Nacida para Coger (8)

La agradable experiencia que me hizo la mejor amiga de mi prima Quetzalli con quien he vivido mis mejores experiencias sexuales.

Nacida para Coger

Identificación con mi Prima Quetzalli

Por Georgina del Carmen

Había sido invitada a una fiesta que se celebraría en la casa de mi tío Alejandro, hermano de mi madre y quien vive a unas 20 calles de nuestra casa, en la colonia contigua, él esta casado con la tía Flor y tienen dos hijos, Sergio quien es de la misma edad de mi hermano Carlos y Quetzalli que es un año mayor que yo, por supuesto, como comúnmente se conoce, somos primos-hermanos.

Antes de aquella noche yo y Quetzalli nos frecuentábamos muy poco a pesar de la cercanía en que vivíamos, debido tal vez a que asistíamos a diferentes colegios y nuestro circulo de amistades, provenientes la mayoría de la escuela, era diferente, no así Carlos y Sergio quienes eran muy unidos y formaban parte del mismo grupo de amistades y casi se puede decir que eran inseparables, por lo que a Sergio lo veía muy frecuentemente en mi casa y por cierto nunca ocultó los deseos que tenia por mi cuerpo y a decir verdad él también me atraía sexualmente.

Para la noche de la aludida fiesta mis padres me habían dado permiso de quedarme a dormir en casa de mis primos para no correr riesgos por la noche al terminar la fiesta, ya que conociéndolos se preveía terminaría muy de madrugada, Quetzalli me había invitado a quedarme en su recamara lo que acepté de buen grado ya que siempre nos hemos llevado bien solo que, en aquel tiempo, no muy continuamente.

Durante la fiesta mi prima se dedicó la mayor parte del tiempo a atender a las amistades que ella había invitado y yo me dedicaba a bailar con los chicos que me solicitaban para ello, entre ellos mi primo Sergio, quien al bailar no desaprovechaba la oportunidad de acercarme su verga a mi vientre y su pecho a mis tetonas, yo lo permitía fingiendo no darme cuenta de sus intenciones pero disfrutando el momento. Ya avanzada la fiesta conocí a un chico muy guapetón en el que centré mi atención, seguramente atraído por la minúscula minifalda que vestía el chico se desvivía en atenciones para mí, después de algunos tragos ambos nos fuimos desinhibiendo y poco después ya me repegaba su miembro en el vientre que se le sentía en erección y yo en compensación también le dejaba sentir mis tetonas en el pecho y mi pelvis en su pene, pronto nos empezamos a besar y sus manos acariciaban mi espalda y cintura amagando con bajar a mis nalgas, los besos en la boca iban subiendo de tono y sus manos bajando de mi cadera en busca de mis glúteos.

En esos momentos yo ignoraba que el chavo en cuestión venía acompañado de un amigo igual de hermoso que él y que estaba en plena conquista de mi prima Quetzalli, me di cuenta cuando nos reunimos los cuatro y empezaron las presentaciones de rigor y cuyos nombres no reproduzco por que la verdad ahora no los recuerdo, hecho lo cual y copa en mano nos fuimos a un rincón poco concurrido del amplio jardín de su casa, arropados entre los árboles que ahí existen, donde en principio platicábamos los cuatro pero al correr de los minutos nos separamos un poco y cada quien platicaba con su cada cual, la sesión de besos se reanudó y lo mismo hacia mi prima con el otro chico.

Los besos del galán ya me habían puesto cachonda y permitía que sus manos recorrieran mis nalgas por encima de la minifalda y yo con mi pelvis frotaba su hinchado pene, tratando de guardar discreción ante la cercanía de Quetzalli, pero cuando volteé a verla me llevé una grata sorpresa, mi prima era tan cachonda como yo, el tipo le tenia metida la mano por la pretina debajo del pantalón acariciándole las nalgas y la mano de ella, aunque no la veía, estaba a la altura de la verga de él mientras se besaban en la boca.

