Murmullos de Fantasía o Realidad [Parte 2]

Sandra: Menos mal que la comida se pudo salvar, una vez recogido el desastre inoportuno, que me separo de vos y su sabor, la miré y sonreí, me devolvió la sonrisa, pero nuestro ojos seguían buscando los labios esos que teníamos ganas de volver a besar, a saborear esa lengua que recorrió mi interior

Sandra: Menos mal que la comida se pudo salvar, una vez recogido el desastre inoportuno, que me separo de vos y su sabor, la miré y sonreí, me devolvió la sonrisa, pero nuestro ojos seguían buscando los labios esos que teníamos ganas de volver a besar, a saborear esa lengua que recorrió mi interior y me hizo soñarte en la cama.

La mesa estaba pu

esta la comida lista, así que aparqué mi deseo de sentirla dentro de mí, y colocando la comida en la mesa nos dispusimos a saborear esa comida, que realmente, no era lo que nuestro cuerpo estaba pidiendo, pero lo que tocaba hacer para ir rompiendo esa timidez que aun afloraba en el aire.

Estábamos frente a frente, con un plato delante de nosotras, la conversación salió fluida usted tenía el don de hacerme sentir tranquila, y que mi conversación saliera sola, claro con ayuda de vos…

Recordamos cosas, que hablamos por el PC, fue amena la conversación agradable, nos empezábamos a relejar, estaba feliz, Srta. de sentirla así, cercana, risueña, viendo en todo momento su cuerpo, su cara, su expresión sus gestos, la noche iba pasando.

Se acabó la cena Usted recogió platos y mesa yo me detuve un momento en el PC y elegí una canción, nos sentamos en el sofá, y entonces puse la música. mi cuerpo se acercó al suyo, mis manos tocaron las suyas y la música sonó.

“Deja la luz encendida quiero mirarte desnuda, ahora no hay ninguna prisa, y te amaré de punta a punta, palmo a palmo, beso a beso así... como imaginaba, las dos en silencio enredadas en la cama”

Srta. sentí su estremecimiento, espero que usted haya sentido el mío. Mi boca busca la suya la que encuentro fácil, ávida, deseosa de mí, mis manos se introducen por su blusa, le gusta lo sé porque me mira y sonríe, toco sus pechos, los acarició, casi me mojo. al sentirlos, los sentimientos están estallando, mi corazón está a punto de salirse de mí. Mis ansias no me dejan pensar sólo disfruto de su lengua y sus manos, el sofá se está quedando pequeño. Ahora ya sí que deseo tenerla desnuda saborear por completo su desnudez, deseo perderme dentro de vos, deseo hacerle el amor, hacerla mía, necesito explorar su cuerpo hacerme dueña de cada rincón de él, saber en qué parte siente mayor placer y saborear su intimidad, sentirla en mis manos en mi piel hacerla mía.

Lilian: ....no se equivocó, si estaba disfrutando mucho de sentir sus manos en mi cuerpo, mi respiración que se acelera es la prueba fehaciente de ello...pero la suya no se queda atrás, se la escucha entrecortada, podría jurar que sus ojos se oscurecieron, me encanta sentir que con sólo rozarte tengo ese poder sobre vos, el poder de hacer que me

necesites, lograr que en ese instante el mundo desaparezca, que sólo cuente la necesidad de darnos y recibir placer, puedo percibir tu urgencia porque es la mía, yo también quiero tenerte desnuda sólo para mi...mis manos ya se perdieron en tu espalda por debajo de tu remera, te recorro despacio, sin dejar de besarte (Nota de la autora: por si no se dan cuenta, soy una gran besadora, ¡ja!), mis labios se rehúsan a dejar tu boca, pero me separo un instante para verte no sólo con mis ojos, las yemas de mis dedos dibujan cada uno de tus gestos, quiero aprender de memoria aquello que vi tantas veces por Cam... bajo hacia tus pechos y apenas los rozo, sin embargo siento su reacción, quiero verlos, así que sin pensar demasiado (a esa altura es puro deseo e instinto, ya no pienso…) te quito la remera por tu cabeza, solo el sostén separa ahora tu desnudez de mis manos...

Lilian: pero no apresuro despojarte de él, mis labios besan tus pechos sin apartarlo... y desciendo humedeciendo tu vientre, acabo arrodillada frente a vos que seguís en ese sofá... como siguiendo un guion sentido, no escrito, ambas nos levantamos y casi sin soltarnos apenas, nos dirigimos al dormitorio... ni sé como acabamos sobre la cama, lo ci

erto es que allí estamos.. Yo aun totalmente vestida, vos sin tu remera... me acuesto a tu lado y mi mano se introduce en tu pantalón, siento que con un movimiento involuntario buscas profundizar el contacto y ya no me resisto, ni atraso ese momento, desprendo el botón y el cierre separándolo lo necesario para meterme acariciando tu piel, soy torpe pero me ayudas y puedo despojarte de los vaqueros... parece injusto que estés solo en ropa interior y yo totalmente vestida... Srta., mis manos se engolosinan en tus piernas, descienden y ascienden hasta casi llegar al centro de tu placer... podría pasar horas acariciándote, pero no quiero esperar más, mis manos y mi boca se unen besando tu intimidad, te siento, apuro el ritmo y me detengo cuando estás al borde del clímax... quiero que goces tanto como nunca lo hiciste, todos mis sentidos están puestos en vos, puedo olerte, saborearte, sentirte, escucharte, verte... quiero entrar en vos, q sea mía Srta. Sólo mía en esa cama no existe nadie más que vos y yo...

Continuará...