Mujer acosada y emputecida vi

Historia de cómo una mujer se entrega a los caprichos de un hombre, hasta el punto de que finalmente su vida sólo gira en torno a su control y dominación, cambiando totalmente su concepto de lo que debe ser una mujer

Después de no dormir en toda la noche, decidí decirle que no, no podía aceptar traer a este mundo a un niño inocente sólo por los desvaríos mentales de un tío, y por mi egoísmo, me parecía una aberración.

Decidí vestirme muy sexy y pintada, aunque fuera para ir a trabajar, quizás así, le convencería aunque no me dejara preñar siempre estaría disponible, y sé que se ponía cachondo con mi cuerpo.

Ya era primavera, y me puse una falda por encima del muslo negra, con una blusa granate de manga corta ceñida a las tetas, medias con liguero todo negro, tanga negro, y con sujetador de mi nueva talla negro de encaje, que mantenía las tetas bien erguidas, vamos con mi cuerpo un escándalo, marcando curvas y tetas, con una chaqueta negra ajustada que me quitaría al llegar.

Ya me daba igual lo que pensaran mis consultores y en el laboratorio, tenía que ponerle cachondo para que no quisiera perderme.

Nada más llegar a las 10 me llamó para ir a su despacho, los trabajadores/as me miraban, aunque tenía fama de ser competente en mi trabajo, también la tenía de vaga explotadora, y la mayoría pensaban que con 33 años ocupaba ese puesto por follarme a alguien, o por ser una guarra en general, y lo de la operación de las tetas, ahora evidente lo confirmaba.

  • Siéntate Bego, vaya veo que te has vestido para matar, ¿no te acomplejaban tus tetas?, bueno dime, ¿qué has decidido?

  • Lo he pensado y no le puedo hacer eso a Tomás una cosa es ser infiel, puta si me apuras porque lo he hecho en parte por mejorar mi ritmo mi vida, y en parte, porque tu me gustas como macho, pero endosarle el hijo de otro es muy fuerte, ¿pero mírame no te basta con tenerme cuando y como quieres?

  • Vale puedes salir del despacho, pronto serás tu la que me supliques hablar conmigo.

Salí del despacho muy preocupada ni me miró ni me tocó, quizás ya me tenía muy usada, y por supuesto no conseguí lo que quería.

A la media hora me llamó el Director de Consultoría de mi empresa:

  • Begoña según el cliente no te implicas lo suficiente, el trabajo no sale, y eres una borde.

  • Le respondí que no es cierto que estaba presionando a los consultores a tope, que trabajaban de 8 a 10 de la noche, y que incluso una estaba de baja por ansiedad.

  • Mira has puesto pocos consultores con sueldo bajo para tu ganar más y que el contrato sea rentable, ese cuento no me lo digas.

  • Hoy es martes tienes hasta el viernes al medio día para que el cliente cambie de opinión, si no meteré a otra persona y por la mitad de sueldo, ya que tu te aprovechaste de que el cliente te quería a ti, y te despediré, porque ya no te puedo meter de consultora normal.

Me colgó el teléfono y me quedé en el despacho llorando, si perdía el trabajo adiós chalet, mi familia pensaría que era una fracasada, y lo mismo echaban también a Tomás porque trabajaba en la misma empresa.

Con Rober había tenido hasta ahora dos fases:

La primera de miedo por su acoso sexual inicial, y de sentirme culpable cuando me acosaba por ser mujer, hasta que me dejó sin fuerzas por ese acoso sexual brutal de varios meses, haciéndome perder hasta la autoestima.

Una segunda fase en que lo acepté, me dejaba follar sin nada a cambio, hasta que ya me hizo hacerlo por conseguir cosas, follando como las putas, me puse en una posición económica inimaginable, y encima empecé a disfrutar del sexo con él porque como chulo que es me ponía.

Ahora me di cuenta que empezaba una tercera fase, seguir siendo una puta, que hasta se deja preñar por egoísmo y dinero, pero de odio también, es decir, ya sin placer, como las putas en definitiva.

Intenté aclarar esto cuanto antes, y fui a su despacho, pero su secretaria no me dejó entrar, porque estaba ocupado.

Lo intenté toda la semana, no me cogía el móvil, le mandé un whatsup el jueves rogando que me recibiera, que si no el viernes me despedirían y no me volvería a ver. Nada.

Por fin el viernes a las 10 de la mañana me llamó su secretaria diciendo que podía recibirme.

  • Bien siéntate, ¿Qué has decidido?.
  • Que acepto tener un hijo tuyo si ese es tu deseo, he hablado ya con el ginecólogo, para que el proceso sea lo más corto posible. Si quieres te lo explico porque esto es cosa de dos.
  • Sonriendo me dijo que si.
  • Bien, tengo que dejar la píldora y en dos meses, ya seré fértil, me ha mandado unas vitaminas, y me ha dicho que deje de fumar, antes y durante el embarazo.
  • Bien ya puedes ir empezando.
  • Cuando ya esté fértil, en los 10 días del mes más probables, tendremos que hacerlo un día si y otro no, para que tu fabriques el suficiente esperma, debes descansar un día en medio, y el resto del mes, luego no deberías follar con Cristina.
  • Vale, hecho.
  • En cuanto a mi marido no es que follemos mucho, pero le tendré que poner condón, y explicarle que he dejado la píldora, ¿te parece?.
  • Bien, pero que te quede clara una cosa, cuando nazca el niño, le haremos una prueba de ADN, y si no es hijo mío ya sabes lo que ocurrirá. ¿Entendido?
  • Si, Si ….. no te preocupes, mi marido lo hará siempre con condón.

