Mujer acosada y emputecida vii fin

Historia de cómo una mujer se entrega a los caprichos de un hombre, hasta el punto de que finalmente su vida sólo gira en torno a su control y dominación, cambiando totalmente su concepto de lo que debe ser una mujer

Ya sólo me quedaba esperar a ver si me bajaba la regla, que me tocaba a finales de junio, esos días fueron de gran tensión, Roberto en el trabajo ya pasaba totalmente de mí, era una relación meramente laboral siempre con el filtro de su secretaria, como estábamos en otra planta coincidíamos poco, y ya no quedábamos para desayunar o comer.

Finalmente pasada la primera semana de julio, no me había bajado la regla, y como soy muy regular, estaba segura que me había dejado embarazada, no obstante me hice la prueba que venden en las farmacias y además dio positivo. Como no me cogía el teléfono, le pedí cita a la secretaria, y cuando quiso me atendió en su despacho antes de comer.

  • Hola Begoña, que noticias tienes ¿por que ya tienes que saber algo no?.

  • Roberto aunque todavía no he ido al ginecólogo para que lo confirme, estoy segura de mi  embarazo, porque estamos a 20 de julio, y me tendría que haber venido la regla a finales de junio, y yo soy muy regular, y me he hecho la prueba y ha sido positiva (estaba seria, porque era un hijo no querido por mí, aunque por fin tranquila porque ese niño era mi pasaporte para seguir con mi privilegiado status).

  • Joder por fin, después de tres meses, aunque reconozco que el último día en tu casa, me calentaste como una guarra, y estabas tan en celo que te chorreaba el flujo por las piernas.

Nos fuimos a comer juntos, aunque estábamos distantes, yo creo que él, no quería ya implicarse conmigo por su hijo, por si un día le pedía dinero, por ser suyo, y yo porque me sentía mal por lo que habíamos hecho, era como el final del camino.

En la comida le comenté que tenía hora al día siguiente con el ginecólogo, que él lo confirmaría, y si era así le pedí autorización para follar con mi marido sin protección, para que pensara que el niño era suyo, y que mi matrimonio no se fuera a la mierda.

Me dijo que si, que el no quería saber nada de su hijo, que ya era mi problema y que se lo colocara a mi marido, que en la oficina seguiríamos igual para que nadie relacionara el embarazo con él, y me dio una cuenta de mail privada para que le informara de cómo iba el proceso, nada de móvil porque Cristina se lo miraba, que ese mail lo leería sólo en el ordenador.

Asumí que salvo algún polvo ocasional habíamos terminado, y yo me alegre, era una tortura estar sometida a los caprichos de ese hombre, que además tenían unas consecuencias importantes para mi salud y mi familia.

Nada más que el médico me confirmó el embarazo con una ecografía, le mandé un mail a Rober para informarle, y le sugerí a Tomás, mi marido, que podíamos tener ya un niño, así que nos pusimos a ello, le conté el rollo de los días fértiles, que había dejado de fumar, vitaminas, etc. y así lo hicimos.

Follaba con él, con falsa pasión, para que pensara que estaba deseando el embarazo, y que se aplicara, y así poder justificar que ya a la primera, es decir, la segunda quincena de julio me había dejado embarazada, y se lo tragó, había una diferencia de un mes, con la realidad pero era justificable, y a todas las revisiones con el médico iba con mi madre, para que Tomás no sospechara.

Cuando me hicieron la ecografía de las 12 semanas, es decir, en septiembre, el médico nos soltó que venían dos mellizos, y que casi seguro que eran dos varones, mi madre claro súper feliz porque todavía no tenía nietos de mi hermana, pero yo hundida, iba a tener dos críos del cabrón de Rober y varones, o sea que lo mismo se parecían a él.

  • ¿Hija no estás contenta?.

  • No mamá es que va a ser una locura, y yo tengo que seguir con mi trabajo, y hubiera querido tener la parejita, y ahora o me embarazo otra vez y a ver si hay suerte, o si no tres chicos, o cuatro si vuelven a ser mellizos, o sea un equipo de fútbol.

  • No pasa nada ganas muy buen sueldo contratas una interna y una niñera, y yo te ayudaré.

Joder aquello me dejó hundida, desde luego el día que follamos y me apliqué bien para que me preñara, hicimos pleno, en vez de uno dos.

