Nana y la vara.

Relato de azotainas hermana-hermano, y algo más.

-Madre mía!!!! está ya casi de noche, me tengo que ir, adiós.

Juan salió como alma que lleva el diablo de casa de uno de sus amigos donde se le pasó la tarde en un santiamén entre juegos y risas propios de su edad ;vivía con su hermana y su cuñado en una casa a las afueras del pueblo, donde el marido de su hermana tenía una carpintería, y mientras corría iba pensando en voz alta.

-Me cago en tó que paliza me va a pegar!!!, ¿pero cómo se me ha hecho tan tarde?, madre mía y tampoco le he echado de comer a las gallinas, esta tarde me mata.

En un tiempo récord llegó a su casa muerto de miedo, y sin pensárselo mucho entró directo a la principal habitación de la casa, que incluía cocina, salón y comedor en un mismo espacio.

-¿Pero donde estás metido? Tu hermana te va a matar.

Tomás era el hombre más bueno del mundo, siempre intentaba ayudar a su pobre cuñadito cuando éste se metía en porblemas, pero si su mujer decidía darle un escarmiento , algo que sucedía muy a menudo, nadie se lo iba a impedir. Tomás se casó con Josefa la hermana de Juan  y se fueron todos a vivr a su casa a las afueras del pueblo junto donde tenía su carpintería.

-Jooo Tomás, se me ha hecho tarde sin darme cuenta.¿Donde está mi hermana?

-Ha salido en busca tuya, y estaba hecha una fiera, ha cogido la vara, no te digo más!!

-¿La vara? nooooooooo, joder!!! Juan miró detrás de la puerta y vió con angustia que la caja de madera donde su hermana guardaba la vara estaba vacía.

-Por ahí viene, madre mía viene que echa fuego !!! Dijo Tomás asustado al ver a su esposa por la ventana como una centella, vara en mano.

-¿Ha llegado el sinvergüenza ese ya? Ahh, míralo, ven aqui anda que te voy a enseñar yo a tí... Juan ven aquí ahora mismo que te mato esta tarde!!!

Josefa se llevaba con su hermano pequeño 12 años, por lo que se puede decir que era su segunda madre, en realidad casi su primera madre, ya que ambos quedaron huérfanos cuando el pequeño Juan tenía solo 4 años, y fue su hermana la encargada de criarlo. En aquella época las chicas maduraban mucho antes, así que con 18 años Josefa, era toda una mujer de su casa, a ello le ayudaba además su físico muy desarrollado, era alta, morena con el pelo largo y pese a su juventud , casi siempre llevaba un moño bien alto o bien bajo, sin ser muy guapa, si que era atractiva, con un rostro un poco caballuno, ojos verdes, y un culo y pechos bastante abudantes.

La vida de ambos hermanos , como la de la inmensa mayoría de la gente en aquella zona rural de hace 40 años, era con estrecheces, y aunque no pasaban hambre, no se podían permitir demasiados lujos. La obsesión de Josefa fue que su hermano estudiara para salir de pobres, para ello le exigía buenisimas notas, y un comportamiento intachable en la escuela, si algo de esto no se cumplía a rajatabla, no dudaba en darle una buena azotaina, para "enderezarlo" como a ella misma le gustaba decir, esto unido a la dureza de las profesoras que le tocaron en suerte al pobre Juan, le costaron no pocas palizas, de hecho su hermana se jactaba antes vecinos y familiares de llevar a su hermano mas derecho que una vela, algo muy bien visto en la época, y se sentía muy orgullosa  cuando oía por el pueblo que su hermano era un chico muy bien educado, ya que su hermana lo estaba criando a base de zapatilla, cosa que era absolutamente cierta.

-No Nana, no me pegues._ Juan decía a su hermana desde siempre Nana, y jamás la llamaba por otro nombre que no fuera ese.

-Que te perdone?, Ven aquí inmediatamente!!!

-No Nana con la vara no!!!! por favor noooooooo.

Juan había recibido desde muy niño de su hermana bofetones, peliizcos, azotes con la mano , y sobre todo zapatillazos, las mayores azotainas de su vida habían sido con la zapatilla, aunque es cierto que alguna que otra vez había probado la correa, y ésta sería la segunda vez que cataba la vara, era una vara de olivo de poco más de un metro , bastante flexible , y de poco más de un centímetro de grosor, aquello picaba como mil demonios,al ser flexible se adaptaba al cuerpo en cada azote como un guante... su hermana se la había pedido a un familiar para ayudarla a enderezar al niño, así se las gastaba... y claro ahora su pobre hermano estaba aterrorizado ante lo que se le venía encima.

-No SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH no Nana BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Nana cogió a su hermano por la muñeca y empezó a soltar varazos en el culo, aquella vara silababa a cada azote, el chaval metía el culo intentando evitar la vara, pero ésta alcanzaba inmisericorde su objetivo.

-SLASHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH Toda la tarde golfeando SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, y las pobres gallinas sin comida, te mato SLASHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHHH golfo, más que golfo , donde estabas????''' SLASHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHH, TE MATO ¿ME OYES? TE MATO.

Nana había nacido para dar palos, tenía una facilidad, y una agilidad innata, manejaba la vara, o la zapatilla o la correa, con una elegancia natural fuera de lo común. Aquella escena con la vara parecía un molinillo en movimiento, aquello era una sinfonía con el siguiente orden, el FIUUUUUUUUU  del silbido de la vara, el ZASSSSSS  del impacto del azote en el culo ,y el AHHHHHHHHH alarido de dolor de Juan, pronto se unió a esto el llanto inconsolable fruto del dolor.

