Nada será igual

Me agarro del pelo violentamente y me empujo hacia una puerta que había en el pasillo mientras me gritaba en el oído. -¡eres una calienta pollas! Te voy a follar para que aprendas a no provocar.

Tenía 15 minutos para intentar tranquilarme, que el terrible suceso que acababa de sucederme no me superara, sin duda era el más impactante que había sufrido en mis 31 años de vida.

Cuando subí a este taxi no tenía clara la decisión que tomaría, si contárselo a mi marido, que con seguridad era la más razonable, podía desahogarme, sentirme arropada, comprendida, Jesús, mi marido era una persona respetuosa y comprensiva y sobre todo estaba muy enamorado de mí. La otra posibilidad era no decirle nada, sufrirlo en silencio y esperar que el tiempo fuera mitigando el dolor y desasosiego que sentía.

Opte por la segunda, estaba temblando, no podía llegar en ese estado a casa, a pesar de la hora, las 5 de la madrugada, Jesús estaría esperándome, y seguro que con la idea que llegaría alegre, y follariamos, aunque esto no me preocupaba, me inventaría algún dolor de cabeza, pero tenia que sobreponerme y superar el angustioso estado anímico en el que me encontraba, tenia que conseguir acostarme sin que Jesús notara nada raro, mañana seria otro día.

No pude dejar de temblar, pero no fue difícil hacerle creer que había cogido frío, que me encontraba mal, me duché, el culo me dolía y escocia, me aplique una pomada antiinflamatoria y rápidamente me hice la dormida.

No podía, con los ojos cerrados repasaba una y otra vez las últimas horas del dia anterior.

Era viernes, al salir del trabajo estaba muy contenta, no volvería a trabajar hasta 10 días mas tarde, pues iba a disfrutar de una semana de vacaciones, esa noche habíamos quedado 14 de las 20 compañeras que trabajamos en la empresa, para cenar y tomar una copa después, solíamos hacerlo un par de veces al año.

A las nueve de la noche acosté a mi hijo y me marche con Ana, una compañera que vino a recogerme. Cenamos en un modesto restaurante del centro de la ciudad, en un ambiente muy agradable, de bromas, risas, una vez acabada la cena 6 compañeras, decidimos ir a una discoteca cercana, bailamos un rato y una hora después cambiamos de local, estuve a punto de marcharme, pues Ana se iba, pero estaba a gusto y las cuatro que quedábamos, todas ellas soltaras, nos fuimos a una disco que una de ellas conocía.

Estaba muy concurrido, todo transcurría normal, bailando y hablando, se acercaron varios hombres, pero sin prácticamente hablar con nosotras, solo uno de ellos acompañó y se sentó con Begoña, hasta que esta se despidió media hora mas tarde, después se unió a nosotras y varios chicos que bailábamos en grupo

Estaba algo cansada y decidí sentarme, no había transcurrido un minuto cuando el hombre que había estado con Begoña se sentó junto a mi, tendría 40 años, un poco mas alto que yo, muy delgado, con unas entradas enormes, resumiendo no era muy atractivo, se llamaba Juan, se mostraba muy educado y atento, regresamos a la pista de baile justo cuando las dos compañeras se sentaban, bailamos durante un buen rato salsa, le atraía, y eso me gustaba, pero no pasé de una sonrisa a algún comentario halagador, pero siempre correcto que me insinuaba.

De vuelta a la mesa me pidió que le acompañara a pedir una copa, nos pusimos en un pico de la barra, y quizás allí se produjo un intento de él, por llegar más lejos, pero creo sinceramente que le cerré la puerta, al pedir su copa, la camarera dirigiéndose a él le dijo

--su esposa no toma nada

Mirándole y burlonamente respondí

--no quiero nada cariño, beberé algo del tuyo

--claro amor, me dijo mientras se acercaba a besarme suavemente en la boca, interpuse la mano entre los dos, y pensé que lo mejor seria irse, a partir de ese momento fue mas directo, me pidió que nos fuéramos a otro lugar, yo era la mujer de su vida, que hasta la camarera se había dado cuenta.

