Mujer lujuria

El primer intercambio de parejas, o cuarteto, de Sonia, la mujer lujuria.

Sonia siempre había sido abierta en el tema del sexo, pero no era una mujer lujuriosa.

Era eso sí, muy muy guapa, aun sin ser exuberante. Lo tenía todo muy en su sitio.

Sonia vivia en un piso en las afueras de Barcelona. El bloque tenia solo dos plantas, con dos vecinos por planta. Ella vivia sola y su novio, que vivia en Barcelona (ciudad) la visitava a menudo. Llevaban solo 6 meses y el sexo con él era maravilloso.

En el piso de arriba vivia Judit y Carlos, una pareja 4 años mayor que Sonia, con los que habían congeniado mucho. Judit era bajita y tenia un pecho prominente, y Carlos era alto y bastante musculado, le gustaba el deporte. Era habitual que los fines de semana, ambas parejas compartieran cena ya fuera en el piso de Sonia o en el de Carlos y Judit.

Pero aquella noche de verano, las dos parejas compartirían mucho mas que una cena.

Todo empezó cuando, a media tarde del viernes, Sonia llamó a Raúl, su novio, y le dijo:

  • hoy cenamos en casa de Judit y Carlos. Pero ven pronto que te enseñaré una cosita que nos hemos comprado Judit y yo, jijijiiii. Dijo, riendo, picarona...

Raúl llego en casa de Sonia a eso de las 7 de la tarde.

  • me tienes intrigado... qué es eso "que os habéis comprado" Judit y tu?

  • te va a encantar... ven!, dijo Sonia riendo.

En la mesa del comedor había un par de cajas, y de una de ellas sacó un vibrador de estos color carne con forma de polla.

  • Te gustaria ver como lo estreno? dijo chupando la punta del vibrador.

Y de forma muy sensual se acercó al sofá donde se levantó la falda para mostrarle a Raúl que, de hecho, Sonia no llevaba ropa interior. Tan solo unas medias negras de rejilla que le llegaban a los muslos, pero que le dejaban todo el coño al aire. Se abrió un poco las piernas y se empezó a meter aquella polla de plastico.

Raúl se estaba poniendo a mil.

  • Uau, Sonia! Me estás poniendo calentíssimo!

Sonia se acercó a Raúl, le bajó la cremallera y le empezó a chupar la polla muy sensualmente, poco a poco, jugueteando con la lengua. Así estuvo dos o tres minutos cuando de pronto, entre risas, soltó la polla de su novio y dijo :

  • Venga, guardate la polla y vámonos que nos esperan en el piso de arriba!

  • Sonia, cabrona, no me puedes dejar así a medias!

  • Va, no te preocupes, que te prometo que antes de que te vayas a dormir vaciaremos estos huevos!

Raul pensó... ¿vaciaremos? pero entendió que se referia a que Sonia y él follarían al volver de la cena, y no le dió más importancia.

Al subir al piso de arriba, le sorprendió ver que Judit, la vecina llevaba las mismas medias que Sonia, pero con una minifalda muy muy ajustada.

Sonia y Judit no paraban de echarse miraditas y risas cómplices.

  • Estas dos traman algo, pensó Raúl.

La velada iva pasando y las dos parejas dieron buen tiento a un par de botellas de vino blanco y algun que otro gintonic. Sonia estaba claramente contenta y así se lo demostró cuando subieron los dos a la terraza a tomar el aire y hacer un cigarrillo.

  • ven aquí! Se te ha pasado ya el calentón?, dijo Sonia morreandose con Raúl.

  • ni de coña, estoy como una moto. Raúl le bajó el top a Sonia y le empezó a chupar con avidez una teta, mordiéndole el pezon como a Sonia le gustaba.

Raul no se percató de que no estaban solos hasta que Sonia soltó :

  • has visto, Judit? A mi novio le encantan mis tetas!