Yo le mandaba mails a Rober con las novedades a la cuenta que me indicó, yo tampoco quería que se descubriera nada ni que Cristina montara una escena, y si mi marido se enteraba podía pedir el divorcio, y me quedaría sola con los dos críos, y encima como ganaba mucho más que él, lo mismo tenía que pasarle dinero.

No me contestó a ningún mail, y en el trabajo me evitaba y yo a él, poco a poco fueron pasando los meses el parto sería para marzo más o menos, como tuve diabetes estacional, engordé mucho y a los 7 meses de embarazo había ganado ya 20 kilos, estaba en 82, o sea era como una bola, entre la barriga, las tetas que encima habían crecido todavía más, y el culo, no os podéis imaginar, mirar las fotos de Kim Kardashiam en google embarazada y estaba igual.

Después de navidades en enero estando de más de 7 meses, me encontré con Rober en el parking del trabajo, me quedé cortada sólo acerté a decirle hola, ya que desde que le comenté en su despacho en julio que estaba embarazada no habíamos hablado, allí de pie, entre los coches nos pusimos a hablar.

  • Hola Bego, ¿Qué tal llevas el embarazo? ¿Has ganado mucho peso no?

  • Hola Rober, bueno un poco mal tengo diabetes estacional, por eso he engordado 20 Kilos, me canso mucho y tengo dolores de espalda, como ya te comenté vienen mellizos dos chicos. Dentro de poco me darán la baja, por embarazo de riesgo.

  • Joder tía estás inmensa, ¿podrás bajar luego ese peso?.

  • Lo intentaré, pero a dieta estricta ya me han dicho que por lo menos tardaré un año.

  • Me hablaste de hacernos la prueba de ADN, porque querías comprobar que eres el padre biológico de verdad, ¿sigues queriendo? Porque no sé como voy a explicar eso, estaré muy controlada por mi madre, Tomás, la niñera, etc. como para salir yo sola con los dos críos y hacerles la prueba, yo te juro que son hijos tuyos (se lo dije llorando y como suplicando porque eso no me dejaba dormir).

  • He pensado que mejor no hacerla, estoy seguro que lo son, no te habrías atrevido a perder el trabajo, y no quiero ahora hacerla, porque sin esa prueba si en un futuro te de por decir que son míos no podrás demostrarlo.

  • Ya entiendo tu total falta de apego y de responsabilidades a lo que has hecho, mejor entonces, pero vamos yo no te exigiría nada como padre, mientras tenga un trabajo como el actual ¿entiendes? Ahora era yo la que insinué un posible chantaje.

Sin contestar, empezó a meterme mano en el parking, aunque yo iba muy normalita vestida y sin tacones, con ese peso era imposible llevarlos y casi sin maquillar, y hasta con ojeras porque dormía muy mal de noche.

Entonces me subió a su coche, ahora tenía un Lexus Todo Terreno, de los grandes, y empezó a meterme mano.

  • ¿Pero que haces Rober pueden vernos?, ni a ti ni a mí nos interesa esto (empecé a resistirme, además realmente el ya no podía despedirme, por la cuenta que le traía).

  • Cállate zorra no te hagas la estrecha ahora, me has puesto a cien, así preñada y hecha una bola, vamos a mi casa, que Cristina no viene hasta mañana está de vuelo a Menorca.

  • Joder Rober no ves como estoy de gorda, no se si ni siquiera podrás hacérmelo, y casi no me puedo mover.

Total me hizo coger mi Audi Q3 y seguirle a su casa, yo podría haberme negado, porque ya no estaba en sus manos, pero como las embarazadas tienen las hormonas disparadas, me puso muy cachonda que a pesar de mis más de 80 kilos, quisiera follarme.

Llegamos a su piso era el típico de una pareja sin hijos, y fuimos directamente a la habitación que era grande, una cama de unos 3 m de ancho, y todas las paredes con espejos, incluido el techo, menudo par de viciosos debían ser Cristina y Roberto, puso música suave y luces bajas.  Al fondo había un servicio dentro de la habitación con jacuzzi.

Le dije que tenía que ir a orinar, en esto entró él y se puso a mirar mientras orinaba, decía que le daba morbo. Me seque mi sexo que llevaba sin depilar porque con la tripa ni me lo veía y me subí las braguitas, con él delante mientras le sonreía por qué no era capaz de verme el coño. Luego mientras me lavaba las manos, se puso detrás de mí y empezó a sobarme las tetas, tripa y culo.

