Muy Zorra La ratificación (3/3)
Sin duda esta historia alcanza su clímax cuando Fabio me domina de una forma que nunca casi irreal y me pide hacer cosas que jamás imagine hacer, todo por complacer a un niñato.
Llegó el día acordado. Antonio, me fue a dejar al hotel indicado por Fabio, el cual se encontrará en una de las zonas más exclusivas del pueblo. Mis instrucciones eran que llegará al lobby y les avisará que había llegado. Así lo hice y después de los saludos iniciales, Fabio dijo:
Fabio : Veo que te cambiaste el color del cabello, para que no te reconozcan.
Yo le sonríe, mientras él se reía a más no poder. Fuimos al bar del hotel a tomar unas bebidas. En el bar, Fabio no dejo de besarme y tocarme. Además de decirme que tenia muchos deseos de cogerme. Oscar, no me toco y solo me dio un beso en la boca a petición de Fabio.
En el bar me contaron que estaban cansados del viaje y que habían reservado dos habitaciones las cuales estaban una al frente de la otra. En el ascensor, camino a las habitaciones, Fabio, me beso y puso sus manos en mis nalgas, frente a dos parejas que iban en el ascensor. Lo hizo, como si las otras personas no existirán. Cuando llegamos a las habitaciones, Fabio dijo:
Fabio: Oscar, nos vemos en un par de horas.
Oscar: De acuerdo, voy a dormir.
Fabio y yo entramos a una habitación y Oscar en la otra.
Fabio: Espero que este fin de semana sea para recordar.
Celeste: yo espero lo mismo.
Fabio: ¿Serás una gran zorra o solo una zorra más?
Celeste: Seré la más zorra entre las zorras. Además de ser zorra, seré la más sumisa que conocerás en tu vida. Mi macho que desea que haga?
Fabio: Asi me gusta, porque ni Oscar ni yo usaremos condones contigo. Si te embarazamos será tu problema. Había pensando en ducharnos juntos pero he cambiado de opinión y deseo una mamada antes.
Yo lo bese y baje sus pantalones para comenzar a darle una mamada. Mientras, le mamaba la verga, Fabio comenzó a tomar videos y fotografías. Me pedía que sonriera mientras tenía su verga en mi boca, después, me pidió que me masturbará de 4 en la cama mientras seguía mamando su pene, luego me pidió que me diera vuelta y comenzó a embestirme con muchas ganas y fuerza. En un momento me dijo:
Fabio: Cuando me vaya a correr quiero hacerlo en tu cara.
Celeste: Donde lo desees y como lo desees.
Él siguió penetrándome, lo hicimos en la posición del misionero, yo sobre él, y otras posiciones que desconozco su nombre, hasta que dijo ya. Yo me levanté de la cama y me puse de rodillas frente a él, abriendo mi boca para recibir su semen pero Fabio dijo:
Fabio: Cierra la boca.
Él se masturbo unos instantes más y comenzó a eyacular en mi cara. Fue una corrida enorme. Después, comenzó a golpear mi cara con su pene y a presionar mis labios para que abriera la boca y comenzara a lamer su rico pene. Lo cual ansiaba. Fabio nuevamente tomo fotos hasta que dijo que era suficiente. Pasamos a ducharnos, yo bese cada centímetro de su cuerpo, posteriormente le ayude a secarlo y le volví a dar sexo oral. Mientras le daba sexo oral, me interrumpió y me pidió que le mostrará la ropa que había traído para el fin de semana.
Yo procedí a mostrarle la ropa y Fabio escogió para la noche, un hilo diminuto negro de encaje y el vestido rojo, muy escotado y ajustado que había comprado.(lo compre una talla más pequeña de lo que uso habitualmente).
Una vez que me aliste y Fabio me vio lista, solo expresó que me veía como una verdadera zorra.