Ante tal hecho me descaré un poco y ya directamente le acariciaba con una de mis manos la verga a mi pretendiente, y él con una mano seguía masajeando mis nalgas y con la otra mis chiches, poco a poco la mano que tenia por detrás de mí fue bajando hasta alcanzar la orilla de la minifalda y metiéndola por debajo de ésta fue subiendo por mis muslos hacia mis nalgonas para acariciarlas directamente en virtud de que las breves pantaletas tipo tanga que portaba, que aunque ya tenía las propias tan sensuales como las de ella, eran un "préstamo" de Irene pues me seguía excitando ponerme las pantaletas sucias de ella imaginando que quizá en ellas hubiera estado la verga de mi hermano Gerardo, y estaban metidas entre mis asentaderas permitiendo la libre caricia de su mano sobre mis nalgonas.

Ya eran las primeras horas de la madrugada y muchos de los asistentes se habían retirado o se preparaban para ello y los que aun permanecían estaba dentro de la casa, por lo que en el jardín solo estabamos mi prima y yo acompañadas de nuestros respectivos galanes de ocasión, cada cual estaba en "lo propio" y no prestábamos atención a lo que hacia la otra, solo de vez en cuando volteaba para ver que hacia Quetzalli pero seguía metidisima en el cachondeo, tal vez sin que me diera cuenta ella también volteaba a verme a mí.

El caliente chavo encontró el resorte de las pantaletas y tiró de ellas hacia abajo dejándomelas entre el inicio de los muslos y la parte baja de las nalgas y metiendo su mano por debajo de los glúteos me dedeaba la vagina y ya mojado su dedo con mis flujos intentaba meterlo en mi culito, presa de la lujuria se lo permitía e irreflexiva le bajé el cierre de la bragueta liberándole la erecta verga y se la "chaqueteaba", en tanto él con la otra mano me manoseaba la tetonas por dentro de la blusa y por abajo del brassiere.

Volteé para atisbar a Quetzalli y me impresioné de ver a mi prima empinada de frente al chico mamándole la verga, mientras éste seguía con la mano metida bajo el pantalón de ella dándose gusto con sus nalgas y tal vez con su culo, lo que me animó a seguir adelante con mi lujuriosa actividad, mi casual pareja dejaba por momentos mis chiches para manosearme la vulva frotándome el clítoris y acariñar mi abundante vellosidad pubica y pretendía cogerme ahí mismo poniendo su falo entre mis muslos pretendiendo ensartar mi vagina lo que lograba por instantes solo con su glande pero se salía con facilidad ya que la pose y la situación no era lo mas cómodo, amén de que las pantaletas donde las tenía era un escollo mas pero no quise quitármelas por temor de ser descubierta por los demás familiares, en aquella candente lucha por ensartarme me vino el orgasmo entre ayes de placer y momentos después el chico se "vino" en mi entrepierna mojando con su esperma mi vellosidad, las pantaletas y mis muslos.

Supuse que mi prima le habría succionado el esperma a su pretendiente y quizá tragarlo y tal vez ella misma se hubiera "venido", pero casi al mismo tiempo nos empezamos a arreglar la ropa y a disponernos a entrar en la casa, no sin antes quedar de acuerdo, cada cual por su lado, con el chico respectivo para el día siguiente vernos e ir a coger en forma cómoda en algún motel o lugar tranquilo.

Los chicos se despidieron y ella y yo no hicimos ningún comentario mientras duró lo que restaba de la fiesta, los comentarios y confesiones intimas fueron una vez que ya estabamos en la recamara compartiendo la mullida cama de Quetzalli, cínicamente nos hicimos un relato sucinto y por demás detallado de todo lo sucedido previamente y durante el tiempo que estuvimos en el jardín, así como infinidad de detalles de nuestro comportamiento y gustos de índole sexual, lo que nos identificaba a ambas como un par de cachondas adictas a la verga y toda clase de juegos eróticos y por último que ambas habíamos hecho cita para el día siguiente ir a coger con estos chicos.

Al día siguiente al filo del medio día estaba llegando a mi casa convencida que había sido una noche redonda, tanto por la conquista del chico con quien iría a coger esa tarde como por la sorprendente e importante identificación que había tenido con mi prima Quetzalli en un aspecto tan intimo como es la sexualidad, todo parecía indicar desde entonces que juntas pasaríamos los momentos mas excitantes de nuestra existencia, tenia la esperanza, como lo ha sido, de tener una amiga con quien compartir mis mas íntimos secretos sexuales, sin ser solo de palabra sino participando juntas en experiencias que la mayoría de las personas calificarían como aberrantes, inmorales o pecaminosas.

