Mujer de dos caras (1)
Este relato no es mío, pertenece a Carles el autor de la serie Mujer de dos caras. Siempre me intrigo que en que en las distintas páginas de Internet donde está colgado el relato, comenzara con el segundo capitulo. Un día, por casualidad, encontré el primer capitulo en una página que ya no está activa. Para todos los seguidores de esta serie, brindo este primer capitulo, tal como me lo bajé de la red y esperando la benevolencia de Carles por mi osadía
Este relato no es mío, pertenece a "Carles" el autor de la serie "Mujer de dos caras".
Siempre me intrigo que en que en las distintas páginas de Internet donde está colgado el relato, comenzara con el segundo capitulo.
Un día, por casualidad, encontré el primer capitulo en una página que ya no está activa.
Para todos los seguidores de esta serie, brindo este primer capitulo, tal como me lo bajé de la red y esperando la benevolencia de "Carles" por mi osadía
Mujer de dos caras
Hola, me llamo Alexandra, aunque todos mis amigos me llaman Xandra, os dire que tengo 17 años, soy morena con el pelo largo no muy alta y delgada, hasta hace un par de meses tenia claro que me gustaban los chicos, incluso tengo novio desde hace casi un año, he tenido relaciones completas con mi novio y otras no tan completas con bastantes otros chicos, incluso saliendo con Eduardo (mi novio). Según todos ellos soy bastante marchosa y no me corto demasiado a realizar todas las variantes del sexo, pero claro, hasta ahora siempre con chicos. Mi problema es desde hace 3 meses que con Carlota, una compañera de escuela decidimos asistir a un gimnasio para estar más en forma de cara al verano, es un gimnasio mixto y con chicos muy guapos por lo que cuando me lo propuso no puse inconveniente a pesar de la pereza que me daba, por mi físico realmente no necesitaba acudir a un gimnasio.
Enseguida me di cuenta que no solo los chicos eran guapos, las chicas con unos cuerpazos superdesarrollados comparados con el mío, eran realmente espectaculares lo que me desanimó un poco de cara a ligar con algún chico, decidí centrarme a lo que iba y estuve unos días trabajando con los aparatos, aerobic, etc.
En las duchas era donde podía ver aquellos cuerpos desnudos y sentir cierta envidia de ellos, a los 5 ó 6 días me di cuenta que Carlota se los miraba también pero no le di más importancia creyendo que le pasaría igual que a mi, ella también tiene novio y no pensé que pasaría lo que con los días se fue confirmando, llego un momento que se los miraba con tal descaro que realmente parecía que se les insinuara, cada día tardaba mas en ducharse por lo que yo al acabar, salía a la zona de taquillas para cambiarme y me tocaba esperarla cada día.
Un viernes que había quedado con Eduardo y tenía más prisa, viendo que no salía, volví a entrar para decirle que me iba, antes de decir nada la ví, alli estaba ¡¡¡ enjabonando a otra chica !!!, me retiré un poco para que no me viera y observe como enjabonaba a Carmen, una chica que habíamos conocido hacia unos días, sus manos (sin esponja), acariciaban sus pechos mientras Carmen se dejaba hacer, puso jabón en sus manos y siguió con sus nalgas pasando los brazos rodeando el cuerpo de Carmen a la vez que sus pechos se rozaban, por fin se besaron largamente, podía ver claramente como jugueteaban las lenguas de las dos, estaba aturdida pero sin perder detalle, ví los pezones de Carlota como estaban muy tiesos y seguramente duros, me dió miedo que me vieran y me fui, Eduardo me esperaba en la puerta.
Pasamos la tarde en el cine, yo solo podía pensar en Carlota y Carmen, por la noche, en el coche como otras veces hice el amor con él pero según me dijo no le puse muchas ganas.
El sábado por la mañana me decidí a llamar a Carlota a su casa para hablar con ella, siempre nos lo habíamos explicado todo, se puso su padre al teléfono y menos mal que no me reconoció, pues me dijo que no estaba y que la noche antes había llamado diciendo que se quedaba a dormir como otras veces en casa de su amiga Xandra.
Me puse nerviosa, no sabía que hacer, pase la mañana como pude y al mediodía me llamo Carlota, sin querer explicarme nada en aquel momento, quedamos por la tarde las dos solas en el centro comercial.