Salimos a cenar y durante la cena, me confesaron que ya tenían todo listo para el fin de semana, pero que no me iban a contar los planes que tenían. Aunque insistí, no logré ni una pista de lo que me esperaba. Nuevamente estuvieron haciendo preguntas sobre sexo y ellos me contaron sobre sus aventuras y cosas graciosas que les habían pasado. Luego de cenar, fuimos a un centro de entretenimiento para adultos, cuando íbamos llegando les dije:
Celeste: Hoy no pasa sin que prueba un coño.
Los tres reímos y Fabio respondió que le había leído la mente.
Al entrar al local, ya tenían reservada una mesa en el VIP, muy cerca del lugar principal donde bailaban las mujeres. Habían muchas chicas, todas muy guapas y también una buena cantidad de clientes. Al entrar yo sentía que todas las personas me seguían con su mirada. Yo iba abrazada a Fabio, pero Fabio tenía una de sus manos en una nalga, y la apretaba a cada paso.
En el sitio estuvimos tomando y viendo las chicas. Ellos pagaron varios bailes en la mesa, lo cual me excito pues no tenia la experiencia de ver a las chicas haciendo esos movimientos tan cerca de mi. Al rato, Fabio, llamó a una chica muy linda y estuvo conversando con ella y después, nos dijo, que ella nos acompañaría al hotel.
Mientras Fabio conversaba con la chica, Oscar me pregunto:
Oscar: ¿Estas caliente?
Celeste: Si.
Oscar : Yo también y no sabes cuánto.
Celeste: ¿Estas caliente por las chicas o por las ganas de follar conmigo?
Oscar: Por las ganas de follar con una Milf como usted.
Yo le sonríe y lo bese en la boca.
De regreso al hotel, Oscar iba manejando y Fabio y yo íbamos en el asiento de atrás. Fabio me solicito que le mamara nuevamente mientras conversaba con Oscar y la chica. El sentirme observada por la otra chica, me excito mucho y sentía mi hilo muy mojado. Cuando llegamos a las habitaciones me sorprendió que Oscar entrara a su habitación y la otra chica, Fabio y yo entramos a la otra.
En la habitación, las dos chicas estuvimos intercambiándonos para besar a Fabio. En un momento, Fabio, nos tomo de las cabezas y nuestros labios se juntaron. Yo estaba muy caliente para negarme a algo, por lo que no lo pensé dos veces para comenzar a besarme con la chica. La chica, sin duda sabia lo que hacia y comenzó a acariciar todo mi cuerpo con sus manos, especialmente mis tetas. Yo seguí su juego, mientras veía a Fabio desnudarse y acostarse en la cama a vernos tocarnos al pie de la cama y desnudarnos poco a poco para su disfrute. La chica tomó la iniciativa y busco la verga de Fabio para darle sexo oral, por lo que yo opte por besarlo y ofrecerle mis tetas para que las chupara.
Fabio: ven a probar las tetas de esta zorra, que están muy ricas.
Yo me volví, la chica me beso en los labios y comenzó a chupar mis tetas, mientras que Fabio comenzó a introducir un dedo y luego dos en mi coño. Eso me proporciono un gran placer y me hizo gemir de lo caliente que estaba. Tal y como lo esperaba, Fabio me dijo que era mi turno de chupar las tetas de la chica. Yo me acosté sobre la cama y la chica se acosto sobre mi, con sus tetas a la altura de mi boca. Mientras lo había Fabio comenzó a darme sexo oral, por lo que no tardé en tener mi primer orgasmo. La chica se dio cuenta de mi orgasmo y bajo a pasar su lengua por mi clítoris lo que hizo que el orgasmo se prolongara.Aunque nadie me lo pidió, el coño de la chica quedo al alcance de mi lengua por lo que comencé a chuparlo con desesperación. Fabio me vio, sonrió y siguió dándome sexo oral, mientras yo pedía que no parará.
