Nacida para Cogér (2)

La experiencia de haberme entregado sexualmente con mi maestro de inglés.

NACIDA PARA COGER II

Por Georgina del Carmen

Nunca fui buena para el estudio, y en la secundaria menos, apenas estaba por cumplir mis 15 años y con esta calentura incontrolable que me caracteriza pensaba más en los chicos con los que me gustaría cachondear que en el estudio, de la escuela mandaron llamar a mis padres para enterarlos de mis malas calificaciones, de manera especial en Ingles, mis padres luego de severa reprimenda acordaron contratarme un maestro privado que me daría clases los fines de semana, cosa que me cayó de lo peor ya que obstaculizaba las citas "amorosas", que tenia con los chicos del colegio y amigos.

Contrataron al maestro y el sábado siguiente hizo presencia en mi casa, me avisaron que el maestro había llegado y con profundo desgano bajé a la estancia para conocerlo, me quedé impresionada, era un hombre relativamente joven, de aproximadamente unos 32 años, alto, blanco, atlético, en pocas palabras ¡guapisimo!, me impactó desde el primer momento, casi no escuchaba lo que me decía por estarle admirando, era hermoso.

Me apené de lo fachosa que estaba para recibirlo, vestía unos pants deportivos que casi no usaba ya que me quedaban super holgados, calzaba unos tenis todos sucios, no estaba maquillada, en fin era una facha, contrastaba con la galanura del maestro.

Ése día no estudiamos nada, solo platicamos del tipo de clase que recibía en la escuela y cual era el mayor problema que encontraba en la materia, revisó mis libros, concluyó que era mejor desde el principio así que me dejó estudiar el verbo "to be" que es lo único que sabia en realidad, acabó la "visita" y me dijo que a partir del día siguiente ya sería la clase en forma.

Todo el resto del día me la pasé pensando en él, casi me estaba enamorando de él y apenas le había visto una hora cuando mucho, me preguntaba si seria soltero, si tuviese novia y si seria capaz de "andar" con una chamaca de apenas casi 15 años como era yo entonces, por la noche me lo imaginaba desnudo pidiéndome que le dejara hacerme el sexo, eso me calentó y le dediqué una dedeada en mi clítoris que culminó en un placentero orgasmo.

Para el día siguiente, domingo, estaba dispuesta a borrar la mala imagen de mi apariencia que el maestro se había llevado de mí, me maquillé ligeramente el rostro y me vestí de forma atractiva sin ser aun provocativa, me puse unos pantalones blancos muy ajustados y arriba una blusa ombliguera que dejaba mis hombros descubiertos pero si llevaba sostén blanco con tirantes transparentes, bajo el pantalón se marcaban con facilidad las pequeñas pantaletas, que me había "prestado" mi prima Irene, tipo bikini con olancitos en los resortes de piernas y cintura, que premeditadamente me había puesto con el fin de que se me marcaran bajo la ropa exterior y calzaba unas sandalias destalonadas en color blanco, también de mi prima, creí que era suficiente para la primera vez que me vería decentemente vestida.

Con ansiedad esperé la hora convenida para la llegada del maestro, me instalé en el estudio de mi padre, habilitado como "salón de clase", sentía cierta excitación al recordar la fantasía que había tenido con el maestro la noche anterior, sentí un vuelco en el estomago cuando la domestica me indicó que el maestro había llegado, le instruí para que lo hiciera pasar.

Al entrar el "profe", al tiempo que saludaba sus ojos se fueron directamente a mis senos, le sonreí coquetamente sin moverme aun dejándolo que me viera las tetas por unos instantes mas, luego ya en pie le saludé tendiéndole la mano, enseguida le dije que pasara y caminé lentamente delante de él para que pudiera observar mi figura en aquella ajustada vestimenta y tuviera tiempo de ver como se marcaban las pantaletas bajo el pantalón, durante todo el tiempo que estuvo en casa, el profesor constantemente me estuvo viendo los senos y es que para una chica de mi edad el tamaño de mis pechos eran de llamar la atención, a cada momento me levantaba con cualquier pretexto para lucir mi figura ante él, con la esperanza de que me le antojara aunque fuera un poquito.

