Mujer sumisa (5)

Nacho y Marta solevantaron a las 3 de la tarde, después de comer algo ella fue a la playa, está vez Nacho le dejó llevar el tanga, pero debía invitar a Iván y sus amigos para que fueran a comer a su apartamento al día siguiente.

Nacho trató a Marta como una fulana durante todo el día, haciéndose el indignado porque se había pasado de la raya con David, ella había pedido disculpas, se había dejado llevar decía, convencida que su marido no sabía que le había sido infiel con Pedro y con el mozo anteriormente… pensaba en lo que le pediría su marido esa noche, seguramente le haría hacer un paso más, follar con un desconocido, hacer un trío real, esperaba con ansía que llegara la noche, y también el día siguiente, quizás Nacho quería verla con Iván y sus amigos… llevaba todo el día húmeda solo de pensar en ello y ya se había masturbado dos veces, la última en el baño del McDonalds hacía apenas media hora. Ya eran la una y media de la mañana y todavía no sabía que le esperaba esa noche, solo sabía que irían a Pachá.

Cuando llegaron a la puerta Pedro le dio las instrucciones para esa noche:

" Estarás toda la noche a menos de 5 metros de mí y dentro de mi campo visual, solo hablarás conmigo cuando yo te pregunte y no ligarás con nadie, si alguien viene ha hablar contigo, te lo sacarás de encima. Lo único que tienes que hacer es eso, mirar y callar"

le dio dinero y continuó

"Toma, para copas, pedirás las tuyas por tu cuenta"

A Marta le excitaba la idea de ir por su cuenta y así tener más libertad, pero

"¿porque hoy no me deja ligar ligar? ¿Que estará tramando?"

pensó, no le gustaba esa parte, pero tenia claro que iba a obedecer, a fin de cuentas le estaba gustando el fin de semana...

Llevaban ya un rato en la discoteca, habían tomado un par de copas y dado varias vueltas antes de pararse donde estaban bailando, Marta se sentía ignorada, le molestaba tener que ir a rebufo de su marido y había tenido la oportunidad de flirtear con algún chico, y se había quedado con las ganas de tirarse a uno de ellos, sin duda cuando Pedro le hiciera escoger él sería el elegido... Ahora se sentía a gusto bailando a su aire y sintiéndose deseada.

Vio a Nacho hablando con una chica morena, se acerco para verla mejor y se quedo de piedra, era guapísima, llevaba un vestido blanco corto con una abertura lateral que le llegaba casi hasta las caderas, la parte de arriba tenía tirantes y el escote enseñaba sus sostenes según que movimiento hiciese. Su morena piel resaltaba por el contraste del ajustado vestido bajo el que se vislumbraban unas curvas imponentes.

Marta cruzó su mirada con Nacho lo suficiente para darse cuenta que él quería tener sexo con esa desconocida

"El muy cabrón quiere tirarsela, lo lleva claro"

pensó convencida que su marido apuntaba demasiado alto

"Es imposible que una mujer así quiera follar con él... así lo tendré caliente luego para mí..."

Marta permaneció junto a ellos, pudo oír frases inconexas de su conversación y acertó a escuchar el nombre de ella, se llamaba Ana, y no pudo más que pensar que la tal Ana además de tener un físico impresionante, parecía simpática, y agradable...

" si yo fuera tío también intentaría ligármela"

Al poco rato pudo ver como su marido y Ana bailaban totalmente pegados, él la miraba embobado mientras disfrutaba del baile, no se lo reprochaba, y ni siquiera le importaba que él intentara una y otra vez sobarle el culo, ya que Ana muy hábilmente sabía zafarse de su marido, incluso le daba pena...

Al acabar el baile Marta vio como Nacho se dirigía a ella, le presentó a Ana como una amiga y le dijo que los acompañara al baño. Pedro entró en el de caballeros y Marta se quedó con Ana haciendo cola en el de mujeres

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"Oye, como está tu amigo ¿eh?"

