Nacedero del Urederra
Conociendo a una amiga en medio de la naturaleza.
Nacedero del Urederra
Todo en este mundo sucede como menos te lo esperas. Leí un relato suyo, en una página similar a esta. Le escribí sin muchas esperanzas de que me respondiera, sin embargo a los tres días tenia un mail suyo en mi "junk mail"
Digamos que me llamo Mikel y tengo 28 tacos. Soy un tío divertido, inteligente y con cara de bueno. La verdad es que detesto esta última cualidad, a las tías de hoy en día cuanto más malo eres más ligas. Como Os podréis imaginar no me como una puta rosca.
Físicamente soy del montón, lo que menos me gusta de mi cuerpo son los kilillos de más que tengo (unos 8) y los "músculos tímidos". Sí, me refiero a los abdominales: Son tan tímidos que nunca salen. Esto sea quizá por el castigo cervecero al que los sometemos. Lo que más me gusta de mi cuerpo son mis labios, los tengo carnosos, sensuales, y están bien entrenados para juguetear en las zonas precisas en los momentos precisos.
Cuando recibí el mail de Adriana, no le di más importancia, aunque me hizo ilusión y después de haber estado hablando con ella por el messenger durante semanas, me decidí a lanzarle una descarada invitación. La reté a conocernos, invitándola a venir a mi ciudad e irnos de acampada a la sierra que tengo al lado. Al principio me dijo que no, que no me conocía lo suficiente y que no se fiaba de mí. Sin embargo, como dije al principio, todo en este mundo sucede cuando menos te los esperas. El día 30 de julio recibí un sms suyo diciendo que me hacia una visita ese fin de semana
Mi plan era sencillo, coger una tienda de campaña, comida y bebida, e ir de acampada a disfrutar de los parajes naturales de mi alrededor.
Adriana es el tipo de mujer que a mí me gusta, una morenaza española de las que quita el hipo. Pelo negro y rizado, labios gruesos, ideales para luchar con los míos, y un cuerpo como los que no había visto nunca. Tiene 25 añitos, y estudia nosequé en unos de los sitios que más me gusta de España Asturias....
Llegó un viernes por la tarde en un VW escarabajo amarillo, cuando salió del coche, casi me desmayo. Llevaba un perfume delicioso, fresquito para el verano, unos vaqueros ajustaditos azules claros, y una blusa de flores que dejaba al descubierto un hermoso ombligo. Me recibió con un par de besos, los cuales provocaron un enorme cosquilleo por todo mi cuerpo.
Cogimos todos los trastos, y víveres que tenía en mi casa, partimos en su coche hacia la sierra. Cuando llegamos, el ambiente era maravilloso, después de todo el calor que estábamos pasando en el norte de España, en la sierra se estaba de p. madre, no hacía el agobiante calor que teníamos en la ciudad.
Llegamos al lugar que había elegido antes de que anocheciera, estábamos cerca del nacedero de un río llamado Urederra (en euskera significa "Agua bella"). El paisaje es todo verde, lleno de árboles y muchísimas cascadas y pozos en el río. Se pueden ver varios acantilados de la sierra encima del nacedero, es uno de mis lugares preferidos.
Montamos la tienda antes de que anocheciera, mi tienda de campaña es de tipo "Iglú", muy amplia en el interior.
Preparé una cenita rápida y después de la cena un par de cafés. Después del café, llegó mi propuesta
Adriana, ¿nos damos un baño?
Claro, ¿porqué no? Me apetece refrescarme después del viaje que me he pegado,
Nos pusimos los bañadores y la llevé a uno de los pozos que os he comentado antes. Es bastante profundo y se puede bucear. Al inicio del pozo hay una cascada de agua, no es como las cataratas del Niagara, pero el lugar es realmente bello. Había empezado a anochecer, y los dos nos zambullimos en el agua sin pensarlo mucho. La verdad es que teníamos bastante calor, y no nos costó nada tirarnos de cabeza a la poza..
Cada uno buceamos por nuestro lado durante un buen rato, disfrutando del agua por todo nuestro cuerpo.
Los dos acabamos sentados en una gran roca, al lado del agua, en la que se refleja la luna llena de la que disfrutábamos.
Agarré su mano, acariciando la palma con mis dedos, y ella me correspondió con un intenso beso.
Me encantan sus labios,
Estuvimos besándonos durante un buen rato, hasta que decidí aumentar el nivel de mi osadía.
Acaricié su pecho por encima del bañador. Sus pezones estaban tiesos debido a la frescura del agua, por lo que me dedique a juguetear con ellos. Sus gemidos iban en aumento conforme pellizcaba sus piedras preciosas.
Son increíbles los pechos que tiene Adriana, debe usar una talla 94, y sus pezones no se le quedan atrás, son enormes. Todavía no los había probado, pero estaba deseoso de hacerlo.
Ella metió su mano debajo de mi bañador, mi polla estaba bajo mínimos a causa del agua. Acarició mis huevos por debajo de ellos. Mi polla estaba empezando a despertar... Cambió la posición de su mano, poniendo mi polla en la palma de su mano, y con los dedos llegaba a los bajos de mis huevos, subía y bajaba la mano, mientras movía los dedos, provocando una excitante caricia.
Agache mi cabeza, y mi lengua comenzó a trabajar su ombligo, hurgando con ella.
Quería hacer el amor con Adriana, así que le susurré al oído
¿Vamos a acabar esto en la tienda?
Ella me respondió mordiendo mi oreja e introduciendo su lengua en ella.
La cogí en brazos e inicié el camino a la tienda. Debía andar con cuidado de no caerme debido a sus mordiscos y chupetones en el cuello el camino, su lengua era una autentica maestra en provocar placer...
