Myryam

Estaba tan mojada en su sexo que mi miembro resbaló y la estaba penetrando, muy despacio primero, apenas metía mi cabecita y la sacaba, otra vez y otra, sólo mi cabecita y ella que rugía de placer, queriéndola toda, pero ella sabía lo que yo hacía y...

Myryam

( leer primero " Volviendo a vivir" Hetero-General)

Myryam la amiga desde la infancia de Carmen de 29 años, casada con Renato de 35, el cual estaba embarcado por trabajo, él prometió seis meses afuera volvía y luego salía otra vez, no cumpliendo y la tenia a ella en un stress, pues acostumbrada a tenerlo en su lecho matrimonial todas las noches y realizaban el acto sexual mínimo unas tres o cuatro veces a la semana, ahora estaba casi dos años ávida, ansiosa de sexo y ya casi al borde del delirio le estaban atrayendo hasta los niños de 15 a 17 años que la molestaban en el colegio cuando llevaba a su beba de cinco años al jardín.

Su vulva apetecía de un miembro masculino, demandaba un duro miembro, pedía un pene, y estaba próxima a entregarse a un chico que la estimulaba rozándola en los buses en que viajaban o empujándola a la pasada en el patio. Su vulva cada día se mojaba más con las manifestaciones del muchacho. Pero este era tan inocente que el día de ayer le dio la pasada y este no la entendió, y hoy esta exasperada por sexo.

Cuando su amiga llegó conmigo a su casa, entendió que esta la había interpretado bien y le traía ayuda, luego cuando hablaba de masajes frente a dos hijos, de cinco la niña y casi tres el varón apreciando como yo le exteriorizaba mis pretensiones por ella, su vulva nuevamente se mojo relamiéndose de gozo. Ya que en el beso de bienvenida había movido mi cara para que nuestros labios se rozaran y al sentarnos sintió como mis manos apretaban su cintura cuando la guié al sofá.

Entendió la indirecta de Carmen cuando le dijo, muéstrale a Leo la pierna que te duele, claro que llévatelo al dormitorio donde él te pueda dar un exquisito masaje, y sin darse cuenta estaba en el dormitorio sintiendo como unas manos recorrían su cuerpo y no eran las de Renato, acariciaban su vientre, sus muslos, su culo, como sus senos eran nuevamente después de un largo tiempo, pellizcados en sus pezones.

No se entero cuando la recosté sobre la cama y comencé a desvestirla, ahí reaccionó y a su vez ella me sacaba mis ropas, pronto tuve sus senos al aire sin camisas y sin sostenes que molestaran mis besos, caricias y succiones de sus pezones, su falda estaba recogida a la altura de su cintura y tiraba de sus calzones para tenerla, desnuda, sin impedimentos para realizar nuestros juegos eróticos. Saqué mis calzoncillos y me recosté sobre ella.

Estaba tan mojada en su sexo que mi miembro resbaló y la estaba penetrando, muy despacio primero, apenas metía mi cabecita y la sacaba, otra vez y otra, sólo mi cabecita y ella que rugía de placer, queriéndola toda, pero ella sabía lo que yo hacía y esperaba, se movía y yo cogía su ritmo para ayudarla a meterla mas y poco a poco fui metiendo mas adentro, mas adentro, mas rápido, más, seguía moviéndome para que le entrara toda, estaba acostada boca arriba y arqueaba su cuerpo y no dejaba de moverse rítmicamente, sentía como la penetraba, como mi duro pene le estaba llegando hasta el fondo, hasta donde hacía mucho tiempo no sentía que ningún pene llegara, y sus movimientos se hicieron mas fuertes mas rápidos y sentía el golpetear muy, muy adentro de mi miembro en sus entrañas y afuera, en sus nalgas el chocar de mis huevos, con ese ruido tan característico que hacen en su golpeteo contra sus nalgas, y como me excita al sentirlos, "aaahhhhhhhh, mmmmmmmmmmmm. Renato como están destrozan a tu mujeercciiitaaa, gritaba", que gozo tan tremendo y que rica cogida le estaba dando. Ella un mar de lamento y gritos de placer.

Comencé a moverme, arriba, abajo, en círculo, moviendo mis caderas para que saliera y entrara, casi toda, con solo la cabecita dentro de ella y luego de un empujón metérsela de nuevo hasta adentro aahh, "oohh, Mmm !!!!!!!!!!! se quejaba" y una y otra vez, mas y mas y ella estaba encantada, con sus pechos en mis manos, acariciándolos y acercándolos a mi cara para besarlos, para mamarlos, extasiándome con ellos, me decía, "mmmmmmmm, que sabroso me los chupas, y gritaba de placer", era una loca, "gritaba, gemía totalmente enajenada al ser cogida, pero que placentero es , mmmmmmmm oooooooohhhhhhhhh!!!", y con su mano hacia atrás, buscaba mis huevos y me los apretaba.

