Naciste para mi 15ª(bis) parte

Sorteando problemas envió este relatos del casamiento de Marcela y Mariela

NACISTE PARA MÍ

15ª PARTE

Debo aclarar que hace unos días envíe a TR, este capitulo y el siguiente que es final de la historia. No lo han publicado y eso que lo escribí en su sistema. Hice la reclamación y aun no recibí ninguna contestación de ninguna naturaleza. Este capitulo ira como con 15 (bis) y el siguiente 16 (bis) porque ya figuran los otros y temo lo rechacen. Espero ser lo mas fiel en la reconstrucción de estos capítulos. Sepan disculparme, pero no es la primera vez que me ocurre.

Siguiendo con el relato

Que ocurrencia de Nora de separarnos con Marcela. La verdad extraño tanto su presencia en la cama a mi lado, que tengo ganas de ir adonde esta Marcela, pero seguro asomo al pasillo y esta atenta y vigilante. Voy a intentar. Lo hice y no pude salir, la puerta estaba con llave. Llame a Marcela por el celular

MARIELA: hola amor, di que tu hija esta embarazada, sino te quedabas sin ella.

MARCELA: que pasó amor, que hizo ahora.

MARIELA: iba a escaparme para ir a verte y tengo la puerta con llave, la busque y no esta. Claro la tiene ella. Lo podes creer estoy presa, enjaulada

MARCELA: jajay, que loca mi hija.

MARIELA: yo quería estar con vos y vos te reís

MARCELA: que quieres, no puedo hacer nada. Oye fíjate

MARIELA: que quieres que me fije, hay copia de llave, dime donde esta

MARCELA: no te decía que te fijaras sino te puso el cinturón de castidad, ajajá

MARIELA: ah, encima te burlas de mi

MARCELA: no amor, que causa gracia lo que hizo mi hija

MARIELA: te corto y mañana veo si me caso o no

Le corte y llamo tres o cuatro veces y no le respondí. Hasta los mensaje borre (lógicamente después de leerlo, jajaj, ahora la que pensaba era ella, jajaja)

A la mañana siguiente la comandante de Nora, me seguía teniendo encerrada. Entro ella y cerro con llave.

MARIELA: eres una guacha, me encerraste acá adentro que ni a la cocina pude ir, a tomar algo.

NORA: veo que has querido escaparte a verla, entonces.

MARIELA: flor de amiga resultaste

NORA: porque, si cuido tu futuro, los novios no deben verse y menos mostrar el vestido.

MARIELA: lo del vestido vaya y pase pero no vernos es increíble.

NORA; te encerré, porque te conozco bien y tuve razón, lo intentaste. Bueno te bañaste ya?

MARIELA: si no ves que tengo el pelo húmedo.

NORA: bueno te ayudo a vestirte

Me vestí ante su atenta mirada.

NORA: ponete el sostén, así esta mejor armado el vestido, se que no te gusta pero hazlo

Me tuve que poner el sostén puteando por lo bajo. Luego me puse los zapatos y ella me peino y maquillo. Me mire al espejo y me agrado como quedaba. Ella estaba chocha.

Marcela ya había salido hacia el civil con Javier y le había dicho que iríamos detrás de ellos. Llegamos quince minutos después. Nos llevaron a una sala contigua, mientras terminaba otro casamiento. Según supe ese día era el único del mismo sexo.

Entre a la sala y estaba Marcela en su traje gris perla, con una camisa de seda y un moño, estaba hermosísima. A vernos vino hacia nosotras con Javier.

MARCELA: Dios mío, que bella estas, eres una diosa

MARIELA: vos también estas muy bien. Elegante con ese traje.

Vino el ordenanza a decirnos que lo siguiéramos que éramos los próximos. Entre el sostén que no soportaba y el calor que empezó a hacer ahí me sentía como un pollito al spiedo. Fuimos caminando detrás de el y yo miraba entre la gente a ver si estaban mis padres. La vi. A mi madre como preguntándole por él y negó con la cabeza. Marcela se dio cuenta y me aferro con su mano mi brazo.