  • Joder tía estás inmensa, no te abarco con los brazos, parece mentira que yo sea el responsable de esto.
  • ¿Me perdonas por no tener el coño depilado?, es que no esperaba que tuviéramos sexo de nuevo, y no me lo veo con esta tripa.
  • Te perdono, lo entiendo, es que no sé ni como puedes moverte.

Me llevó a la habitación de la mano, y me empezó a quitarme la ropa, muy excitado, hay hombres a los que follar embarazadas les pone mucho, y Rober era de esos.

No sabía si me haría daño, porque mi culo y mi coño ya estaban muy contraídos por llevar 6 meses sin follar, y por mi vientre que los comprimía por dentro, por los dos niños.

Le pregunté si le apetecía un jacuzzi mientras el se quitaba la ropa yo ya estaba sólo en bragas negras, me contestó que si, pero que le terminara de desnudar yo. Le senté en la cama y empecé a quitarle la ropa.

Me dijo que le pasara mi lengua por el cuerpo desde sus labios, hasta la polla, según le iba quitando la ropa. Intenté hacerlo con la mayor sensualidad posible dentro de que me movía con mucha dificultad.

Una vez quitada la camisa, le empecé a quitar los pantalones, y debajo del boxer adiviné de nuevo aquella polla inmensa. Cuando se lo baje quedó al aire, ahí estaban sus 25 cm  me iba a destrozar mis ahora bloqueados agujeros, por mi tripa.

En ese momento me dijo que se la mamara y empecé a chupársela. El estaba tumbado en el borde de la cama y yo de rodillas entre sus piernas. Hacía verdaderos esfuerzos por meter todo aquello en mi boca pero era difícil, entonces se incorporó y empujó mi cabeza hacia abajo, casi me descoyunta la mandíbula y me dieron arcadas, pero intenté seguir mamando lo mejor posible.

Para descansar las mandíbulas de vez en cuando la sacaba y le lamía la polla por fuera de arriba hacia abajo para entretenerme en los huevos, mientras le miraba a la cara y le sonreía. Cuando se volvió a recostar, le abrí las piernas y empecé a lamerle en el agujero del culo y le metí los dedos dentro, Rober se volvía loco.

Después me centré de nuevo en la polla, poniéndome sobre él de tal forma que mi mojado coño quedara muy cerca de su boca.

Me amorré a la polla y continué mamándosela con todas mis fuerzas, en esto supongo que mi ahora descuidado coño debió ser una tentación demasiado grande y empezó a comérmelo, dándome tironcitos del clítoris.

El me decía que tenía un coñito precioso, como el de una adolescente a pesar del embarazo y que le volvía loco hacerlo con una preñada, que era la primera vez. Después de un rato haciendo un 69 impresionante, se corrió en mi boca y yo rebañé toda la lefa que tanto esfuerzo me costó sacarle. Mientras le limpiaba la polla, Rober seguía comiendo coño que destilaba flujo en plan catarata, supongo que por el embarazo y la excitación, teniendo finalmente un orgasmo salvaje.

Como no había prisa, y yo podía decirle a Tomás que llegaba tarde por trabajo, y Cristina no estaba en Madrid, y ambos queríamos más sexo, le invité a que tomáramos un jacuzzi, así que preparé el agua, abrí una botella de champán y nos servimos 2 copas. Nos metimos dentro del agua, y empezó a fumarse un cigarro,  yo lo había dejado.

Me desviví por ser simpática y agradable con Rober, quizás sería la última vez, y mejor tenerle de amigo que de enemigo, y le metía mano todo el tiempo por debajo del agua a la polla. Me senté entre sus piernas, de tal forma que mi culo quedaba pegado a su polla, y el mientras tanto me sobaba el coño, mi enorme vientre y las tetas por delante.

Después de bebernos la botella de champán con él todo empalmado, salimos del agua, lo sequé como si fuera un niño pequeño sobre la cama haciéndole mimos, entreteniéndome en su enorme verga, y el hizo lo mismo conmigo, entreteniéndose en tripa, culo y tetas.

Luego le tumbé boca arriba y procedí a ensartarme sobre aquel falo (sólo poniéndome yo encima era posible follar), dejándome caer muy despacio abriendo las piernas todo lo que podía, y empecé a montarle despacio al principio para que mi coño se dilatara lo suficiente, incrementando el ritmo de forma progresiva. El mientras tanto, me tocaba  las tetas y se entretenía con mi vientre. Me pellizcaba los pezones y me hacía daño, pero aún así se me pusieron duros como piedras.

