Mucho gusto. Parte 6 (Final)
Tomense un tiempo, esta verdaderamente largo. Besos.
Se que me he extendido exageradamente con este final, pero quería hacerles un capitulo verdaderamente largo, espero que logren divertirse leyendo que bueno... Es el punto. Disfruten la lectura y ¿Que les puedo decir? Es el final de mi historia, pronto se me ocurriran mas ideas y quizá siga escribiendo. Besos a todas.
Lunes.
—¿Marica, hiciste la tarea de inglés? Me decía Susy asustada .
—Obvio la hice. Le guiñe el ojo.
—No sé cómo puedes hacerlo, con novio y aun te da chance de hacer la tarea.
—¿Novio?. Se agrega Mónica a la conversación . —Esa si no me la sabía yo webón.
—No vale, Susy jodiendo.
—Risas.
—Te voy a matar. Le susurre en el oído a Susy.
—Lo siento. Me lo dijo igual.
—¿Mi amor, como estas vale?. Se acerca Carlos uno de mis ex, es tan lindo.
—¿Bien y tú?. No evite ponerme nerviosa.
—Chevere, chévere, estas muy bonita. Me guiña el ojo.
Todos comenzaron a silbar.
—Si eres chancero marico. Se le acercaba Julio.
—De pana Carlos. Se unía Ulises mi mejor amigo, que es muy amigo de Carlos.
Estábamos en el recreo y teníamos un bochinche armado. Yo inocentemente me reía con todos, nos reíamos unos de los otros, típica burla de colegio.
“Te ves bien con Carlos, hacen bonita pareja”.
Re: “Jajaja, Elena, sabes que es bromeando ¿No?”.
“Claro que si mi amor, te estoy viendo desde aquí”.
Re: “¿Dónde estás?”.
“Sala de profesores amor”.
Era normal escribirnos, pero no habíamos llegado a ese momento en que nos textearamos adentro del colegio, se sentía tan genial.
Yo odiaba mucho literatura, me parecía tan aburrido leer esas cosas pero adivinen qué, se había convertido en una de mis materias favoritas ¿Y cómo no? Si es que la daba mi amor.
—Bueno, niños ya saben para la próxima clase, deben traer el ensayo en inglés, mucho cuidado con irlo a mandar a hacer, o sacarlo de internet yo me doy cuenta de todo. Decía el profesor de inglés.
Terminando la clase, me preparaba para mi clase de literatura, me acomodaba el cabello incansablemente, me colocaba un poco de polvo en la cara ya saben, para que Elena me viera hermosa.
—Calma pueblo, estas siendo muy obvia. Me susurraba al oído Susy, que estaba sentada atrás de mi.
—¿Ya viene la mamasota?. Decía Ulises, haciendo una de hetero.
—¡Uy ahí viene!.
Normalmente, Elena siempre se veía bien, pero ese día, se veía mejor que nunca, ha de ser todo lo que hicimos el fin de semana, que la hacía ver tan reluciente.
—Que suerte tienes. Susurraba Susy.
—¿Si verdad?. Le cuchichiaba yo.
—¡Buenos días!. Saludaba Elena con mas animo que nunca.
—¡Uy profe! Usted si se ve linda hoy. Añadía Carlos.
—Muchas gracias por el cumplido Carlitos, siéntate.
—Risas.
—¿Profe, cuando se va a casar?, si usted quiere se casa conmigo. Agregaba Julian.
—¿Casarme? No, no creo en el matrimonio, bueno… ¿En que quedamos la clase pasada?.
Comenzamos a comentar, intervine una que otra vez en clase, mientras que para Susy era muy obvio nuestro coqueteo, sabía que ninguna otra persona podría darse cuenta, Elena entrego unos exámenes y me sorprendió un poco que yo tuviera un 16 en una prueba, por lo general siempre sacaba 20.
—Pero profe, ¿16? ¿Por qué?. Decía un poco nerviosa.
—A ver, ven para acá.
—Si, mire esta respuesta está bien y usted la tacho como mal.
—A ver, déjame ponerme los lentes. Busco en su maletín los lentes, y comenzó a hacerle revisión al examen. —Siéntate Maya, ahorita te llamo a ver cómo hacemos aquí.
Pasaron unos cuantos minutos y estaba bastante intriga, ella leía y releía mi examen estaba tan desesperada que se me salió sin querer.
—¿Listo Elena?. Grite sin pensarlo.
Elena se me quedo viendo impresionada, Susy me dio un codazo y todos se me quedaron viendo. ¡Que incomodo!.
—¿Perdón?. Añadió Elena. —Mas respeto señorita, yo no soy su amiga.
—Disculpe profe, es que estoy nerviosa por lo del examen.
Elena reparo todo en 3 segundos, me calme y todos se reían y me decían confianzuda y esas cosas.
Elena me llamo a la mesa y me entrego el examen ¡Yo sabía! No podía equivocarme había estudiado demasiado para ese examen, 20 de nuevo. Me sentía en la gloria Elena me pidió disculpas delante de todos.
—Revisen sus exámenes, tuve un ligero error con Maya, así que revísenlo que me pude haber equivocado con ustedes.
“No, no soy tu amiga soy tu amante jajajaja”
Re: “Y de las buenas jajajaja”.
“¿Sabes algo?”.
Re: “No, no sé dime”.
“Quiero irte a arrancar la ropa”.
Re: “Ven y hazlo”.
“¿Y qué? ¿Le damos un show lésbico a todos aquí? ¿Follamos debajo de la mesa?.
Re: “Claro que si, ven”.
—Profesora disculpe. Agregué.
—¿Dígame?. Es que quiero pedirle que me revise algo.
—Venga.
Como todos estaban escribiendo, hablando en grupo haciendo un taller, me acerque a mostrarle algo de mi cuaderno.