En ese momento, delante de mí, llamó al Jefe de Consultoría de mi empresa, le explicó que había rectificado mi actitud, y pedido disculpas, siendo más amable, que podía seguir en el puesto. Ufff respiré aliviada.

Cuando me levanté de la silla, me cogió de las caderas, subiendo la falda, me beso en la boca, llegando la lengua al fondo, diciendo que con esas caderas, seguro que era una hembra muy fértil, y que pronto me preñaría, yo le correspondí, con pasión fingida.

Le odiaba con todo mi alma por lo que íbamos a hacer a Tomás y por traer al mundo a un niño no querido que siempre me recordaría a él, su desapego era peor que el de los hombres de la prehistoria, que copulaban con varias hembras a la vez, y no sabían quien era su cría, era un cabrón.

Hice todo lo que me dijo el médico, dejé la píldora, el tabaco (lo pasé fatal), y tomaba las vitaminas para ver si en abril ya me preñaba, poniendo siempre el condón a mi marido cuando tocaba.

Estuvimos follando como dijo en médico en los días fértiles en abril y mayo y nada, lo teníamos que hacer, o en su casa o en la mía si nuestras parejas no estaban, e incluso algún día en su despacho.

El se cabreó mucho, e incluso miró mis compresas con sangre en mayo para comprobar que no estaba preñada, no se fiaba de mí por si tomaba la píldora, y me dijo que si en junio no me preñaba, me despedía y se buscaba a otra.

Se me cayó el mundo encima imaginaos la presión, si habéis tenido hijos lo entenderéis hay parejas fértiles que tardan un año, y al final follas de manera sistemática, como quien hace footing, para cumplir las fechas, eso nos pasaba a nosotros, pero yo no tenía la culpa, estaba aterrorizada.

Finalmente tocaba del 5 al 15 de junio, un día si y otro no, por si el no segregaba bastante esperma intentaba excitarle en la oficina, al hacer calor, ya iba vestida enseñando, ya me daba igual lo que pensara la gente, me jugaba el trabajo, era muy cariñosa, empalagosa, le tocaba siempre que podía, en fin peor que una puta profesional, con tal de que fabricara semen, para mi coño.

El último día fértil, me puse unos pantalones muy bajos de caderas, con lo que al sentarme en una silla la parte de arriba del tanga se me veía por delante y por detrás, vestía así a diario, o con faldas bajas de caderas y cortas, con tops dejando la tripa al aire, marcando mi 100 de pecho, por lo que se apreciaban las carnes que tanto buscó Rober.

Llevaba zapatos de tacón altos llegando al 180 por mi estatura, e iba bastante maquillada, con el rubio teñido quedaba bien, con el pelo recogido en una coleta engominado, como a él le gustaba, mi imagen era un escándalo, pero como era la jefa mis consultores callaban.

Ese último día fértil coincidiendo que mi marido estaba de viaje me lo llevé al chalet, no estando la criada, como sabía que le excitaba follar en la cama de mi marido segregaría más semen era mi objetivo, y me lo follé en plan salvaje, además yo notaba que estaba en celo con las hormonas disparadas.

Al llegar a mi casa, nos subimos a la habitación, el me llevaba cogida del culo, pero tirando del tanga para arriba, con ganas, con lo cual al caminar me excitaba un montón, era importante que yo también estuviera lubricada.

La habitación era grande, con una cama de matrimonio muy amplia. Puse música suave y luces bajas. El servicio estaba al fondo.

Una vez dentro el adoptó la postura de una cliente con una puta, y yo la asumí, empecé a quitarle la ropa, eso me ponía más todavía, porque sabía que para él en el fondo siempre fui eso una puta.

Una vez desnudo, se puso detrás de mí y empezó a sobarme las tetas y el culo por encima de mi ropa, notaba su polla tiesa tocando mi pantalón. Luego me quitó el top, desenganchó el sujetador, y empezó a pellizcar los pezones. Me dio la vuelta y mirándole a los ojos, me quité los zapatos y el pantalón, y me quedé en tanga.

Entonces pude ver su polla en plenitud, era un auténtico animal, había conseguido lo que buscaba, y aunque mi culo y mi coño ya estaban muy dilatados Rober estaba muy bruto, tendría unos 25 cm de largo y exageradamente gruesa, pensé que con aquella cosa enorme me iba a destrozar, al mirarla de cerca me di cuenta que estaba más gruesa que otras veces, la posibilidad de preñarme me confesó que le había sobre excitado.

