Nacida para follar
Cary es una joven exuberante con un gran problema, solo puede follar follar y follar.
- ¿Tienes las maletas terminadas ya, cariño?
- Seh
- Bien, mi avión te llevará hasta Los Ángeles, pide todo lo que quieras nenita, me encargué yo mismo de surtirlo con tu champagne francés favorito y tus dulces sin calorías italiano.
- ¿Papá?
- Dime cariño.
- Sigue follando mi culo y deja de hablar, joder.
En cuanto digo eso cierra su estúpida boca y comienza a embestir sus caderas contra mi trasero. Su polla comienza a ser tan inservible como sus contactos en la élite neoyorkina. Para terminar el absurdo golpeteo, de su polla contra el agujero de mi culo escupo sobre mi mano y comiendo a hundir dos dedos en mi coño mientras el talón de mi mano presiona contra mi hinchado clítoris.
El incesto perdió el atractivo. Todo comenzó como con cualquier hombre. La putita de papa… un coche nuevo una mamada, un día de compras una buena follada por el coño, un viaje en el caribe a todo lujo, follada por el culo. Sin embargo perdió el atractivo cuando comenzó a regalarme todas estas cosas sin pedirme nada a cambio.
- ¿No vas a despedirte apropiadamente de tu padre cariño?- una vez duchada y vestida me dirijo hacia la limusina que me llevará al aeropuerto. Pero mi padre baja más rápido de lo que planeaba y me alcanza.
- Por supuesto papi.
Me acerco a él con una sonrisa falsa y saco mi lengua para lamer sus labios, es evidente que el servicio de casa está acostumbrado a estas cosas. Sus codiciosas manos agarran mi culo y lo palmean dos veces mientras folla mi boca con su lengua.
- No le digas hola a la zorra de tu madre de mi parte.
Con eso nos despedimos.
Una vez sentada en el coche en la parte trasera noto lo poco satisfecha que me dejó realmente. Si, definitivamente el incesto ya no era lo mismo.
- Sandy, dime el plan de vuelo- le ordeno a mi asistente personal.
Ella comienza a hablar cosas que realmente no me interesan, pero me gusta joderla, es como una cachorrilla perdida que nunca sabe bien que hacer si no se le ordena. Sumisa. Mientras sigue cotorreando observo detalladamente mi vestuario. Louboutin rojos de trece centímetros, pantalones vaqueros cortos rasgados, de estos que dejan ver medio cachete del culo, una camisa blanca de tirantes largos, para que se me puedan ver bien los laterales de los pechos, si señores, soy la fantasía de cualquier hombre vivo. Mi pelo largo color ceniza peinado en ondas y mis ojos verdes rasgados marcados con khol, y mis labios rojos a juego con mis zapatos…
- Sandy- ella alza la cabeza y sin mirarla mientras sigo prestando atención a mi teléfono, ordeno- Ponte de rodillas y cómeme el coño.
Por supuesto, ya está acostumbrada a ello. De algo me tiene que servir ¿no?
Se quita sus estúpidas gafas y tras unos segundos se presenta ante mí como sabe que me gusta. Sus diminutos pechos en mi cara y su coño depilado a la brasileña abierto de par en par.
- ¿Estas mojada Sandy?
Ella niega con la cabeza sonrojándose. Mal, sabe que no me gusta si no gotea. Levanto mi zapato y sabe perfectamente que tiene que hacer. Lame y escupe sobre el charol mientras yo acaricio su pelo con cuidado.
- Asi es… como una buena perra, ¿eres mi perra Sandy?
- Si, señora soy tu perra.
- En posición.
Palmeo sus tetitas un par de veces e introduzco la punta de mi zapato en su coño, sacándolo y metiéndolo.
- ¿Te gusta, perra? ¿Te gusta que tu señora te folle con sus zapatos? ¿Te gusta como de grande hacen el agujero de tu coño chorreante?
- Si señora.