—¿Le gusta este texto?. Me le acerque delicadamente.
—A ver déjeme leerlo.
—En voz baja, me da pena profe.
—Claro. Simulaba con la cabeza un sí, se puso sus lentes y comenzó a leer.
“Tu, vas a leer esto yo te voy a pedir ir al baño, tu obviamente me vas a dejar ir y vas a llegar hasta allá. Tengo muchas ganas de hacerlo, desde que entraste estoy totalmente húmedas, ¿Esta bien?”.
—Esta perfecto, hay que hacerle unas correcciones, pero de resto está muy bien, me encantó la idea principal.
Ya que todos estaban concentrados en pareja, le apreté la mano, ella bajo la mirada y sonrió mientras mordió sus labios, era realmente excitante, la idea de encontrarla en el baño me partía en dos.
Espere unos minutos.
—¿Profesora, puedo ir al baño?.
—Claro, ve.
Me levante tranquila del pupitre, llegue hasta el baño, lave mi cara me acomode un poco el cabello, hice tiempo esperándola, pasaron unos 15 minutos, no sé qué excusa había confundido a los muchachos.
“Perra” Texto de Susy.
Re: “Jajajajaja”.
Mientras seguía viéndome en el espejo, vi como Elena se acerco a mí, me miro, me guiño el ojo y siguió de largo hasta el último baño. Yo obviamente la seguí, más nerviosa que nunca. Le toque la puerta prudentemente, me abrió, entre, cerré la puerta, ella se sentó en el retrete mirándome sin decir una palabra, nada más se reía, yo comencé a desabotonar mi camisa beige.
—No, no, no. Déjame hacerlo, siéntate. Me susurro.
—¿Por qué? Le dije.
—Desde hace tiempo que he querido quitarte ese uniforme.
—Adelante. Me senté como me lo pidió.
Ella se puso de rodillas, y alcanzaba perfectamente con sus manos, comenzó a quitarme la camisa, me miraba riéndose mordiendo los labios, quede en sostenes, los había llevado rojos porque… Sé que es su color favorita y la verdad… ¡Jajaja! Si… Ya lo había planeado ¿Perra? No, no soy perra, dada eso soy.
—No podemos tardar tanto. Le dije.
—Tienes razón, hagamos esto rápido.
Comenzó a besarme sin pausa, ¡Estaba tan excitada Dios!. Apretaba con sus manos mis senos, mientras besaba mi cuello pasaba su lengua por toda mi cara, yo le baje el cierre del pantalón que cargaba y comencé a meter mis dedos, Elena estaba increíblemente excitada lo notaba por su humedad.
—Estas tan mojada, que rico. Le dije mientras suspiraba.
—Es tu culpa. Se reía.
Empecé a aumentar la intensidad, no teníamos tanto tiempo como para caer en dilemas, fui tan rápida que sentí su orgasmo venir, en cuestión de segundos Elena suspirando, levanto mi falda, sumergió sus dedos en mi y fácilmente llegue al orgasmo. Acomodé mi ropa y me levante, la bese y le dije.
—¿Quién sale primero?.
—Saldré yo. Mientras terminaba de abotonarse el pantalón.
—Ve entonces. Se acerco a mí y me beso.
—Nos vemos ahorita.
—Nos vemos.
Espere sentada ahí unos 20 minutos, ya había tardado en el baño más de 40 minutos, las horas con Elena eran 3 y ya estábamos pasando la segunda.
Llegué al salón y Elena supo como regañarme para evitar sospechas.
—¿Por qué tardo tanto señorita?. Me dice molesta .
—Profe disculpe.
—Estaba cagan… Dice Julio mientras todos se reían.
—Cállate imbécil ¿Tu que sabes?. Me altere, actuando claro esta.
—Ya, ya. Bueno, siéntate ¿Alguien más quiere ir al baño? Diego tu me habías dicho, pero no vayas a hacer la gracia de la señorita por favor.
—Si profe, permiso. Diego agregando.
Termine de hacer el trabajo que nos había puesto Elena, me quedo excelente es que estaba como inspirada, satisfecha… Ustedes me entienden picarones. La clase termino y ya nos íbamos a casa, Elena y yo seguíamos escribiéndonos mensajes subiditos de tono era increíble poder manifestar todos mis deseos sexuales con y para con ella.
Así transcurrió ese mes las clases normales, salí una que otra vez con mis compañeros, de casa en casa a alcoholizarnos, Elena no tenía ningún problema con eso, me decía que era mi juventud que tenía que disfrutarla, yo siempre le decía que prefería pasar tiempo con ella y ella simplemente rechazaba la idea y me dejaba ir con mis compañeros y bueno ¿Qué les puedo decir? Tenía tiempo para Elena, para estudiar, para mis amigos y amigas, mis notas permanecían altas ¿Quién iba a sospechar?.
Se aproximaba el fin de semana que habíamos pautado para celebrarlo juntas, no teníamos fecha pero ese día quería pedirle que fuera mi novia, como ella no lo hacía tenía que tomar cartas en el asunto. Ya estaba todo planeado, era miércoles y el jueves antes de irme iba a tomar las llaves de la cabaña que estaban en la gaveta del cuarto de mi mamá, sabía que lo íbamos a pasar genial, Elena me dijo que no me preocupara por nada de la comida que ella se encargaba de todo lo demás.
El viernes tal y como lo había planeado, Susy estaba esperándome afuera, corrí al cuarto de mi mamá según “a tomar una toalla que me faltaba” porque bueno, me iba a quedar “todo el fin de semana en casa de Susy” tome las llaves, las metí en la mini maleta y salí del cuarto de mi mamá.
—¿Agarraste la toalla hija?. Me pregunta mi mamá.
—Si mami.
—¿Si, cuál?. La pregunta me dejo, en el suelo no sabía que decirle.
