Naci esclava 11ª Parte

Preparando mi huida

NACIDA ESCLAVA

11ª PARTE

Seguí mi vida dentro del lugar, tratando de no llamar la atención para nada. Liberada de las tareas del arado, en la cual había logrado tener no solo fuerzas en mis piernas, sino también resistencia física. Seguí con mi trabajo de esperar machos en mi choza para satisfacerlos, sin hablar demasiado con lo que me preguntaban de mi frustrada fuga. De a poco fui ganando confianza de los demás nuevamente.

Se me veía como ya resignada a mi suerte. Yo, en mi soledad, solo pensaba en joel, mis hijos y mi madre que sabia estaban bien.

Y en mi mas fuero intimo lubricaba ideas de cómo podía escapar sin ser apresada nuevamente. Ese si, era el pensamiento que día recurría a mi mente. Mi único objetivo era escapar del lugar y reunirme con mi familia, sin importarme si tenia que pagar con mi muerte. De alguna de esas dos formas tenia que lograr mi libertad.

Lo único que todos los días rogaba era no quedar embarazada sino era por joel, y por ahora se me estaba dando.

El Amo, ya me ignoraba completamente, sabía que estaba recluida a ser una perra puta de todos lo que quisieran. No me importaba si lo tenía que ser, era como un precio mas que debería pagar.

Una noche estando solo apareció nuevamente el tío de joel, el abuelo, nos acostamos para hablar susurrando.

EL ABUELO: tus hijos están barbaros, crecen día a  día y no te olvidan. Entre joel y tu madre, que los tienen muy bien, no dejan que tu imagen caiga de sus pensamientos.

PERLA: eso me pone muy feliz, no sabe cuantos deseos tengo de verlos a todos.

EL ABUELO: espera, pronto llegara el momento y será de un día para otro. Ahora me voy perla, no quiero despertar sospechas.

PERLA: bien, le ruego, cuando los vean un fuerte besos a todos y que los recuerdo momento a momento.

Siguieron pasando los días y yo seguía con la rutina de recibir machos que descargan en mí sus calenturas. Algunos hasta llegaron a pegarme y yo no tenía ningún derecho a nada, y menos denunciarlos ante el Amo. Se hubiera reído de mí.

Un día apareció el Amo en mi choza, sorprendiéndome.

AMO: hola perra, vengo a hablar contigo, veo no quedas preñada de nadie

PERLA: si, Amo. No se porque pero es así.

AMO: llévenla al médico y que informe si tiene algún problema físico o mental.

Me llevaron ante el doctor. Este hizo unos estudios completos sobre mi y le dio a los dos días el diagnostico al Amo

Luego me llevaron al sicólogo y luego de una larga charla me remitió a mi choza.

Una ves que tuvo el Amo todos mis estudios volvió a mi choza, en ese momento estaba cogiendo con un macho y se quedo mirando. Yo me quede azorada con su actitud, pero no dije nada.

Una ves que se marcho el esclavo

AMO: según el médico no hay impedimento físico para que no pueda seguir teniendo crías y el sicólogo dice que pueden ser periodos en que estas mentalmente cerrada, pensando otra cosas y no quedas.

Ahora bien, no puedo esperarte eternamente, por lo tanto si en los próximos tres meses no quedas preñada te daré un nuevo destino, porque tienes 28 años y cinco hijos y puedes tener mas, no es que nunca tuviste cría. Además te había dado dos meses cuando estabas con el fugitivo ese y nadas.

Se marcho en silencio tal cual había entrado. Por un lado me puso contenta no poder tener, así pensaba más en mi fuga, pero por otro lado me preocupaba que me haya dado 3 meses, sino tendría nuevo destino y eso no lo quería, porque podía ser vendida a cualquier lado alejándome de mi familia.