Sobre las 6 llegamos casi a la vez, solemos vestir bastante extremadas por lo que los chicos cuando pasan suelen mirarnos bastante y decidimos ir a algún lugar tranquilo, llegamos a un pequeño pub de la zona donde solíamos ir cuando ligábamos "extra-novios" pues ellos no lo conocían. Es un lugar para parejitas, con pequeños reservados, ocupamos una mesa en un rincón y empezó a explicarme que sentía no haber salido conmigo el día antes (yo no le dije que la habia visto), que se había entretenido con Carmen hablando. Yo notaba que quería hablar más pero no se atrevía. Empecé a sacar el tema que a mi me interesaba:
Es guapa Carmen-dije
Si
Y se nota que va al gimnasio, tiene un muy buen cuerpo
Si, es cierto
Si nuestros chicos la conocieran nos dejarían por ella, jajaja
No creo que a ella le hiciera mucha gracia
Que quieres decir?
No, nada
Venga, tu sabes algo, cuentamelo
Es que ... no se ...
Por un momento estuve tentada a decirle que lo sabía todo pero quería que me lo dijera ella, éramos muy amigas y me extrañaba que no confiara en mi. Estuvo dándome largas un rato, hasta que por fin se decidió.
Tengo que contarte algo.
¿Que?
Es que no se como empezar
¿Es referente a Carmen?; le facilitaré el trabajo, pensé
Si, como lo sabes?
Por nada en concreto, pero he visto como la miras en el gimnasio e imagino que algo pasa.
Si, algo pasa.
Te lo dire sin rodeos, me he acostado con ella.
¿Como?; dije fingiendo sorpresa
Lo que oyes, hace días que nos cruzábamos miradas, tu ya sabes que me gustan los chicos, pero no se como paso, cada día llegábamos un poco mas lejos, primero algún roce, después caricias mas atrevidas y finalmente he pasado la noche con ella.
¿Y que has dicho en casa?
¿Que dormí en tu casa, te importa?
No me importa, pero quiero saber todo lo que habéis hecho.
¿De verdad quieres saberlo? Sientes curiosidad?
Si, me excita pensar en ti y en Carmen juntas (y verlas también, por supuesto)
Pues desde el martes pasado empezamos a acariciarnos en las duchas, primero tímidamente, cada día hemos llegado un poco mas lejos, por fin, el viernes cuando nos duchábamos me pidió que la enjabonara y se puso de espaldas, empecé por la espalda, mis manos la recorrían dándole un suave masaje, me fui pegando a ella hasta que mis pechos la rozaban y mis manos pasándolas por debajo de sus brazos fueron a parar a sus pechos y su coñito, que como recordaras lo tiene completamente rasurado, empezó a gemir mientras yo cada vez estaba mas caliente, mis dedos se introducían en su vagina que ya húmeda y con el jabón les daba paso sin ninguna resistencia.
Yo, sin ningún reparo ya, restregaba mi cuerpo contra el suyo, ella se dio la vuelta y después de enjabonarle los pechos, empecé a acariciarle sus nalgas perfectas, nuestros pezones se tocaban super duros y cogiéndome de la cabeza me beso apasionadamente.
¿Y tu ya sabías lo que tenías que hacer, era tu primera vez con una tía, no?
Si era la primera vez, pero creo que fue instintivo, jugamos con nuestras lenguas, nunca había besado a ningún chico de aquella manera, la notaba muy caliente y fui bajando por su cuerpo con mi lengua, llegue a sus tetas que lamí y mordí, ella se volvía loca de gusto y no paraba de decir que no parara, segui bajando hasta su vulva, ahí si que creo que se noto mi inexperiencia, al poco me hizo levantar y fue ella que se puso entre mis piernas con su lengua, primero la paso por los labios vaginales y cuando llego al clitoris lo mordió con delicadeza, lo chupaba como si fuera un pequeño pene, y sus dedos que jugaban con mi coño y culo me estaban volviendo loca.
Estaba escuchándola completamente caliente, si hubiera podido me hubiera masturbado allí mismo, solo imaginarme aquella situación ya me había puesto mas salida que el 90 por ciento de veces que me ponia mi novio. Ella se fue al baño, de repente cuando la vi marchar de espaldas, con aquel top y la faldita corta, me di cuenta del buen tipo que tenia, no se por que, pero empecé a recordar las muchas veces que nos habíamos visto desnudas, estaba empezando a verla de otra "forma" de cómo la había visto siempre.