—Ehm, la rosada mami.
—Perfecto, suerte hija. Susy me cuidas mucho a mi bebe ¿No? Mira que ella siempre, siempre se porta bien.
—Claro que si Sora, no te preocupes yo siempre la cuido también. Agrego Susy.
Salimos de ahí y tomamos un taxi para casa de Elena.
—Te tengo que hacer un altar marica. Le decía en el taxi .
—Tranquila, después me lo recompensaras lo sé. Me daba palmaditas en la espalda.
—Gracias, mil gracias.
—Me preocupa mucho tu relación con Elena, no la veo buena te repito.
—Susy, para con eso o vamos a terminar peleando, no te metas en eso ¿ok?.
—Ok… Pero es que..
—¿Pero es que qué?. Le decía regañándola.
—No vayas. Me dijo.
—Si voy a ir, ¿Estás loca, que te pasa?.
—Tengo que decirte algo, pero no sé cómo. La cagué.
—¿Cómo así que hiciste? ¿¡Le contaste a alguien!?.
—Es que…
—¿¡Es que qué!? ¿Estas loca? ¡Lo prometiste!. Me exaltaba totalmente.
—Tranquila… Ya, no es sobre eso ¿Todo tiene que ser tú y Elena? bájale dos.
—Ahmm. Me calme .
—Es que Monica me está gustando es muy raro.
Susy, quien me había hecho casi morir de infarto empezó a contarme todos sus problemas con Mónica cosa que yo también desconocía, Mónica no me parecía la indicada para ella, ¿Pero quién era yo?. No le comente nada porque si se lo decía le iba a molestar el hecho de que yo si pudiera reclamarle y ella no pudiera decirme que estaba mal todo lo de Elena.
Llegamos a casa de Elena, abrace a Susy le pedí las gracias una y otra vez y le dije que no iba a tener cobertura en la cabaña, que cuidara de mis espaldas, que no saliera por allí, haciéndome un problema, ella me prometió que no lo haría y subí a casa de Elena.
Elena me abrió la puerta, su cara de felicidad no era normal, estaba lista, con unos shorts anchos rotos, una franelilla negra, una gorra apretando su cabello haciéndose una cola, unos zapatos negros cerrados y unos lentes de sol redondos que le quedaban geniales.
—Todo listo ¿Nos vamos?. Decía entusiasmada.
—¡Vámonos!. No aguante la risa, y me reí a carcajadas de verla así.
—¿Qué cual es la risa? Ya tengo todo montado en la camioneta déjame ayudarte. Mientras agarraba mi maleta y la arrastraba, era de rueditas.
—Pareces una niña chiquita. Me reía.
—¡Ay! No te rías, ¿Nunca te he dicho?.
—No, ¿Qué cosa?.
—Yo me críe en una cabaña. Decía sonriendo.
—¿En serio?. Miraba asombrada
—¡Si! Me la pasaba montada a caballo y esas cosas.
—Con razón saliste tan lesbiana. Me reía.
—¡Ay, estúpida!. Me empujaba mientras íbamos llegando al carro.
Ella guardo mi maleta y nos subimos, emocionadas.
—Ponte el cinturón. Me señalaba el cinturón.
—Voy. Le dije.
—¡Ay, descargue una música de tus tiempos y de mis tiempos!. Decía emocionada.
—¿Si? Para ver, pon de tus tiempos.
—¿En serio?, bueno aquí te va esta.
Empezó a sonar una canción muy vieja que mi mamá siempre ponía cuando limpiaba y regaba las matas en la casa, una de Juan Gabriel.
—¿Cómo se llama? Mi mamá siempre la pone en casa. Mientras iba conduciendo hacía la cabaña que quedaba a unas 2 horas de ahí.
—Abrázame muy fuerte amor, creo… Ya no me acuerdo.
Recuerdo el coro, era una canción vieja pero muy romántica.
“Abrázame muy fuerte amor, mantenme aquí a tu lado”
También puso algo mas movido, recuerdo que nos reíamos sin parar, ella bailaba y se reía era tan hermosa.
“Electrica salsa, pa pa pa pa”. Algo así.
Luego escuchábamos.
“ Súbete a mi moto, súbete a mi moto, nunca has conocido un amor tan velo-o-o-z”
Era graciosa toda la situación, después pasamos a ya ustedes saben Rihana, Jessie J, Pink, Lady Gaga, Usher, y hasta Justin Bieber, la muy ilusa pensó que me gustaba Justin, la verdad con el respeto de sus seguidores, a mí en lo particular no me gusta, hay que reconocer que algunas canciones tienen buen sonido, pero no lo considero para mi, un icono.
Pasamos todo el camino cantando, divirtiéndonos mientras ella sujetaba mi mano, me abrazaba, me daba besitos y yo hacía lo mismo, fue tan tierno, todo era más hermoso de lo que lo había llegado a imaginar.
Llegamos y la cara de Elena era de emoción, salió como niña pequeña corriendo, abrió con las llaves, metió todas las cosas, exploro toda la casa, de mi mano las dos corriendo y miraba, se reía subía las escaleras, observaba la vista, saltaba, corría en círculos, en triángulos, en líneas verticales y horizontales con las manos hacia arriba, ok… Estoy exagerando pero si, si estaba muy emocionada. Yo estaba normal, nosotros veníamos mucho a esa cabaña, me emocionaba mas el hecho de tenerla ahí conmigo.
—Mira lo que traje. Saco de su maleta un radio. —Y eso no es lo mejor. Dijo.
—¿Qué es lo mejor?.
Saco de su maleta un cd de Ray Charles, y me miraba con cara de emoción.
—Ehm, Elena tengo que confesarte algo.
—¿Dime?. Mientras ponía el cd.
