Nada de esto sale de aquí. Tercera parte.

Una nueva vida. Un nuevo reto. Todo da un giro no muy esperado. Pero, ya saben lo que dicen…TODO POR AMOR.

-Quieres un poco de Sushi?-

-no, gracias. Tú come. – Louis me miraba atentamente, fijándose en todos mis movimientos, pude sentir su mirada más de una vez en mis caderas.

Metí un rollo de sushi en mi boca, no lo comí entero, ya que tengo una boca relativamente pequeña, así mastique con lentitud.

-¿Seguro? ¿No quieres nada?

-Sí, quiero algo, pero no es comida.- Reí un poco, pero después sólo voltee mis ojos. Me estaba cansando de sus jueguitos, ¿qué mierdas le pasaba?

Pero yo no me quede atrás.

-Ven & sírvete.

Louis me miro con ojos retadores, sin embargo algo me decía que sólo era eso, una simple mirada.

Se paro de la silla, y camino hacia donde yo estaba, solo que esta vez, el me tomo de las caderas, y me puso de espaldas a  él.  Louis me tomo de la espalda, acaricio mis hombros y con delicadeza movió me pelo, dejando mi cuello descubierto, sus labios se acercaron, pero no me tocaron, sus labios subieron a mi oreja y mordió mi lóbulo…

Sus manos bajaron lentamente a mis caderas, acariciándome lentamente, una de sus manos se movió por mi abdomen, tomándome desprevenida, bajo hasta mi entre pierna, apretando mi sexo, no pude hacer mas que gemir, eso no me lo esperaba.

Su mano no dejaba de moverse, Dios, ¿cómo podía dejarme hacer por Louis, cuando hace menos de dos horas estuve con mi hermano?

Tenía que pararlo… O no.

-Louis…

Su mano izquierda atrapo uno de mis senos, sus dedos tomaron posesión de mi pezón.

Sin esperarlo Alejandro entro en la cocina, provocando  Louis se separo inmediatamente de mí…

Dios… ¿qué mierdas había hecho?

Alejandro se acercó a nosotros, parecía calmado, pero no era así.  Tomo a Louis de cuello y le dio un fuerte golpe en la mandíbula, seguido por un rodillazo en el abdomen.

-Maldita sea, ¿qué haces? Para ya, Alejandro. – Louis no podía regresar bien los golpes, estaba siendo atacado vil mente por mi hermano, Intente imponerme entre ambos, pero no me fue posible.

Salí de la cocina a toda prisa para llamar a Figo, una vez juntos, termino con la pelea separando a mi hermano de Louis.

Mi hermano apenas tenia un ojo morado, mientras que la cara de Louis estaba empapada de sangre.

Eso nunca se lo perdonaría.

Tome a Louis de la cara y lo mire.  Ordene que me llevaran el botiquín de primeros auxilios a Jane.

-Llévatelo. – Seguí con mi racha de dar órdenes, esta fue para Jake.

Una vez que mi hermano estuvo fuera, figo, Louis y yo nos miramos. Y la tensión fue terrible.

-¿Qué paso?- Pregunto Figo.  Yo intente ignorarlo, no estaba de buenas para der explicaciones.

Jane llego con el botiquín, lo abrí y saque un poco de alcohol y puse una gotitas en algodón, con cuidado fui curando a Louis, que con muecas de dolor recibió el alcohol.

No se quejo, solo hacia muecas. Estuve así por varios minutos, cambiando el algodón con alcohol, hasta que su cara estuvo casi limpia.

-¿Qué nadie me va a contestar?- Figo sequia hablando, pero no me importaba, solo quería que Louis estuviera bien. –A la mierda, yo me largo.

Mi mano seguí limpiando su pómulo adolorido, cuando su mano se poso sobre la mía. Me miro a los ojos con ternura,  no sabia que hacer.

Tienes que pensar en lo que quieres, y rápido”

-Siento mucho haberte tratado así…Lamento lo del desayuno, lo de ahora, no es justo para ti.

-Louis, ahora no…- Me miro con extrañeza y su mano ahora paso a acariciar mi mejilla.

-Eres preciosa. – Necesitaba que se callara, si no como podría pensar.

-Louis, quítate la playera.

Su abdomen tenía pequeños cardenales y heridas, unas un poco pronunciadas.

Limpie con el alcohol, esperando que no necesitara puntos. Le pregunte a Jane, y después de observar las heridas negó.

Una vez que termine, guarde las cosas y tire  el algodón.  Lave mis manos y salí para  mi habitación.

Ahora, ¿Qué se suponía que tenía que hacer?

¿Dar saltitos y follar con Louis? O acaso, disculparme con mi hermano.

Los pies no estaban sobre la tierra, y me encargue de ponerlos en poco tiempo.

Él es mi hermano,  en la vida podremos tener algo, ¿qué dirá la gente?  ¿Nuestros padres? ¡ES UN PECADO!

En cambio con Louis tenia todo, con Louis nadie diría nada. Yo estaba enamorada de el desde el primer día que hablamos sin parar, él era un chico genial, además de guapo y un excelente estudiante.