Nuevamente volví a besarme con la chica solo que ahora los besos eran mas apasionados e iban acompañados con mamadas de tetas reciprocas. La chica comenzó a frotar mi coño con su mano y yo hice lo mismo. Estábamos en eso, cuando Fabio dijo:
Fabio: Zorra ve a satisfacer a Oscar que te espera.
Las dos chicas nos volvimos a ver y la chica preguntó:
Prostituta: ¿Yo o ella?
Fabio: No, ella.
Yo pensé que no era en serio, pero Fabio se quedó mirándome por lo que caí en cuenta que hablaba en serio. Me levanté aún incrédula a buscar la ropa, pero Fabio, me dijo que no necesitaba ropa, que me pusiera el hilo y fuera a la otra habitación.
Sinceramente me sentí celosa de que la otra chica se quedara con Fabio, pero a la vez me sentí excitada pues le demostraría a él, lo zorra que podía ser. Al momento de salir, Fabio esta de pie y la chica le daba sexo oral. Yo me asome al pasillo y no ví a nadie por lo que sali y toque la puerta de Oscar.
Oscar casi en el acto la abrió y se quedó mirándome de arriba abajo, con una cara de deseo.
Celeste: Mi macho me envía para darte mucho placer. Soy tu zorra hasta que él diga lo contrario.
Oscar: Pasa te estaba esperando.
Oscar, me siguió con la vista, me vio por delante, después me pidió que me diera vuelta, toco mis nalgas, luego mis tetas.
Celeste: no dudes en usarme como lo desees.
Eso le gusto oírlo a Oscar, pues puso sus dos manos sobre mis tetas y comenzó a sobarlas, yo cerré los ojos y me dediqué a disfrutar de lo que me hacía. Después sentí, como baja mi hilo y como comenzaba a darme sexo oral, mientras tocaba mis nalgas. Posteriormente, Oscar se incorporó y yo aproveche para sentarme en la cama. Oscar se desnudo y ante mis ojos apareció un pene descomunal. Yo sonreí y me acerque para comenzar a besar en la boca, su cuello y bajar hasta su pene para besarlo, que todavía había crecido más.
Celeste: Vamos a aquel sillón, pues no se si podré hacerlo.
Oscar: Con lo puta que dice Fabio que eres, sé que lo harás.
Él fue al sillón y yo me puse de lado, tomé su pene en mis manos y todavía había espacio para dos manos más. Pensé que al menos era un puño mío más grande que el pene de mi novio, por lo que fácilmente podría superar los 20 centímetros.
Comencé a besarlo y humedecerlo por todos los lados, mientras, tocaba los huevos con mis manos, después poco a poco comencé a mamarlo. Oscar, tomó mi cabello, hizo una cola con él, tomó la cola y comenzó a llevar el ritmo y presionar para que entrara más. Era evidente que Oscar, lo estaba disfrutando y yo también. En el momento que Oscar me soltó, me puse frente a él, Oscar humedeció su pene con saliva, yo le di la espalda, cruce con una pierna, sus piernas y comencé a bajar lentamente, hasta que sentí su glande en mi coño. Seguí bajando en medio de quejido de placer, cuando lo tuve todo a dentro, puse mis manos sobre el piso y comencé a mover mis caderas de arriba abajo. Oscar gemía y me daba palmadas en las nalgas o me tomaba de las caderas para que subiera y bajará más rápido. Seguí moviéndome, pero ahora sentada sobre su pene, a lo que Oscar aprovecho para tomar mis tetas y sobarlas mientras me besaba en los labios. Asi estuvimos varios minutos, solo besándonos sin que su pene saliera de mi cuerpo; luego puse mis pies sobre sus piernas y retome mis movimientos mientras Oscar jugaba con mis pezones. Asi tuve un orgasmo.
Me fui para la cama, me abrí de piernas y comencé a masturbarme, mientras Oscar no perdía detalle.
Celeste: Quiero tenerte a dentro. Ven.
