Nadie como el (1)

Una historia de sexo y un amor que durará por siempre. solo para aquellos que en verdad se han enamorado asi.

Lo encontré de entre las sombras de internet una noche fría de noviembre, estaba buscando yo solamente un poco de acción, mis anteriores parejas no me habían dejado muy satisfecho sexualmente que digamos, así que lo que menos quería era un compromiso, si, tengo que admitirlo solamente buscaba sexo.

Entonces lo ví, un anuncio en la pagina de starmedia.com en la sección de clasificados y el titulo mas sugerente que había encontrado hasta ese entonces: Hola! Quieres coger rico?

Él se describió a si mismo como todo un semental: hola soy un hombre de 25 años en busca de sexo con un chavo pasivo y muy complaciente, tengo buen cuerpo, alto, tez blanca y soy varonil de a madre.

Debo confesar que esas palabras así tan directas me pusieron a mil en ese mismo instante, deseaba conocerle, además estaba solo a media hora de la ciudad donde yo vivía, así que me puse en contacto con él, le mandé un correo describiéndome (soy atractivo, ojos claros, delgado pero con cuerpo marcado y sobre todo un redondo y firme trasero).

El día llego y quedamos de vernos en una plaza grande y algo alejada de la ciudad yo llegue un poco tarde y buscaba a alguien parecido según su descripción (no me mando fotografía)

Esperé y esperé estaba a punto de rendirme y retirarme a mi casa cuando lo vi: efectivamente era un chavo super varonil de aspecto de macho, muy guapo, alto, unos ojos enormes color castaño increíbles, un cuerpo fornido y de gym y una sonrisa que podía derretir cualquier persona si se lo proponía.

No supe que decir mas que a titubear su nombre cuando lo tuve enfrente de mi; Pedro? –así es replico él, me sentí extrañamente en confianza con él casi inmediatamente, no dejaba de recorrer con su mirada todo mi cuerpo y mi cara. Nos sentamos en una banca y le pregunte si solo buscaba sexo y el respondió que a primera instancia si pero que realmente yo le había encantado y estaba dispuesto a conocerme y tal vez llegar a algo más.

Aquellas palabras con su voz sexy y varonil me dejaron helado – creo que puedo enamorarme de este tipo, me sorprendí a mi mismo pensando. Platicamos de mil cosas en lo que pareció tan solo un instante, de su vida y de la mía, de lo que le gustaba hacer en la cama, de que le encantaba el mar y la playa y de cómo se había decepcionado con las respuestas de su anuncio, hasta ese día. Yo no dejaba de verlo casi hipnotizado, yo no soy una persona que se enamore tan rápido de alguien, pero ese día cambiaría mi vida para siempre.

Cuando al fin nos despedimos y estando a unos pasos de la parada donde debía tomar mi autobús, el me dijo algo que se me quedaría en la mente por muchos años: sabes? Me gustaste mucho, tu cara de niño inocente y mejor ya vete antes de que te plante un beso aquí en la calle delante de todos, ¡vaya que este chavo sabía como prender a otro chavo! Y mas porque no lo hubieras creído de alguien con apariencia tan varonil. Me dio su teléfono y le hizo la parada al chofer de la ruta que pasaba por esa calle.

Subí al autobús y me aleje viéndolo por la ventana trasera del camión, su mirada se posó en mí y me regalo la sonrisa más increíble del mundo.

Eso fue un viernes asi que me pase el fin de semana entero pensando en el, fui a un antro la noche de ese sábado pensando que tal vez lo encontraría ahí, pero recordé que me había dicho que no le gustaban ese tipo de lugares, entonces me conformé con solo bailar con mi amiga que no dejaba de despertarme a cada rato diciendo que tenía cara de soñar despierto.

Pasaron tres días y le llamé, algo curioso noté cuando su padre descolgó el teléfono y pregunte por Pedro, el dijo- ¿quién? Y en ese instante Pedro contestó de otro teléfono, me temblaron las piernas solo de oír su voz, quedamos en vernos ese día el vendría a la ciudad donde vivo e iriamos a comer.

Ya ansiaba verlo una vez más, estaba yo de espaldas esperándolo de un lado de la cuadra pero el me sorprendió del otro lado, llevaba una camisa de vestir un pantalón de mezclilla y unos mocasines color café, debo confesar que nunca me agradó su forma de vestir, a mi parecer tenia mal gusto a la hora de escoger su guardarropa, pero con un tipo tan guapo y varonil ¿quién se fijaba en la ropa?

Nos fuimos al restaurante y ordenamos la comida, el me regalo una hoja de papel doblada por la mitad que decía: "Hola bebe! Te puede parecer algo raro ya que acabamos de conocernos pero no he dejado de pensar en ti y te extrañe mucho".

Desee tenerlo desnudo en es instante y besarlo apasionadamente, pero me contuve, el restaurante estaba lleno pero yo quería por lo menos darle ya un primer beso, así que pregunte donde estaba el baño y una mesera me lo mostró el se fue detrás de mi entendiendo el guiño que le hice, y al tenerlo frente a mi cerré la puerta y lo besé, un beso que duró una eternidad, un beso delicioso ya que al sentir por primera vez sus labios en los míos comprendí que no podría dejarlo nunca más, se convertiría en mi droga al igual que su sexo, el cual conocí esa misma tarde.

Terminamos de comer y el me propuso ir a su casa, así que nos fuimos a la parada de autobuses y en eso volteó para todos lados y me dio una nalgada volteé a verlo y en su cara estaba dibujada un gesto de macho satisfecho con una gran sonrisa, yo me puse de mil colores un tanto apenado y otro mucho más que excitado.