Por ese día fue todo, no sabia si el "Profe" se hubiera percatado de mis intenciones, pero yo seguía pensando en lo feliz que seria si el profesor se animara a tener alguna aventura conmigo, mis fantasías con él se acrecentaron durante la semana dedicándole varias masturbaciones y cuando cachondeaba con algún chico me imaginaba que era el maestro quien gozaba mi cuerpo, creía que me estaba enamorando de él.

La semana se me hizo muy larga esperando a que llegara el sábado para volverlo a ver, esta vez tenia pensado lanzarme un poco mas para saber de una vez por todas si le era atractiva o de plano había que olvidarme de cualquier asunto con él.

Así que me maquillé un poco mas de lo normal, me puse una blusita de angostos tirantes que dejaba al descubierto mi ombligo y un escote de regulares dimensiones suficiente para que se me viera la separación de mis senos, premeditadamente no me puse brassiere ya que era claro que le habían atraído mis tetas, la blusa era un tanto holgada con la finalidad de que mis senos se pudieran columpiar al caminar y llamar su atención, me atavíe con un minifalda azul claro de lickra ajustable por lo se me embarraba al cuerpo, abajo unas pequeñisimas pantaletas tipo tanga en color amarillo con el propósito de que contrastara con el color de la mini, por supuesto las pantaletas eran "préstamo" de Irene y unas zapatillas con tacón alto que se ataban al tobillo con una delgada correa, no me puse medias para facilitarle la visión ya que estaba decidida a exhibírmele como lo sabia hacer cuando un chico me gustaba.

Cuando era casi la hora en que llegaría me senté en la sala cuidando que se me vieran casi la totalidad de los muslos y por supuesto las pantaletas al fondo de mi entrepierna, cuando la chica del servicio me indicó que el maestro había llegado sentí un poco de nervios, pero estaba decidida a jugarme la aventura dudando de las posibilidades de éxito.

Lo hice pasar y tal como lo tenia pensado permanecí sentada a su llegada asegurándome que me vería las piernas y las pantaletas, así fue, al entrar su mirada como atraída por un imán se centró en mis muslos y entrepierna, al levantarme separé las piernas lo suficiente para que me viera a plenitud las pantaletitas y con lentitud me puse en pie para darle tiempo a verme bien, me acerqué a donde se había detenido y al caminar bambolee mis senos con un poco de exageración para evidenciar la ausencia de sostén, el profesor no perdía detalle de mis movimientos, eso me animo mucho, pensaba ya que habría algo entre nosotros tarde o temprano.

Durante toda la "clase" me daba mis mañas para seguirle enseñando mis piernas y la escasa ropa interior que portaba y me levantaba a caminar ante él moviendo mis senos o me inclinaba frente a él para que pudiera verlos por el escote de la reducida blusita, no estuve segura si en algún momento tuvo alguna erección, lo que sí fue evidente es que no se perdía oportunidad de verme todo lo que le estaba enseñando, yo me puse bastante cachonda y al despedirse me le acerqué y sin haberlo pensado con anterioridad le despedí con un beso en la mejilla tratando de fingir naturalidad en el detalle, él puso cara de sorpresa pero tampoco dijo nada.

No sé quien de los dos se estaba viendo muy lento, ya que estaba acostumbrada a que los chicos me rogaran para poderme cachondear y más aun para que les "aflojara las nalguitas", pero el "profe" aunque le tenia bobo viendo mis "encantos" no daba algún paso encaminado al besuqueo y manoseo obsceno, estaba decidida a todo, me prometí a mí misma que en la siguiente visita lo conseguía o de plano que se largara, ya me tenia muy caliente con su agradable presencia y necesitaba mas acción.