Entramos y apareció la jueza. Nos saludo y hablo sobre el matrimonio. Luego no pregunto a cada una de nosotras si nos aceptábamos una a la otra. Después Marcela, me puso la alianza, que le había dado yo la noche anterior, y quedo junta con el cintillo. Luego yo hice lo propio.

La jueza le dio la libreta de casamiento a Marcela y luego nos saludo con un apretón de manos deseándonos felicidad y se fue.

Nos dimos un prolongado beso ante los aplausos de nuestra docena de invitados. Luego, los invitados fueron a la fiesta y nosotras con Nora manejando el coche, a dar unas vueltas para darles tiempo a los demás a llegar. Vimos que el pobre Javier, cargaba su coche de invitados entre ellos mi madre.

Cuando llegamos estaba todo dispuesto. Después de las fotos de rigor comenzamos a almorzar. Fui al toalette y lo primero que hice fue sacarme el sostén y tirarlo en un tacho que había allí.

Después con Marcela cortamos la torta para seguir con el baile de los novios. Tuve que bailar, además, con todos los hombres invitados y Marcela con las mujeres. Hubo muchos brindis y de repente Marcela, desapareció. La busque con la mirada y no estaba, se había ido a cambiar. Apareció con un pantalón verde precioso y una casaca haciendo juego.

Después fui yo a cambiarme y mire que había traído, no sabia que, por la mequetrefe de Nora armo el bolsito. Era una blusa patito y una falda cortita y zapatillas.

Nos despedimos de la gente en medio de una lluvia de arroz. Abrace emocionada a mi madre, agradeciendo que viniera. Luego a Javier y por ultimo a Nora.

NORA: disculpa lo del encierro amiga, que seas muy, pero muy feliz con mi madre

MARIELA: gracias Nora, te perdono lo que me hiciste ayer. Gracias por todo.

Abrazadas las dos, casi llorando, nos separo Marcela para despedirse de su hija.

Salimos en nuestro coche que, gentilmente, Javier había cargado con nuestras valijas.

La luna de miel fue una cosa hermosa con Marcela. Una luna de miel con toda su magia. Fuimos a distintas provincia del país y sacamos cientos de fotos, siempre juntitas. Nos besamos en cualquier lugar, pese al runruneo de algunas mujeres grandes.

Nosotras parecíamos estar en otro mundo, hasta hicimos el amor en lugares que ni pensábamos. Como entre unos árboles, o de noche en una playa solitaria y lejana. Cada día y cada noche era un disfrute para nosotras. Marcela volvió a decirme que yo había nacido para ella, que valió la pena, los años de espera. Eso a mi me ponía loca de amor.

Pero todo se termina, y así termino nuestra luna de miel. Volvíamos a casa todas bronceadas que en la intimidad contrastaba con lo blanco de los pecho, cola y concha.

Fuimos recibidos a full por Nora y Javier, pese a que llegamos a las 7 horas de un domingo. Traíamos un montón de regalos comprados en distintos lado. La que mas ligaba era la futura niña que se hacia esperar. También había para mi madre.

Pasaron los días hasta que Nora tuvo a su beba. Fue un momento hermoso, Javier presencio el parto y luego nos aviso, que estábamos en el hall esperando ansiosas,

JAVIER: nació Alma con 3,2 kilos, todo normal, Nora esta perfecta. Vamos a la nursery a verla, la iban a llevar, así la conocen. Mientras tanto llevan a Nora a la habitación. Abuelas ya tienen a su nietita

No se como lo habré mirado con eso de abuelas, que Marcela se reía.

MARCELA:( cargándome) viste mi amor, nació la anhelada nietita

Estuvimos mirándola detrás del vidrio y haciendo monerías los tres y ella dormía placidamente sin darnos importancia

Luego fuimos a ver a Nora, estaba muy bien, por haber parido recién.

NORA: la vieron, es hermosa, se parece al padre.

MARCELA: si hija la vimos es una preciosura. Vos estuviste fantástica me dijo Javier

MARIELA: te felicito por tu hija, es un sol.