Nacida para Coger (4)

La experiencia de tener dos "novios" al mismo tiempo siendo estos hermanos como si fuera Original y Copia.

Nacida para Coger IV

Original y Copia

Por Georgina del Carmen

El último ciclo escolar de la secundaria estaba a días de finalizar, se organizó una fiesta por ese motivo, cualquier causa era buena, para entonces ya mi popularidad en la escuela era completa, aunque no fuera por ser la mejor estudiante sino la más cachonda, esa noche me sobraban galanes, pero la mayoría ya conocidos que lo único que buscaban era cogerme, así que me incliné por los chicos que no conocía, así fue como Mauricio se acercó a mí para invitarme a bailar, era un muchacho sumamente guapo, alto blanco, fornido, en pocas palabras un "Adonis", enseguida me encantó y estaba dispuesta a jugarme la aventura con él.

Como ya me era habitual estuve enseñando las piernas y las pantaletas, para no decepcionar a los compañeros ya acostumbrados a ello, pero en especial para interesar a Mauricio, quien me atraía de manera poco común, se puede decir que luego de algunos minutos me "ligué" al chavo con quien estuve bailando casi todo el tiempo y por supuesto poniéndomele coqueta y sexualmente provocativa en mis sonrisas, movimientos corporales voluptuosos e insinuantes comentarios eróticos, pronto llegamos a los besos y caricias mesuradas, aunque en momentos podía sentir su miembro semi erecto rozando mi vientre, yo usando los trucos ya muy experimentados le oprimía su pecho con mis tetonas y juntaba lo mas posible mi pelvis contra su pene.

Ya entrada la noche le manifesté mi deseo de retirarme y Mauricio enseguida se ofreció a llevarme a mi casa, en realidad no era tan tarde pero lo que quería era salirme con él para ver que podíamos hacer a bordo de su auto, desde el primer momento a solas le dejé verme las pantaletitas por completo abriendo desmesuradamente las piernas al abordar, dejé que la minifalda que llevaba se me subiera dejando a su vista la totalidad de mis muslos y sentándome lo mas cercanamente posible a él, en cuanto dio marcha el auto puse mi mano en su pierna y en el primer semáforo que nos marcó el alto nos besamos a boca abierta dejando atrás la mesura que habíamos guardado en la fiesta, nuestras lenguas jugueteaban dentro de la boca del otro, su mano se posesiono de uno de mis muslos y yo complaciente se lo permití, a cada oportunidad que se presentaba nos besábamos apasionadamente y su mano a cada momento iba subiendo mas y encaminándose a la parte interna de mis muslos, igualmente mi mano seguía ese recorrido en su pierna buscando lentamente su verga, a unas calles de mi casa le pedí que se detuviera.

Ya estacionados el cachondeo se generalizó, me manoseaba impúdicamente las chiches y las piernas metiendo la mano por debajo de la minifalda para friccionarme la vulva por encima de mis calzoncitos, y yo a él le acariciaba, por encima del vestuario, su hermosura que se sentía bien tiesa, sin dejar de besarnos me subió por completo la faldita e inicio a bajarme las pantaletas dejándomelas en las rodillas, volviendo su mano a mi vulva pero esta vez para dedearme la vagina, en tanto yo le saqué su magnifica verga y se la frotaba a manera de masturbación, su otra mano ya estaba bajo mi blusa agarrándome las tetas, así duramos por largo rato y para mi sorpresa, cuando estaba dispuesta a dejarme coger ahí en el auto, Mauricio se empezó a "venir" bañando mi mano con el tibio semen que le brotaba de su hermosura.

Por esa noche hasta ahí llegaron las cosas, intercambiamos números telefónicos, la verdad no pensé que me volviera a llamar, había conseguido lo que quería y no creí que tuviera intención de volverme a ver, lo creí asunto concluido y lo lamentaba ya que el chico era muy guapo y me hubiera gustado sentir su verga dentro de mí.

Sorprendentemente al día siguiente Mauricio me llamó por teléfono, seguramente él pensaba igual que yo, había entre nosotros un deseo sexual aun no satisfecho, me invitó a tomar café y gustosa acepté. Quise llevar pantalón para no facilitar tanto las cosas y no evidenciarme tan lanzada, aunque super ajustados como siempre y a la cadera dejando ver la parte alta de mis pantaletas tipo tanga, amén de que se marcaban la forma y tamaño bajo el pantalón.