Su polla me llegaba hasta el fondo, me daba un poco de miedo que pudiera pasarle algo a lo que llevaba dentro de mi vientre, me sentía toda llena, y le pedí suavidad por eso, me obligaba a abrir mucho las piernas si quería evitar el que les hiciera daño, para que el no tuviera que empujar mucho.

Después de un rato en esa postura me puso a cuatro patas, era más seguro, aunque yo me cansaba más (con el encima de mí era imposible por la tripa) y sin avisarme me la clavó por el culo, siendo el único lubricante que utilizó su saliva. Me perforó de golpe y vi las estrellas, se me saltaron las lágrimas. Aunque ya lo había hecho antes, llevaba muchos meses sin hacerlo por ahí.

Rober me bombeaba con todas sus ganas, de vez en cuando paraba para descansar recostándose sobre mi espalda, aprovechando para tocarme las tetas y la tripa, dejando su polla dentro de mi culo pero sin moverla, y así vuelta a empezar. Yo tenía que hacer verdaderos esfuerzos para que no me aplastara, y no podía dejarme caer, por si me hacía daño en la tripa.

Para mitigar el dolor, en mi culo, yo me masturbaba con una mano agitando mi clítoris con mis dedos y así poder darme placer, consiguiendo encadenar dos orgasmos mientras me daba por el culo con aquella cosa enorme.

Después de un buen rato se corrió, se salió de mí y empezó a chuparme las tetas, le limpié la polla con mi lengua.

Yo le sonreía, entonces rebañó algo de su semen de mi culo en su dedo índice y me lo metió en la boca, lo metía y lo sacaba como si fuera una polla, y no es por nada pero aquel dedo era como la polla de algunos hombres.

La operación de coger semen de mis culo con el dedo y metérmelo en la boca la hizo varias veces (como si fuera un postre que me daba a probar) hasta que dejó mi culo limpio de lefa.  Luego nos quedamos abrazados en la cama durante un buen rato, yo encima de él, presionando mi tripa y tetas contra su pecho, mientras se fumaba un cigarro. Me decía que era de las mejores putas que había conocido, y que lo hacía mejor que Cristina su pareja.

En el fondo tenía razón, no en lo de follar bien, que también, si no en lo de puta, yo en realidad había llegado a esta situación por dos cosas, por dinero y egoísmo , en definitiva por lo que se mueve casi todo el mundo.

Después de estar juntos unas cuatro horas, y de usar y abusar de mi cuerpo como le dio la gana, me di una ducha y me marché quedamos como amigos, eso fue en enero de 2015, y bueno pactamos en seguir en el trabajo como hasta ahora ignorándonos, y nada de llamadas, si quería comunicarme al mail privado que me dio, o si era por motivo laboral la secretaria.

Fueron pasando los dos meses que me quedaban para parir, el médico quería hacerlo quince días antes por cesárea pero le respondí que no, por si Tomás se mosqueaba, porque no saldrían las cuentas, le pedí parto natural y que si se complicaba que cesárea, tuve suerte y el parto se retrasó quince días, y parí el 2 de abril de 2015, pero al alargarse, los niños nacieron con más de 3 kilos cada uno, con lo que vi las estrellas ya que fue por parto natural que duró cuatro horas y además yo engordé 26 kilos, joder me puse en 88 kilos, un horror!!.

Los niños nacieron sanos, mi familia encantada, los primeros nietos, mi hermana se iba a casar pronto, y Tomás encantado con dos chicos, le miraba y era feliz, pero miraba a los niños y sabía que siempre recordaría a Rober.

Estuve de baja los 4 meses de rigor, contraté una interna y una niñera también interna, el trabajo que daban los niños era agotador, y no nos dejaban dormir, y luego me cogí el mes de vacaciones, o sea que volví al trabajo ya en septiembre de 2015, y aunque había hecho una dieta estricta, y me había metido en un gimnasio específico, de los 88 Kg a los que llegué sólo había bajado 4, o sea estaba en 84 Kg. y con unas tetas de la talla 100, midiendo 1:70 parecía una vaca.

Fui al médico y  el endocrino que dijo que si pasando hambre y con ejercicio, sólo había bajado 4 Kg. me tendría que operar, que con ese embarazo tan salvaje, no bajaría más peso.

Me fui al cirujano que me operó el pecho, y se lo explique, total, me hice una abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico que mejora el aspecto del abdomen mediante la eliminación del exceso de piel y tejido graso y el tensado de los músculos de la pared abdominal, consiguiendo así un abdomen firme y plano.