Cuando volvió le pedí que siguiera.
¿Que más pasó?
¿De verdad quieres saberlo? Te estas excitando?
Si me vieras el tanga lo sabrías, estoy a punto de explotar; cuando le dije esto me di cuenta que dado el tema del que estábamos hablando era como una proposición descarada e indecente, ella me miró pero no dijo nada y continuó.
Bien pues, al poco se oyeron voces en las taquillas y paramos, al minuto entraron 3 chicas mas a ducharse, nosotras salimos y nos secamos, mire y no te vi, supuse que te habrías ido con Eduardo ya hacia rato. Le pregunte a Carmen si sabia algún sitio para continuar pues yo no podía aguantar mas sin estar con ella, me dijo que podíamos ir a su casa, como sabes ella vive sola en Barcelona, sus padres le pagan el apartamento para que pueda estudiar y acabar la carrera.
Carmen tiene 21 años, 4 mas que nosotras y sus padres que son de un pueblo de las afueras la mantenían hasta que acabara la carrera de INEF (educación física), es una chica escultural, rubia, pelo muy corto, bastante musculada y muy guapa de cara.
sí lo se, continúa ;dije ansiosa.
Dije, sin pensarlo, que si, fuimos a buscar su coche y nos dirigimos a su casa, por el camino metió su mano entre mis piernas y prácticamente no la saco hasta que llegamos.
Yo me corrí en el coche la primera vez, por supuesto las bragas las llevaba en la bolsa, ni me las puse cuando salimos del gimnasio. Entramos en el piso y en el recibidor mismo empezamos a tocarnos y besarnos por todas partes, nos estiramos en el suelo, metió su cabeza entre mis piernas, pasaba la lengua entre la vulva y el orificio del culo, estaba notando un placer increíble, toda ella era un arma de placer, usaba todo su cuerpo para hacerme gozar, sus tetas me daban un masaje en el estomago en aquella posición de semi-sesenta y nueve, yo daba fuertes gemidos mientras metía mis dedos en su coño.
Me volví a correr, nos levantamos y dijo que me iba a enseñar a comer un coño como es debido, de camino a la cama vi el teléfono y caí en la cuenta de llamar a casa, es cuando dije que me quedaba en tu casa.
¿Realmente es tan bueno como estas contando?
Es increíble, nunca ninguno de los tíos con los que he estado me había hecho gozar de aquella manera.
Eduardo, aunque no era mal amante, era de aquellos tíos que iban bastante directos a meter, me lo pasaba bien con él pero a veces si encontraba a faltar un poco mas de precalentamiento o que cuando el acabara siguiera hasta que yo me corriera si no lo hacia primero.
¿Le estaría cogiendo manía?
Me levante para ir al baño, nos habíamos tomado 2 o 3 cervezas mientras hablábamos y estaban haciendo su efecto, estaba muy excitada, sola en el WC me puse a masturbarme rápidamente para que ella no lo notara, alguien entro en el baño justo cuando gemí levemente en el momento de correrme, pare , me quite el pequeño tanga que estaba muy mojado, no era la primera vez que iba por el mundo sin bragas, y espere a que se fuera para que no me viera y salí volviendo a la mesa, Carlota había pedido 2 cervezas mas, me senté a su lado y le pedí que continuara.
Por fin llegamos a la cama, nos estiramos juntas y empezamos a besarnos, sin prisas, ahora teníamos toda la noche, nos masturbábamos las dos a la vez, chupábamos nuestras tetas y pezones, entonces empezó a empujar levemente mi cabeza para que fuera bajando, mientras iba abriendo las piernas, allí, delante de mis narices tenía su magnifica concha, sin un pelo, parecía que latía de lo deseosa que estaba de correrse, empecé a pasar la lengua tal y como me había hecho ella, mientras con las manos guiaba mi cabeza indicándome por donde tenia que ir, llegue a su clitoris que empecé a chupar, a pellizcar con mis dedos, cada vez se habría mas de piernas y levantaba las caderas pidiendo más. Note que estaba gimiendo y moviéndose rítmicamente y comprendí que lo estaba haciendo bien, durante unos minutos seguí dando mordiscos y lenguetazos hasta que entre espasmos y gritos salpico mi cara de sus flujos, se corrió de una manera brutal llamándome perra y putón a gritos y que no parara. Ya hacía un rato que, mientras hablábamos, había puesto su mano en mi muslo, lo movía distraidamente arriba y abajo, su dedo gordo había llegado alguna vez a rozar los pelitos de mi chochito, no sabía si lo hacia expresamente o no, pero yo cada vez tenía las piernas más abiertas (menos mal que el local era oscuro, con la faldita corta que llevaba desde las otras mesas hubieran visto mis bajos sin ningún problema), ya casi no la oía, solo pensaba como hacerlo para montármelo con Carlota, donde ir, como decirselo, en fin, era mi único objetivo en la vida en aquel momento.
