poniendo a mi disposición ese tesoro. Entonces comencé a besarlas mientras le manoseaba las piernas que se le veían espectaculares por las zapatillas de tacón alto que usaba ese día. Decidí hacer a un lado su hilo para dejar libre su canal, y comencé a pasarle la lengua, ella se bajó la tanga y la dejó caer a sus pies, separando las piernas. Lo que aproveché para lamerle desde el ano a los labios de su vagina.
Entonces Naomi comenzó a dar gemiditos suaves, se dio vuelta, mostrándome su pubis depilado, yo le dije que se le veía hermosísimo, ella sonrió y me contestó diciéndome: Qué bueno que te gusta! Voy a que me depilen precisamente para que me mames muy rico!
Naomi se sentó en el borde de mi escritorio y abrió las piernas y cerrando los ojos me dijo: No seas malito, mámame mi conchita y mi culito! Yo no esperé y comencé a darle lengüetazos rápidos en un clítoris que es una delicia, rosadito, muy paradito como la yema de su dedo meñique. Lo lamí arrancándole unos suspiros muy cachondos y lo tomé con mis labios para darle chupaditas. Ella entonces comenzó a gemir más fuerte para darme en la boca mi premio, su primera venida, que saboree deliciosamente. La dejé reponerse un poco y de nuevo pasé la lengua entre los labios de su vagina, la metí, le di vueltecitas dentro. Su vagina era una fuente, no dejaba de manar jugo que le escurría hasta su ano. Levanté más las piernas de Naomi separándolas, y le comencé a lamer el ano. Al sentir ella la caricia de mi lengua, con voz entrecortada decía: EEESSS TTAAN RIIICCOOO!. Entonces tuvo su segundo orgasmo, y al terminar de venirse me dijo: Papy me presentas tu verga?
Yo me paré me saqué la verga del pantalón, rápidamente se bajó ella del escritorio, se inclinó para mamarla, lo hacía con verdadero gusto y me sentó de nuevo, ella se acomodó entre mis piernas y seguía mamando. Recorría mi verga con la lengua, la besaba sosteniéndola con sus manos, jalaba para atrás el prepucio dejando la cabeza descubierta, la lamía para luego meterla en su boca, mamando fuertemente. En ese momento dijo: La tienes tan gorda y dura, me encanta!- Naomi sonrió y siguió mamando, añadiendo a su caricia unas lamidas de huevos que me hicieron poner en blanco los ojos.
Cuando ya casi me hacía venir Naomi, sacó de su boca mi pene, brillante y con el glande muy rojo e hinchado, y dijo: Papy déjame ver si puedo comérmela todaaa. Y cerrando sus ojos comenzó a meterla, tan hondo que le llegó a la garganta. Cerró con más fuerza sus ojos, por fin pudo meterla toda pues su nariz casi tocó los vellos de mi pubis, pues ella me había bajado el pantalón desde hacía buen rato.
Lentamente sacó mi verga de su boca y aprovechó para lamerme la cabecita, dándole vueltas con su lengua. Me miró a los ojos y se recargó en el escritorio abriéndose de piernas, rápidamente me situé detrás de ella y le di un par de nalgadas, las que hicieron estremecer esa delicia de nalgas, y sin esperar más le acomodé la punta de la verga entre sus labios vaginales, ella volteó a verme, sin esperar de un empujón se la metí toda sin ningún problema, ya que estaba mojadísima. Comencé a bombear fuerte, solo se escuchaba un plaf, plaf del chocar de sus nalgas en mi cadera.
Naomi solo se recargó su cabeza en el escritorio gimiendo ansiosa, metió una de sus manos entre sus piernas para acariciarme los huevos, debo confesar que su vagina es una delicia, se ajustó a mi verga como un guante a la medida. Me recibía completo sin ningún problema, cojíamos como desesperados. Y apareció nuestra preocupación mayor, el regreso de los demás compañeros de la oficina, y cuando miré el reloj, Naomi me dijo: Papy me cojes muy rico, pero no tardan en llegar los demás, no te vengas adentro, dámelos en mi boca, si? Y comenzó a venirse de nuevo.
Entonces fue cuando terminó de venirse Naomi, se la saqué, casi me venía. Ella vio mi verga cabeceando y se inclinó a chuparla, la metió golosamente en su boca y solo dijo: Papy dámelos, quiero que me llenes la boca!- Y al ver su mirada tan cachonda comencé a venirme, ella muy valiente abrió la boca y recibió el primer chorro, y se metió la verga para seguir chupando tragándose mi semen, y no sacó la verga hasta habérmela limpiado.
Apenas se levantó y comenzaron a entrar nuestros compañeros de oficina, ella se puso su mini pese a estar rasgada, y se tomó mi chamarra diciendo que como había llovido, tenía frío. Los demás así lo creyeron, pues seguido Naomi se ponía una chamarra o un suéter mío. Solo se fue limpiándose los labios con su lengua y yo le cerré un ojo.
Espero pronto platicarles cómo estrenamos su culito. Saludos.