Mujer presa en cuerpo de hombre

¡Qué bello debe ser mujer!

Hola amigos: soy un error de la Naturaleza, esa que dicen que es perfecta pero que ha cometido los errores más grandes del Universo. Los yerros de ésta han destrozado miles de vidas de personas que por su capricho han llegado al mundo en las condiciones más horribles para vivir en él, y que ni el más vil ser humano sería capaz de realizar.

Pero no quiero ser injusta. ¡Ah! Permitan que me presente. El nombre de mi cuerpo es Sergio, pero el de m cerebro y alma es Sonia. Por lo tanto la que os habla es Sonia, de ahí que lo haga en femenino.

Decía que no quiero ser injusta, ya que la Naturaleza conmigo no se ha portado de esa forma tan horrible que se porta con otros seres que trae al mundo, especie de monstruos que pueden llevar al caos y al desorden, y que a través de la historia han estado a punto de llevarle muchas veces.                  Conmigo ha sido sarcástica, irónica, mordaz y satírica, porque las desgracias del alma no se ven, y por lo tanto no se pueden dimensionar. Un cuerpo defectuoso produce conmiseración, pero el mío produce envidias y rencores a quien le contempla.

¡Nadie puede saber la enorme angustia y tormento que siente un hombre con alma de mujer cuando se mira en el espejo y le devuelve la figura que más detesta! La de un asqueroso macho de un metro noventa, ochenta y cinco kilos de músculos repartidos uniformes por toda su anatomía, un rostro masculino tan hermoso y bello que causa admiración a quien le contempla... Y lo más horrible, lo que me lleva al borde del suicidio cuando veo ese pedazo de polla de 20 cm. en estado flácido y 30 cm en erección. ¡Oh Dios mío!  Las que pasa una servidora para que no se me vea es paquetón por la braguita. Seguro que más de una se estará riendo de mi desgracia.

He intentado operarme y tomar hormonas femeninas, pero una malformación renal pone en peligro mi vida.

Además, ¡qué tipo de mujer iba a ser una servidora con este metro noventa y este mentón mío que parece una quijada de caballo! ¡Quita, quita! Iba a ser un verdadero monstruo de mujer, y aquí no podría echar la culpa a la Naturaleza.

Porque una tiene mucho sentido del pudor, y eso de ser mujer de laboratorio no me gusta. Al menos con este cuerpo de macho provoco ¡suspiros y ayes! de las mujeres, y miradas de envidias de los tíos. Si me hiciera mujer de quirófano, lo único que iba a provocar serían risas. Y una, repito es muy pudorosa y remirada, por lo que jamás caeré en el esperpento.

Hasta los 30 años de mi asquerosa existencia transcurrieron en un continuo vivir en la angustia. Ser mujer ¡Muy mujer! y no poder demostrarlo, mi entorno me lo prohibía, me producía tales estados de depresión no entendibles por los ajenos al drama ¡Nadie puede saber lo terrible que es eso!

Ir a la sección de lencería del Corta Ingles y contemplar esos sujetadores y braguitas, esos vestidos que hacen más mujer a la mujer. Esos vaqueros que enaltecerían mis redondas nalgas, y sólo poder lucirlos en tu imaginación. Y no poder usar compresas o tampax para esos días en que la mujer culmina la función más hermosa de su creación. Y cuando veo al George Clonney en la tele (es mi novio virtual, ¿saben?) y tener que hacerme “un dedo” a su salud ¡Horrible, horrible, horrible!

No aguantaba más. Estaba al punto del suicidio, hasta que un día mi hermana Maruja que es la única persona que conoce mi secreto me dio la solución. ¡Gracias Maruja por salvar mi vida! Me dijo.

-Sonia. Ella me llama Sonia cuando estamos solas. Hacte lesbiana.

Me quede perpleja, alucinada, incierta irresoluta... Pero como viendo una luz al final del túnel de mis desgracias. La idea no la había contemplado porque en mi mente no hago el amor nada más que con mi Clonney. Pero la asquerosa realidad se impone, o mueres con tus sueños...

Hoy a mis 35 años me estoy follando a tía diaría ¡Y oígan! Que me he acostumbrado y me gusta esto de ser lesbi. Por lo que me he propuesto ser lesbiana por muchos años más.

¡Ah! He quitado la foto del Clonney que presidía la cabecera de mi cama y he puesto la de Sharon Stone. Escribí una carta a su productora con mi foto, y me ha respondido ella de su puño y letra notificando que cuando venga a España me quiere conocer.

¡

Gracias a Dios! Que he solucionado un terrible problema que me llevaba al borde de las desesperación.