Nada es Real

Que daríamos por hacer realidad nuestras fantasías.

NADA ES REAL

Domingo 17 de diciembre

, me dispongo a acudir a la fiesta de navidad de empresa.

Este año, a diferencia del resto, no será una cena pomposa donde te clavan por una comida horrible y te dejas la mitad del sueldo en un vestido similar al de las burbujitas Freixenet y en unos zapatos con tacón de vértigo para ir descalza transcurrida una hora de la fiesta. Este año hemos alquilado una finca rural para pasar el día, suena mucho mas divertido y con mucho menos postureo, así que, me enfundo mis vaqueros rotos y el jersey navideño rojo de renos mas hortera que encontré en las tiendas.

Mola, me miro al espejo y no veo ni un ápice de mis descomunales curvas que normalmente exhibo sin ningún tipo de pudor pues me encanta la reacción que eso produce pero hoy es lo último que deseo, solo me apetece beber, reírme y desconectar un poco sin mas complicaciones.

Llego a la finca a la hora estimada, me gusta ser puntual, los demás compañeros van llegando poco a poco. La gran mayoría viste como yo, a lo cómodo, pero siempre alguna que otra diva va dando la nota con un vestido y zapatos de tacón, en una finca “madre mía”.

El sitio es precioso, debajo de una marquesina han situado el catering a modo de bufé, a un lado una barra con un camarero sirviendo las copas y detrás de la marquesina una zona de baile con un Dj.

La fiesta comienza muy tranquila, todos estamos comiendo, bebiendo y charlando pero a medida que transcurre la tarde el alcohol se hace de notar.

Las locas de turno, entre las que me incluyo, lo estamos dando todo en la pista de baile, es increíble lo que eres capaz de hacer con unas cuantas copas de mas.

A alguien se le ocurre la fantástica idea de hacer el baile del limbo y como no, yo que soy una atrevida también me pongo en la cola a bailar. Llega mi turno y comienzo a pasar por debajo de la barra dando pequeños saltitos y de repente, ploffff, tremenda ostia me acabo de meter, que vergüenza, espero que nadie haya gravado tan desastroso espectáculo. Para disimular me levanto muy digna y termino el baile pero desde que la gente posa su atención en la siguiente atrevida, me escabullo con mi orgullo dañado. Junto a la marquesina hay un sendero que llega a una especie de terraza con mirador hacia la ciudad, las vistas del mar desde aquí son espectaculares. Me quedo asomada al mirador un buen rato lamiéndome las heridas y al rato siento que alguien se acerca y se coloca a mi lado.

  • Tremendo ostión te acabas de meter, acabas de hacer que la fiesta sea mas divertida.

Lo miro roja como un tomate y algo disgustada porque hace tiempo que apenas nos dirigimos la palabra. Es Javier, mi compañero especial con el que hace un par de meses tuvimos una historia que no llegó muy lejos pues ambos tenemos pareja, pero a pesar de no llegar a nada, nos ha pasado factura, él me ignora y aunque me duele muchísimo yo soy muy orgullosa y hago que lo ignoro también.

  • Viniendo de ti me lo tomaré como un cumplido- le digo algo nerviosa.

  • Sabes que lo es Yoana-, así me llamo.

Los dos nos quedamos mirando al horizonte con un silencio algo incómodo. Me giro y me dispongo a regresar a la fiesta.

  • Espera Yoa, no te vayas.

Lo que hubiera dado por una mínima muestra de interés en su momento, y aún ahora esas mínimas palabras han hecho que me estremezca.

  • ¿Qué ocurre Javi?

-La fiesta me aburre, tengo ganas de irme, ¿me acompañas?

Pufffff, se me ha puesto la piel de gallina, me apetece muchísimo irme con él, pero no debo, en su momento ya lo deseaba y no pasó nada, tengo que decirle que no, que ya no me apetece, que nuestra historia ya ha terminado. Aunque no sea verdad debería negarme solo por orgullo.

  • Si-, digo en apenas un susurro tembloroso.

Por separado y sin despedirnos de nadie cada uno va a sus respectivos coches, salimos del aparcamiento y lo sigo, no se a donde irá y ya empieza a anochecer. Llegamos a la costa, coge un desvío por una carretera de tierra y nos paramos en un terreno algo escondido en primera línea del mar.

Tengo el corazón a mil, debería arrancar el coche y marcharme pero antes de poder reaccionar Javi abre la puerta del copiloto y se sienta a mi lado. Me quedo mirando al horizonte temerosa de mirarle a los ojos.

El anochecer es precioso, el sol ocultándose en el mar baña el horizonte de una luz rojiza que casi por un segundo me hace olvidar donde me encuentro. La calidez de su mano en la mía me hace regresar al momento y sin poder evitarlo nuestras miradas se cruzan.

