Nací para quererte pero no para estar junto a ti.

Bueno dije que no volvería a escribir pero aquí estoy de nuevo, no es un relato como lo que acostumbro a escribir, y no tendrá continuación, es una pequeña despedida del año y solo algo que ha salido a lo largo de los días, espero que os guste. Feliz Año Nuevo para todos.

Ultimo año de carrera y aquí me encuentro con más responsabilidades que nunca, al final me han conseguido liar y he aceptado ser delegada de titulación, tengo clases en la escuela de música y estudiar para terminar lo mejor posible este curso, en unos meses me graduó y tendré que tomar muchas decisiones en mi vida, porque te dicen termina la universidad y todo habrá acabado pero no, no te dicen que luego tendrás que decidir que máster hacer o si te doctoras o trabajas, muchas cosas para cabezas jóvenes que a veces no solo deben lidiar con su futuro profesional sino con su dura vida sentimental. Pero bueno estaréis diciendo quien esta que se mete aquí sin presentarse ni nada pues mi nombre es Lucía y vengo a contaros mi historia, la historia que me llevo a irme al otro lado del mundo huyendo del amor y del dolor. Me describiría pero prefiero que cada uno de vosotros me imaginéis como mejor os parezca, quizás os reconozcáis en mi o quizás me pongáis una cara y un cuerpo que no me corresponde pero eso lo dejo a vuestra elección.

Como iba diciendo mi historia empieza el último año de universidad, bueno quizás empieza unos meses antes cuando con el corazón y el alma destrozados debí seguir adelante y poner una sonrisa en mi cara como si todo fuera bien cuando la realidad era que por dentro todo estaba roto o desordenado, si como a la mayoría del mundo me rompieron el corazón pero nada de lo que no se pueda salir o eso es lo que me llevo diciendo durante meses, siempre he sido alguien fuerte, pasase lo que pasase yo siempre me mantenía en pie y esa vez no iba a ser menos. Pero logre salir adelante y tomar el camino que me correspondía y es ahí donde comienza esta historia.

Primer día de clases como cualquier otro, presentaciones de asignaturas y esos profesores que te dicen que debes empezar a decidir qué hacer con tu vida, que debes aprender idiomas porque como está la cosa nuestro futuro como humanistas no está en este país, que por desgracia nos hemos convertido en una generación perdida y en esa incertidumbre me encontraba, las cosas en casa bueno iban como siempre eso nunca cambia, pero yo había decidido cargarme de tareas para no pensar, y pensándolo desde la distancia me convertí en alguien que no soy, es cierto que siempre fui fría y poco cariñosa, vamos lo que se conoce comúnmente como una persona borde, pero con todo lo que pasó eso se acentuó aun mas, trate mal a personas porque pensaba que se lo merecían y asi me sentiría mejor yo pero no, solo lograba destrozarme más aun por dentro, mi vida giraba en torno a las clases de la universidad, la historia era mi pasión, y dos días a la semana iba a la escuela de música, la guitarra mi otra pasión, la música siempre me había tranquilizado y en mi familia hay un largo historial de músicos.

