Nancy (2)

Todo un espectaculo de virilidad animal.

Nancy 2.

Gracias a todos por los comentarios y las correcciones que me hicieron. A veces te dejas llevar por la historia y las palabras salen solas sin pensarlas. Espero mejorar con vuestra ayuda. Gracias nuevamente.

Después de lo acontecido en las instalaciones de los simios, Nancy no volvió a llamarme para que la ayudara. Supongo que ella creía que sus actividades en las instalaciones continuaban a salvo. Aunque yo sabía lo que pasaba ahí dentro me costó mucho asimilarlo, no me lo creía y mucho menos podía asimilar que yo me excitara con semejante espectáculo.

En vez de culparla a ella de degenerada y obsesa me estaba culpando a mí mismo de esos términos. Pasaron varias semanas en las que yo estaba mas despistado que de costumbre. Las novatadas se sucedían pero yo ya no les prestaba atención, e incluso caía en sus trampas por estar en otro mundo. No me reconocía como voyeur y mucho menos como zoófilo.

Nancy apenas me dirigía la palabra, hola y adiós cada vez que nos cruzábamos en las instalaciones del personal. Yo me quedaba blanco y sudaba como si hubiera corrido el maratón mas dura del mundo. Supongo que ella pensaba que provenía del susto que me había dado con THOR. Pero yo sabía muy bien que era porque me recordaba ese lado oscuro que descubrí ese día y me horrorizaba recordar.

Poco a poco se fue apagando esa sensación de degenerado voyeur y se fue substituyendo por otra sensación no esperada. Empecé a tener extraños sueños en los que diversos animales del zoológico me hablaban y me decían como se habían follado a Nancy por las noches cuando no había nadie.

Despertaba en plena noche sudoroso y extenuado con gran excitación que mi miembro se encargaba de mostrar. Me masturbaba sin miramientos y mi esperma parecía disparado por un cañón de largo alcance. Cada noche esperaba impaciente mi sesión de autosatisfacción. Los sueños cada vez eran más intensos y mas placentera la conclusión de mis actos.

No sé todavía como, cada vez me cruzaba más a menudo con Nancy o simplemente me fijaba cada vez mas cuando nos veíamos. Ella mostraba la indiferencia habitual hacia mi, pero yo cada vez la repasaba de arriba abajo como si fuera una figura a memorizar en mi subconsciente. Esa figura se repetía en mi mente una y otra vez, me llevé algún susto en mi trabajo por no prestar atención a mis tareas y decidí que eso no podía continuar así.

Después de varios días intentando encontrar una solución a esta situación, no pude encontrar una que fuera respetuosa y al mismo tiempo saciará ese instinto que se despertó y no sé de donde surgió. Mis ansias por poseerla y que fuera poseída por los animales que cuidaba delante mío fue anulando todos los demás pensamientos hasta que finalmente todas mis neuronas clamaban al unísono.

Lo primero que pasó por mi mente para lograr semejante hazaña era el chantaje sobre lo que vi. Pero era su palabra contra la mía, y había demasiado riesgo a que no saliera bien. Por lo que opté a pillarla in fraganti y así no correr ningún riesgo al fracaso. Lo difícil era entrar en las instalaciones sin ser visto y que los animales no me delataran. Para salvar el obstáculo de los animales, estos debían estar en las instalaciones exteriores y eso solo ocurría por el día. Ahora el problema se situaba en entrar y no ser visto.

El primer paso y mas importante era conseguir abrir la puerta sin que esta pareciera forzada. Después de pensar largo tiempo se me ocurrió que ella guardaría las llaves en su taquilla y una taquilla es mas fácil de abrir que una puerta blindada. Entre en las vestuarios femeninos y con una navaja me dispuse a forzar la cerradura como fuera, aunque he de reconocer que no tenia ni idea. Sorpresa la taquilla estaba abierta y después entendí porque. No guardaba nada dentro solo el uniforme y las llaves dentro del bolsillo. No me lo podía creer debe ser la suerte del novato. Me las llevé a un cerrajero para que me hiciera una copia de la llave durante el almuerzo y las devolví sin que nadie me viera.