—Nunca había escuchado a Ray Charles, hasta ese día en tu casa.
—¿En serio?. Se moría de la risa.
—Si, te mentí es que no te iba a salir con que me gustaba más tu sabes, la música de ahora. Acompañaba su risa.
—¡Eres una mentirosita! ¿¡No!?. Se moría a carcajadas y empezó a perseguirme.
Yo corría por toda la cabaña, escondiéndome de ella.
—Ya, Elena ¡Ya!. Me reía a carcajadas, me dolía el vientre de tanto reírme.
—Te voy a atrapar, y te voy a besar tanto que te vas a arrepentir.
—¿Besar dijiste? Tenías que haberlo dicho antes. Me tire al piso intacta y decía. —¡Auxilio, no puedo moverme!.
—Eres muy fácil. Me dijo mientras se tiro conmigo al piso, para besarme.
Comenzó a besarme muy lento y cariñosamente, mientras acariciaba mi cara, luego de unos minutos se levanto, yo me quede ahí tirada porque me lo había pedido, saco de su maleta gigante unas sabanas, unos panes de subway numero 5 que son mis favoritos, con una botella enorme de vino tinto, mas unas copas.
—Que bella eres. Logras enamorarme . Le dije.
—Tu hace tiempo que me enamoraste a mí. Decía mientras destapaba la botella de vino.
—Casate conmigo. Le digo en burla.
—¿Tan rápido? No.
—¿No?. Le dije haciendo pucheros.
Me dio una copa de vino, me senté donde había puesto las sabanas de colores, y se me acerco al oído.
—¿Por qué no mejor antes me dices que si quiero ser tu novia?. Se alejo y bebió un sorbo de su vino, se reía coquetamente.
—¿Yo?. Le digo.
—Si, tu.
—Está bien. ¿Quieres…
—¡SI-I-I-I! Me interrumpió gritando.
—Estás loca. La besé y le di un abrazo.
—Salud novia. Chocamos las copas de vino y nos abrazamos.
Fue genial cada cosa que ocurrió, los besos, las caricias, todo fue tan genial, sus palabras sus burlas, reírnos las dos… Definitivamente no existe edad para estas cosas del amor, finalmente estaba pasando lo que creía yo me estaba enamorando de Elena y sabía que era correspondida en el sentimiento, llego la noche y pasamos todo el día en la cabaña, al siguiente día íbamos a ir a montar caballos, pero primero a vivir nuestra noche, bebimos varias copas de vino, hablamos de muchos temas y en fin terminamos haciendo el amor repetidas veces, lo hicimos por todas partes, en la cocina, en la sala, y por supuesto en la alcoba, quedamos agotadas de tanto sexo, es que realmente nos pasábamos ¿Pero que se le va a hacer? Elena es muy buena y yo ya le había aprendido bastante. En eso empezaron a sonar unos ruidos extraños en la cabaña.
—¿Qué fue eso?. Le digo a Elena.
—¡Buuu! Fantasmas. Se reía.
—¡Cállate!. Me unía a su risa.
—Voy a dejar que te lleven.
—Me extrañarías demasiado. Le dije.
—Si, si es verdad.
Seguían sonando ruidos extraños, de verdad estaba asustada soy muy miedosa para las cosas del mas allá o más acá como sea.
Elena me tapo con la cobija a hacerme cosquillas para calmarme, los ruidos dejaron de sonar y nos tranquilizamos.
—¿Ves? No era nada tonta.
—Si, tienes razón. Salí de las cobijas y me senté en la cama, estire mi mano lo mas que pude para tomar agua, ella me abrazo por la espalda y me daba besitos.
Soraya:
¿Dónde están que los hice, que los hice, que los hice?.
¡Ay mierda! Yo se que tienen que estar por aquí.
—Directora. Andreina la secretaria.
—¿Qué? ¿Qué? Estoy ocupada.
—Una niña la busca.
—Dile que estoy ocupada. No encuentro unos papeles importantes ¿No los agarraste?.
—Es Susy.
—Ah ¿Susy? Déjala pasar.
—Hola mi amor, ¿Cómo estás? ¿Y eso tu aquí?
—Ok Soraya, usted jamás va a decir que lo que conté esto, pero es que estoy muy preocupada Maya no es así y no se que tan grave estén las cosas.
—Me asustas, ¿Qué le paso a Mayita?.
—¿Mayita? Pues Mayita, esta saliendo con la profesora de Literatura, si… Elena.
—¿Qué? Es imposible. Pero…
—Averígüelo usted misma, Maya le dijo hoy que iba a quedarse el fin de semana en mi casa ¿Verdad?.
—Si, hoy me lo dijo en la mañana ¿Es mentira?. Dije asombrada.
—Si… Es mentira ¿Tiene copias de la casa en la cabaña?.
—Claro que si.
—Bueno, guárdelas, ella ira hoy con Elena si usted misma lo quiere comprobar, déjela ir y llega en la noche las verá a las dos allá, yo nada mas le digo esto porque quiero el bienestar de ella y no me parece que salga con una mujer y mucho menos que sea una mujer tan vieja.
—Muchas gracias mi amor.
Susy salió y a mí me quedo el corazón destrozado ¿Mayita, mi bebe? ¿Saliendo con Elena una de mis mejores amigas? Todo lo que me costo, dejar entrar a Elena en este trabajo para que ella lo arruinara así… No sabía si llevarme a la policía, si llegar con mi esposo, ir con una amiga o definitivamente ir sola. ¿O le explotaba todo a Maya? Pero la verdad, es que prefiero ir a la cabaña por mi cuenta.
Luego del colegio Mayita se estaba comportando muy extraño, Susy estaba afuera esperándola, yo empecé a hacerle preguntas, ella sabía donde estaban las llaves pero la copia ya la había guardado antes. Dijo que se había llevado una toalla rosada pero ahí estaba la toalla rosada, era verdad. Lo que me quedaba era comprobar.
