Murmullos de Fantasía o Realidad [Parte 5]

Sandra: Hemos pasado un día caminando, como usted dijo sin rumbo fijo, pero saboreando cada instante juntas y realizando diversas cosas, compras, almuerzo, paseo.

Sandra: Hemos pasado un día caminando, como usted dijo sin rumbo fijo, pero saboreando cada instante juntas y realizando diversas cosas, compras, almuerzo, paseo.

Así que estamos un poco cansadas, pero es bonito cansarse junto a usted.

Pasamos por una tienda de películas, te cojo de la mano, te miro y con un gesto te digo: ¿Entramos? sonríes y nos metemos dentro.

A ver qué película escogemos, usted tenía ganas de ver una película juntas, así que… ¿Qué vemos?

Salimos de la tienda con una película bajo el brazo, hoy ya tenemos plan.

La noche estaba cayendo, el frío arreciaba, nuestros cuerpos se juntaban para amortiguar ese frío.

Nuestra casa nos esperaba, calentita, al llegar nos pusimos cómodas, zapatillas, pijamas, me costó dejarla poner el pijama antes saboreé sus labios y mis manos jugaron con su intimidad, el deseo crecía, pero decidimos ver la película. Nos sentamos en el sofá pegadas mis manos en vos; la película comenzó… estábamos relajadas, viendo la película, a cada escena que nos gustaba nuestros ojos se encontraban y una caricia iba y venía hacía su cuerpo, hacía el mío. Mi boca reclamaba la suya de vez de en cuando, a punto estuvimos de parar el video y terminar la pasión inagotable que parecíamos tener la una de la otra... Srta. definitivamente tengo que volver a poseerla, no puedo terminar de ver una película cuando mi cuerpo, mi mente sólo desea hacerte mía, volverte a penetrar a saborear tu cuerpo y a respirar de tu amor , así que te cojo de la mano y te llevo a la habitación, me gusta que no pongas excusas, que me lleves, que tus manos me pidan lo que mi cuerpo y mi mente quieren darte, suavemente te quito la remera, y mis manos y toda yo muere ante tanta belleza..

Lilian: ¡Srta! ¿¡Cómo podría negarme a ir con Ud. a la habitación!? si desde que volvimos del paseo, o si debo ser honesta desde que salimos de casa tengo ganas de vos, me pregunto si esas ganas, ese deseo se agotará, o si poseerte hasta caer rendidas lo podrá saciar... pareciera que no... ¿Sabés? hacerte el amor es siempre igual y distinto, m

ágicamente los roces pueden repetirse, las caricias, tocar tu cuerpo con mayor audacia, con menos timidez, las sensaciones pueden ser las mismas, sin embargo siempre es como la primera vez, nos hacemos el amor como si fuera la última vez y la primera, nada se guarda, nada se retiene.. Srta... Me encanta tocarte, me fascinan tus labios y manos en mi piel, me olvido de vergüenzas, inseguridades... te conozco, me conoces un poco más, sabes donde tocar, sé como te gusta que lo haga... aprendimos a esperarnos, a contener el estallido… ¿¿Sabés dónde creo que esta el secreto de que nos amemos tan perfectamente?? En que cada una de nosotras piensa en la otra, mi goce es mayor cuando puedo percibir que sos feliz entre mis brazos... aprendimos a darnos placer, pero no tenemos sexo, hacemos el amor... me encanta verte, podría pasar horas enteras mirando tus rasgos. ¿Te dije qué me gustan mucho tu sonrisa, tus manos? Me gustan desde que las vi por Cam, su tacto superó toda mi imaginación... Srta... amarte es un placer... De pronto tu estómago hace un ruido... ja (el mío es más discreto o está acostumbrado a comer menos veces!) recordamos entonces que no cenamos, que una pelicula quedo girando en el dvd...

Sandra: Srta. es impresionante tenerte a mi lado sentir su corazón latir, sus gestos su alma volar hacía mi, cada movimiento que realiza es un sentimiento provocado para amarme, como me gustaría poder hacerle sentir igual.

Tú sonrisa ilumina mi día, cada vez que te miro y se iluminan tus ojos me pierdo en la inmensidad de todo tu amor. ¿Cómo pue

des almacenar tanto amor, cómo puedes volcarlo y proyectarlo en esta persona, qué no sabe como corresponder? ¿Tenemos hambre? ¡Ja! tal vez tenga razón pero yo recuerdo que cenamos fuera de casa, eso si el dvd está girando, pues no le dimos al importancia.

Te retengo, te abrazo, quisiera parar el tiempo, para no tener que dejarte.

Me gusta abrazarte, sentir que tú tampoco deseas salir de este instante.

Así nos quedamos horas Srta. Sólo sintiendo nuestros corazones, pegadas, por un momento dejamos que el silencio nos envuelva, sólo sentimos la protección, la seguridad de nuestro calor en nuestra piel, el latido de tu corazón, marca el ritmo del mío.

Sus manos siguen acariciando mi cuerpo y a cada roce mi mente intenta gravar esa sensación, ese calor, esa suavidad, esa dulzura que derramas.

Srta. tanta tranquilidad, nos hace quedarnos dormidas, juntas olvidando que nuestros días se acaban, y así juntas compartimos nuestro sueño, nuestra imaginación.

Continuará...