Oscar se puso de rodillas sobre la cama y comenzó a penetrarme mientras me besaba. Solo podía pensar que esa barra de acero estuviera tan adentro y me estuviera dando tanto placer. Oscar se corrió, estando yo sobre él. Ambos quedamos bañados en sudor. Camino al baño, me vi reflejada en un espejo, estaba toda despeinada, el sudor bajaba por todo mi cuerpo al igual que el semen que salía de mi coño. Cuando salí, Oscar dormía. No sabía si regresar con Fabio o quedarme con Oscar, pero dado lo cansada que estaba decidí dormir en la cama con Oscar.
Al despertar, Oscar todavía dormía, me levanté, me puso el hilo, vi que no había nadie y salí hacia la otra habitación. Inmediamente pensé que idiota, pues se cerro la puerta de Oscar y no sabía si Fabio estaba en la habitación. Toque la puerta y Fabio me abrió. Al abrir, la puerta escuche que alguien estaba follando, pero era Fabio que estaba mirando una película pornográfica. Yo entre y le di un beso en la boca. Fabio me miró y dijo:
Fabio: Zorra, Oscar te cogió como la zorra que eres.
Celeste: No creo que recibas ninguna queja.
Fabio: Debí hacer grabado la cara que pusiste, cuando te envié con Oscar.
Celeste: Me sorprendió mucho, jamás lo hubiera pensado que me hicieras algo así, pero prometí que haría todo lo que me pidieras y lo he cumplido.
Fabio: Si, eres una zorra.
Celeste: Esa soy yo.
Fabio: ven a la cama y chúpame la verga mientras termino de ver la película.
Yo obedecí y llevé su pene a mi boca. Su pene sabía mal, tenia un sabor a agrio. Me imaginé que había está en el coño y culo de la chica pero también pensé que yo debía oler igual o peor.
Fabio: Sigue mamando, pero cuéntame sobre la experiencia con Oscar.
Celeste: No estuvo mal
Fabio: ¿Cómo se comportó Oscar?
Comencé a masturbarlo mientras le contaba con detalle todo lo vivido con Oscar. Una vez que termine de contarle, me pidió que fuera a ducharme pues se nos hacía tarde para desayunar. Cuando salí, Fabio y Oscar, conversaban en el balcón. Yo dejé caer mi paño y fui a darle un beso de buenos días a Oscar.
Ambos me preguntaron como me sentía y si estaba cansada, les respondí que estaba bien y animada. Fabio indico que iba a ducharse y que Oscar me daría las instrucciones.
Oscar, me dijo que íbamos a ir a desayunar y luego iríamos a la pileta. Que ellos me habían comprado un traje de baño, que debía usar como única prenda.Cuando me mostró el traje de baño, pensé que iba a estar desnuda y me iban a sacar de la piscina por vulgar. Era un vestido blanco muy pequeño. Lo tomé y me lo puse. La parte de arriba era como tener una moneda ocultando mis pezones, un centímetro menos de tela y se me verían los pezones. En la parte de abajo, era un triángulo que prácticamente no ocultaba nada, era imposible que no se me vieran los labios vaginales. Oscar, me sacó de mis pensamientos, cuando me recalco que no puedo usar nada más, salvo que ellos lo indicaran y que debía bajar así. Mientras Fabio, termina de alistarse, yo aproveche para untarme bronceador y tratar de acomodar de alguna forma el vestido de baño, pero era imposible.
Cuando bajamos a desayudar, todas las personas, que me encontré en el camino, se me quedaron viendo. El desayuno era cerca de la piscina, por lo que había varias personas en traje de baño pero ninguno como el que yo lucía. En el desayuno nos atendió, un señor de unos 60 años, canoso y con sobrepeso, que no hacía más que llegar a preguntar si ocupábamos algo. Al terminar el desayuno, me dijeron que fuera a la piscina, que ellos iban a irse a cambiar a las habitaciones, que me quedaría sola y que si algún chico me pedía algo debía hacerlo.