Al caer la tarde el sujeto cuyo nombre he olvidado pasó por mí y luego de tomar un par de copas en un bar me llevó a un motel en donde disfrutó de cada palmo de mi cuerpo y me cogió por todos los lados y poses imaginables, dándome el inmenso placer de gozar con su sabrosa verga de varios orgasmos que disfruté al máximo, siempre pensando que el que me estaba cogiendo era mi hermano Gerardo que aunque aun no había nada con él seguía provocándolo de acuerdo al plan que previamente había trazado para seducirlo, en mis pensamientos también estaba mi prima Quetzalli tratando de imaginar como le estaría yendo con el amigo del personaje que estaba conmigo dándome verga como desesperado y yo entregada a los placeres de Afrodita chupándole la verga recién salida de mi culo y tragando encantada su esperma.

Entrada la noche, ya en casa, sonó el teléfono, era Quetzalli que al igual que yo estaba llena de curiosidad de saber como me había ido con mi galán, duramos hablando casi dos horas contándonos mutuamente los detalles pormenorizados de las respectivas cogidas que nos habían dado, ambas reconocíamos que tan solo el hecho de platicarnos esta experiencia ya nos había puesto cachondas nuevamente y a Quetzalli se le ocurrió la excitante loquera que bien podríamos cambiar de pareja o mas cachondo aun podríamos coger entre los cuatro.

La idea me atrajo de manera muy especial solo de pensarlo ya estaba deseosa de verga y para ultimar los detalles le propuse que al día siguiente se quedara a dormir en mi casa, ya que siendo lunes tanto por la mañana como por tarde teníamos cosas que hacer empezando por asistir a la escuela, hacer la maldita tarea escolar y algunas otras cosas, ella aceptó pidiéndome que alertara a mis padres por si los de ella llamaban a los míos para verificar que pasaría la noche conmigo.

Al caer la tarde llegó mi prima Quetzalli a casa, maletín en mano con la ropa que usaría esa noche y al día siguiente, vestía de pantalón a la cadera dejando ver la tanga roja que traía puesta, blusa ombliguera luciendo el arete que pende de su ombligo y altas sandalias, la verdad hacia gala del muy buen cuerpo que tiene, dejando boquiabierto al caliente de mi hermano Carlos que ahora tendría doble espectáculo erótico para alimentar su libido, mi prima y yo.

Lo primero fue instalarla en mi recamara, luego bajamos a cenar y para mí a continuar con mi labor de seducción de mi hermano mayor dejándole ver mis "encantos" bajo mi pequeña minifalda y el amplio escote de mi blusa por donde asomaban de manera generosa mis crecidos senos, ya la estrategia empezaba a dar frutos pues Gerardo ya se fijaba con mas frecuencia en mi cuerpo, incluso Quetzalli lo había notado en los primeros momentos de su estancia en casa y posteriormente me lo comentaría.

Ya en la intimidad de mi habitación, mientras nos desnudábamos para ponernos nuestros respectivos baby-doll, el de ella rojo y el mío blanco ambos trasparentes, retomamos el tema de los chicos que el día anterior nos habían cogido, haciendo gala de la amplia experiencia que ella tenia fácilmente me dijo que no había mucho que planear, que simplemente le llamaria a su "galán" y se lo propondría para que él lo comunicara a su amigo. Así lo hizo, llamó por teléfono y se lo soltó sin traza de pudor y quedó con el chico en que mas tarde él le llamaría para concretar la cita ya que su amigo seguro lo aceptaría, me dejó impresionada y me aconsejó que las cosas había que hacerlas en caliente, consejo que tomé relacionándolo con mi hermano Gerardo, si lo deseaba tenía que hacérselo saber de forma directa.

Nos metimos a la cama y la plática versó sobre las experiencias sexuales de ambas, sin duda ella tenia mucho más experiencia que yo, me daba un gusto enorme poder contar con una amiga como ella que era tan cachonda como yo y seguramente aprendería mucho de sus vivencias, toqué el tema del incesto y aunque por el momento no me hizo ninguna confesión era evidente que no lo satánizaba y por el contrario opinaba que en materia sexual estando de acuerdo las partes no hay nada imposible, ni sucio, ni pecaminoso, ni inmoral, en pocas palabras apoyaba el incesto como el placer sexual de los dioses como la máxima expresión de la sexualidad. Poco tiempo después sabría porqué de su liberal opinión. Ya entrada la noche nos dormimos después de masturbarnos una frente a la otra ya que la plática nos había puesto calientes en exceso.