En la siguiente reunión estaba dispuesta a jugarme el todo por el todo, me atavié con un vestido de mezclilla que me llegaba apenas arriba de las rodillas y muy ajustado, con una considerable abertura por la parte posterior de los muslos, se abrochaba por el frente con siete botones, no me puse sostén y solo las pantaletitas tipo bikini blancas completamente transparentes de Irene, como de costumbre, y una sandalias destalonadas de altos tacones también de ella, estuve un poco nerviosa pero con plena convicción de que ahora o nunca.

Cuando llegó el maestro me desabotoné los dos botones mas bajos y los dos superiores, se veían buena parte de mis senos notándose la aureola rozada que rodea mis pezones y por abajo mas de medio muslo, cuando entró el profesor me le abalancé para saludarlo e impulsivamente le planté el beso de saludo en la boca, ambos nos abochornamos un poco poniéndosenos las mejillas coloradas, pero ya lo había hecho y aparentaba aplomo en la acción, al sentarnos su mirada se fue directamente a mi entrepierna que con cierta discreción se abría para dejarle ver mis calzoncitos y a través de ellos la negrura de mi vellosidad pubica, por primera vez noté que su pantalón se abultaba producto de la erección de su verga.

Su mirada se alternaba entre mis piernas y mis tetas, yo solo le sonreía cínicamente a manera de invitación a que de las miradas pasara a las caricias impúdicas, abrí el libro para iniciar la clase, pero no solo el libro, también abrí mas las piernas enseñándole ya descaradamente los calzoncitos transparentes y lo que había detrás de la translúcida prenda, no levantaba la mirada dándole oportunidad de que se recreara tranquilamente la pupila con mis "lindezas", el bulto de su pene endurecido se evidenciaba a pesar de los esfuerzos que hacía para ocultarlo y mientras fingía leer el libro con la mirada baja le observaba el falo imaginándome como lo tendría, ello me ponía mas excitada de lo que ya estaba y sentía como poco a poco se iban humedeciendo, con mis jugos íntimos, las reveladoras pantaletitas que forraban mi ardiente vulva.

Por la posición que guardaba, sentada frente a él y un tanto inclinada simulando leer el libro, le exponía a plenitud mis senos, en los que casi sentía su mirada lasciva seguramente deseando acariciar mis "toronjas", por momentos se levantaba dando vuelta por atrás de mí, tal vez para buscar un mejor ángulo para verme las chiches y para acomodarse la verga para disimular su erección y después volvía seguramente atraído por lo que tenia en mi entrepierna y se podía ver claramente a través de las pantaletas.

Decidí que era el momento de "jugármela", me puse de pie y me acerqué a él con el pretexto de enseñarle una palabra que supuestamente no entendía, le arrimé mi senos a su rostro mientras él veía la palabra que le indiqué, cuando levantó la cara para decirme algo, sin darle oportunidad de nada, aproximé mis labios a los suyos, permaneció inmóvil dejandome accionar a mí, cuando nuestras bocas estaban a milímetros me detuve un instante para notar alguna reacción de él, no hacia nada pero tampoco se retiraba, así que junte mis labios con los suyos chupándoselos, no tardó en corresponder chupando los míos, abrimos la boca y nos empezamos a besar apasionadamente intercambiando saliva y succionando mutuamente nuestras lenguas.

Mientras nos besuqueábamos, desabroche un botón mas de la parte superior del vestido dejando al descubierto mis senos, en un momento en que despegamos nuestras bocas para tomar aire, él se quedó atónito viendo mis grandes pechos descubiertos, salió de la sorpresa y con decisión subió una de sus manos para acariciármelos ante mi complacencia y disfrute, puse una de mis manos en el muslo por donde estaba el "bulto" bajo su pantalón y lentamente la fui subiendo en busca de su erección, el cachondeo se generalizó y sin decir palabra nos besábamos y acariciábamos, centraba sus caricias en mis tetonas y yo en su falo por encima de la ropa.