Javi es de pocas palabras y yo tengo un nudo en la garganta, ninguno de los dos dice nada. Con las manos entrelazadas continuamos mirándonos un rato. Sin soltarme la mano Javi rompe ese momento girándose hacia mi y posando su otra mano en la rodilla, la acaricia rosando suavemente la piel que asoma por un roto de mi vaqueros. Después de un rato paralizada consigo llevar mi mano a su cara y acariciar delicadamente con mi dedo índice su oreja a la par que su cuello con el resto de la mano. Al mismo tiempo Javi comienza a deslizar su mano ascendiendo por mi muslo hasta llegar al límite entre lo prohibido y lo permitido, no puedo evitar estremecerme y soltar un pequeño gemido que de alguna manera nos hace despertar de ese trance en el que nos encontramos y desatar la reacción que hacía mucho tiempo que estábamos reprimiendo. Se acabaron las caricias, nuestras bocas se encuentran con desesperación. Es un beso intenso, nuestras lenguas juguetean alternando con mordiscos en los labios. Sin parar de besarnos desabrocha mi pantalón y desliza su mano por dentro de mis braguitas, para en seco al encontrarse con mi piersing, me mira, dibuja una sonrisa maliciosa en sus labios que me encanta y prosigue hasta encontrar mi clítoris. Ya lleva rato hinchado así que con solo un roce me hace gemir de placer.

  • Joder Javi siiiiiiii- agarro con fuerza su muñeca y cierro las piernas en un intento de sofocar el calor, mientras su dedo frota mi clítoris, primero con suavidad y poco a poco aumentando la intensidad, yo estoy cada vez mas sofocada. Javi saca la mano, fija su mirada nuevamente en la mía y con una sonrisa totalmente provocadora se chupa los dedos índice y corazón, vuelve a meter la mano dentro de mis bragas e introduce sus dos dedos en mi coño que ya lleva rato muy, muy mojado. Mientras los mueve a un ritmo abrumador, continúa masajeando el clítoris con el dedo pulgar, pufffffff, me estoy mareando, pequeños orgasmos me preparan para el colofón final, todo mi cuerpo se contrae, apreto tan fuerte su mano con mis muslos que le impido la continuación de sus movimientos.

  • Javi, javi, javi, me corro. Sin poder sacar la mano empapada por mi placer, apoya su frente en la mia y espera ahí en silencio, mirándome hasta que mi respiración poco a poco se va pausando.

Cuando mis muslos se relajan y consigue sacar la mano de mis pantalones, me da un dulce beso en los labios.

  • Vamos a la parte de atrás-, me dice. Los ojos se me van a salir de las órbitas pero obedezco sin bacilar.

Ya detrás volvemos a nuestras miradas sin poder decir nada aunque en esta ocasión estoy tan cachonda que no puedo aguantar mas. Desabrocho su pantalón y se lo bajo junto a sus bóxer hasta los tobillos, tiene el miembro tan erecto que parece que le va a estallar.

Me acerco a su oído con la misma sonrisa maliciosa que me puso él a mi antes y le susurro - prepárate para una deliciosa mamada- . Desde que nos asomamos a la terraza no había podido articular palabra mas que las propiciadas por los gemidos y el orgasmo, así que Javi con solo escucharme se estremeció y su polla soltó esas primeras gotitas transparentes de semen que no pude evitar chupar, ummm que ricas, me encantan. Las aprovecho para que junto a mi saliva mojar suavemente su glande con mi lengua. Sujeto con mi mano su miembro erecto mientras con la lengua dibujo círculos sobre el glande. Empiezo con mucha suavidad, deslizo mi lengua desde los huevos lentamente hacia arriba, repito ese movimiento un par de veces mas, Javi comienza a tensarse - ohhh si, ohhh si Yoana no pares, joder -, introduce sus dedos por mi pelo con suavidad pero sujetando la cabeza con la suficiente firmeza para indicarme que continúe. Llego con la lengua hasta la punta y me introduzco su dura polla completamente en la boca, Javi se contrae totalmente soltando un gemido de pacer. Dejo la suavidad de lado y comienzo a subir y bajar introduciendo su miembro en mi boca cada vez mas adentro, - para para, que me corro-.

De mala gana le hago caso y aprovechando el estado de Javi, antes de que reaccione, me zafo de los pantalones junto a las bragas, me subo a horcajadas encima de él y me meto su polla lo más profundo que puedo.

Me quedo quieta unos segundos mientras nos miramos y besamos, apoyo mi frente en la suya y comienzo a moverme, arriba y abajo haciendo rozar su pubis con el mío, -¡ohhh Dios, si, si, siiiii, joder!-, Javi desliza sus manos dentro de mi camiseta y me la quita, yo no paro de moverme. Sin casi notarlo me quita el sujetador y me agarra los pechos con firmeza. Los dos estamos a punto del estallido final. Abrazados llegamos juntos al orgasmo. Jadeantes nos quedamos en esa posición un rato, el roce de nuestra piel es...........

"Pipipipi, pipipipi, pipipipi...". Oh no, que dolor, el despertador. Ahogo un quejido cubriendo mi cara con la almohada. Todo ha sido un sueño, nada es real.

Si con una mirada me estremeces

Si con el roce de tu mano siento un cosquilleo

Si con un beso amagado desvarío

Si con un mensaje vacío me haces soñar

Si con la distancia me siento mal

Si con un abrazo quiero parar el tiempo

No me puedo imaginar

Que efecto produciría

El roce de tu piel con la mía

Nuestras lenguas en un baile unidas

O tus manos con mis pechos jugar

Tu boca por mi cuello deslizar

Y llegar a mi sexo ansioso

Hasta de él el placer desbordar

No me puedo imaginar

Y aún así me imagino

Si en algún momento un segundo

Tú y yo nos dejásemos  llevar