El primer paso ya estaba hecho, y ahora venia lo difícil. Vigilarla para saber cuando no estaba en las instalaciones y entrar para esconderme. Este paso me daba miedo. Si me veía vigilándola seguro que sospechaba algo y se acabó la fiesta y además como sabia si cada día tenia fiesta con THOR. Igual lo hacia de muy pocas veces y tendría que coincidir que yo estuviera ahí. No podía desaparecer cada día del trabajo, los demás empleados sospecharían.

Recordé entonces que el día D me dijo que tenia a THOR dentro porque estaba en celo y se ponía muy nervioso. Eso me dio la idea de comprobar cada día si THOR era el único que no estaba fuera en las instalaciones externas. Dicho y hecho me dediqué a observar cuando no estaba el temible THOR tomando el aire.

Después de varias semanas un día pude comprobar que THOR no había salido a pasear su fornida figura. Pensé que esa era mi oportunidad y esperé a que saliera de las instalaciones para colarme cual ladrón de guante blanco. Y así lo hice, entre en las instalaciones con la copia de la llave y a oscuras conseguí alcanzar las instalaciones de maternidad donde todavía seguían los dos peques algo mas espabilados que la última vez que los vi.

Entre sombras podía intuir como THOR se movía por su jaula, aunque no parecía muy alterado al notar mi presencia, seguro que reconocía mi olor de la ultima visita que le hice y no me consideraba una amenaza. Me escondí en la misma sala donde me desperté la última vez y me dediqué a esperar. Los 45 minutos pasaron segundo a segundo incrementando mi ansiedad y nerviosismo a niveles taquicárdicos a los que nunca me había enfrentado. Cuando creí que mi corazón iba a estallar se encendieron las luces de repente y con una acto reflejo me tiré al suelo, empecé a sudar y mi respiración se aceleró al ritmo de mi corazón.

Sus pasos se oían cada vez cerca y yo me iba imaginando el bamboleo de sus pechos al mismo ritmo y empecé a tranquilizarme cuando se encendió la luz del área de maternidad. Me dispuse a levantarme lentamente para poder observarla con la tranquilidad de que la luz del área de maternidad reflejaría en el cristal junto a la oscuridad de la sala donde yo estaba camuflarían mi silueta.

Les estaba hablando a los peques mientras les cambiaba los pañales. Estaban muy juguetones y la agarraban de la camisa del uniforme continuamente. Y ella les seguía hablando:

-¿Qué pasa gamberretes? ¿Tenéis hambre o que?

Yo empezaba a desesperarme porque no sucedía nada de lo que esperaba. A pesar que THOR estaba dentro no habría espectáculo por lo que empecé a resignarme a salir de allí en cuanto ella saliera de las instalaciones. Pero algo ocurrió que me dejo estupefacto. Dejó al peque que estaba cambiando de pañal tiernamente en su cunita mientras el otro observaba. Se empezó a desabrochar la camisa del uniforme y la dejó en una de las cunas vacías que tenia al lado. Volvieron a aparecer esos enormes fenómenos naturales que eran sus pechos, grandes, blancos y muy pero que muy apetecibles. Manjar de dioses pensé.

Volvió a coger al peque y este de un brinco se agarró a su pecho derecho y sin dar tiempo a parpadear se metió ese rosado pezón que tanto anhelaba en la boca para empezar a mamar desesperadamente. Yo no sabía si creerlo o estaba en otro de mis sueños nocturnos que tanto me perturbaban y excitaban a la vez. Me fijé masa detenidamente en lo que pasaba y pude comprobar como todo el pecho se movía al ritmo de las succiones de nuestro peque. Parecía que realmente le esta dando de mamar leche materna. Pero eso era imposible, yo no había notado que Nancy estuviera embarazada y sabía que no tenía hijos por lo que pensé que era una manera poco ortodoxa de criar simios.