Efectivamente solo tomamos café y platicamos muy agradablemente, al final de cuentas nos besuqueamos y nos dimos una leve agasajada por encima de la ropa, lo sobresaliente fue que me invitó para que al día siguiente por la noche fuéramos a tomar una copa a un bar que dijo era muy discreto y seguro, quedando de pasar por mí a casa al caer la tarde.

Previendo que ese sería el día en que podría sentir dentro de mi cuerpo su ricura me puse un minivestido que ajustaba perfecto a mi cuerpo haciendo resaltar mis formas, sobretodo mis grandes tetonas, así que no me puse brassiere y abajo una pantaletitas negras transparentes que "tomé prestadas" de mi prima Irene, y las inseparables zapatillas de tacón alto.

Desde que Mauricio paso por mí le dejé ver mis intenciones al abordar el auto separando las piernas para permitir que me vieran todos los muslos y los minúsculos calzoncitos, de lo que él no perdió detalle. Durante el trayecto al bar permití que el minivestido se me subiera casi a la cintura mostrándole mis piernas con total impudicia, Mauricio no trataba de disimular para verme lo que le enseñaba, incluso ponía su mano de vez en vez sobre mis muslos acariciándolos tranquilamente, yo solo puse mi mano en su entrepierna pero aun lejos de su miembro y aprovechábamos cuando el auto se detenía por cualquier motivo para besarnos en la boca.

Durante el tiempo en que permanecimos en el bar estuve mostrándole de manera permanente mis piernas y las pantaletitas, a él y a todos los que quisieran verme, dándonos besos sin apasionarnos demasiado, su platica versaba de todos los temas, parecía que no solo buscaba "echarme el palo" y adiós, sino me daba la impresión de que buscaba algo mas permanente tal vez sin llegar al noviazgo pero sí una "amistad cariñosa" constante, aun era temprano cuando decidimos retirarnos. Cuando llegamos al estacionamiento y abordamos el auto me senté muy cerca de él, en el lugar no había gente y aprovechamos para besuquearnos y empezar a manosearnos, Mauricio metía su mano por abajo del vestidito tocándome la vulva por encima de las pantaletas y en momentos me acariciaba las tetas, mientras tanto yo le frotaba el bulto que hacia su hinchada verga, me había quedado cachonda desde el día anterior y estaba decidida a que ese día disfrutáramos nuestros cuerpos a tope, le saqué ahí mismo la verga para masturbarle en directo, a petición de él me bajé las pantaletitas para que pudiera tocar mi vellosidad y dedearme el clítoris, la situación se había tornado sumamente candente y decidimos ir a un motel a saciar nuestros deseos carnales.

Ya estando en el motel me desnudó de lo mas fácil ya que tan solo me quité el vestidito pues las pantaletas habían quedado en el auto, estuve exhibiéndole mi cuerpo desnudo mientras él se deshacía de su ropa, enseguida se lanzó sobre mi ardiente cuerpo besándolo por completo, poniendo especial atención en mis partes erógenas, luego me tocó a mí disfrutar de su hermosura besándosela y lamiendo desde la punta del glande hasta sus suculentos güevotes, para darle una exquisita mamada en su caramelo que lo puso al borde de la eyaculación, teniendo que darnos unos instantes de reposo para luego hacer un 69 en el que tragaba mis fluidos vaginales y yo el cristalino liquido que su hermosura expelía por el ojete de su cabecita.

Por fin tuve toda su ricura metida en mi sexo en variadas poses y el vaivén de su verga entrando y saliendo de mi hendidura sexual era interminable, me hizo venir tres veces en explosivos orgasmos antes de que Mauricio eyaculara su esperma en mi boca, parte tragué y la otra escurría por mi rostro llegando a mis chiches, no tuvimos oportunidad de hacerle los honores a mi culito ya que él no me lo propuso, pero para ser la primera vez era suficiente lo que habíamos hecho y le dejaba con esa opción para una posible segunda entrevista.

Al día siguiente me llamó por teléfono solo para saludarme y mostraba un cierto interés en que la recién iniciada relación fuera permanente, yo también así lo deseaba, nos vimos algunas veces mas, no en todas teníamos sexo, pero ya mi culito había probado el placer de tener su hermosura dentro y las experiencias sexuales eran muy satisfactorias ya que el nuevo galán era tan cachondo como yo y no teníamos limites para gozar nuestros cuerpos. Todo parecía excelente.