– Marta no sabía que contestar,

-

"¿Si? ¿Por qué?"

acertó a decir con voz temblorosa

-

"Está cachondísimo, se ha pegado a mí como una lapa y he notado que la tenía dura como una roca, seguro que esta noche me lo tiro"

La respuesta la dejo sin palabras, ese pedazo de mujer era una descarada y una guarra y quería hacerlo con su marido...

-

"Supongo que puedes elegir a quien quieras"

contestó intentando persuadir a Ana

-

"pues lo mismo que tú"

-

"¿yo? Que va!!!!"

-

"Si, cuando bailabas no te quitaban ojo muchos hombres, y he visto que te quitabas a varios de encima, parece que también cuanto te gusta calentar al personal, igual que a mí, ¿estás esperando por tu amigo?",

• "Si pero él te prefiera ti, con ese vestidito y esa abertura, parece que no lleves nada debajo..."

-

"llevo un tanga minúsculo"

y casi sin acabar la frase se subió el vestido y mostró a Marta un tanga formado por una tirilla estrecha por delante y un hilo por detrás. Marta quedó sorprendida, pero se dio cuenta que le gustaba mirarla,

• "A ver si te voy a poner cachonda a ti también" dijo Ana.

• "Si fuera un tío, seguro que ya habría intentado ligar contigo..."

-

"No hace falta que seas un tío para que lo intentes"

Marta quedó totalmente cortadas in saber que decir, por suerte en ese momento le toco entrar en el lavabo, dentro se dio cuenta que se había excitado con esa breve conversación... ¿Acaso se sentía atraída sexualmente por Ana? ¿Se le estaba insinuando? Se dio cuenta que sentía sin duda una gran atracción hacia ella.

Cuando salió del baño Ana la estaba esperando

-

"¿Vamos a poner más cachondo a tu amigo a ver si nos podemos aprovechar las dos

?" De nuevo Marta no supo que responder, antes que pudiera reaccionar, Ana siguió hablando

-

"Vamos mujer!! Me encanta exhibirme, montaremos un espectáculo que le dejará la polla como un bate ¿No te apetece?"

• "si, pero... ¿cómo quieres hacerlo?"

-

"Tú sígueme y déjate llevar... ¿ok?"

Marta no entendía muy bien que quería decir, pero a esas alturas, con lo que había vivido los últimos días y el alcohol que tenía encima ya no tenía ningún tipo de inhibiciones, y la vergüenza era muy inferior a la curiosidad y la excitación, así que decidió que se dejaría llevar...

Notó como Ana la cogía de la mano y la llevaba donde se encontraba Pedro, pararon antes de llegar junto a él. Ana se dio la vuelta, Marta notó una mirada muy pícara de su nueva amiga antes que ésta separara sus manos y diera una vuelta bailando sobre si misma, Marta era consciente que estaba exhibiéndose para ella, la estaba provocando..., no pudo dejar de fijarse en las preciosas curvas de Ana antes que la cogiera de las dos manos, empezaron entonces a bailar juntas al ritmo de la música, sin saber como, Marta acabó abrazando a Ana. Se sentía el centro del mundo, hombres y mujeres las observaban y ella cada vez estaba más excitada, no sabía dónde la llevaría esa situación.

Notó los pechos de Ana contra los suyos, primero con ligeros roces, luego pecho contra pecho con fuerza, en un cuerpo a cuerpo que recordaba un combate de boxeo, notaba los pezones de Ana erectos contra sus pechos mientras ella también buscaba el contacto permanentemente.

Los brazos de Ana recorrían su espalda, y ella correspondió con lo mismo, la preciosa cara de Ana cada vez estaba más cerca de la suya, aguantó la mirada fija de sus ojos negros, vio como se le acercaba lentamente con una leve sonrisa mientras entreabría sus carnosos y deseables labios hasta que entraron en contacto con los suyos. Marta separó instintivamente su cabeza, pero Ana le recordó que debía dejarse llevar,

" Relájate, solo es un juego, fíjate en la cara de tu amigo"

Marta se giró y pudo ver la cara de Pedro, nunca había visto tanta lascividad en su mirada...