Viendo el cariz que podía tomar la noche, corté de raíz, le dije que mis amigas estarían esperándome y me marchaba, me dirigí a los servicios antes de sentarme ellas, estos estaban en un largo pasillo en un rincón del local, escuche pasos detrás de mí al volver la cabeza estaba detrás de mí.

Me agarro del pelo violentamente y me empujo hacia una puerta que había en el pasillo mientras me gritaba en el oído

-¡eres una calienta pollas! Te voy a follar para que aprendas a no provocar

Me quede paralizada, con un sentimiento de pánico como jamás lo había sentido, no podía articular palabra, abrió la puerta y entramos, era trastero muy pequeño, con una mesa rectangular que prácticamente ocupaba mas de la mitad del espacio, encima de la cual había botellas de productos de limpieza, junto a la mesa había varios cepillos y recogedores para barrer y debajo de la mesa varios cubos de fregona

Mientras con la mano derecha continuaba agarrándome el pelo, con la izquierda empujaba hacia el fondo las botellas intentando abrir un hueco, alguna estaba abierta y vertió liquido en la mesa

--Querías una polla y la vas a tener

Le supliqué

--por favor déjame marcharme, no he querido provocarte

--tengo la polla como una piedra y soy muy mayorcito para hacerme una paja

--yo te la hago, pero no me folles por favor

  • -esta bien, chupamela, ábrete la camisa y saca las tetas, las quiero comer

Mientras desabrochaba los botones de la camisa y me quitaba el sujetador, él se bajó los pantalones y el slip hasta los tobillos, apareciendo un miembro normal, (mi única referencia era la de mi marido) este era algo mas delgado.

Se abalanzó sobre mis pechos y los chupó con voracidad, intentó besarme la boca y le rechacé

--vamos chupamela

La habitación era tan pequeña que casi no quedaba espacio para agacharme

Estaba temblando, cerré los ojos y la introduje en la boca, me cojió con las dos manos y empezó un mete-saca cada vez mas rápido, de pronto se paró y me levantó por los pelos

--ya esta bien, te voy a follar

me acercó bruscamente hacia él y me dijo al oído

--te la voy a meter de todas formas, de modo que si te portas bien mejor para los dos

Me coloco bruscamente boca abajo sobre la mesa, de la cintura a la cabeza, el líquido derramado me empapó rápidamente la camisa y mis pechos, me subió la falda por encima de la cintura y bajo las bragas sacándola de un pie, separándome las piernas y abriéndome las nalgas

--déjame cabron, mi marido te va a matar, hijo de puta

--te voy a follar por el culo, zorra

Me penetro sin comtenplaciones, le costó meter la cabeza, a continuación entera de golpe, sentí un dolor intensísimo, y grité con todas mis fuerzas. quería moverse rápido, no podía y me estaba destrozando, lloraba del intenso dolor

La puerta se abrió dejando pasar el sonido de la música, se detuvo con la polla incrustada hasta el fondo

--otra vez lo mismo, Juan, quieres que me echen, cuantas veces te he dicho que aquí no se folla

Reconocí por la voz a la camarera, comprendí que la gordita cuarentona que tenía estrabismo en un ojo se había burlado de mí

.

--espera un poquito, ya termino

Sollozando le rogué ayuda

--ayúdame por favor, me esta violando

--calla puta, una casada aquí solo busca una cosa, una polla

La camarera me acaricio la cabeza mientras me decía

.—te has llevado meneándole el culo dos horas y ahora te haces la decente, buscabas unos buenos cuernos para tu marido y los has encontrado

--vamos vete dos minutos, Lola,

Me levantó la pierna, y cogió un cubo de debajo de la mesa

--cuando vuelva no quiero a nadie aquí

En cuento nos quedamos solos, reinicio el movimiento si cabe con mas brío, estaba extenuada, no tenia fuerzas ni para llorar, sentí varias sacudidas mientras se vaciaba dentro de mi, en ese momento entró de nuevo la camarera