Pero un día que habíamos quedado de vernos, pasó por mí y empecé a notar que en algunos detalles de entrevistas anteriores no coincidíamos, parecía que no se acordara de ellos, en ocasiones le decía cosas contrarias a las que habían sucedido y él lo aceptaba dándolas por ciertas, eso me empezó a generar dudas de su comportamiento, pero lo que me hizo descubrir el "juego" fue que desde el primer día que le conocí en aquella fiesta, noté que en la ceja izquierda tenia una pequeña cicatriz apenas visible por ser cubierta parcialmente por los vellos de la ceja, nunca le mencioné el hecho por no considerarlo de importancia, y el sujeto que estaba conmigo en ese momento carecía de tal cicatriz. No hice comentario de ello por no estar completamente segura de lo que me estaba imaginando.

En la siguiente cita ya estaba nuevamente la pequeña cicatriz e igualmente no recordaba con claridad los pequeños detalles sucedidos en la cita anterior y había contradicciones en lo que me había dicho en la vez precedente, no había duda eran dos personas diferentes aunque físicamente idénticas.

La duda me estaba matando así que llamé a Lilí, la compañera de escuela en cuya casa se había realizado la fiesta y quien invitó a Mauricio, le saludé y platicamos un poco de diferentes temas, y como una cosa sin importancia le pregunté, como si yo lo supiera, que como se llamaba el gemelo de Mauricio ya que se me había olvidado momentáneamente, me quedé sorprendida cuando Lilí con naturalidad me dijo que se llamaba Marcelo, sin mas comentario al respecto nos despedimos.

Esa noche estuve pensando en mandarlo a la chin... por haberme engañado, pero al final de cuentas me pareció cachondo andar con los dos al mismo tiempo y por supuesto cogiendo con ambos, porque cuando había salido con Marcelo solo habíamos cachondeado pero nunca me había cogido, así que decidí hacerme la tonta y fingir no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando y seguirles su singular "jueguito" del que seguramente la que mas se habría de divertir sería yo.

Después de ese día, a la siguiente cita que tuvimos asistió Marcelo, el que carecía de la cicatriz y nunca me había cogido, cuando vi que era él le hice esperar y me cambié la ropa, le recibí luciendo espectacular minifalda que apenas me tapaba las nalgonas y que por lo mismo ya casi no me ponía para salir a la calle, arriba solo una camiseta sin llevar sostén por lo que mis tetonas se bamboleaban alegremente, debajo de la mini unas pequeñas pantaletitas que me "prestó" mi prima, yo misma me calificaba que lucia muy sensual y por demás provocativa, estaba resuelta a que ese día me cogería Marcelo o mas bien yo a él.

En cuanto me vio Marcelo se quedó momentáneamente mudo e inmóvil, daba la casualidad que las pocas veces que había salido con él siempre había vestido con pantalón, era la primera vez que me veía de minifalda y por ende las piernas y vaya que se las estaba enseñando, al abordar el auto me conoció las sensuales pantaletas que mi prima "me había prestado", me senté lo mas cercana a él que pude, no hubo necesidad de subirme la falda como acostumbraba, era tan pequeña que se subía sola y mis nalgas quedaban en contacto directo con el asiento del auto y fácilmente se me veía la vulva forrada en las finas pantaletas, Marcelo no podía ocultar su sorpresa y el morbo con que me miraba evidenciaba su súbita excitación y en consecuencia la turbación en sus palabras y acciones.

En cuanto puso el auto en marcha coloqué mi mano en su entrepierna muy cerca de sus testículos, me divertía perturbándolo, así que tomé su mano y la coloqué en mis piernas diciéndole en voz baja "Acaríciame", podía sentir que su mano temblaba y algo sudorosa, me acariciaba algo torpemente y se distraía de conducir el auto por verme la vulva en mi entrepierna, se supone que iríamos al cine, pero en un momento dado le dije que mejor fuéramos a un lugar en donde pudiéramos estar solos diciéndole que fuéramos al mismo motel que la vez pasada, le puse en un predicamento ya que no sabia en donde era, tartamudeando me dijo que yo le dirigiera por donde, ya que no estaba ubicado y no recordaba el camino. Cierto, ya que con él nunca había estado ahí.

Le indiqué por donde se fuera, poniéndole mi mano sobre el bulto que hacía su verga frotándole levemente, con la otra mano le encaminaba la de él hacia mi entrepierna junto a mi vulva, tímidamente y solo por instantes me tocaba el Monte de Venus por encima de las pantaletas, así permanecimos durante todo el trayecto hasta llegar al motel.