Ana seguía contoneándose y entrelazaba sus piernas con las de Marta mientras bailaban, notó como las manos de Ana bajaban por la espalda hasta su culo y lo apretaban para pegarla aún más a ella, volvió a besarla, pero ahora, más excitada y metida en el juego le devolvió el beso, juguetearon con sus labios hasta que notó que la lengua de Ana se abría paso dentro de su boca empezando un beso profundo y lleno de deseo, no se sentía gusto en esa situación, se sentía atraída por Ana y incluso la deseaba, pero sabía que no era ella quien dominaba la situación, Ana la controlaba totalmente y podía llevarla donde quisiera, la había puesto tan caliente que no le hubiera importado quitarse alguna prenda en medio de aquella discoteca para facilitarle la labor, sin embargo, después de darle un buen morreo, y tocarle las tetas y el culo , Ana se separó y se fue junto a Pedro dejándola sola.

Marta se fijó en la mirada de la gente que la rodeaba, todos la miraban, algunos reían, otros tenían cara de curiosidad y sorpresa, pero todos se veían muy calientes.

"Nos vamos"

dijo Pedro, salieron los tres y pidieron un taxi para ir al apartamento Pedro se sentó en medio, por el camino estuvieron hablando de tonterías, Marta notaba la mano derecha de su marido encima de su muslo cuando hablaba con ella, pero su mirada estaba pendiente de la mano izquierda, que también se posaba sobre el muslo de Ana, el cabrón de su marido quería hacer un trío con las dos, la idea de compartirle le molestaba, pero por otro lado le excitaba poder estar y disfrutar de Ana.

Llegaron al apartamento y fueron a la habitación, Marta se desnudo (tal como debía hacer siempre al entrar en el apartamento) mientras veía como Nacho y Ana se fundían en un beso apasionado, se acerco a ellos para unirse a la fiesta, pero Nacho la separo:

"hoy tu función será otra",

se dirigió a la mesa y cogió la videocámara

" Toma, quiero que lo grabes todo sin perder detalle y sin participar si no te lo pedimos. Ah!!! y prohibido masturbarte..."

Marta se quedó helada, el muy cabrón se la iba a follar en sus narices... y ella debía estar allí mirando y grabándolos totalmente desnuda y excitada ¿podía haber algo más perverso y humillante? Pensó en negarse mientras les seguía hasta la habitación, pero al ver el cuerpo desnudo de Ana empezó a grabar.

Las manos de su marido acariciaban los pechos de esa mujer mientras acercaba su cabeza y empezaba a chuparle los pezones, sin saber porqué, Marta cada vez estaba más caliente y toda su atención se fijaba en el hermoso cuerpo de Ana, que yacía tumbada en la cama con las piernas abiertas, Nacho empezó a jugar con el interior de sus muslos hasta tocar los labios vaginales de Ana con la punta de su lengua, Marta notó que estaba a punto de tener un orgasmo con aquella visión, deseaba ser ella quien estuviera lamiendo ese coño... luego grabó una sesión de sexo completa entre ambos, Nacho le comió el clítoris un buen rato y luego la penetró colocando a Ana encima y haciendo botar sus grandes pechos, de los que Marta no podía apartar la vista

Marta giraba alrededor grabando en diferentes planos el culo y los movimientos arriba y abajo de Ana, se podía ver el falo de su marido entrando y saliendo, cuando Ana se puso a cuatro patas Marta hizó un primer plano de las embestidas de Nacho, y luego se puso delante de Ana y se concentró en los movimientos de los pechos y la cara de placer de ella... oyendo sus gemidos se corrió al mismo tiempo que ella

Entonces ví como Ana se giraba, quitó el preservativo a Nacho y empezó una mamada impresionante hasta que él se corrió en su boca.

En ese momento Nacho cogió la cámara a Marta

" Tu turno"

le dijo, mientras Ana se acercaba y le daba un profundo morreo compartiendo con ella la corrida de su marido

Marta notó como las manos de Ana empezaban a acariciar su sexo tal como había deseado durante toda la noche. Notó como la empujaba y se dejó caer sobre la cama, enseguida notó la cabeza de Ana entre las piernas y como con sus labios la besaba suavemente el interior de los muslos, estaba totalmente entregada a todo lo que ella quisiera hacerle.