--se acabó, fuera, no espero mas,

Me la sacó del culo, y al escuchar sus comentarios, tuve la sensación mas extraña de mi vida, me humillaban y vejaban y sentí un estremecimiento de placer

--mira que amarillita sale, le has hecho una buena limpieza de culo

--¡Que guarra!, esta puta me ha llenado la polla de mierda

Recogió mis bragas y se limpio en ella, Salio sin decir nada, yo continuaba en la misma posición, la camarera con las mismas bragas me limpió el semen que salía de mi interior

--levántate, te va a llegar la leche a los calcetines,

---¿es la primera vez que te follan por el culo, verdad?, cuando llegues a casa te lo lavas, y te das una pomada

--no es para tanto mujer, mira el lado positivo, el que te ha desvirgado, se ha follado a muchos culos, no eres la única, si te sirve de algo te diré que el mió también lo ha follado.

El sábado me levanté pasadas las 12 de la mañana, aunque con dificultad, conseguí conciliar el sueño, la ropa que llevaba el día anterior la tuve que tirar a la basura, el liquido derramado en la mesa era lejía, recordé que las bragas las tenia en el bolso, el olor y las manchas, amarillentas y de semen me turbaron, retumbaron de nuevo las palabras opcenas y humillantes de la noche anterior, sin explicación razonable la guardé en mi armario.

El fin de semana transcurrió apacible y tranquilo, pero muy preocupada, con un sentimiento de culpabilidad muy grande, no tanto porque pensara que yo fuera la culpable de lo sucedido, como por la excitación y placer que me proporcionaba sentirme humillada y vejada verbalmente.

El lunes todavía sentía alguna pequeña molestias en el culo, pero sobre todo mucho desasosiego, mi aptitud cada vez que mi marido me tocaba o acariciaba de rechazo, no podía continuar, pues Jesús no tardaría en captarlo

Llamaron a la puerta y recordé que el viernes Había quedado con mi madre para acompañarla a una consulta médica

Pero detrás de la puerta estaba Esteban, era el marido de mi mejor compañera del trabajo, Rosa, que me traía un saco de naranjas que ella me había prometido

Esteban se encontraba en paro, tendría unos 47 años, pero aparentaba mas de 50, por lo poco que se cuidaba, le despreciaba, tanto por lo que me contaba Rosa, no la trataba bien, y porque desde que le conocía, mas de 5 años, no perdía ocasión de insinuárseme y acosarme a pesar de haberme puesto seria con él, en mas de una ocasión

Como solo esperaba a mi madre, le recibí en bata, nos saludamos y le acompañe a la cocina para dejar el saco allí

--unhnn…que provocativa que estas

Esta frase me la había dirigido muchas veces, pero en mi estado me aceleré y le grité

--¡que dices sabandija, me das asco!, no respetas a tu mujer, ni a sus amigas, ni a nadie, eres una basura de persona

Se quedó sorprendido

--perdona, solo te he querido decir que estas guapa

Sentía que me había excedido, y empecé a sollozar

--discúlpame, no he querido herirte, pero últimamente no me encuentro bien.

Se acercó y me pidió que me tranquilizara, estaba deseando desahogarme, lo abrasé mientras lloraba,

--tranquila, tranquila, mientras su mano derecha subía y bajaba por mi espalda.

Pasado unos segundos comprendí el error que estaba cometiendo, su mano estaba en mi trasero y me besaba el cuello

--déjame, ¿que haces?

me zafé, pero me cogió por la bata en la puerta de la cocina, y me agarro por detrás,

--lo que tu querías, follarte

Con una mano me manoseaba un pecho y con la otra me sujetaba por la cintura

--eres una zorra, que no te basta con tu marido, te voy a dar lo que buscas, puta, una polla de verdad

El timbre sonó con fuerza,

--suéltame, es mi madre, que había quedado con ella

-- pues quédate quieta, ¡cállate!, si no quieres que tu madre escuche como se follan a la zorra de su hija

Tuve miedo que ella pudiera verme, mientras el timbre seguía sonando, me quede sin bata, me acercó a la ventana del salón y me hizo apoyar las manos en el alfeizar y abrir las piernas, note su miembro buscando la entrada para penetrarme mientras observaba a mi madre sorprendida de que no estuviera en casa