También me recomendó que me hiciera una liposucción en el trasero, caderas, y muslos pero que tendría que estar ingresada entre 1 y tres días. El precio eran unos 6.000 € y por supuesto le pregunté cuanto peso bajaría, y dijo que no más de 10 kilos, o sea me quedaría en 74 Kg. que sacaría la grasa, y que tenía retención de líquidos por el embarazo, que al haber pasado ya la diabetes estacional, me recomendó diuréticos para perder líquidos y que con dieta, ejercicio, y medicación, en un año volvería a unos 62 – 65 Kg.

Así lo hice me operé ese mismo septiembre de 2015, y ya estamos en septiembre de 2016, y efectivamente con mucho sacrifico he vuelto mas o menos a los 62 Kg, como le gustaba a Rober, pero aunque Tomás ya me estaba pidiendo una niña le dije que de momento no, por mi salud, que tenía 35 años y que ya veríamos, menudo embarazo!!, pero claro sabía que era una putada, porque si no tenía otro hijo, en realidad Tomás no tendría ningún hijo biológico, de momento lo hacemos siempre con condón.

En ese año con Rober no tuve contacto de ningún tipo, estaría espantado por mi peso, y además no me llegó a ver delgada otra vez, porque poco después de incorporarme de la baja maternal se cambió de empresa a otro laboratorio a Italia, sé que se llevó a Cristina, que seguía de azafata en otra compañía.

Se despidió de la gente nos contó que se iba a Turín en unas condiciones muy buenas, y bueno al irse se despidió de mi como de los demás, dándonos dos besos, yo estaba gordísima todavía.

Cuando se fue Rober los laboratorios contrataron otra persona, en este caso un ingeniero químico de unos 40 años casado con una hija, alto 185, moreno engominado, y con buen cuerpo, claro cuando entró yo estaba gordísima, pero, según fui mejorando he notado que me mira mucho, sobre todo a las tetas, es que una 100 a los tíos os deja “tontos”.

No sé lo que haré, si yo quisiera ahora podría liarme con él forzar la situación y asegurarme el trabajo, me lo estoy pensando, esperaré a ver que pasa, pero me pone hacerlo, si le forzara seguro que acabaríamos como amantes, me comporto, me visto y me pinto como le gustaba a Roberto y a mi jefe se le cae la baba, lo noto.

Lo que tengo claro es que tengo que estar buena, por si el jefe de turno quiere echarme, para forzar la situación, follármelo y así evitarlo. Aunque a Rober le gustaba con curvas estoy intentando como sea bajar de 60 kilos. La verdad que ahora mismo atraigo a todos los hombres, por mi físico, un poco mi fama, y la forma de comportarme y vestir.

Mi jefe actual además me gusta, y mi marido no es capaz de satisfacerme, sé además que si me lo follo, haré lo que me de la gana, porque siempre podría amenazarle con cargarme su matrimonio, tengo claro que el acostarnos ocurrirá, en cuanto tengamos un viaje de negocios, a otra ciudad.

He pensado incluso además en llegar a liarme con algún directivo divorciado o casado, con los que me codeo ahora ganan unos sueldos impresionantes, y si puedo dejar a mi marido, así escalaría mucho en el mundo empresarial, me daría igual que me sacara más de 20 años, esto sería un ascenso definitivo, incluso embarazarme otra vez para asegurarme el futuro casándome con uno de estos tíos, a mi marido es que ya no le veo como a un hombre, si no más bien como a un estorbo para mi posición.

Me he convertido en una mujer muy vaga, en casa no hago nada por la interna y la niñera, y cuando me toca hacer algo, se lo coloco a mi marido, que desde que me hicieron gerente, traga con todo.

Así acabo de momento esta serie, con mi forma de reaccionar ante los acontecimientos, he conseguido lo que quería, gano mucho dinero, trabajo poco a costa de los demás, que son cosas que no habrían pasado si no llega a ser por Roberto y su acoso sexual inicial, y que terminó conmigo teniendo claro que debo emputecerme para sacar provecho, si hace falta.

Un beso a todos/as.

Me encantaría que me escribieran comentarios en la web de relatos, o en mi mail privado sobre todo mujeres, como que han sentido al leer, si hubierais hecho lo mismo que Bego, si os ha excitado, etc.

FIN

Se agradecen comentarios.

Autor: Corsarionegro

Correo: corsarionegroesp@hotmail.com