- Oh jode, si que te gusta pequeña puta asquerosa, y a mi me encanta verlo, me encanta mi pequeña cerda revolcándose en su mierda….Ahhhh- gimo profundamente cuando se arrodilla frente a mi y lame mi raja desde el coño hasta culo recién partido por mi padre.
- ¿Te gusta el sabor a mierda, zorra?¿te gusta como me sabe el culo a la cagada que tire antes de salir?
Sus ojos me observan como si fuese un jodido perrito.
Dios Sandy, solo espero que el nuevo maridito de mi madre me deje quedarme contigo en su casa. Si no será todo muy aburrido.
Tras una buena corrida que salpica los labios amoratados de mi asistenta y por fin en el avión privado me quito los zapatos y la camiseta quedándome solo con los cortos pantalones, odio tantísimo el roce de la tela con mi pezones agujereados por dos barras…es una continua excitación, por eso tengo follar, follar y follar todo el día. Pero las emociones se me están acabando y mi puta chachonda interior necesita más experiencias, definitivamente más rabos. Mi difunta tía hermana de mi padre decía que era un diablo, pero no como una diablilla que hace algunas cosas fuera de lo común, no, en realidad se pensaba que el mismo satán vivía dentro de mí. Fue lo primero que grito cuando me vio siendo ensartada por mi padre en la cocina, triturando mi coño como un poseso y babeando encima de mis tetas, con un mortero en el culo. La zorra de mierda empezó a gritar pero gracias a las folladas mi padre no paró, recuerdo la sonrisa siniestra que puse mientras la miraba y gritaba.
- ¡Si papi, rómpeme el chocho con mas fuerza!
Mi padre la retuvo en casa, porque su preciada niñita no quería que la puta lo fuese contando por ahí, la encerró en el sotano y yo… yo me divertía con ella.
Escucho como el piloto anuncia el despegue y una vez el avión se estabilizó me quite el cinturón y recibí una copa de champagne de mi asistente de vuelos masculino, y por supuesto solo vestía un pantalón. Me relamí los labios observándole con paciencia. Gracias a mi papi todos aquellos que me rodeaban y trabajaban para mi mantenían su bocota cerrada sobre lo que veían, o si no…sus familias lo pasarían muy muy mal.
- ¿Puedo servirle en algo más, señorita?
- ¡Sandy!- cuando la veo aparecer del baño vestidita toda refinada como si no fuese mi perra la indico que se siente de rodillas a mi lado y comienzo a acariciar su cabecita- Por favor cariño- le digo con voz melosa- comete esa polla.
Sin preámbulos y sin más indicaciones el chico, que será un poco mayor que yo, unos 25, se baja los pantalones y yo hago una coleta con mi puño del pelo de mi perra.
- Abre la boca Sandy
Meto tres dedos bien profundos en esta para que se atragante y salive bien, me gusta la saliva, casi tanto como la lefa. Casi.
Sin miramientos hago que su boca sea empalada por la verga del chico y soy yo la que comienza el movimiento de su cabeza, la saliva sale a borbotones de su boca, y las arcadas cada vez son menos consecutivas, la dejo sin respiración durante unos segundo y comienzo a moverla otra vez.
- ¿Te gusta mi puta, chico?- le pregunto.
- Si, señorita me encanta.
- ¿Te gustaría comer mi culo mientras ella como el tuyo?
Su expresión se vuelve alarmada.
- Señora…yo nunca…nunca…
- Oh, tienes un culo virgen- continuo moviendo la cabeza de Sandy con desenfreno.
- Si señorita.
- Pues es tu día de suerte cariño, yo follaré tu culo después de correrte.
Y así se hace, se descarga como un elefante sobre la boca de Sandy, pero esta no lo traga como orden mía. Ella viene directa a mi de pie a mi lado y yo sin apartar la mirada del chico abro la boca para que ella tire toda su leche en mi garganta, es líquida ,casi transparente y algo dulce.
- Voy a dormir un poco, te quiero en una hora lamiendo mis pezones para despertarme chico.