Naciste para mi 13ª parte

La llegada de Nora y Javier, futuros padres.

NACIDA PARA MÍ

13ª PARTE

Los días pasaban volando, ayer había ido a probarme el vestido de novia y para pasado mañana estaba listo. Faltaban solo ocho días para casarme y mi nervios iban en aumento. No solo yo, Marcela también lo estaba, pero lo disimulaba mejor que yo. Habíamos repartido las invitaciones a los pocos que invitábamos. La socia y las empleadas de Marcela, alguna amiga más de ella y dos que habían estudiado en el colegio con Nora y conmigo.

En mis manos tenia una mas para entregar y me quemaba en las manos, porque era la de mis padres. Tome valor y fui a la casa de ellos. Quería encontrar a mi padre también, esta vez.

Mi madre abrió la puerta de calle del edificio y subí rápida y ansiosamente. Sabía que encontraría a mi padre.

MADRE: hola como estas

MARIELA: bien madre y vos. Vengo a traer la tarjeta de mi casamiento. Se que esta papá y me gustaría dársela a él en mano.

MADRE: esta bien, no se como lo tomara, espera le aviso.

A los pocos minutos apareció nuevamente mi madre, pensé que mi padre no quería verme, pero apareció y se planto al lado de mamá

MARIELA: hola papá, hace mucho no charlamos los dos.

PADRE: creo que vos y yo no tenemos nada de que hablar, hace mas de un par de años.

MARIELA: papá, es que me caso y seria mas feliz todavía si los dos me acompañan en esto. Olvidemos papá, por favor, los rencores, soy distinta sexualmente a otras chicas, pero igual soy mujer e hija tuya.

PADRE: hummm..., que seas mujer puede ser, pero una mujer distinta, porque una mujer normal no vive ni se acuesta con otra mujer. En cuando a mi hija, hace más de dos años que no tengo hija. Esa encantadora hija que tenia ya no existe más. Se a perdido no se adonde

Una puñalada en mi corazón no me hubiera dolido tanto como lo que dijo. Yo adoraba a mi padre, pero él no me podía ver.

Con lagrimas en los ojos deje la tarjeta en la mesa y me fui corriendo escaleras abajo en el edificio. Mi madre, me llamo e intento venir atrás mío, pero yo era mas ágil, lógicamente que ella y la perdí. Estaba angustiada y mis lágrimas ya mojaban toda mi cara. Llegue a planta baja, salí a la calle y respire como si el aire

Me faltara. Me tome un taxi llorando desconsoladamente. El chofer me indico si quería parar y que pasaba. Con mis manos y llorando le dije, nada es cosa del momento. Llegue al departamento, estaba sola y me tire en la cama a llorar desconsoladamente. No podía creer el resentimiento de mi padre hacia mí, la dureza con que me trato, que llego a negarme como hija. Trate de recomponerme en cuerpo y alma, para que no se enterara Marcela. Me lave bien la cara, trate de sonreír frente al espejo, pero mi risa era triste. Me puse a hacer cosas de la casa para no pensar, cuando sonó el teléfono. Era mi madre.

MADRE: lamento el mal momento hija, pero no puede simular, sabes como es no?

MARIELA: si lo se, pero soy su hija no una chica que recogió de la calle y la crío. Su hija legitima, me dejo muy mal.

MADRE: estas sola?

MARIELA: si pero en pocos minutos viene Marcela y no quiero que me vea mal. Me pondré mi cara de payasa y seguiré adelante, pero él me trato muy mal.

MADRE: si y lo lamento hija, su carácter a veces lo traiciona y eso que sigue con el sicólogo, con quien tiene sus buenas agarradas también. Llámame cuando quieras hija

MARIELA: si madre, lo Hare.

Nuevamente sola hasta que llego Marcela.

MARCELA: que le pasa a mi amorcito que tiene esa carita.

MARIELA: estoy un poco cansada cielo. Mucho correr por la boda, que el vestido, que lo invitados, que el lunch. Que sabes de Nora y Javier.

MARCELA: te iba a decir, llegan mañana a las 4 AM. Tenemos que levantarnos temprano para ir al aeropuerto internacional.

MARIELA: no te preocupes Marcela, vamos a estar.

Nos acostamos tempranísimo, ella se durmió enseguida y yo me di vuelta hacia el otro lado y llore parte de la noche, hasta que me quede dormida. Estaba aun con angustia y lloraba en silencio para no preocupar y despertar a Marcela.

A las dos de la madrugada tomamos un poco de café con galletitas y salimos hacia el aeropuerto. Llegamos a las 3,30 y faltaba media hora para que llegara el avión. Tomamos café de nuevo, tenia un poco de frío y Marcela me dio su saco para cubrirme. A las 4,05 el avión aterrizo y 45 minutos después los vimos aparecer en el hall. Corrimos y nos abrazamos a ellos. Besos y llantos entre cuatro personas que hacia muchísimo no se veían. Nora estaba hermosa con incipiente pancita y Javier estaba un poco más gordito. No tenia yo ganas de joder, pero hice un esfuerzo, me acerque a una mesa y agarre un servilleta y se la di a Marcela, secándole la baba. Nos reímos todos mientra Marcela se hacia la ofendida.

MARCELA: adonde van a ir a parar, hasta comprar el departamento. A propósito en el piso de abajo nuestro se vende uno, lo pueden ver si quieren.

NORA: gracias mamá seria bueno vivir en el mismo edificio. Ahora iremos a parar a un hotel, hasta tanto comprar.

MARIELA: están locos, como van a pagar un hotel y tanto tiempo. No, se vienen con nosotras al departamento, si sobra lugar. No te parece Marcela?

MARCELA: a mi me parece perfecto. Si vengan con nosotras.

JAVIER: no queremos molestar

MARCELA: no molestan para nada. Además son mis hijos

MARIELA: y tu futuro nietito nona.

MARCELA: vieron como es, desde antes de que se casaran me dice que en cualquier momento soy abuela. Buenos si, lo voy a hacer y feliz de ello. Pero ella no entiende, de cabezota que, que al casarse conmigo será abuela también.

Todos reímos de los dichos de Marcela. Y enfilamos para el coche. Nora y yo íbamos adelante y ellos detrás a unos pasos, llevando Javier el carro con las valijas.

NORA: que linda estas, se ve te viene bien la vida conyugal. Ah mostrare el anillo?

MARIELA: (mostrándole el anillo) me viene muy bien, somos muy felices las dos. Creo que ni ella ni yo podríamos vivir separadas.

NORA: que hermosa la alianza . El cintillo no lo usas.

MARIELA: si fanática lo uso y es muy lindo, ya lo veras, pero no iba a venir a las cuatro de la madrugada con el cintillo. La verdad me olvide ponérmelo. Y vos estas preciosa como toda futura madre.

NORA: gracias, sabes va a ser una nena.

MARIELA: otra mujer? Pobre Javier, vamos a ser 4 contra uno.

NORA: tienes todo organizado para la boda

MARIELA: si casi todo. Quiero que vengas conmigo a retirar el vestido de boda y lo guardas en tu placard, para evitar que la nona espíe.

NORA: que mala eres, la nona, jajaja

MARIELA: y ella cada vez que la jodo un poco me dice que soy una turrita. Mira vos a tu mamá.

Hicimos bastante rápido para llegar. Entramos a departamento y dejamos todo para desempacar mas tarde. Sentados en el living, tomamos café y luego a dormir un rato.