No soportó por mucho tiempo la atracción de mis senos y fue bajando sus labios por mi cuello hasta llegar a mis tetas colmándolas de besos y chupando mis pezones, mientras yo trataba de bajarle el cierre del pantalón para tocarle en directo su miembro viril, la mano con la que inicialmente me tocaba los senos ahora la había apostado en mis nalgas masajeándolas por encima del vestido, logré bajar el cierre de la bragueta y metí mi mano para tocarle la verga, con la otra mano me desabroche el botón mas bajo del vestido quedando solo cerrado con un botón por la cintura y dejando mis muslos y vientre descubiertos, mientras le sacaba su ricura del pantalón, él metía la mano libre por en medio de mis piernas frotándome la vulva por encima de las pequeñas pantaletas, su hermosura sexual me impactó, era la más grande que hasta ese momento había tenido en mis manos, ya que las anteriores eran de chicos de mi edad o dos o tres años mayores, pero este miembro estaba ya totalmente desarrollado y su tamaño era importante para mí en esos días.

Ya no había inhibiciones y con toda impudicia nos cachondeábamos sin importarnos lo que sucedía fuera de la oficina de mi padre, él mismo desabrochó el botón restante de mi vestido y metiendo las manos bajo el mismo me acariciaba las nalgas sobre la delgada tela de las pantaletas y con la otra la vulva mientras yo le "chaqueteaba" su hermosura sexual, nos estabamos derritiendo de calientes y con ambas manos me bajó los diminutos calzoncitos hasta las rodillas y yo dejé caer el vestido para quedar casi desnuda ante él, se notó que le sorprendió la abundante vellosidad de mi panocha, pues al igual que mis tetas era exagerada para una chica de mi edad, pero ello no fue inconveniente para que me siguiera manoseando todo lo que podía ante mi cínica complacencia que con las piernas lo más abiertas que me permitían las pantaletas en mis rodillas aceptaba su dedo entre mis labios vaginales frotándome el clítoris, llevándome al cielo con el placer que me hacía sentir hasta provocarme un delicioso orgasmo que hizo que su mano quedara remojada del néctar de mi vagina.

No podía desaprovechar el momento de lujuria que estabamos viviendo así que sin escrúpulos me incliné lo suficiente para poner la cabeza de su falo entre mis labios besándolo y chupeteándolo, él con una mano me sujetaba por la nuca y con la otra extendida me acariciaba las nalgas introduciendo su dedo por la separación de éstas hasta llegar a mi culo y lubricándose el dedo con la miel de mi sexo lo introducía en mi pequeño orificio anal dedeandome con movimientos circulares por dentro de mi ano.

Poseída por la lujuria le mamaba la verga, demostrándole mi experiencia en eso de chupar pingas, metiendo mas de la mitad de su hermosura sexual en mi boca haciéndola llegar a mi garganta, mi intensión era meterla toda en mi garganta, pero el maestro lo impidió cuando sin prevenirme empezó a eyacular, los primeros chorros de esperma cayeron dentro de mi boca y los subsecuentes en mi rostro y senos, ya que súbitamente sacó su verga de mi boca, no obstante que ya había expelido toda su leche le seguí chupando su macana hasta que ésta empezó a perder su dureza.

Me incorporé y solo acaté a subirme las pantaletas, mientras él se guardaba el pene en la bragueta, visiblemente nervioso y tal vez apenado por la sorpresiva y rápida excreción, me dijo que mañana proseguiríamos, le sonreí con cinismo haciendo énfasis en que mañana continuaríamos en donde nos habíamos quedado.

Así como estaba solo en pantaletas y sandalias, le acompañe a la puerta y con un beso nos despedimos, me gusto que me besara aun cuando todavía tenia residuos de semen en mi boca, no obstante que había tenido un rico orgasmo, me quedé aun muy cachonda imaginando como hacerle al día siguiente para continuar esa candente aventura con mi licencioso maestro, que me estaba enseñando todo menos para lo que lo habían contratado.

No había que pensar mucho, para reiniciar en donde nos quedamos debería estar desnuda, así que el atuendo no era problema, solo ponerme algo encima mientras llegaba él y quitármelo para quedar encueradita, solo sobre las zapatillas de tacón alto que me pondría.