Ya en la habitación el cachondeo se generalizó besándonos en la boca y sus manos entraron en acción acariciando mi cuerpo, la minifalda se me enroscó en la cintura y me tocaba las nalgas en directo dado que las pantaletitas estaban incrustadas entre mis glúteos, yo misma me saqué la blusa dejando mis tetonas al desnudo, y sin preámbulo le liberé la verga "chaqueteándosela", en tanto Marcelo alternaba sus besos en mi boca y en mis crecidos senos.

En un momento dado en que él tenía ambas manos en mis nalgas le dije que me besara "ahí" como lo había hecho la última vez, Marcelo ignorante de lo sucedido anteriormente con su hermano, aceptó como si fuera algo ya hecho, me puse de espalda y bajándome las pantaletas le ofrecí mis nalgas para que me las besara, dócilmente él me empezó a besuquear los glúteos, me separé las nalgas invitándolo a besarme el culo y diciéndole que lo hiciera como la vez pasada, era mentira nunca su hermano me había besado el ano, pero Marcelo no lo sabía así que siguiendo la mentira posó sus labios en mi "chiquito" besando y lamiendo mi estrecho agujerito.

Dada la vehemencia con que besaba mi culo era evidente que le excitaba hacerlo, y a mí me encantaba que lo hiciera, pero no solo se limitaba a lamer mi colita, sino que su lengua pasaba también por mi hendidura sexual recogiendo mi flujo vaginal con su apéndice bucal, era mi turno y pidiéndole que se pusiera de pie fui yo quien se puso de rodillas para besarle y chupetearle su hermosura, hasta en eso se parecían era idéntica su verga a la de su hermano, se la mamé por un buen rato metiendo mas de la mitad de su ricura en mi boca, se notaba que lo estaba disfrutando mucho y antes de que se fuera a "venir" me levanté dirigiéndome a la cama con el propósito de que me metiera su lindura en mi vagina.

Le pedí que se acostara para que yo me montara en él, para que mientras me cogía pudiera chuparme mis tetonas, así lo hicimos hasta que tuve mi primer orgasmo ante las innumerables entradas y salidas de su verga en mi sexo, a partir de ahí las poses fueron variando de acuerdo a como se le antojaba hasta que me dijo que estaba por eyacular, traté de meterme su miembro en mi boca para recibir su esperma dentro, pero cuando me iba acercando su hermosura empezó a lanzar chorros de semen bañando mi rostro y solo un poco de su leche cayó en mi boca para tener la oportunidad de saborearla dando por terminada la sesión de placer de ese día.

Ya en mi casa me puse a pensar que cara pondría Mauricio cuando su hermano le platicara que me había besado el culo porque yo le dije que ya lo había hecho antes, me hacia mucha gracia imaginar lo que habrá pensado mi supuesto "novio" de que su hermano me besó el ano y me cogió y sobre todo saberse descubierto en su morboso "juego".

Sin embargo al día siguiente me llamó Mauricio para invitarme a salir "nuevamente", pero sorprendentemente siguió con la mentira como si nada hubiera pasado, así que yo también le seguí la corriente e incluso le pregunté si le había gustado el sexo que habíamos tenido el día anterior, sin mucho comentario lo me contestó afirmativamente y quedamos de vernos al siguiente fin de semana.

Cuando llegó el momento de la cita no hubo comentario alguno respecto de que los había descubierto, fuimos al hotel y tuvimos sexo, yo dirigía la acción escudada en afirmar que él había sido quien pidió tal o cual forma o pose, sobre todo me complacía y excitaba hacerlo besarme el culo a cada momento y me hiciera el sexo anal que me fascina desde la primera vez que me lo hizo aquel maestro de ingles.

Así continuamos cogiendo con los dos aun cuando yo estaba perfectamente consciente de todo, pero llegó el momento en que la aventura se estaba volviendo monótona y debería desenmascararlos y dependiendo de su reacción seguir con ambos pero de una manera abierta, me ponía cachonda pensar en que podía tener dos "novios" al mismo tiempo con conocimiento de ambos y cogiendo con los dos al mismo tiempo en enloquecedor trío.

Cité, de manera inesperada y con premura, a Mauricio para es mismo día aprovechando que estaba en la escuela, enseguida le llamé a Marcelo para citarlo en el mismo lugar y a la misma hora con la misma urgencia, con la idea que no pudiera informarle a su hermano. Llegué al lugar con la esperanza de que no hubiera habido comunicación entre ellos y asistieran a la cita para divertirme con la situación.

