Nada es eterno

Miro el fuego que con cuidado he empezado, sus llamas me devuelven el esfuerzo y el calor.

1 de diciembre de 2008

NADA ES ETERNO

Miro el fuego que con cuidado he empezado,

sus llamas me devuelven el esfuerzo y el calor

reconforta mi espíritu, presto me dispongo

a seguir manteniendo su vida mientras

contemplo como termina.

Miro la mar sentado en la orilla, su inmensidad

me fascina y con el vaivén de sus olas

mi mente se apacigua y mi cuerpo se relaja.

Pero pasado un tiempo se hace enorme y

no puedo quedarme quieto.

Miro el cielo tumbando en la hierba, la brisa

me roza y cuento las estrellas, me siento

bien soñando junto a ellas, me quedo dormido

y mi cuerpo descansa. Un rayo me alcanza,

me levanto y sigo mi andanza

Hoy te miro a ti, tu cuerpo y tu alma me

llevan de la mano cogido y me siento feliz.

Pero pasa el tiempo y como el fuego, la mar

y el cielo siento que un día tendré que

levantarme y seguir caminando.

Madrid.