Hice unas cosas en la tarde, ni siquiera la llame porque se que en la cabaña no hay cobertura, se hicieron las 6 y me fui a la cabaña, llegue aproximadamente a las 8 y medía, era cierto… El carro de Elena estaba estacionado justo adentro, pare el carro más lejos del lugar y en medio de la oscuridad, llegue a la cabaña, abrí con cautela no sabía donde estaban.
¡Vaya sorpresa! Habían unas sabanas, ropa de mi bebe y ropa de Elena por toda la cabaña, una botella de vino, una caja de cigarros ¿A parte de todo le estaba dando alcohol y cigarro a mi hija?. Tome todos de todo, de su carro, de las cosas. Debía tener pruebas, me acerque poco a poco hasta la habitación, escuchaba unas risas absurdas, mi cabeza iba a explotar. Me pause por 5 minutos antes de abrir la puerta.
La abrí de golpe y ahí estaba Mayita totalmente desnuda en la cama, con aquella descarda mujer sosteniéndole el torso, sus caras fueron emblemáticas, como para recordarlas toda la vida. ¿Qué coño pasaba? Estaba más desconcertada que nunca.
Maya:
Como no había pasado nada estaba muy tranquila, en ese momento escuche una llave en la puerta, ¿Qué mierda? Pensé.
Quede en shock, ¡Era mi mamá! ¿Cómo había llegado hasta ahí? ¿Se trataba de un sueño verdad? ¿Verdad? Lo sé, no es ningún sueño.
Me levante como una bala de la cama, mi mama se exalto sus ojos estaban llenos de furia, se acerco a Elena y la levanto de la cama de una cachetada, a mi me dio otra quede en shock verdaderamente estaba desestabilizada no podía creer lo que nos estaba pasando.
—¡Mamá, mamá, mamá! ¡Calmate coño!. Le decía gritando mientras golpeaba Elena, quien se dejaba golpear por ella.
—¿¡QUE ME CALME, ESTAS LOCA QUE COÑO TE PASA MALDITA ENFERMA!?. Decía gritando mientras lloraba —¿¡Cómo se te ocurre, traer a esta mujer para acá, ahora eres lesbiana igual que tus amigas? ¡Qué asco Maya, que asco!.
—Mamá por favor calmate, basta ya. Le decía llorando.
—Voy a llamar a la policía en este momento.
—No, no, no. Mamá te lo suplico no. Me tire al piso a arrodillarme implorándole que no lo hiciera.
—Soraya, no lo hagas por favor. Decía Elena un poco más tranquila con la cara muy golpeada. —Incluso puedes ir presa tu, me golpeaste te puedo denunciar.
—¿Me estas amenazando?. Le gritaba mi mamá mientras se reía sarcásticamente. —¡Por favor! Tienes todas de perder. ¿Lo sabes verdad?.
—Si, pero cálmate, todo tiene una explicación.
—¿Una explicación? A ver… Ya sé, te enamoraste de mi hija y llegaste aquí para complacerla ¿Eso? ¿Qué quieres que te aplauda?. Aplaudía con ira. —Bravo Elena, me encanta ¿Cuándo es la boda?.
—Mamá cálmate ya coño. Le gritaba .
—A mi no me grites. Me dio otra cachetada para callarme.
—Elena, vete. Le dije mirándola a la cara.
—¿Estas loca?. Me decía.
—¿Quieres ir a la cárcel o que? Que te vayas yo se como arreglar esto.
—¿Segura?. Mi mamá estaba tirada en el piso llorando, me partía el alma verla así.
—¡Corre! Vete lejos, escápate. Le dije mientras la empujaba.
Elena salió corriendo justo como le dije, agarro sus cosas, poco tiempo después escuche su camioneta encenderse, me quede con mi mamá tratando de calmarla, pero ella jamás entendió, jamás entendió que estaba enamorada de Elena, pero por suerte después de horas dijo que lo iba a entender pero que iba a botar a Elena del colegio. Le implore mil veces que no lo hiciera pero estaba decidida a hacerlo.
Dormimos ese día en la cabaña, les juro llore toda la noche ¿Por qué me había pasado eso a mí?. En la mañana nos fuimos a la ciudad, mi mamá ni siquiera me hablaba.
—¿Cómo te enteraste? ¿Susy?. Le dije.
—¿Susy sabia?. Me dice alterada.
—Si…
—Pues no la quiero ver más en la casa ni a ninguna de tus amigas. Poco a poco me iba hundiendo más.
—¿Entonces?. Le dije.
—Vine a arreglar la cabaña, me iba a quedar aquí y me encontré con todo esto.
—Perdón. Le dije.
—No. Cállate lo menos que quiero es que tu papá se entere así que de esto no se habla más en la casa, en cuanto a tu sexualidad ya lo sabes, no puedes salir más con Elena búscate a una niña de tu edad.
—La edad no importa mamá.
—Por Dios, vas a enseñar a este loro viejo a hablar. Se rio con aquel sarcasmo.
Le deje de hablar, no quería agrandar mas el problema, tenía que ver como solucionaba todo este drama ¿Cuándo amar se había vuelto tan complicado? Me cuestione mientras llegábamos a la casa.
Entramos y mi mamá saludo a mi papá como si nada.
—¿Qué tal la cabaña vieja?.
—Excelente, tenia uno que otros detallitos pero todo quedo genial.
—¿Y tú? No te ibas a quedar donde Susy princesa?.
—Me vine a estudiar, me acorde que tengo algo para el lunes.
—Ah ya.
Me encerré en mi cuarto a llorar por horas, le escribí a Elena que todo estaba bien que no iban a llamar a la policía pero que no podíamos vernos más, también le solté la noticia de que era obvio que mi mamá la botaría del colegio.