A la mañana siguiente nos metimos a bañar juntas, pude ver su hermoso cuerpo totalmente desnudo, en verdad estaba "buenota", es guapa de su rostro, de piel morena clara, sus senos son algo pequeños, comparados con los míos, su cintura es breve muy bien delineada contrastando con su amplia cadera y sus paradas y grandes nalgonas, con firmes muslos carnosos pero perfectamente moldeados, así como sus pantorrillas, su vello pubico estaba recortado en forma circular, creo que de la cintura para abajo es un "mangazo", solo le falta un poco de senos para estar perfecta, aunque no tengo tendencia lesbia su cuerpo me llamaba mucho la atención y al parecer también el mío a ella, pues me miraba constantemente haciendo comentarios en especial de mis chichonas.

El día pasó entre pláticas de experiencias sexuales y cosas de la familia o la escuela y comentarios de nuestros respectivos novios.

Por fin llegó la hora en que pasarían por nosotras para irnos a coger, Quetzalli se puso un minivestido ajustado a su cuerpo en el que se marcaban las pantaletas tipo tanga negras, brassiere del mismo color y las sandalias destalonadas que había traído, yo me puse también un minivestido que dejaba al descubierto casi todos mis muslos, no me puse ropa interior sin embargo me puse pantimedias y unas zapatillas de tacón alto.

Los chavos pasaron por nosotras y desde el primer momento Quetzalli impuso la diferencia al subirse al asiento trasero del auto, lugar en donde viajaba el chico que me había cogido a mí la vez anterior y yo abordé en la parte delantera con el chavo que se había cogido a mi prima.

Durante el trayecto nos indicaron que iríamos a la casa de uno de ellos ya que sus familiares estaban de viaje, aceptamos de buen grado. Durante el viaje el tipo que conducía el auto no perdía el tiempo y enseguida puso su mano sobre mis muslos acariciándolos, yo me dejaba complaciente y también puse mi mano sobre el bulto que hacia su tiesa verga bajo el pantalón y cuando los semáforos nos marcaban el alto entonces me acariciaba mis crecidas tetonas; Quetzalli no se quedaba atrás y se besuqueaba con el fulano que estaba a su lado permitiendo que le metiera la mano entre sus piernas y ella le agarraba la verga.

Llegamos a una casa muy cómoda, enseguida los sujetos pusieron música y empezaron por servir unos tragos de licor, luego de los primeros sorbos empezamos a bailar, ambas pasábamos las manos por la nuca de ellos repegando nuestros vientres contra sus hinchadas vergas rozándolas continuamente, ellos tenían ambas manos en nuestras nalgas, en lo que se conoce como bailar de "cartón de cerveza", mientras nos besábamos en la boca compartiendo nuestras lenguas, la temperatura corporal estaba en aumento, súbitamente cambiamos de pareja a instancia de Quetzalli, repitiendo las condiciones anteriores pero ahora con el otro chavo, así fuimos rolando pareja durante dos o tres piezas musicales, la diferencia era que el manoseo era cada vez mas atrevido, ya nos tenían el reducido vestido hasta la cintura acariciándonos las nalgas, a mi prima al natural ya que la tanga estaba entre sus glúteos y a mí sobre las pantimedias.

Descansamos un momento para tomar otros sorbos de la copa, pero sentadas en las piernas de los fulanos que no cesaban de acariciarnos el cuerpo con toda desfachatez y nosotras nos dejábamos en plena desvergüenza moviendo nuestras nalgonas sobre las erectas vergas de los galanes.

La calentura estaba en su máxima expresión y las pantaletas de mi prima y mis pantimedias ya estaban a mitad de nuestros respectivos muslos y las manos de los sujetos metidas en la entrepierna de cada una acariciando nuestra vellosidad y vulva metiendo sus dedos en nuestros sexos para frotarnos el clítoris, poco a poco nos fueron despojando de la ropa hasta dejarnos completamente encueraditas y ellos también se desnudaron exhibiéndonos sus erectas y sabrosas vergas.