En la piscina, todos me veían pero no pasaron de saludos y sonrisas picaras. Al volver los chicos, yo estaba tomando el sol boca abajo. Conversamos un rato y luego me pidieron que entrará al agua. Una vez dentro, fue refrescante pues hacia mucho calor. Al salir como era de imaginar, mi traje de baño era ahora trasparente. Estuvimos un rato en la piscina y luego, Fabio dijo que era hora de subir; al ir caminando hacia la habitación ambos me abrazaron y pusieron una mano en cada una de mis nalgas, para que los que me vieran confirmaran lo zorra que soy y que andaba con dos jóvenes.
En el ascensor frente a una señora de unos 50 años, Fabio coloco nuevamente sus manos sobre mis nalgas y preguntó:
Fabio: ¿Qué se siente ser tan zorra?
Yo solo sonrío y guarde silencio pero Fabio insistió.
Fabio: Vamos, dinos queremos oírte,
Celeste: Se siente muy bien.
Fabio: Se siente muy bien que
Celeste: Ser tu zorra y que me cojas cuando lo desees.
Señora de 50 años: Estas muy grande para él.
Celeste: Probablemente, pero folla de lo mejor.
Ya en la habitación, Fabio entro a ducharse y luego fue mi turno. Al salir de la ducha, Fabio estaba de pie sosteniendo un collar viejo de perro con su respectiva correa.
Fabio: Ahora usarás esto el resto del día pues serás nuestra perra.
Yo me quede congelada. Fabio me puso el collar y dijo:
Fabio: Hasta donde sé los perros no se paran en dos patas.
Mi mente solamente repetía la frase “Esto ya es demasiado”, sin embargo, fui incapaz de negarme y terminé poniéndome de 4. Fabio acaricio mi cabello, le puso la correa al collar y me paseo por la habitación, después me llevó a la habitación de Oscar, para que disfrutara del espectáculo. Oscar mientras, tocaba mis tetas pregunto:
Oscar: ¿Cómo estas, zorrita?
Celeste: Muy excitada de sentirme usada por ustedes.
Fabio: Asi me gusta. Hagamos la siesta mientras comienza el partido. Oscar llega a las 3.
Fabio y yo fuimos hacia nuestra habitación. Fabio encendió el televisor, donde había una nueva película pornográfica, ato la correa a una silla y dijo:
Fabio: Yo voy a dormir. Puedes dormir en el piso como una perra o ver la película.
Fabio se durmió rápidamente y yo al no tener muchas opciones, me puse a ver la película que no hizo mas que excitarme aún más. Estaba comenzando otra película cuando tocaron a la puerta, Fabio despertó y fue a abrir; era Oscar. Fabio dijo que tenia hambre, nos preguntó que deseábamos comer y realizo el pedido para que lo entregaran en la habitación.
Yo seguí amarrada a la silla y sentada sobre mis pies. Nuevamente tocaron la puerta, Fabio fue a abrir y era el señor del desayuno que traía la comida, el señor entró, me vio y dijo:
Señor: A mi edad ya he visto de todo.
Puso la comida sobre una mesa pequeña sin dejar de mirarme, cuando terminó se acerco a mi y puso un dedo muy cerca de mi boca. Yo volví a ver a Fabio y saqué mi lengua y comencé a lamer y chupar su dedo. El señor sonrió y salió de la habitación y Oscar dijo:
Oscar: Realmente eres una zorra.
Celeste: Todo lo hago por mi macho.
Durante el partido, los chicos estuvieron pensando que otras cosas hacer conmigo. Hablaron desde buscar un perro para que yo sé la mamara o a un vagabundo, que me follara el señor del servicio a la habitación, Oscar pregunto si tenía alguna amiga que pudieran invitar.
Celeste: No, ninguna es tan zorra como yo.
Celeste: Estoy muy caliente y deseo que me follen.
Fabio: Oscar, suelta la correa y tráeme a esta perra para que se siente en mi verga.