Como iba diciendo mi vida era básicamente la universidad y la música, pero aun asi tenía responsabilidades, ¿sabéis lo que es tener que organizar una graduación y organizar a treinta personas para que se pongan de acuerdo sobre muchísimas cosas?, es una absoluta locura por no llamarlo tortura, pero entre esos actos pregraduación organizamos una fiesta en un pub de la ciudad, la idea era recaudar dinero para el viaje de fin de carrera, ese día cambio mi vida por completo, después de acabar con el corazón completamente destrozado construí una muralla a mi alrededor donde nada entraba y tampoco salía, pero llego ella, con esos ojos claros y esos rizos rubios, por primera vez en mi vida alguien me hizo agachar la mirada provocando cosas en mi que no volví a creer posibles, pero yo le cause algo parecido a ella, porque cuando volví a mirar mantenía una sonrisa tímida y sus amigas se reían de ella porque se había puesto colorada al mirarme, si tengo algo es que cuando miro, mi mirada es demasiado intensa como si pudiese saber lo que pasa por dentro de las personas, aunque muy lejos de la realidad, si es cierto que a veces acierto como es alguien, pero otras me he llevado grandes desengaños, me cuesta confiar en la gente y todo porque cuando di todo de mi solo recibí golpes, pero con ella era diferente, yo jamás me había acercado a alguien como lo hice con ella, algo me empujaba en su dirección, a tenerla cerca, a querer hablar con ella. Y lo hice, me pase toda la noche hablando con Julia, asi se llamaba esa chica de ojos azules como el cielo, ese color de ojos siempre había sido mi perdición, la conocí un poco esa noche, descubrí que era MIR en mi ciudad pero que venía de otro lugar, que llevaba solo unos meses aquí y que sus amigas la habían convencido de salir un rato a tomar algo esa noche y acabaron en nuestra fiesta porque les habían dicho que habría bebidas baratas, que cuando llego al pub me había visto en la barra sirviendo copas y que desde entonces no había podido dejar de mirarme, que había algo en mi mirada que la atraía, no sabía si ese deje de tristeza que aun se entreveía en ella o la intensidad que adquiría cuando sonreía, que cuando me vio salir de la barra se propuso ir a hablar conmigo pero que no fue capaz cuando nuestras miradas chocaron y que por eso sus amigas se estaban riendo de ella, yo por mi parte le conté un poco de mi pero me cuesta abrirme a la gente que acabo de conocer por lo que solo le dije lo básico y que a mí me había pasado algo parecido con ella en cuanto la vi, algo que me obligo ir hasta donde estaba, pero como todo no es perfecto el final de la noche se iba acercando y cada una de nosotras se debía ir a su casa, en mi caso debía quedarme un rato mas a recoger aquel estropicio que había causado la dichosa fiesta, por lo que cuando me llamaron para hacerlo no pude despedirme de ella, me arrepentí de no haber sido algo más valiente y haberle pedido su número pero al fin al cabo con mi estado de ánimo habitual pensé que yo ya había renunciado al amor y que ella se quedaría como un recuerdo grato y que si nos teníamos que encontrar seguramente lo haríamos ya que ésta ciudad no es muy grande.

Y así fue uno de los días que fui a hacerme pruebas al hospital me la encontré, en mi ciudad hay varios hospitales por si decís que era muy fácil que nos encontrásemos y yo nunca le pregunte esa noche en cuál de todos ellos trabajaba, la situación fue un poco surrealista porque estaba junto a la doctora que me debía hacer la ecografía y yo estaba desnuda de la cintura para arriba y si algo me pone nerviosa a mi es estar delante de otra persona desnuda, incluso en bikini me siento incomoda si me miran de mas, no es porque tenga mal cuerpo que no es eso, sino simple pudor inculcado en mi educación. Y allí estaba yo delante de esa chica que tenía algo que me hacia estremecer y perderme en esos ojos, hasta tal punto que dé la impresión se me olvido que estaba la otra doctora junto a ella haciéndome las pruebas, por suerte todo salió bien y no hubo de lo que preocuparse, al salir de aquella sala yo iba con la intención de volver a casa pero antes de salir de allí Julia se acerco corriendo hasta a mi pidiéndome que desayunáramos juntas y habláramos un rato acerca de nosotras, y asi se me fue la mañana en aquella cafetería junto aquella doctora con los ojos más bonitos del mundo, y por fin una de las dos se atrevió a dar el paso de pedirle el número de teléfono a la otra y me gustaría decir que fui yo, pero con mi mentalidad de que el amor no existiría para mí nunca mas no quise ceder al impulso que me pedía a gritos estar junto a ella.

Pasaron los meses y me gustaría deciros que ella y yo tuvimos algo, pero no, se convirtió en una amiga, una de las mejores que se puede tener, ella había intentando que pasase algo pero se dio cuenta de que era imposible que algo en mi hacia que cualquier acercamiento mas allá del amistoso fuese un fracaso, un día de esos en los que salíamos a pasear por las tardes y ver el atardecer juntas se atrevió a preguntarme qué había pasado para que mis ojos demostrasen tristeza aunque siempre llevase una sonrisa en la cara, y yo pensando en cómo se podía haber dado cuenta ella de eso, solo quien me conoce bien sabe que a veces mi sonrisa no es de verdad sino para que los que están a mi alrededor no se preocupen por mí, pero volviendo a ese día al final tuve que ceder y contarle todo aquello que me pasaba.