--conozco a las putas como tú, te he respetado por tu marido, pero si quiere cuernos, se los voy dar

Mi madre se acerco a la ventana, dando unos golpecitos

Sacó la polla, se sentó en una silla

--ven, súbete, me acerque y obedecí, mientras veía como mi madre llamaba por el móvil

Me chupo las tetas con suavidad, me mordía con los labios los pezones, y los recorría con la lengua, que me hagan eso me excita, y se percato de ello, pues los pezones se me pusieron tiesos, quiso besarme en la boca, pero lo rechace, continuo con mis tetas, sabiendo que me excitaba., mi móvil dejo de sonar

Tenía sentimientos contradictorios, luchaba con todas mis fuerzas para que ese hombre repugnante, que maltrataba a mi compañera y amiga, que la había engañado muchas veces, y que para él una mujer era un coño para follar, no me hiciera sentir placer, pero tras medio minuto de recorrer con su boca mis pechos, cerré los ojos, sucumbí

--aahhh, ahhh, así, así,

Me busco de nuevo la boca, su gruesa lengua sabia a tabaco

Estaba excitadísima y cada vez subía y bajaba mas rápido, de pronto me sujetó fuerte por las caderas.

-- no pares, sigue, sigue

--¿quieres que te folle?, pídemelo como una puta, lo que eres

--si, si, quiero que me folles, follame

--espera, espera, voy a metértela por el culo

--¡no, por favor, no! nunca lo hice por ahí

--mejor, mi polla será la primera, tu culo le pertenece

Me sujetó con fuerza por un brazo, me lanzo sobre el sofá y mientras me metía la cabeza en el asiento quedándome el culo hacia fuera, vi. a mi madre alejándose en el coche, me sentí sola, abandonada, sin fuerzas para resistirme

Me separó las nalgas, con su lengua jugó con la entrada de mi culo, bajaba a la vajina, y viceversa a la vez que no dejaba de masajearme las tetas, de vez en cuando me insultaba, me gustaba que lo hiciera, me asustaba, pero me excitaba sentirme humillada

Colocó su miembro en la entrada del orifico y penetró con dificultad la cabeza, y después embistiendo brutalmente, toda hasta el fondo

--ayyy, grité de dolor, me había desgarrado, durante mas de un minuto no se movió, me tenia empalada, estrujándome las tetas

--que culo mas rico, esta hecho a la medida de mi polla

--si, si, si, es tuyo, tuyo, pero follame

--siempre he sabido que eras una puta, pídemelo así

--si, soy tu puta, quiero que me metas la polla hasta el fondo

Empezó moviéndose muy despacito, le costaba hacerlo,

---te vas a quedar satisfecha, zorra

La sacó, se sentó en el sofá y me dijo que lo montara, me senté de espaldas sobre él agarrando su polla y guiándola hasta mi abierto culo, desapareciendo dentro de este

Me agarro con fuerza los pechos y me besaba y mordía el cuello, cuando empecé un lento arriba-abajo se descontroló, pegó su boca a mi oído disparando obscenidades

--aquí tienes lo que buscabas, zorra, ¿te gusta mi polla?, puta

--siii, susurré

--eres mía, guarra, en tu culo solo entra mi polla, te enteras zorra

--aahhh, ahhh, soy tu puta, si, si, es tuyo, rómpeme el culo,

Tuve un orgasmo salvaje, como nunca lo había sentido

Sujetándome por las caderas me inmovilizó mientras descargaba dentro de mí

--ahí tienes lo que buscabas, que te llenara el culo de leche

Tardo un rato en salirse, me quedé inmóvil en el sofá, mientras notaba como un hilo de semen me bajaba hasta la pierna, lo escuché asearse y trastear por la cocina, antes de marcharse se acerco al sofá y me dijo

--dejémoslo pasar, los dos hemos perdido la cabeza, tenemos nuestras familias, nadie tiene que saber nada, me llevo el saco, le diré que te lo de ella en el trabajo.