En el camino a su casa me tomaba de la mano, cuidando siempre que nadie nos viera y esos detalles me desarmaban, solamente quería ser suyo.

Cuando por fin llegamos a su casa me invito a pasar a su cuarto el cual estaba en la parte de arriba, nos sentamos en la cama y comenzó a besarme y acariciar tiernamente mi cara, cuando de pronto me encontré sobando su bragueta por encima de su pantalón, ¡era una locura lo que ese chavo me hacía sentir! El se bajó los pantalones y me dijo: -¿no quieres darle un besito? Para ese entonces también tenía una fuerte erección así que accedí estaba yo chupando ese pene que sin ser muy grande o muy gordo se levantaba contra su ombligo de una manera muy sexy, enmarcado con unos testículos pesados y grandes y una mata de vello púbico rebelde y cachonda.

Así pasamos unos minutos cuando me propuso cogerme le pregunté que si tenía condón a lo que respondió que no pero que solamente quería saber que se sentía penetrarme un segundo y que no terminaría dentro de mí, a lo cual yo accedí. Recuerdo muy bien cuando el vio por primera vez mi culo, exclamo: -¡que es esto! Emocionado por que le había encantado, me beso como un experto lubricando mi culo, cuando sentí la punta de su verga haciendo presión en la entrada lo metió de un fuerte empujón y me dolió terriblemente, el al percibir esto lo saco y empezó a besar mis nalgas y culo de una manera super tierna y me hizo terminar haciendome esto al grado de que se me secó la boca de tanto placer que me daba. Yo termine de masturbarlo con la mano, y el al sentir el orgasmo muy próximo me echo todo su semen en la mano al mismo tiempo que gemía de una manera tan masculina y excitante y su cuerpo se convulsionaba en una sacudida tremenda, tiempo después conocería que esa era su manera de llegar al clímax lo cual me encantaba provocarle.

Pasaron dias antes de que lo viera de nuevo, y en cada ocasión me regalaba una carta impresa en computadora con corazones y palabras realmente tiernas, nunca pensé que alguien tan masculino en apariencia pudiera enamorarse de otro hombre, lo cual solamente me hacía enamorarme más y más de el.

La verdad nunca conocí los celos antes de el ni después de que nuestra relación terminara trágicamente, y cada vez que lo sorprendía mirando a una chica me hacía enfurecer, meses después me revelaría que era bisexual y que había tenido varias novias, lo cual me hacía estar triste ya que nunca podría competir con una mujer si el volvía a sentir interés por alguna.

La segunda vez que tuvimos relaciones fue aun mejor ya que era todo un experto en la cama y sabía muchas posiciones, gracias a el descubrí realmente lo que es hacer el amor con alguien que amas y respetas y no solamente tener sexo por el simple deseo de hacerlo.

Lo miraba a los ojos mientras me hacía el amor de frente con mis piernas en sus hombros y me excitaba tanto la manera en que el me miraba lleno de lujuria y de placer al estarme penetrando y sentirse en control de mi.

A partir de ese momento me volví adicto a el, vivía con sus padres al igual que yo, por lo que tener relaciones sexuales era toda una odisea, siempre buscando el momento que sus padres salieran de casa para aprovechar y amarnos, años después con mi siguiente pareja todo era más fácil ya que teníamos lugar propio por lo que no era tan emocionante sentir la desesperación de no saber el momento adecuado para hacer el amor.

Para ese tiempo descubrí un secreto de él; Pedro no era su verdadero nombre sino Israel por lo que me sentí confuso y extrañado de que me hubiera mentido por mas de un mes con eso. Ese solamente sería el primero de muchos secretos que descubriría. Volví a tener confianza en el, el fin de semana siguiente cuando desesperados por amarnos pagué el cuarto de un hotel y fingimos que veníamos de una ciudad vecina cargados solamente con un par de mochilas pequeñas a los hombros, la mujer de la recepción nos miró extrañada pero al fin nos dio la llave del cuarto.

Estando ahí nos desnudamos frenéticamente mientras nos besábamos con mucha pasión ¡él se había convertido en mi todo y sentia que lo amaba tanto! Pero esa noche después de hacer dos veces al amor, me confesó que habia estado teniendo sueños extraños donde caía de un edificio y desesperado despertaba a mitad de la noche, el lo interpreto como que su vida no estaba completa nunca termino una carrera y además empezaba a sentirse culpable de estar con otro hombre ya que siempre habia querido tener una esposa e hijos, sus palabras me destrozaban el corazon, y mis lagrimas caían incontrolablemente el me hizo levantar y me llevo al espejo del baño me puso de frente y el se puso detrás de mí y mientras me acariciaba el rostro me dijo: -mirate, eres un angel alguien realmente bello no desperdicies tu vida con un pendejo como yo! Encuentra a alguien mejor te lo mereces! - solamente atine a decir: yo, yo te amo, ya es demasiado tarde para que me pidas eso.

Le regale una cadena muy delgada de plata y el se la puso con mucha tristeza nos vestimos y salimos de la habitación.

En la calle le dije que era un cobarde que si el sentía lo mismo por mi luchara contra eso que sentía y me dejara amarlo, el no me contesto le hizo la parada a un taxi y me hizo subir el se quedo parado en la calle como la primera vez que lo conocí mientras un sentimiento de pérdida me envolvía, una rabia y unas ganas de llorar que nunca había sentido antes.

Y así me fui con solamente un adiós en un taxi...

Continuará...