Muy calientes en el baño...
Hacía un tiempo que me veía con Ana, una mujer que conocí en la playa hace varios meses. Me sedujo su forma de ser tan abierta y que siempre podías hablar de cualquier cosa con ella. Hablaba de sus experiencias y de sexo como si disfrutara tanto como haciéndolo. Tenía 42 años y encajaba en...
Hacía un tiempo que me veía con Ana, una mujer que conocí en la playa hace varios meses. Me sedujo su forma de ser tan abierta y que siempre podías hablar de cualquier cosa con ella. Hablaba de sus experiencias y de sexo como si disfrutara tanto como haciéndolo. Tenía 42 años y encajaba perfectamente con el prototipo de MILF. Pelo rubio en media melena, delgadita pero con unas caderas estupendas y unas piernas torneadas y preciosas que acababan en un culito algo blandito pero bien puesto y muy resultón.
En cierta ocasión coincidimos en un viaje en Sevilla, cada uno por diferentes motivos y quedamos en vernos en mi hotel.
Ana llego a la habitación llevaba un vestido marrón de punto por encima de los muslos y unas medias azules que dejaban ver unas buenas piernas. Se notaba bajo las medias su carne y sus músculos poco definidos. Desde que fuera madre había perdido algo de su buen cuerpo, pero sus piernas seguían bien torneadas. Llevaba unas botas de piel, con caña hasta la rodilla que acababan unos muslos deliciosos...
Me miró con la cara de viciosilla que ponía algunas veces cuando me contaba sus experiencias. Ana sabia como me excitaba la combinación de medias, falda corta y vestido...E incluso al acercarse a mi me pareció como si se subiera un poco la falda.
Se me puso dura y no lo pude evitar, me fui detrás de ella y la agarre del culo por debajo del vestido. Note sobre mis manos el tacto de sus medias y la apreté bien. Notaba el borde de sus bragas, su culo fofo pero respingon... Pase mis manos de su culo para adelante siguiendo la línea de sus bragas por debajo del vestido. Cada vez estaba mas excitado yla subí el vestido.
Quedaron al descubierto sus tetas bajo el sujetador blanco. Sus tetas no eran muy grandes, pero si blanquitas y ya un poco caídas. Me gustaban sus pezones que casi rasgaban el sujetador y se adivinaban grandes y muy duros.
La agarre con fuerza de las tetas y le arranque el sujetador. Quería morder las tetas mientras mis manos pasaban por su culo y sus muslos. Dentro de sus muslos hacia calor y yo apretaba para que notara mi mano en su coño. Empezaba a jadear sin disimulo.
Me gusta tenerte así, perra Ana, guarra... Le dije mientras hacia mas fuerza en su sexo. Le pedi que aun de pie se abriera un poco mas de piernas. Empecé a desnudarme frente a ella mientas me miraba. Tenia la polla enorme ya y no dude en quedarme en calzoncillos. Me acerque y cogí su mano para meterla dentro de ellos y que notara como me estaba poniendo. Me gustaba que me mirara, sentía que se dejaría hacer todo lo que yo quisiera.
Sin separarnos y sin dejar casi de notar sus dedos llegamos al baño con mis manos sobre su culo y su coño por encima de las medias azules. Se transparentaban sus bragas blancas.
En el baño no se lo pensó y enseguida fue a la taza del water. Le baje las medias un poco y la senté. Le gustaba que le hablara duro, le excitaba, así que le dije: Mea guarra! Le pedí y me coloque frente a ella muy muy cerca para mantener mi polla al alcance de su boquita. El liquido amarillo de Ana caía y me puso tan burro que de un empujón se la metí en la boca después de que resbalara por su cara. Tenia cara de gusto y el olor de su meada me estaba poniendo mas cachondo todavía.
La veía mear y cuando acabo le quite el papel de las manos para que se secara con sus propias manos....que se impregnaban del sabor a pis de su coñito. Ella lo hizo durante un momento en el que se saco mi polla de la boca dejando todos sus dedos empapados de su meada. En un movimiento muy rápido se los llevo a la boca y se los limpio del pis que todavía le goteaba. Muy bien guarrita, ahora vas a usar esta boquita otra vez, pero ahora con mi polla y sin pensarlo un segundo se la volví a meter con mas fuerza esta vez y ayudándome además de un empujón de mis manos sobre su cabeza y con un tirón de su pelo. La oía gemir en los pocos momentos en que no tenía mi miembro erecto dentro.
Durante un rato la mantuve así, viendo como su media melena rubia se movía rápidamente y como empezaba a jadear al quedarse sin apenas respiración cuando dejaba mi polla dentro de su boca durante unos segundos. Me excitaba verla así, mayor que yo, madurita, una mama muy respetable accediendo a todo lo que yo le pedía.
Al poco tiempo y después de alejarme un momento para contemplarla casi desnuda sobre la taza del water...casi desnuda con las medias y las bragas por las rodillas, abierta de piernas, con la cara desencajada del esfuerzo y con la boca en cuyas comisuras se resbalaba un liquido mezcla de su meada, saliva y fluidos míos, le pedí que se quitara las bragas y se volviera a subir las medias azules de mami modosita.
Como pudimos llegamos a la ducha, siempre quedándome detrás de ella para sentir mi polla dura apretar sobre su fofo trasero y poder agarrarle las tetas y el coño mojado desde atrás mientras que nuestras lenguas se buscaban en un difícil escorzo. Su boca sabia saladita a la meada que hacia un rato se había limpiado de sus dedos con la boca.
Abrí el grifo del agua y un chorro tibio callo sobre los dos aumentando las temperaturas de nuestros cuerpos. Pase mi mano bajo sus medias para acariciar su coñito. Apenas tenia pelo y solo se marcaba una fina línea de vello bastante largo. Me gusta mucho tu coño le susurre cuando deslizaba un dedo entre sus labios vaginales. Lo frote buscando su placer durante un tiempo hasta que empezó a gemir bajo el agua y su cuerpo se puso en tensión. Jadeaba como un animal y el agua le entraba por la boca mientras lo hacia. Me excitaba que gimiera tanto porque sabía que desde la habitación de al lado podían oirnos perfectamente. Su medias se estaban empapando y notaba como se ponían un poco brillantes acentuando todavía mas las formas de sus piernas, de sus tobillos y de sus pies. Cuando estaba a punto de correrse en mis dedos ya empapados de sus fluidos cogi uno de sus brazos y lo pase por entre nuestros cuerpos para que agarrara mi polla durisima. Apenas lo hacia con fuerza cuando de repente me dio un apretón que coincidió con un gemido espectacular que Ana expulso a la vez que se corría. En ese momento aproveche para introducirle el dedo dentro y hacerla gritar todavía mas.
Después de correrse, y todavía en la ducha, a ella le entró una tremenda flojera y se agachó en el baño. Todavía sin apenas poder hablar me dijo que quería todo mi semen en su cara. Alterné durante unos minutos su boca con mi mano hasta que cuando ya no pude más exploté sobre su boca y su cara llenándola entera de mi corrida que ella relamía con su lengua. No podíamos más, y cuando ya no pudo lamerse más cogí sus bragas que estaban en el suelo del baño y la acabé de limpiar la cara y mi polla todavía mojada…
Tendrás que llevar estas bragas toda la noche Ana…