Ella siguió hablando, explicándome con todo detalle todas las cosas que habían hecho aquella noche, mientras yo pensaba como plantearselo, y la solución fue casi accidental, un poco imprecisas que estábamos con las cervezas ingeridas, al intentar coger la jarra se le resbalo y se volco sobre la mesa, bajando un reguero de cerveza hacia mi, cerré de golpe las piernas, para que no me cayera encima de una de ellas, justo en el momento en que su mano estaba lo mas arriba posible de mi muslo, dejándola aprisionada entre mis piernas, con su dedo pulgar a escasos milimetros de mi vulva.
Nos quedamos calladas, unos segundos que parecieron eternos, Carlota empezó a estirar el dedo, descaradamente lo pasaba por mi rajita y sin atrevernos ninguna de las dos a decir nada seguimos sin movernos, ella hurgando con el dedo y yo casi sin poder evitarlo abriendo muy lentamente las piernas. Ella fue subiendo más la mano y ahora ya me acariciaba con todos los dedos, mis piernas ya volvían a estar abiertas, una gota de cerveza goteaba sobre una de ellas, no me importaba, no me hubiera movido de allí por nada del mundo. Fue acercando su cara a la mía, acerco sus labios a mi boca y con la lengua la forzó para que se entreabriera, cosa que hice y nos besamos sin importarnos que nos viera alguien, sus dedos hurgaban en mi vagina, pellizcaban mi clitoris y se metían y salían de mi cuerpo cada vez mas rápido, nuestras lenguas jugaban dentro de nuestras bocas frenéticamente, di unos espasmos y me corrí abundantemente.
Ella se separo de mi y me miraba como caía en un relax que casi me dificultaba abrir los ojos.
En unos minutos me recupere, mire a mi alrededor, nadie parecía haberse dado cuenta, al fin y al cabo, era un local oscuro para parejas y aparte de no verse demasiado cada uno iba a lo suyo.
Carlota y yo nos mirábamos, aún no nos habíamos dicho nada, por fin dijo - Lo siento.
¿Como?
Lo siento, no he podido evitarlo, te he oído antes en el baño y estaba deseando hacerlo contigo, ahora me doy cuenta que te "veo" de otra manera.
Me ha parecido que no dirías que no y no quería que por vergüenza tuya o mía dejáramos de hacer algo que nos apetecía.
Es verdad, antes me he masturbado y yo también quería hacerlo contigo pero no sabía como decirlo.
¿Te apetece que te enseñe a la practica lo que hice ayer por la noche?
Lo estoy deseando, pero ¿donde?
Mira.
¿De donde son esas llaves?
Son del piso de Carmen, esta mañana se ha ido a casa de sus padres mientras yo dormía y me las ha dejado para que cerrara cuando me fuera, pero olvide dejarlas en el buzón Me entraron las prisas, nos levantamos y pagamos ( por la cara del camarero, creo que el si se dio cuenta de todo), salimos rápidamente, cogimos un taxi y nos plantamos en casa de Carmen.
Le pedí hacer exactamente lo mismo conmigo que con Carmen y en el recibidor empezó para mi una nueva vida.
Aquella noche llamamos a nuestros padres, ella dormiría en mi casa y yo en la suya, hasta el Domingo por la noche no volvía Carmen. Este relato es real, lo hemos escrito juntos Xandra y yo, a querido que lo escribiera yo por que dice que ella no se aclara, por lo que me lo ha ido relatando mientras lo escribía.
Esperamos que os haya gustado.
Dedicado a Carlota.
Continua en: http://www.todorelatos.com/relato/318/