-          Veras Julia, hace mucho tiempo yo siempre había huido del amor, de hecho pensaba que no estaba hecho para mi, ni yo para él, pensaba que eso de el amor era una excusa barata para no sentirse solos, que significaba recortar mi libertad e independencia, y sobre todo depender de otra persona emocionalmente, pero como siempre me decía mi padre por la boca muere el pez y caí, me enamore como jamás pensé hacer, cambie mucho, me convertí en todo aquello que criticaba, hasta me volví celosa aunque siempre dijese que no pero por dentro moría cada vez más cuando veía que algo no me gustaba, pero si algo respeto por encima de todo es la independencia de los demás y siempre la dejaba hacer a pesar de que yo lo pasase mal, el amor que le tenía compensaba todo lo demás o eso quería creer, supongo que con el paso del tiempo todas las situaciones por las que pasamos comenzaron a pasarnos facturas, los sentimientos cambiaron o no sé, a día de hoy no se decirte que nos paso, pero todo se acabo, ya no existía un nosotras, todos esos planes que tenia se esfumaron, debí empezar de cero, reconstruir mi vida, pero hay algo que no he podido reconstruir porque no lo tengo, cuando me enamore de ella le di todo de mi, hasta mi corazón, a mi me enseñaron a amar para siempre, mis padres me enseñaron que por más problemas que haya si hay amor se lucha unidos, pero esta vez cada una siguió su camino, siempre pensé que bueno ya aparecería la persona que mereciese estar a su lado y que me mereciese a mí, pero han pasado los meses y aquí sigo tan enamorada como el primer día, solo que ese amor no sirve para nada, solo para hacerme más daño a mi misma y darme cuenta que siempre querré a alguien que bueno no te voy a decir que no lo merezca porque me supo hacer feliz pero que no me corresponde, de hecho cuando te conocí algo de ti me atrajo hacia ti, y sé que soy una estúpida dejándote escapar, pero Julia tu mereces a alguien que te quiera a ti y solo a ti, y hay cosas con las que no se pueden jugar y esas cosas son los sentimientos de los demás, yo te quiero, te has convertido en una de las mejores amigas que se puede tener pero tú debes encontrar a esa persona que pueda quererte incondicionalmente y no yo que tengo el corazón roto y que ama a otra persona, yo que pienso largarme de este lugar en cuanto tenga posibilidad, porque quizás cambiando de aires y de lugar pueda comenzar de nuevo de verdad, porque cada rincón de esta ciudad me recuerda a ella, mereces ser feliz y que te hagan feliz, yo estaré siempre a tu lado como tu amiga que soy y me encargaré de que nadie te dañe porque sino empezaré a romper cabezas.

-          Eres la mejor persona que conozco Lucía, podías aprovecharte de lo que sabes y al menos obtener una relación física conmigo, pero sabes lo que podría a llegar a sentir por ti si eso pasase y me dices la verdad, siento que te hayan hecho tanto daño, siento que no hayan sabido ver la maravillosa persona que tenían a su lado, siento todo ese dolor que llevas dentro pero más siento que no puedas volver a amar, entiendo que eres de esas personas que cumplen los para siempre y ojala nos hubiésemos conocido antes, antes de que te enamoraras de ella y le dieses todo eso tan bonito que hay dentro de ti, porque yo mataría por encontrar un amor como el que tú sientes por ella a pesar de que sabes que entre vosotras todo está muerto, sabes me encantaría que alguien me dedicase una mirada como la que tenias haces un segundo cuando la recordabas, en ella no había dolor solo amor, quizás deberías luchar por recuperarla, porque vuelva a tu lado.

-          ¿Cómo recuperas algo que nunca fue tuyo?, ella nunca lo fue, quizás si me quiso, y en algún momento seguramente lo hizo de la misma manera que yo, pero yo no puedo obligar a nadie a estar junto a mí, quizás simplemente no éramos la una para la otra, quizás cada una debemos seguir nuestro camino, yo a pesar de todo solo quiero su felicidad, aunque esa felicidad no sea junto a mí, antes me reía de los que decían que cuando amas de verdad lo único que te importa es su felicidad y a veces ese amor que sientes te obliga a apartarte de esa persona para que sea feliz junto a otra persona, y ahora soy yo la que me aparto, no sé si tendrá a alguien, pero si lo tiene ahora o en un futuro solo deseo que sea la mujer más feliz del mundo y que consiga eso que busca, yo de una manera u otra velaré con ella, así esté a miles de kilómetros de ella.

-          ¿Por qué dices aunque sea a miles de kilómetros de ella?