Notó como la lengua de Ana empezaba a rozar sus ingles para después recorrer el contorno de su depilado clítoris hasta que por fin tocó sus labios vaginales con la punta de la lengua.

Marta no pudo evitar un gemido intenso y cargado de placer, le habían hecho muchas veces un cuningulis, pero nunca con tanta dulzura y provocándole tanta ansiedad y excitación. Levantó la cabeza para poder ver a Ana, que la miraba a los ojos y le sonreía mientras seguía jugando con la lengua en su coño, vio descender su cabeza y de nuevo el placer invadió a Marta mientras era chupada, besada y lamida en sus labios vaginales por otra mujer, la lengua de Ana hacía maravillas y en pocos segundo tuvo un orgasmo distinto a los que siempre había tenido con hombres.

Cuando pudo recobrar los sentidos vio a Ana incorporada y sentada junto a ella, sonreía y le acariciaba el sexo con una mano mientras con la otra le rozaba los pezones totalmente erectos antes de besarlos y lamerlos suavemente. Entonces se colocó encima de Marta, entrando sus cuerpos en un contacto total.

Fundidas en un fuerte abrazo, Marta, debajo, besaba apasionadamente a Ana, quería darle las gracias por loque había sentido, pero no quería que aquello acabara. mientras se besaban sus pechos se juntaban con los de Ana y se acariciaban mutuamente por todo el cuerpo, Las manos de Marta rozaban el culo de Ana mientras ésta movía sus manos desde la cintura a las caderas para luego subir hasta los pechos de Marta

Sus piernas se entrelazaron de manera que llegaron a contactar sexo contra sexo, para Marta esa era sensación totalmente nueva y desconocida, cuando sintió el sexo de Ana contra el suyo un escalofrío la recorrió desde la nuca hasta los pies, era como una descarga eléctrica, después notó como Ana movía sus caderas delante y detrás para que sus sexos depilados y húmedos volvieran a tocarse una y otra vez. Parecía que sus labios inferiores se juntaban como dos bocas en medio de sus fluidos vaginales, que se mezclaban a medida que incrementaban el ritmo de sus movimientos. Al notar como se tensionaba el cuerpo de Ana y como la apretaba fuertemente con sus manos supo que estaba apunto de correrse y también ella tuvo un nuevo orgasmo en una situación totalmente desconocida para ella.

Ana empezó a besar el cuello de Marta, que notó un escalofrío recorriendo su cuerpo, luego al sentir que seguía bajando hasta mordisquear sus pezones notó que estaba apunto de llegar aun nuevo orgasmo, vio a Ana recostarse a su lado y sintió su mano bajando por su cuerpo hasta llegar a acariciarle el sexo con sus dedos, notó como introducía dos en su vagina y los movimientos bruscos de la mano hacia delante y detrás provocaron que todo su cuerpo se moviera y tuviera un gran orgasmo entre gemidos de placer

Sus cuerpos se buscaron recostados lateralmente y permanecieron abrazadas, besándose y acariciándose unos minutos, hasta que Ana se dejó caer sobre su espalda, marta entendió el mensaje, había llegado el momento de devolverle el placer, empezó a besarle el cuello, pasó por sus hombros y se detuvo en sus pechos, Que sensación!! Era la primera vez que lamía los pezones de una mujer, eran tan suaves y a la vez tan duros y grandes, le encantaba jugar con los grandes pezones de Ana y escuchar sus suspiros de placer mientras su cuerpo se tensionaba... sin dejar de jugar con sus pezones bajó la mano hasta la vagina de Ana, estaba nerviosa, nunca había tocado un coño que no fuera el suyo propio, lo frotó con sus dedos y lo noto muy mojado, estaba punto de provocar un orgasmo a una mujer con sus manos por primera vez.