El primero en llegar fue Marcelo, le dije que la idea era aclarar nuestra situación, tal vez no entendía a lo que me refería, pero al ver llegar a su hermano, le recalqué "Esta situación" señalando a su consanguíneo, se puso sumamente nervioso y no sabía que decir, al acercarse Mauricio, éste enseguida supo de lo que se trataba, sin ocultar su vergüenza de inmediato me empezó a pedir que los disculpara que había sido por ayudar a su hermano que era un tanto tímido para las mujeres y esencialmente no se trataba de burlarse de mí, yo sonreía regocijándome con sus tontas explicaciones, para finalizar me pidieron perdón y me preguntaron que podían hacer para compensarme de tan baja acción.

Sin perder el buen humor, ya que la que se había divertido con ellos realmente era yo, les dije que para compensarme ambos deberían ser "mis novios", de manera individual e indistinta, así como en trío. Se confundieron por completo, no podían creer lo que les estaba proponiendo y con total desconfianza y desconcierto aceptaron tal vez esperando el momento en que los mandara a la ching... o algo peor.

Para disiparles las dudas me acerqué a ellos y les dí un beso en los labios a cada uno de ellos mientras los abrazaba por la cintura a ambos, sus rostros denotaban mas incredulidad que antes, pero yo traté de minimizar la situación no volviendo a tocar el tema y siendo cariñosa con ambos besándolos alternadamente a cada momento, poco a poco ellos fueron correspondiendo a mis besos y caricias, les tomaba de la mano a ambos caminando en medio de ellos y proponiéndoles que esa noche fuéramos los tres al cine, así fue en medio de besuqueos y arrumacos entre los tres.

A partir de ese día tenia dos "novios" como original y copia, tenían un carro un poco antiguo, que en su momento fue de lujo, que tenia los asientos corridos, así que nos subíamos los tres en el asiento delantero estando yo en medio de ellos y ya entrados en confianza ambos me manoseban y besuqueaban al mismo tiempo mientras yo hacia lo que comúnmente le llaman "remar", o sea que les sacaba la verga a ambos y con un falo en cada mano les masturbaba como si fuese remando en un bote, me quitaban las pantaletas y mientras uno me dedeaba mis "rinconcitos" el otro me masajeaba las tetonas alternándose en la candente labor.

Algo que me excitaba muchisimo era chuparles el caramelo yendo en el auto, mientras me inclinaba para chuparle su hermosura a uno, le ponía mis nalgonas al otro para que me las acariciara, besara el culito o simplemente me dedeara el orificio que quisiera y luego me inclinaba hacia el lado opuesto para succionarle el pene al otro ofreciéndole mi trasero al restante y los hacia que se "vinieran" en mi boca tragando el esperma de ambos, todo ello con el carro en movimiento.

El primer día que fuimos a coger los tres, fue en su casa aprovechando la ausencia de su familia, empezamos en la sala mientras tomábamos una copa, ese día llevaba pantalón, el cachondeo no se hizo esperar besándoles en la boca de manera alternada para lo que ponían sus labios muy cerca de mi boca para chupar mi lengua casi al mismo tiempo, mientras sus manos recorrían sin pudor todo mi cuerpo y yo le acariciaba la verga por encima de su vestimenta.

Ante las dificultades que presentaba mi vestuario me pidieron que me desnudara, así que acepté hacerlo mientras les bailaba un pretendido strip tease, en tanto ellos se iban quitando la ropa al parejo que yo lo hacia. Cuando ya solo estaba en brassiere y pantaletas se lanzaron sobre mí para manosearme y besarme el cuerpo mientras prácticamente me arrancaban la ropa intima dejandome en total desnudez, mientras uno me chupaba las tetonas y me frotaba la vulva, el otro me hacia los honores besándome el culo y las nalgas, después de un tiempo se alternaban las posiciones para que el otro gozara de la parte de mi cuerpo que el restante ya había disfrutado y sus manos transitaban por el resto de mi ser, a tal grado que me hicieron llegar al orgasmo y como perrillos compartían los jugos que brotaban de mi sexo.

Era mi turno de hacerles el sexo oral, me hinqué ante ellos que tenían su respectiva hermosura bien parada, las tomé una en cada mano y mientras le chaqueteaba a uno le chupaba el caramelo al otro para luego cambiar de verga en mi boca, me ponía sus falos muy cerca de mis labios y les daba un chupete a cada una de manera alternada e intentaba meter las dos vergas en mi boca, les lamía el tronco y les besaba los güevos en tanto que ellos solo jadeaban aceleradamente manifestando con ello lo placentero que estaban sintiendo, antes de que fueran a eyacular en mi rostro y boca decidí que había que suspender parcialmente el sexo oral.