-          Bueno lo único claro que tengo en mi vida es mi futuro profesional, sé que quiero doctorarme en historia de América, solo me queda decidir si me voy a Suramérica a hacer el máster o lo hago aquí para no tener líos de convalidaciones luego, asi que si me voy allí estaré muy lejos de todo, quizás sea lo mejor para mi, poner tierra de por medio, pero yo nunca he sido una cobarde que huye de lo difícil, sé que si sigo por aquí siempre la tendré presente, pero también sé que si me voy su recuerdo me acompañará igualmente, cada rincón nuevo que descubra o cada aventura que corra la recordaré y pensaré que ella debía estar ahí conmigo haciendo todas esas cosas, pero la vida es así y cada uno debe seguir su propio camino y yo seguiré el mío, quizás el futuro nos vuelva a poner frente a frente y seamos capaces de reencontrarnos, pero es algo que la verdad no pienso que vaya a pasar, asi que mientras tanto me dedicaré a hacer de Cupido para ti y te buscaremos a la mejor novia que puedas tener, eso si tendrás que dejar de besuquearme porque un día acabamos jugando a los médicos.

-          Ay dios Lucía, eres de lo que no hay, en un momento puedes estar hablando de algo serio, como que te estás riendo del mundo, pero si tú haces de Cupido yo me dedicare a que vuelvas a creer en el amor y en las segundas oportunidades.

-          Es que nos estábamos poniendo intensitas y eso no nos va.

Y esa conversación marcó nuestra amistad, como le dije me dedique a buscar la mujer que la mereciese, y ella intentaba hacerme creer que valía la pena luchar por recuperar lo perdido, luchar por una segunda oportunidad pero yo en ningún momento accedí a ello, seguimos una amistad única, juntas para todo, ella me ayudaba a estudiar y sacar adelante el proyecto fin de carrera, pero cada día se acercaba mas el momento de decidir donde haría ese máster, al final decidí quedarme en España y hacer ese máster en Madrid, luego volvería a mi ciudad a hacer el doctorado con ese profesor que me hizo creer en mí lo suficiente para no quedarme en la superficie de lo que soy capaz.

Asi Julia y yo partimos hacia Madrid, ella decidió acompañarme ya que decía que se le haría raro no verme todos los días y en Madrid tendría más oportunidades de trabajo, asi que con esta meta ella de encontrar algo mejor para trabajar como médico y yo para realizar mi máster nos desplazamos hasta allí. Yo seguía con la idea de encontrarle a alguien con quien tener algo y ella seguía intentando que rehiciese mi vida ya que se había dado por vencida con el asunto de que luchase por ese amor que perdí, lo que Julia no comprendía ni lo haría nunca es que no puedes amar a otra persona cuando tu corazón no te pertenece, cuando esa parte de ti se la llevaron y solo dejaron un vacio enorme y todos esos sentimientos que no eres capaz de arrancarte de dentro aun asi luches con todas tus fuerzas por lograrlo pero que mientras más lo intentas más duele, porque todos esos sentimientos dejaron de ser tuyos el mismo día que decidiste amar con todo lo que eres, ella tampoco comprendía que todo esto partía de la base en la que me había criado, había visto a mis padres luchar por su amor y creedme lo tuvieron difícil, ellos creyeron en las segundas oportunidades y en luchar por su amor y ahí siguen casi 25 años después amándose como el primer día, y ellos me habían enseñado que si se ama de verdad es a una sola persona, podrás querer a alguien mas pero nunca volverá a ser como con esa persona, porque aunque no estés junto a ella siempre una parte de ti le pertenecerá, esa parte tan importante, por eso en el momento que yo declare un para siempre supe que está perdida, en el mismo instante que me di cuenta que nunca más estaría a su lado supe que esa parte de mi que le di nunca la podría recuperar, siempre seria de ella aunque no estuviese a su lado, porque como leí hace poco yo nací para amarla pero no para estar junto a ella. Y Julia no comprendía todo esto, ella decía que eso no era posible que solo estaba cegada por mis sentimientos y por el dolor, que simplemente no veía a nadie más porque era tan cabezona para no abrirme hacia nadie mas y mi respuesta siempre era la misma; el día que te enamores como yo lo hice, ese día sabrás que todo lo que yo te digo es verdad, ese día dejaras de pertenecerte para ser de alguien más y le darás todas las armas para destruirte en un solo instante solo que confiaras en que nunca lo haga porque la amaras tanto que tu mente y tu alma no concebirán en hecho de que pueda llegar el día en que no seáis nada más que dos desconocidas o como mucho amigas porque aunque lo intentes para ti nunca será una amiga porque siempre la veras con otros ojos para ti siempre será esa persona a la que perteneces, tu otra mitad aunque tú no seas la suya.