Besó la cintura de Ana bajando hasta que tuvo su sexo delante de sus ojos, nuevamente una sensación extraña, de curiosidad y placer al mismo tiempo, tenía a menos de 5 cm de su cara un coño totalmente mojado a su entera disposición, quería comerlo ya, pero pensó que era mejor tratarla bien y hacerla gozar, empezó a lamerle las ingles y notó las manos de Ana que la garraban fuertemente por la cabeza, sus piernas se habían abierto al máximo, y cuando tocó con la lengua el sexo de Ana, notó un sabor extraño pero agradable, y empezó a lamerlo con frenesí, hasta que introdujo totalmente la lengua en su interior, Marta notaba como Ana la apretaba contra su sexo, estiraba la lengua tanto como le era posible y la movía bruscamente en círculos, arriba, a los lados, en todas direcciones... Marta subió los brazos hasta que sus manos alcanzaron las tetas de Ana y notó por sus gemidos que le provocó un gran orgasmo

Se incorporaron y se quedaron de rodillas sobre la cama besándose y acariciándose de nuevo, Marta notaba como la mano de Ana se encaminaban de nuevo hacía su sexo cuando suavemente la giró hacia un lado, allí se encontró a su marido, del cual ni se acordaba, completamente desnudo, con su miembro en total erección a diez cm. de ella y filmándolas con la cámara de video. Nacho dejó la cámara sobre un estante encarada hacia la cama y sea cercó a ellas, Marta vio como Ana cogía el miembro des su marido antes de dejárselo para ella, sintió la dureza de su aparato y lo masturbó ligeramente, en ese momento notó como Ana le cogía las piernas tirándolas hacía atrás y dejándola a cuatro patas con el miembro de su marido frente a su cara, sostuvo la polla de Nacho con una de sus manos y su lengua subía lentamente desde los huevos hasta el glande, donde se recreaba con sus labios rozándolo suavemente, notó entonces como Ana pasaba la lengua sobre sus glúteos, mojándolos y colocándose en la situación ideal para chuparle la vagina e introducir su habilidosa lengua en el sexo de Marta mientras con las manos le apretaba fuertemente los pechos. Marta se dio cuenta que la imagen que estaba grabando la cámara era espectacular, ella a cuatro patas, con una mujer detrás comiéndole el coño y sobándole las tetas con una mano y con la otra yendo y viniendo, metiéndole los dedos a Marta o dándose placera si misma, mientras ella se comía la polla de su marido... solo pensar en ello le vino un orgasmo alucinante mientras metía completamente el aparato de su marido en la boca para que no se notaran tanto sus gemidos de placer.

Marta notó que su marido le separaba la cabeza de su miembro y que la giraban sobre si misma a cuatro patos como si fuera un perro, ella se encontraba en una nube y se dejaba hacer como si estuviera en un estado hipnótico, una vez colocada se encontró con las piernas de Ana a ambos lados de sus manos,

"Vamos, ya sabes que tienes que hacer"

oyó decir a su marido mientras este la penetraba con una fuerza y unas ganas descomunales, Marta sintió que le fallaban las fuerzas, los brazos cedieron y quedó con la cabeza sobre el sexo de Ana

" Vamos, chúpaselo tu ahora cariño… "

escuchó la voz irónica de su marido y obedeció, ya se encontraba en ese estado en que tenía un orgasmo dulce y largo, oía los golpes de las embestidas de su marido contra su culo y los gemidos que su boca provocaban en Ana, recupero las fuerzas lo suficiente para levantar la vista y ver la cara de placer de Ana, llevó las manos hasta sus enormes tetas y las sobó mientras su marido le tocaba las suyas a la vez que entraba y salía con violencia de su vagina, primero fue Ana quien dejó de estremecerse y unos segundos después noto como su marido también gemía y acaba en su interior, momento en el que Marta cayó totalmente desplomada por agotamiento junto a Ana, mientras su marido se tumbaba a su espalda.

Antes de quedar completamente dormida vio como Ana se vestía, se despedía de ella con un beso profundo y salía de la habitación junto a su marido, que la acompañaba desnudo hasta la puerta, había sido una experiencia inolvidable para Marta.

En la puerta, Nacho le pagaba a la novia de Pedro, convertir a su mujer en una zorra le estaba costando carísimo...