Pasaron quince días y no tenia noticias del abuelo y seguía con mis tareas de satisfacer machos. Una noche vino uno de una 67 años al que me costo ponerlo erecto y cuando lo hizo, me puse para recibirlo en mi concha, quiso hacerlo entre mis tetas. Tardo mucho en hacerlo y me tuve que ir a bañar toda enchastrada de semen.

Al día siguiente, tuve la alegría de la visita del abuelo.

Nos acostamos para susurrarnos.

PERLA: hola me alegro de verte, como están los míos?

ABUELO: los chicos están creciendo una barbaridad y felices, aunque preguntan por su mamá. joel esta hecho un toro, fuerte y gran padre, solo lo preocupa sacarte de acá, para ser feliz. Y elena esta bien y contenta con sus nietos esperando por ti.

PERLA: elena es MI MADRE?

ABUELO: si, ella se llama así. Claro no lo sabias, siempre la conociste como perra.

PERLA: si, elena que lindo nombre tiene mi madre.

ABUELO: en cuanto a la fuga no desesperes, esta cerca. Mira la semana próxima tengo que ir solo a la otra orilla, si voy de noche te llevo, espera noticias mías en los próximos días. Adiós

PERLA: adiós abuelo y besos a todos los míos.

Me quede sola en espera de noticias. Será posible que me reúna definitivamente con mi familia.

La semana trascurrió siempre con lo mismo, atender machos que venían a mi choza a usarme. Cuando estaba con ellos yo pensaba solo en joel y lo feliz que fui con él.

Entramos en la semana de la supuesta fuga. Estaba ansiosa que apareciera el abuelo, cuando recibí la noticia que el la mansión iba a ver una subasta de esclavas y temí, porque el Amo ya me tenia de lado, iba a integrar esa subasta. Vendría gente muy poderosa y rica a comprar esclavos y esclavas, para llevarse algunas para el trabajo de campo o minas y otras de prostitutas en lugares lejanos. El día de la subasta era el sábado próximo y yo no podía dilatar más mi fuga por miedo a mi venta.

Por lo general el Amo en esa subasta vendía a las mujeres que eran desechables para tener hijos o mujeres rebeldes que no tenían miedo de enfrentarlo.

Paso el lunes y no había noticias de ningún lado, ni del abuelo por la fuga, ni por la subasta. Estaba dispuesta a esperar hasta el jueves y fugarme por la mías.

Tenia planeado fugarme por el rio, que era muy profundo y peligro por el medio, iría igual. Sabía nadar regularmente, pero me iba a arriesgar.

El día martes me dieron la noticia que el sábado por la mañana tenia que ir a la mansión, que el Amo había dispuesto mi venta en esa subasta. Cuando me lo dijeron recibí como una corriente eléctrica en mi cuerpo y luego un frio intenso, porque sabia que perdería todo si se hacia mi venta.

El día miércoles por suerte apareció abuelo y me vio tan desesperada por me calmo diciendo que el viernes por la noche era el día de mi fuga.

Nos acostamos como siempre y susurrando al oído ultimamos los detalles de la fuga.

Yo debía ir a las 0,30 del sábado a la vera del rio, cerca del lugar de mi frustrada fuga y meterme en el agua hasta dejar solo mi cabeza para respirar. El abuelo luego de que revisaran su bote en el muelle, para ver si había o no alguno que quería escapar, salía normalmente solo del muelle y pasaría por don estaba yo para ahí si embarcarme y cruzar raudamente el rio. Repetimos una y mil veces como era la fuga.

El problema si llegaba a tener algún macho conmigo en la choza. Debía estar sola y escapar al rio. El abuelo se fue y quede muy ansiosa. Debía esperar dos días más para irme.

El jueves lo pase muy nerviosa y tratando que vinieran muchos a fin de descartarlos para el viernes. Mi mente esta en el repaso de cómo debía actuar. Repase mil veces lo hablado con el abuelo. Estaba que me llevaba el diablo de nerviosa, pero trataba de no demostrarlo. El día viernes parecía no pasar nunca, esperaba la noche para fugarme.