Pasaban los meses en Madrid y yo me dedicaba a mi máster pero en uno de esos días decidí volver a hacer algo que siempre me había dado vida, nadar, busqué un gimnasio que tuviese piscina donde yo pudiese ir a nadar y desconectar. Iba todos los días al salir de la universidad y pasaba una hora en el agua, no lo hacía por ponerme en forma porque siempre he tenido un buen fondo físico y buen cuerpo simplemente era porque allí no existía nadie más que yo, no había mayor problema que el llegar hasta el final de la piscina, en esos días siempre coincidía con la misma monitora de natación que hacía las veces de socorristas cuando no tenia niños a su cargo a los que enseñar, en un principio solo manteníamos la típica conversación educada de hola y adiós y pequeñas sonrisas, después pasamos a pequeñas conversaciones donde cogimos más confianza en una de esas me invito a tomar café y vernos fuera del medio acuático, yo en un principio no lo vi mal, Leyre parecía buena persona.

Durante meses salíamos después de su trabajo a tomar algo, hablábamos de todo y de nada, hablamos del amor, de la vida, de nuestros amigos y de nuestros trabajos, uno de esos días le presente a Julia y fue un flechazo en todo regla, ya mi trabajo de Cupido no iba a ser necesario, empezaron a salir y ya no era una la que me daba la tabarra con que la buscara y volviese a intentarlo ahora eran las dos, Julia aburrida de verme siempre sola y ante mi negativa de volver a intentarlo decidió que me presentaría a gente, pero nada de eso funcionaba yo seguía cerrada a estar sola.

Asi fueron pasando los años, mi vida en general iba bien, había acabado mis estudios, había logrado doctorarme y por suerte me contrataron en la misma universidad donde me doctoré, al final mis ideas de no ser capaz de vivir lejos del mar se quedaron en eso ideas, ya llevaba unos cuatro años en Madrid junto a Julia solo que ella ahora vivía con Leyre, esas dos eran la una para la otra y habían decidido dar el paso de compartir casa y vida, al final se dieron por vencidas con respecto a mí, y decidieron que ya era lo suficientemente mayor para decidir qué hacer o no.

Un día hablando con Leyre me pregunto si aun después de los años seguía enamorada de ella o simplemente de su recuerdo, y durante un momento no supe que responderle porque nunca me lo había planteado de esa manera pero aun asi sabía lo que sentía, yo seguía queriéndola, a ella y todo lo que tuviese que ver con ella y asi se lo plantee a Leyre, al final acabo riéndose porque no sabía si lo mío era amor verdadero o ya pura cabezonería, pero aun asi me dijo que ella se lo perdía, había dejado ir a una de las mejores personas que conocía y que cualquiera daría lo que fuese porque lo quisiesen de esa manera, con un para siempre pero de los de verdad, pero que seguía diciendo que yo debía seguir mi vida adelante, que aunque no pudiese amar de nuevo porque ya lo hacía si podría querer a otra persona aunque no fuese de la misma manera, pero yo eso no lo veía justo hacia esa persona, no veía justo no poder darle todo de mi.

Y asi continuó mi vida, todo era trabajo, amigos y familia pero un día la vi, después de muchos años la volví a ver, yo estaba aparcando mi moto cuando la vi abrazada a otra mujer, besando otros labios que no eran los míos y sonriendo a alguien que no era yo, y solo sentí otro pequeño dolor en mi pecho, y una lagrima salió de mis ojos, ahí me di cuenta de que la amaría por siempre pero que estábamos destinadas a no ser, si me vio o no lo sé, pero salí de ese lugar a toda velocidad queriendo que la tierra me tragase en ese instante y parece ser que los hados me oyeron porque era tal la velocidad que llevaba que no me di cuenta que un coche se cruzaba en mi camino y ahora estoy aquí en la cama de un hospital, con todos mis seres queridos a mi alrededor para despedirme, y cuando me vaya lo haré tranquila porque todos ellos son felices y ella también lo es aunque no sea junto a mí, porque el verdadero amor es eso, desear la felicidad del ser amado aunque no sea junto a ti.