Lunes.
Soraya:
—Andreina.
—Digame directora.
—Di por micrófono que necesito aquí en la oficina a Elena.
—Enseguida.
Microfono: —Profesora Elena, por favor diríjase a coordinación.
Elena:
Lloré como nunca lo había hecho, como una niña pequeña, así era todo cuando estaba con Maya, ¿Pero que se le iba a hacer? Ya había pasado lo que tenía que pasar, de la peor forma, pero es la consecuencia por mis actos y por no respetar que se trataba de una menor y no tanto eso, si no de la hija de la directora del colegio una de mis mejores amigas. ¿Pero si yo ni lo sabía?.
Llegue al lunes al colegio con la cara mas hinchada que nunca, a pesar de haberme curado los golpes que me había dado Soraya, los merecidos golpes. Iba a entrar a 5to B y sabía que me tranquilizaría ver a Maya de alguna forma, así fue entre y estaba ella, no me dejaba de mirar… Moría por ganas de darle un abrazo y decirle que todo iba a estar bien pero sabíamos que no podíamos hacerlo. Justo después de entrar recibo la noticia por micrófono que Soraya me necesitaba en coordinación. Mire automáticamente a Maya las dos nos quedamos impactadas, aunque ya sabíamos lo que iba a pasar.
Deje unos escritos para que los alumnos lo analizaran mientras me encamine a la coordinación, entre sin mucho apuro y ahí estaba Soraya con la peor cara puesta para mi.
—Buenos días. Dije con la cabeza agachada.
—¿Qué tienen de buenos?.
—Tiene razón.
—No voy a reclamarte por lo que hiciste, se nota que no tienes ni el mas mínimo escrúpulo, eres fría, mala, loca, lesbiana. Esto es lo que vas a hacer y no te estoy pidiendo una opinión, simplemente si no estas dispuesta a hacerlo, tengo las fotos de todo lo que paso y como paso.
—Estoy dispuesta a aceptar lo que sea.
—Bueno, me parece perfecto tu… Vas a esperar aproximadamente una semana, seguramente Maya querrá verte por esta basura de que esta enamorada y todas estas cosas tu la vas a ver y le dirás que nunca la quisiste, que lo único que querías era estar sexualmente con ella, que no la necesitas. No obstante sabes que debes irte de este colegio, haciendo eso te sacare de aquí como la mejor profesora que ha dado clases, te remitiré a caracas para que des clase en la universidad central, ya me encargue de los contactos así que ya muy bien sabes que no tienes que hacer nada aquí, debes decirle a todos tus alumnos que te has sentido muy mal últimamente porque en 20 días te vas a ir, y le dirás a Maya que te iras de aquí con tu pareja porque siempre has tenido pareja.
—Soraya, no…
—Entonces, será llamar a la policía. Me dijo la muy puta.
—Cálmate… Piensa en Maya, ella va a sufrir demasiado.
—Mas va a sufrir, si te dejo libre por ahí estando contigo. Debes simplemente hacer lo que te pedí, yo dejare que Maya salga ese día porque aceptare lo tuyo con ella, el día que se vean eso es lo que le dirás
Así fue me retire de la coordinación y pase toda esa semana de clases, comentándole a los alumnos que me iba, a los profesores y demás personal, algunos se ponían muy tristes, otros lloraban, otros no lo podían creer ¿Pero que se le iba a hacer? Era eso o ir presa, se que es una decisión muy egoísta de mi parte, pero ¿Ustedes irían presos? Yo sé que algún día la voy a recuperar pensé.
Pasaron los días que Soraya había pautado, Soraya conocía a su hija, Maya me escribió inmediatamente justo como ella lo había planeado. Fui a buscarla a su casa, salimos a comer como dos amigas, Maya estaba hermosa, increíblemente hermosa.
“Díselo ya y tráela a casa” Texto de Soraya .
En ese momento, espere que Maya se subiera al carro, simule como si recibiera un mensaje de alguien importante para que ella me preguntara y así fue.
—¿Quién te escribe?. Me pregunto dudosa.
—Nadie importante. Fui lo más obvia para que dudara de mi.
—¿Ah si? Déjame ver.
—No. La aparte hacia un lado.
—¿Qué escondes Elena?.
—Ya no puedo más Maya, discúlpame… Tengo que decirte la verdad.
—¿Qué verdad?.
—Alexandra y yo, nunca hemos terminado el día que llego por eso te presente como mi amiga, ella y yo seguimos siendo pareja, estamos a punto de casarnos y la verdad no te puedo hacer mas daño, yo te quiero pero a ella la amo.
—¿Qué?. Se quedo estupefacta mirándome.
—Así es, por eso debemos terminar, paremos ya esto, me mudare a Caracas con Alexandra y nos casaremos en Argentina en 2 meses, perdóname pero… Tenía que decirte la verdad, eres una buena persona.
—Eres una maldita, déjame en mi casa .Lo dijo en un tono de decepción silencioso.
No lloro, no pataleo, no me hizo un escándalo, simplemente llegamos a su casa, se bajo del carro y no me dijo una palabra. Hasta ese día se algo de Maya Fernández.
Maya:
Mi mamá y Susy tenían razón Elena era una porquería si supieran mi desgracia estarían al igual que yo, termine incluida en una relación de tres. Pobre Alexandra ¿Qué habrá pensado ese día? Con razón tardo tanto en llamarme, me sentía tan sola. Tan mal… Aun faltaban 3 meses para que acabaran las clases todos estaban emocionados por la fiesta de graduación menos yo, en dos días cumplía los 17 años. Mi celebración fue una fiestota, pero todos disfrutaban menos yo. Me embriague hice un show, las cosas me iban de mal en peor.