Se hizo larga la espera de la hora de "clase", faltando unos minutos me desnudé por completo y encima solo me puse un sweter largo que me llega encima de las rodillas y se abotona por el frente, me calcé con unas sandalias de tacón alto que se sujetan con tiras que dan varias vueltas en los tobillos y baje a la sala a esperarlo, sentí esa rara pero excitante sensación en mi vulva cuando la muchacha del servicio me indicó que él estaba ahí, le dije que lo pasara a la oficinita de mi padre y me adelanté a ese lugar.

Cuando Adrián, así se llama el "profe", llegó ya me había desabrochado el sweter y solo lo mantenía cerrado con una mano, cuando él entró cerré la puerta con el pasador y me solté el Sweter, Adrián camino rumbo al escritorio y yo tras él, cuando dio media vuelta para dirigirse a mí, deje caer el Sweter quedando totalmente encueradita, se sorprendió al verme así, pero sus ojos recorrían de pies a cabeza mi cuerpo desnudo sin disimular su mirada libidinosa, enseguida empezó a surgir el bulto por debajo de su pantalón, su hermosura sexual estaba poniéndose rica, deseosa de mí, yo levanté los brazos a mi nuca, posaba para él girando lentamente para que me pudiera ver por todos los ángulos posibles, sacando la cadera lo mas posible para resaltar mis nalgas y erguía mis voluminosas "toronjas" todo ello con una sonrisa cínica que le invitaba a hacerme suya.

Adrián se quedó mudo de la impresión pero momentos después se acercó a mí ofreciéndome sus labios y le correspondí besándonos apasionadamente en la boca mientras sus manos recorrían mi desnuda anatomía y mi mano se asía de su verga, buscando con la otra mano bajarle el cierre de la bragueta y liberar su delicia que ya se sentía extremadamente endurecida, le saqué el falo y lo empecé a masturbar con cariño para no provocar una eyaculación precipitada, sus manos hacían de las suyas en mi cuerpo acariciándome por todos lados poniendo especial atención en mis nalgas y culito, con su boca hacia los "honores" a mis crecidos senos chupeteándome los pezones, su otra mano estaba frotando mi vellosidad pélvica y por momentos se recorría hasta mi vulva mojándose los dedos con la miel que escurría del panal que tengo entre mis piernas.

Era tiempo de gozar su ricura entre mis labios, le pedí que se sentara sobre el escritorio e inclinándome llevé la cabeza de su rígida vergota hasta mis labios para besarla sonoramente mojando mis labios con el cristalino liquido lubricante que emanaba del ojete de su glande, lamí todo su tronco hasta llegar a sus enormes güevotes por donde pasé mi lengua repetidas veces e intentaba meterlos a mi boca chupeteándolos, volví a subir chupando el tronco hasta la cabeza, entonces le empecé a mamar su preciosidad golosamente metiendo lo mas que podía de su falo en mi boca llegándome a la garganta, él se movía de atrás para adelante como si me estuviera cogiendo por la boca, mientras me dedeaba entre las nalgas tanto el culo como la vagina.

Minutos mas tarde decidí romper la pose por temor a que eyaculara anticipadamente como el día anterior, por fin tomó la iniciativa besándome todo el cuerpo, principalmente mis tetas y mostraba especial interés en mis nalgas y mi, hasta entonces, virginal orificio anal, así como mi panocha donde, extrañamente lamía mi vello pubico, se puede decir que no hubo un centímetro de mi candente cuerpecito por donde no pasara sus labios y lengua, poniéndome en varias ocasiones al borde del orgasmo y en consecuencia mis flujos vaginales me escurrían por entre los muslos siendo lamidos por él.