Terminado el acto quedamos agotados tirados uno sobre el otro en la cama, "ella me comentaba lo desesperada que estaba por ser penetrada y como su marido postergaba el regreso a casa, que al comienzo era de seis meses y ya llevaba año y medio, sin preocuparse de las necesidades de ella, y luego se quejan comentó". "Lo hicimos divino, debemos repetirlo en un par de días más, me solicito y te contaré que es la primera vez que soy infiel a Renato, pero me gusto".

Salimos donde estaba Carmen con los niños, y su hija cinco años le preguntó si le dolió mucho el masaje que yo le había hecho en su pierna, por que se quejaba mucho y la tía Carmen no la dejaba ir a ayudarla. Myryam me miraba y con picardía en su miraba le contesto, que ella no debía molestar cuando el tío le hiciera esos masajes porque eran buenos para su cuerpo y su salud.

La visitaba tres veces a la semana en su casa y en esa cama donde Renato la había gozado y concebido ella a sus hijos, como macho la satisfacía con grandes demostraciones y vociferados orgasmos, por más de tres meses fui su único macho, hoy con la llegada del marido, están por estas tres semanas, suspendidas nuestras manifestaciones. Se va el marido a fines de mes y empezaremos de nuevo. Mientras tanto aprovecho que su marido está con un grupo de amigos en la cancha celebrando no sé que cosa en el club, y la llevó al dormitorio casi arrastrándola, ya que temía la llegada del marido. Desnuda de la cintura para abajo, trato de poseerla, ella, se apoyo en una cómoda que estaba frente a la ventana y me lancé contra su rajita sexual introduciendo mi lengua hasta bien adentro para después salir y besarle y morderla en sus labios vaginales, la cogía por el culo con mis manos y cada vez la apretaba mas sus piernas hacia mi boca, ella no decía nada, solo se mordía los labios y apretaba mi cabeza contra mi coño, suspirando y bufando.

Todo su cuerpo temblaba, sus tetas, las sentía cuando le sobaba sus pezones, se pusieron duras como piedras y no tardó en venirse, una corrida larga como nunca antes la había tenido con su marido o conmigo, me encanto, pero no tuve mucho tiempo para disfrutarla, la acomodé en el mueble y dándola vuelta sobé su culo y abriéndole sus piernas le metí mi duro y desesperado pene hasta el fondo en su vagina buscando su útero, a lo perrito, apreté sus senos contra mi cuerpo y me mordió la oreja, comenzó a moverse, los ojos de ella estaban fijos en la ventana, por si venía su marido y sus quejidos mantenían su boca abierta, me moví un poco mas y Myryam se vino jadeando, solicitó "échame tu leche afuera que estoy en los días de peligro" y agachando su cabeza ante la llegada de un nuevo orgasmo, apretó mi miembro en su sexo, se retorció extrayendo de este hasta la última gota de su semen, sin permitirme extraerle mi miembro que descargo chorros de semen en ella. Luego me dice "ándate que me llenaste de tu semen, cuando te dije que tuvieras cuidado que me podrías preñar, ahora solo falta que nos pille mi marido, sal ya".

Salí apurado camino a mi casa sin problemas, no pasan dos días y partió su marido de sorpresa un sábado, pues el barco salía antes de la fecha fijada de Buenos Aires, Argentina y ella furia por que este los últimos días la había pasado en asados, tomando vinos y combinados con amigos, en casa de estos y ese fin de semana que ella esperaba para ellos, partió dejándola sola, sin despedirse en la cama como tanto le gustaba.

Tuvo que ir este pobre amante a satisfacerla y saciarla, rocé con mi miembro parado en sus nalgas, estaba tan caliente que perdiendo la noción de todo, me entregue al momento, con mis piernas abrí las suyas, y con una mano abriéndola por completo sus labios sexuales e inicio de su vagina. Coloqué mi miembro en toda la entrada de la cueva sexual. Hice todo lo necesario para que mi entrada fuera suave, pero con su mano me tomó por el culo y fue ahí donde empezó a entrar bruscamente. Se lo había metido hasta la mitad, me la estaba cogiendo ahí mismo, sin pudor y con todo el atrevimiento del mundo, solo sabia que le tenía mi campeón dentro de ella, hasta que me recosté por completo y ahí sentí como mi pene la penetraba hasta el fondo. Luego, llevo una de mis manos hacia sus tetas, y me empezó a apretar los pezones y de paso siento los senos que estaban ya bien duritos, y apretándole sus tetas logro arrancarle un orgasmo como nunca antes se lo había hecho, y cuando llegó, solté una tremenda acabada como si tuviese mucho tiempo sin hacerlo, porque sentí que mi liquido llegó a excederse corriéndole este por sus piernas. Nueve meses después nace una beba.