Me puse de pie en medio de los dos y me empiné ofreciéndole mi trasero Mauricio, le tomé la verga y me la restregaba en el culo y en mi hendidura sexual, mientras con la otra mano tomé la ricura de Marcelo y se la besuqueaba dándole pequeños mordiscos en el glande, Mauricio se agachó tras de mí para seguir besando y lamiéndome el culo y la raja, por fin entendió lo que pretendía y colocó su verga en mi vagina empujando lentamente para penetrarme mientras le chupaba la ricura a su hermano, su vientre chocaba contra mis nalgonas en cada embate empujando mi cuerpo contra la verga de su consanguíneo, lo que hacia que entrara mas a mi boca teniendo alojada en mi garganta mas de la mitad de su primor sexual, luego de unos minutos me desensarté y dando media vuelta invertí los papeles para que Marcelo me metiera la verga, no sin antes hacerle lo honores a mis nalgas y culito con sus labios, en tanto le chupaba el caramelo a Mauricio así duramos un buen rato alternando la pose, en la que probaba el sabor de mi propio néctar intimo al chupar la verga que instantes antes había estado incrustada en mi sexo.

Hice que uno de ellos se sentara en el sofá, me monté sobre él dándole la espalda y embutiéndome su verga en mi rajita sexual, en tanto el otro permanecía de pie acercándome su erección para que se la mamara, minutos después ellos cambiaron de lugar para guardar la misma pose pero cambiando de picador, sentía tan delicioso estar siendo cogida por dos hermanos al mismo tiempo que no me pude contener y me llegó un segundo orgasmo entre ayes de placer, pero lejos de sentirme satisfecha quería mas y más verga.

En uno de los cambios se monté dando el frente a quien en ese momento me metería la verga en la vagina para que tuviera oportunidad de chupetearme las chiches, dejando mis nalgonas expuestas al restante, quien inclinándose no cesaba de besármelas así como dedeando mi apretado culito, con voz entrecortada por la tremenda excitación que sentía, le indiqué que me metiera su ricura por mi culito mientras su hermano me cogía por la vagina.

Tras unos momentos de desconcierto el chico se acomodó de tal modo que su falo hacia contacto con mi "chiquito", empezó a empujar delicadamente su pene tratando de penetrar mi ano, tras varios intentos la cabeza de su hermosura comenzó a entrar en mi templo de Sodoma, pude sentir como iba entrando poco a poco hasta llegar a mi recto, la acometida no cesaba y pronto mi recto estaba totalmente rebasado llegando su verga a mi intestino donde se alojaría en pocos momentos para dar inicio al vaivén de mete y saca coordinado con el mismo movimiento que hacia la verga de su hermano por mi vagina.

No era la primera vez que me daban la doble penetración, pero había sido en la modalidad de boca/vagina o boca/culito, pero nunca como ahora de vagina/culito y menos siendo hermanos los que me estaban cogiendo como ese día, posteriormente se repetiría en varias ocasiones con otros amigos, pero con unos hermanos, solo hasta que lo hice con mis propios hermanos pero eso amerita una narración especial que relataré en el momento oportuno.

Mauricio y Marcelo se alternaban metiéndome la verga en el culito mientras el otro lo hacia por mi sexo, me llevaron a otro sensacional orgasmo que hizo vibrar todo mi ardiente cuerpo como pocas veces me había sucedido, ellos ya no podían aguantar mas y a petición mía, en el momento preciso me arrodille ante ellos y eyacularon casi al unísono en mi rostro y boca, saboreando el esperma que caía en mi boca confundiéndose el de uno y el otro.

Las sesiones de sexo en trío con doble penetración se hicieron constantes, una o dos veces por semana, los demás días salíamos a diferentes partes como lo haría cualquier pareja de novios normales, solo que nosotros lo hacíamos en trío, la gente que me veía besarme indistintamente con uno y con otro se quedaba sorprendida sin poder poner en claro cual era nuestra relación, yo me divertía de lo lindo con ambos y ellos parece que también lo hacían conmigo.

Pero como siempre me sucede al poco tiempo, unos cuatro meses, me fastidie de esa aventura y los fui relegando por salir con otros chicos, hasta que mutuamente nos fuimos olvidando yo de ellos y ellos de mí.

Georgina del Carmen