Mi pene ya se encontraba en su máximo esplendor y vibraba al ritmo de las succiones de nuestro amigo. Pensé que de momento me tendría que conformar con la visión que tenia para satisfacer mi perverso apetito. Puesto que esto no me serviría para mi chantaje.

De repente se movía. Nancy se dirigió hacia el otro peque que se mostraba nervioso. Lo cogió con el brazo izquierdo y como su compañero se agarró a su pecho izquierdo y empezó a mamar como si le fuera la vida en ello. La visión de los dos peques mamando de esa manera hizo que me corriera abundantemente observando el movimiento de los dos senos como si del ordeño de una vaca lechera se tratara.

Nancy se sentó en una silla en un rincón de la sala con cada uno de los peques mamando sin descanso. Fue en esa preciso instante que mi lividez ya había pasado que me concentre en la cara de Nancy y lo que vi me inquietó mucho. Su cara me recordaba a la que puso en nuestro primer encuentro con THOR. Estaba disfrutando sexualmente de lo que hacia, y más todavía cuando me fijé que una mano se estaba frotando por encima del pantalón su fuente de placer.

Esto último colmó mi temple y me decidí que era ahora o nunca, la situación era lo suficientemente embarazosa como para que mi plan surtiera efecto. Y me decidí a revelar mi presencia ante ella. Eso sí necesitaba mostrare mis intenciones para ahorrar palabrería estúpida que se puedan dar en estas situaciones. La observé durante unos instantes mientras se despertaba mi compañero inseparable y me desnudé. Seguro que eso la descentraría y mostraría claramente mis intenciones.

Ella no se lo esperaba y aparecí delante de ella con mi mástil como carta de presentación. Su cara era un poema y los peques ni se inmutaron. Ellos ya tenían lo suyo y el resto del mundo no les importaba y he de reconocer que si yo estuviera en su situación a mi tampoco.

Sin que ella pudiera reaccionar me arrodillé delante de ella y empecé a frotar su clítoris por encima del pantalón y ella no se resistió demasiado. Creo que la sorpresa aún la excitó más. Su primer orgasmo no tardó en llegar y lo noté por la humedad de su pantalón.

Nuestras primeras palabras se cruzaron en cuanto recuperó su aliento:

Veo que disfrutas con la maternidad.

Si lo descubrí en un seminario en Asia donde si la madre del pequeño se muere y no tiene otra se ofrece alguna aldeana para substituirla.

Algo havia oído. ¿Pero tú no estas embarazada?¿Ni tienes hijos?

Es un problema hormonal que tengo. Desde la adolescencia que tengo es problema y me ha metido en muchos líos hasta que supe sacarle partido.

Eso explica lo de los peques pero lo de THOR.

Su cara palideció aún más que de costumbre y poco a poco sus mejillas empezaron a tomar un color rosado que me confirmó que nuestro juego no había acabado.

Deja a los peques que ahora soy yo el que tiene hambre. Pero primero quiero otro espectáculo como el de la primera vez que estuve aquí.

Sin mediar palabra dejó a los quejoso peques para quitarse el resto del uniforme y dirigirse hacia THOR. Yo la seguía contemplando el hipnotizando movimiento de sus caderas. Se situó en la puerta de la jaula y empezó a hablar con THOR. Este rápidamente al ver que se encontraba desnuda se alteró y empezó a mostrar toda su fuerza y fiereza para lucirse.

Hola, ¿que hace un gorila como tú en una jaula como esta?. ¿ Sabes que eres muy grandote y fuerte? Me encantan los amantes peludos.

Parecía que contemplaba una película porno. Yo ya me había puesto a tono otra vez y decidí guardar distancia de la jaula para que THOR no se pusiera más nervioso. Al entrar en la jaula Nancy siguió la misma estrategia que la última vez. Se agacho y empezó a comportarse como un simio. Se acertaba a él, se frotaba como si se tratase de un felino.