Como ustedes saben normalmente, caía en depresiones pero subía mis notas, deje de estudiar, mis notas llegaron al piso, deje de comer, quería incluso dejar de respirar, mi mamá hacía todo lo posible por hacerme comer o estudiar, pero yo solo quería salir con Susy a emborracharme, en una de tantas borracheras Susy me confesó la verdad, pero la perdone porque tenía razón Elena no valía la pena, era lo peor que me había pasado en la vida.
Volví a hacerme novia de Carlos y tuvimos sexo desenfrenado, me bese con casi la mitad de mi promoción y por ese motivo también lo perdí la verdad, ni siquiera lo quería y el sexo con el era asqueroso, basto, burdo y clásico. Pasaron tantas cosas gente… Tantas. Mi vida se había convertido en un verdadero caos y no quería repararla, comencé a fumar desesperadamente y a escribir, todo lo que llegue a sentir por Elena, mil y un escritos.
Era obvio que después de beber tanto, de no comer, de no dormir, de llorar y de estar así iba a enfermarme, justo el día de mi fiesta de graduación, que realmente me veía hermosa… Me desmaye desde ese día no supe mas de mi, hasta una semana después. Bebí tanto que caí en un coma etílico, atravesé la vida y la muerte ¿Y qué? La verdad, no quería mas estar así por eso bebí tanto, para olvidarla, para odiarla, la odiaba tanto y a la vez la amaba tanto. Todos esas cosas ocurrieron mientras sucedía la infinita ausencia de Elena, yo imaginaba que ya iba a estar casada con hijos y con Alexandra que se yo.
Me levante exhausta, no sabía qué día era pero al abrir los ojos ahí estaba, y no… No era Elena estaba la persona mas importante en mi vida, mi mamá.
—¡Despertó!. Grito mi mamá emocionada, la luz evidentemente le volvía a los ojos.
—¿Dónde estoy? Le dije desconcertada.
—Estás bien, estas con tu mamá. Mi mamá comenzó a llorar desconsoladamente, me abrazo y yo la abrazaba a su vez.
—¿Qué me paso?. Le pregunte.
—Caíste en un coma etílico.
—¡Mierda! Perdón mamá.
—Es mi culpa.
—Pero claro que no. Le dije . Es culpa de Elena, la odio.
—Mi amor…
—Permiso, señora tiene que salir, la paciente no puede hablar más.
El doctor me atendió como era debido y dormí unas cuantas horas más por la cantidad de sedantes que tenía en el cuerpo ¿No les dije? Amar, es realmente complicado y doloroso.
Al siguiente día me dieron de alta, compraron miles de medicinas para mi pronta recuperación, llegue a mi casa y ahí tenía a millones de amigos visitándome, llevándome frutas, no había tenido tiempo para hablar con mi mamá. Susy lloraba desconsoladamente y se echaba la culpa de todo lo sucedido, pero la verdad ella no tenía la culpa toda la culpa era de Elena.
Por suerte, todos se fueron para dejarme descansar, a la única que quería tener en mi cama era a mi mamá dándome mimos como hace tiempo no lo hacía.
—Eres la mejor mamá del mundo. Le decía mientras le abrazaba .
—Te equivocas, soy la peor del mundo. Comenzó a llorar de nuevo.
—¿Qué pasa mama?. Le pregunte confundida.
—Fue mi culpa. No podía ni hablar porque su llanto no descansaba.
—¿Cuál culpa? No entiendo.
—Elena te ama, yo le dije que se alejara de ti.
—No mamá, tu no tienes la culpa, ella se va a casar con Alexandra es su pareja ella me mintió es una maldita, para ya de llorar.
—No entiendes…
—Entonces explícame.
—Yo no entendí cuanto querías Elena ni cuanto Elena te quería a ti, por eso la amenace, le dije que si no te decía que tenía pareja y que no te quería, iba a denunciarla a la policía que tenía pruebas y todo lo demás, yo le conseguí trabajo en la UCV, como profesora, fue mi culpa.
En ese momento, la solté con el mayor odio posible, me senté en la cama y la vi horrorizada ¿Cómo mi mamá podía llegar hasta esos extremos?.
—Eres lo peor mamá. Comencé a llorar. ¿Cómo pudiste?.
—Perdóname hija, yo quería tu bien pero no sabía que la querías tanto.
—¿No era obvio? ¿Por qué dejaste que llegara hasta aquí?.
—No lo sé, no lo sé. Me di cuenta de todo, cuando leí tus cosas, se que no debí hacerlo pero estabas en coma y necesitaba entender porque habías bebido así, Elena envió diferentes cartas para ti, aquí están, leí las dos primeras, la siguiente no la leí, me basto leer las dos para descubrir que ella te ama. Mi mamá, tomo las cartas y me las entrego.
—Déjame sola.
Entendió mi ira y se alejo de mi
Empecé a llorar tanto… Todo este tiempo pensé que era una maldita ¿Cuánto habrá sufrido Elena? Me pregunté ¿Más que yo? ¿Ella estará bien?. Por esa razón comencé a leer sus cartas.
Carta numero uno:
“Recuerdo cuando te conocí, te veías tan voluble, tan delicada, tan confundida ¿Sabes? Me recordaste a mí, te miento si te digo que me enamore ese día de ti, pero no te mentiría en decir que me encanto todo de ti, Maya perdóname, te prometí que nunca te iba a hacer daño pero debía decirte todas esas cosas, no soporte mas el hecho de seguir con esta mentira, te extraño, maldita sea te extraño mucho, eres lo que siempre quise tener a mi lado, eres tan hermosa ¿Por qué nos tenía que pasar esto? Nunca te lo he dicho en persona, porque no ocurrió el momento exacto y la verdad es que no debía esperar un momento exacto, lo siento ahora mas fuerte que nunca, ha de ser tu ausencia que me desborona el alma, te amo… Si Maya, te amo, eres lo mas bonito que me ha pasado, espero que logres estudiar medicina, que logres cumplir todas tus metas y no sabes cuanto me gustaría estar compartiéndolas contigo, pero bien sabes que no podemos. Nada mas te escribí para decirte que te amo”.