Nos tiramos a la cama y en ese momento me dijo que se la mamara. El estaba tumbado en el borde de la cama y yo de rodillas entre sus piernas. Hacía verdaderos esfuerzos por meter toda esa cosa en mi boca pero era imposible, entonces se incorporó y empujó mi cabeza hacia abajo, casi me descoyunta la mandíbula y me dieron arcadas, pero intenté seguir mamando lo mejor posible.

Para descansar un poco la boca de vez en cuando la sacaba y se la lamía por fuera de arriba hacia abajo para entretenerme en los huevos, mientras le miraba a la cara y le sonreía.

Eso le encantó, me dijo que insistiera en lamer sus huevos, y que le lamiera el culo, metiendo la lengua. Le abrí bien las piernas como si fuera una mujer y empecé a lamerle los huevos y el agujero del culo además le metí los dedos dentro, Rober se volvía loco.

Después me centré de nuevo en la polla, poniéndome sobre él de tal forma que mi mojado coño todavía con el tanga puesto quedara muy cerca de su boca.

Me metí su tranca en la boca y continué mamándosela con todas mis fuerzas, en esto supongo que mi culito debió ser una tentación demasiado grande y me quitó el tanga y empezó a comerse mi depilado coñito, dándome tironcitos del clítoris succionando con sus labios.

El me decía que tenía un coñito precioso, como el de una niña y que le volvían loco los culitos como el mío. Después de un rato haciendo un 69, noté que empezaba a echar preseminal en mi boca pero paré tenía que correrse en el coño. Mientras le pajeaba con la mano Rober seguía comiendo coño y tuve un orgasmo salvaje.

Luego se tumbó boca arriba y me ensartó tirando para abajo sobre aquella cosa, dejándome caer de golpe abriendo las piernas todo lo que podía, y empecé a montarle despacio al principio para que mi coño se dilatara lo suficiente, incrementando el ritmo de forma progresiva. El mientras tanto, me tocaba  las tetas y el culo. Me pellizcaba los pezones y me hacía daño, pero aún así se me pusieron duros como piedras.

Su polla me llegaba hasta la matriz, me sentía toda llena, aunque antes me habían follado otros novios nunca fue de esa forma, aquella polla además de larga era muy gruesa, y me obligaba a abrir mucho las piernas si quería evitar que me hiciera daño.

Después de un rato en esa postura me puso a cuatro patas y sin avisarme me la clavó por el culo, siendo el único lubricante que utilizó su saliva. Me perforó de golpe y vi las estrellas, se me saltaron las lágrimas. Aunque mi culo había resistido otras veces su polla, aquello era demasiado, pero gracias a eso no me partió en dos.

Metía y sacaba con todas sus ganas parando a veces para descansar, le rogué que me la metiera por el coño poniéndome yo debajo, así me entraría más profundamente el semen, pero se recostó sobre mi espalda, aprovechando así para tocarme las tetas y el coño, cambiando su polla al coño pero sin moverla, y así vuelta empezar. Yo tenía que hacer verdaderos esfuerzos para que no me aplastara.

Cambiamos como le rogué y se puso encima de mis piernas abiertas perforando el coño, yo además me masturbaba con una mano agitando mi clítoris con mis dedos y así poder darme placer, para lubricarme al máximo y facilitar la entrada de su polla, hasta el útero, consiguiendo encadenar dos orgasmos mientras me follaba con aquella polla enorme.

Después de un buen rato se corrió, dentro de mí muy profundo, y empezó a chuparme las tetas, le rogué que se quedara un rato dentro, para que entrara más semen, y así lo hizo mientras sobaba mis enormes tetas. Estaba exhausta.

Cuando terminamos estábamos agotados, fueron unas dos horas en las que usó y abusó de mi cuerpo como le dio la gana, nos tumbamos y empezamos a hablar mientras se fumaba un cigarro, yo en cambio me puse con las piernas apoyadas en el cabecero de la cama todo el tiempo para que bajara mejor el semen.

  • Joder tía follas de maravilla, pero no estoy dispuesto a estar así todos los meses, si no te has quedado preñada ahora, ya no creo que lo consigas, y ya sabes lo que te juegas.
  • Rober yo he hecho todo lo posible, mira mi postura por favor, pienso estar así dos horas para que llegue todo tu semen hasta el fondo de mi vientre, he hecho todo lo que dijo el médico, por favor si no es este mes dame otro más.
  • No te doy otro mes, ya lo sabes, espero tus noticias, si te baja la regla paso de ti para siempre, en la oficina ya no te molestes en intentar excitarme, y a partir de ahora habla conmigo por mail, o a través de la secretaria, este verano me voy a dedicar a Cristina que está muy mosqueada, porque llevo 3 meses sin tocarla.

Se vistió y se largó, yo me quedé en la cama boca abajo otra hora más rogando que me hubiera preñado, cada gota de semen era un tesoro, aunque estaba dolida por mi esposo en el caso de que finalmente lo hubiera conseguido.

FIN

Se agradecen comentarios.

Autor: Corsarionegro

Correo: corsarionegroesp@hotmail.com