THOR jugó un rato con ella hasta que se cansó y la cogió de la cintura con sus fuertes brazos. Se la acercó a su cuerpo rápidamente y empezó a mamar de sus pechos con gran fuerza. Gritos de dolor se escucharon al principio y se fueron apagando lentamente hasta convertirse en suspiros. Era increíble, THOR se había metido más de la mitad del pecho de Nancy entre esas mandíbulas y succionaba violentamente. Parecía una succionadora industrial. El movimiento de se pecho era exagerado, la iba a vaciar en segundos. Se cambió al otro pecho y repitió la operación. Nancy sacudía su cuerpo al son de las succiones y frotaba su clítoris con una pierna de THOR que tenía debajo.

Este escena me dejó perplejo, tanta brutalidad y placer al unísono era algo impensable para mí. Nancy empezaba a jadear rápidamente por lo que pensé que su frotamientos daban resultado mientras THOR se alimentaba (toma regresión a la infancia).

Yo por mi parte me estaba autosatisfaciendo agradablemente y no tardé en correrme al imaginar el placer que encerraba esa jaula. THOR sacudió un par de veces el pecho de Nancy y la giró bruscamente por lo quedó frente a mi y me dedicó una sonrisa picarona. Pude ver el instrumento de THOR que empezaba a cobrar una enorme vigorosidad y me entró un cosquilleo por todo el cuerpo. THOR se decidió primero a lamer con esa enorme lengua que tiene la vagina de Nancy para saborear ese aroma que yo había sentido antes.

Lo hacía brutalmente como todo lo que hacía THOR, Nancy emitía unos sonidos mezcla de gritos y jadeos que me encendieron nuevamente e hice un esfuerzo enorme por no correrme ya que esta vez quería hacerlo en Nancy. Todo su cuerpo se movía con cada lengüetada de THOR como si su fuerza superara la fuerza de Nancy a quedarse en esa posición. El bamboleo de su pechos muy rojizos por lo acontecido anteriormente era increíble, oleadas del mar que bañan las playas.

De repente THOR se incorpora y antes de un suspiro ensarta su virilidad en Nancy y el grito era desgarrador, por el tamaño que mostraba eso tenia que doler y sobre todo por la falta de modales de THOR respecto a su amante. Penetraba rápidamente y la cara de Nancy se tornaba a más placentera al igual que sus sonidos aunque igual de rápidos como las sacudidas de THOR. Era un martillo percusor desbocado y Nancy lo disfrutaba increíblemente.

De la boca de Nancy empezaba a caer un hilo de saliva que brillaba con las luces de la jaula y sin lugar a dudas era la expresión de máximo placer que experimentaba, yo no pude aguantar más y me corrí por tercera vez un menos de 1 hora.

THOR paró en seco y su rostro denotaba una expresión que no le había visto hasta entonces. Seguro que era de placer, y es curioso porque no perece que no animales tengan expresión de placer. Nancy aprovechaba para recuperar el aliento y dirigirme unas frases.

Nunca había sido tan bueno. Esto no lo había hecho así nunca. Me está llenando más que de costumbre y es muy caliente. Esto es muy bueno.

Cuando los aprisionadotes brazos de THOR la dejaron cayó fulminada al suelo y puede contemplar que su pechos no eras lo único enrojecido de su cuerpo. Su trasero estaba al rojo vivo de aguantar las embestidas de THOR y su semen rezumaba por su caderas abundantemente.

THOR se puso a dormitar en una esquina de la jaula y en unos minutos Nancy salió de la jaula como pudo pues le dolía todo su cuerpo aunque su expresión era de placer. Todavía tenia la saliva que caía de su boca que yo aproveche a limpiar con un fogoso beso mientras la rodeaba con mis brazos por su cintura para ayudarla.

Continuará.