Raúl se giró y vió a Judit apoyada a la entrada de la terraza y dijo :

  • Esto es porque no ha visto las mias! Judit se desabrochó la camisa y se quitó el sostén, quedando desnuda de cintura para arriba.

Se puso al lado de Sonia y dijo :

  • a que te apecen más mis tetas que las de Sonia?

Raul estaba alucinando! Las tetas de Judit eran efectivamente perfectas! Duras, grandes, con unos pezones redondos y oscuros...

Judit se zarandeaba provocativamente las tetas cuando Carlos entró a la terraza.

  • Joder! Qué haceis las dos con las tetas al aire? preguntó flipando.

  • Ven aquí, cariño! Dijo Judit a su pareja. Estaba claro que las dos estaban un poco borrachas, de hecho, los cuatro lo estábamos, y lo que también estaba claro es que los cuatro estabamos muy muy calientes. Judit se empezó a morrear con su novio cuando Sonia soltó :

  • Jud, creo que podemos enseñarles ya el otro juguete que nos hemos comprado a juego, no?

Las dos, en tetas, se pusieron de espaldas a los chicos y levantando sus faldas les mostraron sus culitos.

En ambos había un dilatador anal, uno rojo y otro azul, tapandoles el culo!

  • Qué! No vais a coger vuestros regalos?

Raul fue el primero, pero Carlos no tardo ni un segundo en apuntarse. Los dos se quitaron la ropa a lo bestia para quedarse en cueros al instante. Ambos tenian ya unas erecciones considerables.

Tanto Raul como Carlos se pusieron a comerles el coño a sus respectivas parejas. Judit se fué girando para empezar un 69 estando ella encima, y quedando la polla de Carlos muy cerca de la cara de Sonia, que no tardó nada en apuntarse a comerle la polla a Carlos que flipaba con las dos lenguas que le recorrian el ciruelo.

Sonia le dijo a Raul: Quítame el dilatador, poco a poco...

Judit y Sonia se cruzaron una mirada cómplice y sin más, Sonia se sentó en la polla de Carlos de una estocada.

Se oyó un choff de lo encharcado que estaba el coño de Sonia. Ella, sin más, se abrió las nalgas y le dijo a su novio:

  • métemela por detras, Raúl, que ahora lo tengo bien abierto!

Raul no se hizo de rogar y los dos empezaron un metesaca salvaje mientras Judit, tumbada en el sofá, se masturbaba vigorosamente mirando a su novio y a sus vecinos en un trio desenfrenado.

Sonia se corrió un par de veces antes que Raul, primero empezara a resoplar signo inequívoco que estaba llenandole el culo de leche a su novia. Carlos dijo : " yo también me voy a correr". Sonia se sacó la polla de dentro y la empezó a sacudir. El chico se corrió abundantemente.

Judit se acercó, le dió un gran morreo a Sonia y las dos empezaron a lamer la corrida de Carlos. Del culo de  Sonia empezó a gotear la leche de Raul, pero Judit la recogió con el dedo y terminó también en la boca de las dos lujuriosas mujeres.

Quedaba aun Judit para satisfacer, así que las dos chicas se emplearon a fondo a recuperar a sus dos machos, chupando, frotando sus pollas por la cara, por las tetas, por el coño... a los pocos minutos, los dos volvían a estar empalmadísimos.

Los dos se cambiaron los papeles. Ahora era Carlos el que se puso en el culo de Judit, y a Raul le tocó el coño. Los dos ya habían descargado, por lo que aguantaron mucho más a correrse. Les dio tiempo de volver a follarse a Sonia y de irse cambiando los agujeros a su antojo. Finalmente, ambos terminaron corriendose dentro del coño de sus respectivas y cayeron exhaustos.

Aun estuvieron tumbados un buen rato, fumando y riendo a la luz de la luna, los cuatro completamente desnudos en la terraza.

Aquél fue el primer intercambio de Sonia, la mujer lujúria. Pero habría muchos más...