En cuanto llegamos a la tienda, le arranque el bañador y continué el trabajo que había dejado a medias... comencé a mordisquear sus pezones, a besarlos, a succionarlos con pasión. Ella se retorcía de gusto, y me pedía más. Mi mano bajo a su tesoro y comenzó a frotar su vagina por el exterior suavemente. Aumenté el ritmo de ni mano progresivamente, notaba como se iba humedeciendo e introduje un dedo en su coño. Ella estaba empezando a lanzar pequeños gritos de placer otra vez.
Mi dedo en su tesoro entraba y salía, follándola con él. Introduje otro más, y los dos llenaban su coño de placer, mientras el dedo gordo acariciaba su clítoris.
Cambiamos de postura, y deje mi polla a merced de su boca. Me encanta que me hagan una buena mamada, como a todos los hombres supongo, y Adriana lo hacia realmente bien. Sus labios abrazaban toda mi piel, llevándola de arriba y abajo, y cuando estaba abajo, besaba la punta de mi capullo. Joder, yo estaba viendo las estrellas.
Mi lengua se había entretenido en sus ingles, rozándolas suavemente, jugueteando con ellas. Me acercaba al borde de su chocho, y volvía hacia atrás, haciéndole rogar que comiera el coño, Coloque mi boca a la entrada de su coño, haciendo pequeñas succiones, intentando secar todo el jugo que estaba segregando. Mis besos a la entrada de su tesoro, hacían que sus caderas se movieran apretándose contra mi boca. Comencé a aumentar el ritmo de mis besos en su clítoris Introduje mi lengua en su mojado coño, entro a la primera de lo lubricado que lo tenía.
Adriana seguía jugando con mi polla en su boca, chupándola y succionándola a placer.
Mi lengua comenzó un rápido metesaca, estaba follándola con mi lengua... y a ella le gustaba. ´
Mi polla estaba a cien!!!!!
FOLLAME!!!!!!!
Puse sus piernas sobre mis hombros, y conduje mi polla con la mano a la entrada de su conejo. La introduje poco a poco, disfrutando del momento. Notaba como iba entrando milímetro a milímetro en su conejo. Ella lo estaba sintiendo también, como mi polla estaba penetrándola, sintiendo el calor de ella en su interior.
Comencé a aumentar el ritmo de mis caderas, intentado buscar ese ritmo que produce placer mutuo. Mis huevos chocaban contra su culo, y el metesaca de mi polla hacia un húmedo ruido en el trayecto. Sus pechos se movían con alegría al compás de nuestro polvo.
Me pidió cambiar de postura. Se colocó encima mío, de espaldas, y comenzó a insertase mi polla poquito a poco... bajaba y subía, haciéndome sufrir... De se sentó de repente en mi polla introduciéndosela toda de golpe. CASI ME MUERO DE PLACER!!! Se quedo sentada encima mío, con la polla introducida en ella durante unos minutos. Hacia pequeños circulitos que seguían manteniendo mi polla en erección. De repente comenzó una salvaje cabalgada encima mía, subía y bajaba como una loca, menuda cabalgada!!!!!
Adriana, no duraré mucho máaaaaaaass!!!!!
Al decir esto, se levantó y volvió a introducir la polla en su boca. Me estaba haciendo la mamada de mi vida.
Adriana, me lo estoy pasando genial, pero me voy a correr!!!
No le importó mi aviso, ya que cuando lo hice degustó todo mi premio con avidez, para después compartirlo conmigo en un largo beso.
Acabamos los dos abrazados desnudos, sintiendo uno el calor del otro dentro del saco de dormir.
Nos despertamos los dos con el cantar de los pájaros y la luz del día; Yo estaba disfrutando de las erecciones matutinas que los hombres solemos tener. Los expertos dicen que es la mejor hora para echar un polvo, así que ¿porqué llevar la contraria a los expertos?
Cogí su mano y la dirigí a mi polla, mientras la mía hacía travesuras en su conejo. Introduje dos deditos para ponerla a tono. Con el dedo gordo, esta vez acariciaba el camino que une el ano con el coño. Después de pasar el dedo cuatro o cinco veces por las cercanías del ano, se lo introduje sin previo aviso, lo cual provocó un grito de dolor...
Adriana, ¿lo has hecho alguna vez por detrás?
No, soy virgen. Pero tienes carta blanca para hacermelo.
Cogí un poco de aceite de oliva virgen que teníamos para cocinar, y me embadurné la polla con ella. Eché un chorrito en su ano también para suavizar la entrada.
Adriana me esperaba a cuatro paras impaciente y nerviosa. Me coloqué detrás de ella, empuñando mi polla con mi mano y dirigiéndola hacia la entrada de su precioso culo. Comencé a introducirla poquito a poco. Adriana se retorcía de placer/dolor. La verdad es que su entrada era bastante estrecha, se notaba que era virgen por el culo.
Conseguí introducirla hasta dentro, y comencé a culear suavemente. su esfínter se iba acomodando al tamaño de mi polla, y cada vez entraba y salía con más facilidad. Sus gritos de dolor/placer se habían convertido en gritos de placer absoluto. Ella estaba gozando tanto como yo...
Mientras estaba sodomizandola agarraba y acariciaba sus cantaros de miel. Sus pechos son duros y turgentes como una roca. Una vez terminé en su culo, conseguí arrancarle un orgasmo más chupando sus pezones
Durante el resto del día nos dedicamos a hacer senderismo por la sierra, disfrutando de los hayedos, y el verde entorno.
Me queda devolver la visita a Adriana, que espero que sea tan placentera como la que ella me ha hecho a mi.
Saludos,
eRhus
Todo personaje o hecho parecido con la realidad, es pura ficción (o casi)