Me encontré con mi hermano en la pileta bebiendo cerveza, con Jake y Figo.

-Hay que hablar.

Su primera reacción fue ignorarme, pero no lo iba a dejar, mire a mi mejor amigo y le hice un gesto de “Vete ya”. Se llevo consigo a Jake.

-¿Qué mierdas quieres?

  • Hablar, solo eso.

-pues lo estas haciendo. –  al terminar su oración se paro del catre y empezó a caminar.

-Basta ya. No seas inmaduro. –Le alcance del brazo, pero él se soltó con brusquedad.

-Bien, ¿qué quieres?

-Lo que paso no debió de pasar, NUCA. Y espero que estés de acuerdo en olvidarlo y seguir con nuestras vidas como si nada…

-No. No lo hare. – Y se fue. Tomo el Audi y me dejo hablando sola. ¿Por qué?

Me senté en el catre y comencé a llorar, nunca debí acostarme con mi hermano, nunca debí haberlo provocado, si no lo hubiera hecho eso solo sería una maldita atracción, pero nada más.

Después de unos minutos sentí un brazo rodear mis hombros.

-Toda va a estar bien, vas a estar bien. -  Alan, o sea Figo se sentó a mi lado y me abrazo, seguí llorando un buen rato en su pecho.

-¿Qué haré, Alan? No se como remediarlo, hice todo mal, metí la pata y hasta el fondo.

-Cariño, te ayudaré en todo. En todo, no importa que sea, tú me tienes a mí.

-No es tan fácil.  – No lo era, en verdad que no.

-No, No lo es. Pero, hermosa, sé que tu hermano entenderá que no puedes estar con el. Desde hace años que estas enamorada de Louis, y ahora que el esta seguro que lo quieres no papará hasta tenerte, y lo sabemos. – Al parecer eso no era lo único que sabía.

-¿Tu... Tu…?

-Sí, los vi en la pileta. Tranquila, Odette, estoy contigo tomes las decisiones que tomes.

-Fui una estúpida.

-No, tu solo te dejaste llevar, no es tu culpa. Y si de moral hablamos, el también que no hiso nada.

Teresa salió a la pileta, en donde estábamos, ella siempre fue celosa de nosotros, y yo estaba segura de que teresa no estaba dispuesta a perder  a Alan.

-Amor, ¿no te apetece ir a dar un paseo? – El solo me miro y yo asentí, podría estar sola, lo necesitaba. Él se paro y tomo de la mano a su novia.

Yo solo pude recostarme, llorar un poco para quedarme dormida.

Alejandro.

¿Cómo pudo hacerme eso? Ella era solo una zorrita, si era virgen, pero…

¿A quién mierdas engaño?, yo estaba loco por ella, y ella solo tenía 17, no era su culpa estar enamorada de Louis.

Y sí, era mi culpa estar enamorado de mi hermana.

De mi pequeña hermana, a la que siempre protegí, desde su primer día en el kínder, hasta su último día de preparatoria.

Ella era mi pequeña princesa, mi luz, mi todo.

¿Cómo pude dejarme hacer eso? Ahora todo se iría al caño, había roto el vínculo de hermandad con mi pequeña.

Y al golpear a Louis solo empeore todo, Dios. ..

¿Qué hago?

Después de andar vagando por toda Cuernavaca caí en cuenta de la hora, tenía que regresar a casa, probablemente estarían preocupados.

Me encontré a mi hermana dormida en uno de los camastros, tenía las mejillas hinchadas.

Había estado llorando, y todo por mi culpa.

Un maldito cabrón, eso soy, un maldito cabron, nunca debí decirle lo que le dije. No era su culpa, en todo caso, era mía.

La tome en brazos y me la lleve hasta su alcoba, ella la tenia sola, digna de una princesa, le pedí a Jake que se la cediera, en esa dormiríamos yo y el, pero no dejaría a mi hermana con cualquiera. Prefería que estuviera sola, la verdad.

La deje sobre su cama y la arrope.

Ella es lo más hermoso, estaba tan inocente. Sus manitas se juntaron debajo de su mejilla, como apoyo. Le acaricie la cara con suavidad… Cuanto la amaba.

Me aleje de ella si hacer ruido, prometiéndome dejarla en paz,  dejar que estuviera con Louis, con quien fuera. Si yo hubiera salido de esa alcoba, eso sería de su vida, lo que ella quisiera.

Sin embargo…

-Alejandro… - La voz de mi hermana se quedo grabada en mi corazón. Pues ese sería un nuevo comienzo.

Una nueva vida. Un nuevo reto.

Pero, ya saben lo que dicen…TODO POR AMOR.

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Perdón por la tardanza, he estado un poco atareada.

No pasará de nuevo.

Muchísimas gracias por sus comentarios, los aprecio mucho.

Sé que no es lo que muchos esperaban, pero es algo inevitable, el amor que une a Odette y a Alejando es lo más grande.

Aún más grande que sus deseos carnales.