Ahora fui yo quien se sentó sobre el escritorio abriendo mis muslos para brindarle mi mojada hendidura sexual, la cual chupó por largo rato llevándome al orgasmo mas delicioso de los últimos días, no podía resistir mas el deseo de sentirlo dentro de mí, así que descaradamente le pedí que me cogiera, no pensó mucho, se incorporo y colocó la cabeza de su lindura sexual entre mis labios vaginales haciendo una leve presión, su ricura empezó a penetrar mi humanidad, sentía con deleite cada porción de su vergota entrando a mi templo del placer hasta que su vientre chocó contra mis ingles, me tenia totalmente envergada, su hermosura entraba y salía de mi sexo con movimientos acompasados cada vez mas rápidos, yo movía mi cadera en círculos mostrándole que no era novata en las lides del placer, estuve a punto de "venirme" por segunda vez, cuando súbitamente se detuvo manifestándome que no quería buscar un problema, refiriéndose a un posible embarazo y sorpresivamente me propuso meterme su ricura por mi apretado y aun virginal hoyito anal.

Dudé por un momento ya que nunca me habían cogido por mi culito, pero estaba tan cachonda y anhelaba tanto seguir sintiendo su hermosura dentro de mí que habría aceptado cualquier cosa que me hubiera propuesto, así que en la misma pose que estaba solo abrí lo mas que pude las piernas subiéndolas a la altura de sus hombros, no le dije que aun era virgen de mi culo, enfiló hacia mí nuevamente su glande, ahora apuntando a mi ano, aun cuando tenia muy lubricado su falo con mis propios jugos, la cabeza de su vergota no lograba entrar en mi culito, tal pareciera que mi colita se negaba a recibir al colosal visitante, después de varios intentos la cabeza de su preciosidad empezó a penetrar en mi ano, realmente me dolía pero no decía nada pues me excitaba sobremanera estar siendo cogida por primera vez en forma anal y más aun sobre el escritorio de mi padre.

Por fin la cabeza de su verga penetró en mi ano avanzando por mi recto y se alojaba en mi intestino, a cada palmo de verga que me entraba lo registraba con mucho dolor y a la vez con mucho placer, el golpeteo de sus güevos en mis nalgas me indicaba que su hermosura estaba totalmente incrustada en mi culo, ahogaba las ganas de gritar de dolor y placer, solo daba apagados quejidos acompañados de palabras incoherentes tratando de decirle lo rico que sentía estar siendo enculada por primera vez, su verga entraba y salía múltiples veces de mi dolorido culito, trataba de ayudarle moviendo mi cadera en círculos intentando que eyaculara para descansar mi culo del extraordinario visitante, sin embargo el dolor se detuvo para dar paso al placer, repentinamente empecé a sentir divino como entraba y salía su hermosura de mi "chiquito" y en unos minutos me llegó el primer orgasmo por penetración anal.

Momentos después Adrián me indicó que estaba por "venirse", me preguntaba dónde quería recibir su esperma, pensé que por ser la primera vez que me enculaban ameritaba recibir su semen dentro de mi intestino, así se lo hice saber, casi enseguida empezó a eyacular bañando mis intestinos de esperma, al sacar su verga de mi culito me incliné para chupar los residuos de leche que aun le brotaban dándole las ultimas chupeteadas de ese día. Dio la "clase" por terminada y arreglando su ropa se retiró, yo me puse el sweter retirándome a mí recamara para asearme y vestirme nuevamente.

Mas tarde, ese mismo día, empecé a pagar el precio del sexo anal primerizo, me dolía fuertemente el culo, tuve que tomar un analgésico para mitigar el dolor, no podía ni sentarme sin que me doliera mi recién desvirgada colita, me duró tres días doliéndome aunque de forma decreciente hasta desaparecer.

Continuamos, durante el primer mes siguiente, cogiendo al finalizar la clase, luego acordamos evitar hacerlo en casa y nos citábamos en algún lado para ir a un hotel, me enteré de que era casado, lo que automáticamente me convertía en su querida, fue el primer hombre casado con quien cogía, posteriormente me he hecho querida de varios hombres casados, Adrián me estuvo cogiendo durante unos seis meses aun cuando ya no me daba la clase de ingles ¿o de coger?.

GINA