Mutuo consuelo

UN arrebato de pasion precisamente despues del funeral de su esposa, terminara en una ardiente sesion sexual con su suegra.

Mutuo consuelo

Todos hablaban del bonito funeral de su hija, como se les ocurría a estas estupidas personas decir que era bonito, estaba enterrando a su hija una de las personas mas queridas de su vida. Había viajado más de 6 horas para ayudar a su yerno en los preparativos del funeral de su esposa.

Estefanía había decidido permanecer el resto de la semana en la casa donde había vivido su hija con su yerno, debía arreglar unos detalles antes de volver a su casa. Entro en la habitación de huéspedes y se quito su vestido, se miro un momento en el espejo, estaba un poco más delgada el sufrimiento por la enfermedad de su hija, la había angustiado mucho y su muerte la deprimió aun más.

Una voz la llamo desde la puerta de su cuarto, "Señora, quiere tomar un café?" Era la voz de su yerno Martín, le contesto que si que le agradaría tomarse un café, que bajaría pronto a la sala. Mientras se ponía un vestido mas cómodo, pensó en lo difícil que debía ser para su yerno, quedar viudo a la edad de 27 años, era un hombre muy fuerte y había estado al lado de su hija durante todo el tiempo aun en los momentos mas duros, no se movió de su lado.

Entonces bajo hasta la sala donde tomo un café, y se sentó en un sofá cruzando sus piernas, tomo un sorbo de café. Estefanía miro a su yerno mientras este se acercaba al sofá, era un hombre sumamente atractivo. Martín se sentó en el lado opuesto del sofá, con una tasa de café. Permanecieron en silencio por varios minutos.

Pero de pronto Estefanía sintió una gran tristeza al mirar la cara de su yerno, su rostro estaba lleno de dolor, levantándose puso su café sobre la mesa y camino hasta El, poniendo una mano en su hombro le hablo.

"Mi hija era una mujer maravillosa, yo se cuanto le duele"

"Ella era la mejor, no imagina cuanto me duele haberle perdido, ahora estoy solo con mi sufrimiento, no entiendo porque tenia que pasar esto" hablo desanimado Martín a su suegra.

Estefanía miro como las lagrimas empezaron a salir de los ojos de su yerno, sentándose a su lado lo abrazo, tratando de consolar su dolor. Hablaron durante bastante tiempo de su hija y de cuan felices habían sido. Cansados por todos los sucesos del día, ambos se durmieron en el sofá.

Estefanía no entendía porque empezó a soñar aquellas perturbadoras cosas, en su sueño su yerno Martín la besaba, eran besos suaves y apasionados, le gustaba la manera en que la besaba, sus besos estaba cargados de pasión, también la acariciaba, diciéndole cuanto la deseaba en ese momento. Entonces empezó a despertar de su sueño, pero un sentido total de confusión ocupo su mente, ella sabia que había estado soñando, pero si era un sueño y estaba despertando porque aun sentía los besos de su yerno y las caricias de este sobre su espalda?, despertando completamente siento un enorme pánico. Se encontraba dentro de los brazos de su yerno y este la estaba besando, mirándolo con cara de confusión le hablo

"Martín?, nosotros no podemos hacer…."

"Perdón suegra, pero en este momento la necesito tanto, necesito sentirla cerca de mi, mi esposa era una parte suya, y tenerla junto a mi, me hace sentirme cerca de mi esposa, necesito sentirla mía de una manera que no puedo explicar, por favor no me rechacé" Hablo su yerno, con voz casi suplicante.

Su mente decía una cosa pero su corazón otra, pensaba que eso no podía suceder, no era correcto, no podía involucrarse con el marido de su hija, menos el mismo día que la habían enterrado, ella era una mujer honorable y virtuosa, que no había sido tocada por ningún hombre en mucho tiempo, pero su corazón se enternecía con la manera desprotegida en que su yerno le pedía cariño. Alzando su cabeza lo beso tiernamente en la frente, era un beso lleno de comprensión, un beso de apoyo, pero su yerno alzando despacio su cabeza, acerco su boca. Estefanía beso los labios de su yerno suavemente, pero poco a poco la intensidad de sus besos fue creciendo, sentía el viril cuerpo de su joven yerno acercándose cada vez mas, noto la enorme protuberancia que empezó a formarse dentro de los pantalones de este, sentía como sus cuerpos empezaban a calentarse, una necesidad de cariño empezó a apoderarse de ella, el deseo empezaba a nublar su mente, antes de que Estefanía pudiera volver a reaccionar, ella y su yerno se acariciaban desesperado, sintió las manos de su yerno, quitar su ropa, desesperado buscando el calor de su maduro cuerpo, en menos de dos minutos estaban desnudos sobre el piso de la sala, las caricias, los besos y el deseo se mezclaban en una ardiente pasión que los devoraba, desnuda sentía como las manos de su joven yerno recorrían su maduro cuerpo, apretaban sus senos, sus nalgas, y como sus caricias eran correspondidas por ella, se asombro al sentir el grosor y tamaño del pene de su yerno entre sus manos, el tamaño de las gordas bolas que colgaban bajo el miembro de este, con ansias lo acaricio, sus manos recorrían aquella descomunal columna de carne entre sus manos, sentía la lengua de su yerno besar sus senos, sus pezones respondían erectos a las caricias de este.

"OH Ana, te amo y te deseo tanto" Estefanía no se dio cuenta que su yerno la había llamado como a su hija, el deseo en ese momento era superior a todo, su cuerpo busco el de su yerno, gimiendo de placer, al sentir como la columna de dura carne de su yerno, se abría paso en el interior de su raja, Martín había penetrado a su suegra, se movían como desesperados rítmicamente acoplados en su pasión, frenéticamente giraron, Estefanía se coloco sobre su yerno y de nuevo deslizo el enorme miembro de este dentro de su vagina, gozando cada uno de los centímetros de dura carne que se hundía en su interior, lo cabalgo, cerro sus ojos experimentando el máximo goce al sentirse llena con el miembro de su joven yerno, después de varios minutos de frenética penetración, Martín gimió, "OH señora, estoy muy cerca de mi orgasmo, permítame por favor acabar dentro de usted, déjeme vaciar mi abundante carga en su caliente raja" .

Estefanía acelero los movimientos de sus caderas mientras gimiendo le respondió a su yerno "Vamos Martín, acabemos, quiero sentirlo acabar dentro de mi mientras yo también alcanzo el máximo placer"

Ambos llegaron al clímax junto, gritando y gimiendo de placer mientras Martín sentía como sus bolas vaciaban toda la abundante cantidad de semen acumulado por días, dentro de la raja de su suegra, quien se retorcía de placer y soltaba también sus ardientes jugos. Estefanía sintió los chorros de esperma de su yerno, mezclarse con sus propios jugos en el interior de su vagina. Una vez que ambos terminaron, Estefanía se desplomo sobre su yerno, sus cuerpos sudorosos descansaron durante largo tiempo. Después de algunos minutos, sin decir palabra Estefanía se levanto de su yerno y fue a su dormitorio, Martín hizo lo mismo hacia su habitación.

La mañana siguiente, cuando Estefanía despertó se arreglo y fue a la cocina, ya su yerno estaba ahí, Estefanía lo saludo con un abrazo, pero esta vez el abrazo que le dio su yerno era uno completamente normal entre una suegra y su yerno. Nada se dijo sobre lo que había sucedido el día anterior, parecía que debería quedar enterrado en la memoria de ambos, la forma en que se habían dado consuelo en un momento de dolor.

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