Fueron ellos quienes iniciaron haciendo los honores a nuestras mojadas vulvas, nos sentamos en el sofá con las piernas abiertas y ellos hincados nos chupaban la vulva, el tipo que inició conmigo bajaba su lengua hasta alcanzar mi culito haciendo vibrar mi cuerpo, luego de varios minutos, poniéndose ambos en pie, nos acercaron sus vergas a la boca, como atraídas por un imán se las empezamos a besar, chupeteándoles y metiéndolas a nuestra boca les mamábamos, luego de algunos minutos se cambiaron para que fuera la otra quien les mamara, nosotras encantadas lo aceptábamos probando ambas vergas.

Sin decir nada el tipo al que en ese momento le chupaba el falo me levantó las piernas hasta sus hombros y puso la cabeza de su pene en mis labios vaginales empujando poco a poco, la humedad de mi sexo facilitaba la penetración y en menos de lo que tardo en escribir ya tenia la totalidad de su miembro dentro de mí, en tanto a Quetzalli la pusieron de "ladito" y la penetraron por detrás aunque por su sexo, el vaivén de las vergas entrando y saliendo de nuestras vulvas se generalizó así como nuestros jadeos y expresiones de placer.

Vino un nuevo cambio de pareja, el chico que acababa de penetrar a mi prima permaneció sentado mientras yo me monté en él ensartándome a mí misma con su rico tolete dándome sentones en él sintiendo su verga entrar repetidamente en mi ser, a mi prima la tenia en pose de "perrita" hincada sobre el sillón y el sujeto tras ella dándole verga incansablemente, vino otro cambio de pareja, pero antes de penetrarnos nos dieron a chupar sus vergas por lo que indirectamente estabamos probando mutuamente los jugos íntimos de la otra, me sabía rico.

Los cambios de pose y pareja menudearon, así como los escandalosos orgasmos que mi prima y yo teníamos de manera constante disfrutando al máximo de los placeres carnales, en un momento dado a ambas nos pusieron empinadas en el sillón y abriéndonos los glúteos enfilaron sus macanas al diminuto agujerito que tenemos entre las nalgas y que todo hombre desea, complacientes aceptamos la penetración anal, sus endurecidas verga fueron penetrando lentamente en nuestros culitos que devoraban sus deliciosos pedazos de carne alojándolos en el intestino.

La entrada y salida de sus duras vergas de nuestros culitos eran constantes, así como los cambios de pareja previa chupada de verga, mientras nos enculaban Quetzalli y yo nos volteábamos a ver esbozando cínicas sonrisas disfrutando de la culeada que nos estaban dando, tiempo después nos anunciaron que estaban a punto de eyacular, nos indicaron que nos hincáramos en el piso de frente a ellos y nos dieron a mamar sus vergas, de repente ambos sacaron la verga de nuestras bocas y los chorros de esperma caían en nuestro rostro y boca de forma cruzada de tal manera que ambas recibíamos semen de los dos personajes que una vez que terminaron de "venirse" aun les chupábamos la verga hasta que éstas perdieron la erección.

Como colofón, con nuestras caras escurriendo de esperma yo y Quetzalli nos dimos un besito en la boca compartiendo el semen que estaba dentro de ellas lo que nos consolidaba como un par de cachondas fortaleciendo nuestra naciente amistad, no quedaba duda ambas éramos "Nacidas para Coger" y lo mejor entre nosotras estaba aun por venir.

Pasamos al baño para lavarnos, ahí en el baño estaba la lavadora, sin saber porqué la destapé encontrándome la ropa sucia de la familia y entre ella varias pantaletitas microscópicas de lo mas sensual, no pude resistir esa mala costumbre que tengo de robar pantaletas cuando tengo oportunidad, así que tomé tres que me parecieron las mas provocativas y las escondí entre mi vulva y las pantimedias como si fuesen toallas sanitarias y salí para irnos a casa.

A partir de ese día mi amistad con Quetzalli se incrementó volviéndonos casi inseparables y viviendo aventuras de índole sexual tan inusuales y atrevidas como placenteras y narraré próximamente las más destacadas.

Georgina del Carmen