Cuando estuvieron un buen rato danzando en círculos en aquella gran habitación, uno intentanto evitar la vara de su hermana escondiendo su culo y la otra vareando con fiermeza y seguridad a su  hermano menor, y la paliza empezaba ya a ser descomunal, Nana empezó a conducir a su hermano a su cuarto, a varazo limpio.

-Tira para tu cuarto SLASHHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH, tira que lo voy a terminar de explicar allí.

-No Nana a mi cuarto nooooooooooooooooooo buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Juan sabía que en su cuarto le esperaba la última y quizá más dura andanada de azotes, su hermana actuaba a menudo así, sobre todo desde que se casó y vivían con Tomás, primero le daba una buena azotaina delante de él y después remataba la faena en el cuarto, sin testigos, los dos hermanos a solas, el pobre Juan pidió ayuda a su cuñado con la mirada, supliclándole que intercediera por él.

-Cariño, yo creo que ya...

-Tú te callas,¿o me vas a decir también como tengo que criar al golfo este?. El tono, y la mirada de Nana no admitían réplica.

Así que a varazo limpio lo fue metiendo a su habitación, cerró la puerta tras ella,  y tomándose un pequeño respiro le dijo:

-¡Bájate los pantalones!

-No Nana los pantalones no.

-¿Te los bajo yo?

El chico empezó a quitarse los pantalones por la cuenta que le traía, alguna vez que se había hecho el remolón, su hermana no sólo le arrancó el pantalón, sino que además le quitó el calzoncillo.

-Con la vara no Nana BUAAAAAAAAAAAAAAAAAA, me duele mucho BUAAAAAAAAAAAAAAAAAA

-SLASHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHH A ver si aprendes, SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHH, te parece bonito que haya tenido que echar de comer a las gallinas yo SLASHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH, no sabes que esa es tu obligación? golfo más que golfo SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH, cuantas veces te lo tengo que decir???SLASHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHH GOLFO GOLFO GOLFO SLASHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHH SLASHHHHHHHHHHHHH¿ DONDE ESTABAS? TE MATO TOMA TOMA TOMA

Nana cuando azotaba era volcánica, las preguntas que hacía eran retóricas, no esperaba que nadie las contestara, pero por otra parte si no se las contestaban también se enfadaba. En esas estaba mientras azotaba a su hermano en su cuarto cuando se las arregló para meterle la cabeza entre sus piernas,bajo su falda,  mientras lo atenazaba por el cuello por sus muslos, así que Juan se quedó mirandole la parte trasera de las pantorrillas a su hermana y las zapatillas, llevaba unas zapatillas, granates, cerradas , y con una suela amarilla de goma que le hacía añicos su pobre culo,las había probado en innumerables ocasiones, pero ahora las echaba de menos, vaya si las echaba de menos,  con la zapatilla le ponían el culo como un tomate maduro maduro, pero la vara le estaba destrozando, ahora por la postura los azotes caian un poco más en diagonal, con lo que su culo se empezó a poner literlamente morado, con decenas de marcas de vara en muslos y culo, los aullidos de dolor se oían incluso fuera de casa, en la carpintería donde el pobre Tomás, se había ido para no oir los aullidos del muchacho.

Nana abriendo un poco las piernas soltó a su hermano, que cayó como un fardo al suelo, echándose las manos a sus calzoncillos para tratar de aliviar un poco el dolor, mientras veía como su hermana salía muy resuelta de la habitación refunfuñando algo de que estaba más que harta , se fue directa a poner la vara a su sitio, y en este momento entraba su marido por la puerta, que intentó reprocharle con la mirada el palizón que acababa de darle a su propio hermano, pero ante el conato de rebeldía, le espetó:

-¿Qué, algo que decir?

-Eh, no... nada.

-Pues mejor, a ver si la vas a probar tú también. Y por fín arrojó aquella vara de olivo verde y flexible a su sitio mirando a su marido con una mezcla de severidad y de lujuria.

A la media hora, Nana llamó a su hermano para la cena, el pobre que estaba acostado bocabajo en su cama apenas podía andar, y mucho menos sentarse, pero si su hermana lo llamaba a cenar, había que ir a cenar. Al ver aquella silla de esparto pensó que iba a ser un suplicio sentarse allí , así que le dijo a su hermana.

-Me puedo poner un cojín.

Su hermana lo miró seria, y le dijo.

-Cójelo anda, y siéntate que se te va a enfriar la sopa.

Aquella noche Juan oyó en el dormitorio de su cuñado y su hermana ruidos poco habituales, pese a ser un muchacho con nula experiencia sexual , imaginaba que estaban teniendo sexo, y además de eso intuía que el sexo tenía que ver con las azotainas que él recibía, curiosamente cada vez que él cobraba, por la noche habia movimiento en el cuarto contiguo, y  desde hacia años intuía que a su hermana le excitaba pegarle, y lo peor era que a él mismo le excitaba que le pegara, teniendo cada vez más dificultades para esconder su erección, eso sí las erecciones eran con las zurras con zapatilla, empezó a pasarle desde muy niño, y habiá desarrollado un gusto fetichista por las zapatillas y los zapatillazos de su hermana que le hacían sentirse el chico más raro del mundo, y aunque las erecciones con la vara desaparecían, debido al intenso dolor , es cierto que ahora oyendo aquellos ruidos y rememorando el palizón que le había dado su Nana aquella tarde noche, si que se estaba masturbando restregándose contra el colchón , por supuesto  bocabajo, el culo lo tenía tres horas más tarde aún al rojo vivo...