Oscar obedeció y me soltó y le paso la correa a Fabio y me subí sobre él. Yo estaba muy excitada por lo que me senté de un solo golpe sobre su pene y comencé a moverme, sintiendo como el pene iba creciendo dentro de mí.
Celeste: Mi macho deseo tener un pene en mi boca y otro en mi coño
Oscar, no perdió tiempo en desnudarse y poner su pene a mi alcance. Realmente tenia que hacer un esfuerzo para poder mamar esa gran verga. Mientras lo intentaba, Oscar pellizcaba mis pezones. Estuvimos así un rato, cambiando de posición siempre con un pene en mi coño y otro en mi boca.
El primero que se corrió fue Oscar y como siempre Fabio tardo más en correrse, lo que le dio tiempo a Oscar de recuperarse, pero esa vez, comenzó a masturbase hasta correrse en mis tetas y cara. Fabio al verme con semen por todo lado, dijo que ahora le tocaba a él e hizo lo mismo. Al terminar le pedí permiso a Fabio para ducharme. Al salir, ya Oscar se había ido y Fabio dormía, así que hice lo mismo.
Por la noche, me despertó sentir que alguien introducía sus dedos en mi coño. Al abrir los ojos vi a Fabio y me dijo:
Fabio: Todavía me falta darte por el culo.
Yo abrí mis piernas, para que tuviera más fácil acceso a mi coño y en señal de aprobación, aunque no era necesaria. Él siguió jugando con mi coño y después comenzó a hacer lo mismo con mi ano. Se acostó en la cama y me pidió que lo montará, mientras yo me movía, me chupaba las tetas e introducía un dedo en mi culo. Yo le decía.
Celeste; Sigue. No dejes de cogerme. Me encanta tu pene.
Luego, me puso de 4 y comenzó a penetrarme, para después hacer lo mismo con mi culo. Comenzó despacio para que el pene se acostumbrara a mi culo. Yo gemía sin parar y después comenzó a sacarlo y meterlo con más velocidad, hasta llegar a hacerlo con violencia. Yo lo estaba disfrutando al máximo, pero sabía que Fabio no se corría rápido por lo que comencé a decirle.
Celeste: ¿Qué zorra escogiste? Me encanta ser tu zorra. Eres muy macho.
Así seguí hasta que se corrió en mi ano. Una vez que recuperó el aliento me dijo:
Fabio: Ve donde Oscar y no regreses hasta que te haya sodomizado.
Pensé en el descomunal pene de Oscar y el cansancio que tenía, pero en ese punto no me iba a negar.
Le di un beso en la boca a Fabio y le dije:
Celeste: Si mi macho, lo desea así lo haré.
Sali desnuda camino a la habitación de Oscar, toque la puerta y Oscar me abrió. Yo lo besé y le dije:
Celeste: Deseo que me folle el culo.
Caminé a su cama, me puse de 4, abriendo las piernas, con las manos estiradas hacia delante y la mi cabeza sobre el colchón. Oscar se bajó el boxer, se masturbo viéndome, comenzó a escupir sobre su pene, se subió a la cama, paso su pene por mi coño varias veces y luego comenzó a metérmelo en el culo. Pese a que estaba muy caliente y mi culo ya estaba dilatado, sentí que me partían en dos. El dolor me hizo llorar, pero era un dolor que se mezclaba con el placer que sentía. Oscar, comenzó a alternar, sus embestidas, unas en mi culo y otras en mi coño, estuvimos en la misma posición hasta que Oscar se corrió y ambos nos quedamos dormidos.
El domingo, Fabio nos despertó, era casi medio día. Nos alistamos, bajamos a comer, estuvimos conversando sobre lo vivido, subimos alistamos el equipaje y entregamos la habitación. Fabio antes de despedirse me dijo:
Fabio: otro día si deseas más sexo ya tienes mi número.
Me dio un beso en la boca, Oscar hizo lo mismo y se despidieron.
Yo llame a mi novio, lo espere en el bar, cuando llego lo abrace y regresamos a nuestra casa.