Carta numero dos:
“Te extraño tanto, no respondiste la primera carta pero supongo que es entendible después de lo que te hice, no tiene perdón pero tengo que confesarte la verdad, tu mamá me pidió que lo hiciera o iría presa, no me importa lo que pase después, ¿Y que si voy presa? Al menos sabes que alguien que te ama de verdad, estaría esperándote, te amo y eso es suficiente como para estar días tras las rejas. Quiero compartir mi desierto contigo, quiero saber que también me amas y besarte hasta que no haya mas razones de vida, te amo Maya te amo y te amaré por siempre. Me encuentro bien, vivo bien, como siempre… Iba a dar clases en la UCV tu mamá consiguió mi cupo allí, pero lo rechace, pero tiempo después quisieron contratarme y acepte, es la mejor universidad y realmente es increíble…. Maya cada día te extraño mas y mas son mis ganas de besarte como nunca”.
Te ama, Elena.
Carta numero tres:
“Supongo que es la despedida, si algún día quieres saber de mi, sigo teniendo el mismo número, apiádate de mí, quiero saber que te encuentras bien, estable, feliz, no te escribiré mas porque sencillamente creo que te molesta, supongo que no me amabas como yo te amo a ti. Maya te deseo lo mejor del mundo, construye tus metas, espero algún día recuperarte, te esperare.
Me enredaste ¿Pero sabes qué?. Te voy a esperar.
Te esperare hasta que mis ojos vuelvan a ser enredados de tal manera.
Te esperare hasta que alguien sea el motivo para ir por un café.
Te esperare siempre y cuando tú me sigas queriendo.
Te esperare así tú te hayas ido”.
Llore como nunca lo había hecho les juro la ame tanto en esas letras, salí corriendo al teléfono para llamarla. Justo antes de marcar pensé en que lo nuestro evidentemente era imposible y si ella de verdad me iba a esperar, yo necesitaba vivir sin ella un tiempo, pensar en mi, centrarme en lo que quería estudiar, arreglar todo el desastre que había causado por mi capricho y por mi inmadurez.
Perdone a mi mamá, si… ¿Es mi mamá no? Lo hizo porque me ama y quería lo mejor para mi… Pero así son nuestros papás creen que una cosa es el bien de nosotros y resulta que están errados, hasta los más grandes pueden equivocarse ¿Qué más que afrontar esto con madurez?. Mi mamá me insistió una y otra vez que llamara a Elena, pero yo no quise hacerlo.
Los días fueron pasando, hasta llegar a convertirse en meses, largos meses de ausencia, encontrarme a mí, definirme saber que era lo que quería en esta vida. Resulte querer estudiar psicología, mi mamá lo entendió y se movió con todas las cuestiones del cupo de psicología, gracias a mis notas a pesar de que había arruinado mi promedio al final que realmente no fue gran cosa porque solo baje en 3 puntos.
Las cosas mejoraron chicos, esos meses se convirtieron en un año, cumplí finalmente mis 18 años, no tuve ninguna otra pareja, porque sinceramente seguía pensando en Elena aunque probablemente ella ya no pensara en mi… Conseguí obtener el cupo de psicología ¿Adivinen dónde? Si… En la UCV ¿Les suena? Elena da clases ahí, supongo que de literatura, no era momento para buscarla. En enero comenzaba mis clases, ya estaba todo listo mis papás tenían un apartamento en Caracas muy lujoso y bonito.
Independizarme, 14 letras que ponen a un adolescente como yo de saltitos, mi mamá logro ubicar a Elena, tenía su dirección y en una semana llegaba a Caracas. Quería hacerlo así, todo había sanado y de ella tener a alguien mas lo iba a respetar, si era el momento de estar juntas, iba a ser el momento.
Destino, destino… Son 7 letras, pero miles de opciones que te da la vida para actuar, ¿Elena era mi destino? Ya estaba en Caracas, con carro, totalmente independiente, haciendo una nueva vida, con Susy a mi lado… Si, Susy se vino conmigo a estudiar Psicología, las dos juntas en un mismo apartamento ¿Qué locura no? A ella también la perdone, a pesar de haber sido una arpía, pero su punto era claro, también estaba preocupada por mi y bueno, ¿Qué se le va a hacer? Es mi mejor amiga, mi hermana, con ella he compartido tantas cosas que… ¿Cómo olvidarme de ella?.
—¿Cuándo la vas a ver?. Susy con la boca llena.
—Hoy.
—¿Hoy?. Boto la comida .
—Si, hoy.
—¡Pero es muy tarde mujer! Estamos en Caracas no en la pirámide de Egipto.
—A esta hora, está en su casa y bueno, yo voy a llegar hasta allá. Tranquila todo va a estar bien.
—¿Quieres que te acompañe?.
—¿Qué? ¿Y sentarte en el mueble con unas palomitas?.
—Bueno, las palomitas están de mas pero si insistes… Se reía.
—Susy-y-y-y ya, que voy yo sola te dije. Me reía junto a Susy.
—Esta bien, pero por si te matan, no olvides dejar una copia de las llaves del carro allí. Señalo el lugar donde se ponen las llaves.
—Que ilusa eres Susy.
Termine de comer y fui a arreglarme, me puse una falda alta, con una franelita de tiritas por dentro, unos tacones enormes, me había pintado el cabello de un castaño mucho más claro ahora usaba siempre las extensiones, Elena se iba a morir pensé.
Conduciendo hasta casa de Elena, los nervios comenzaron a tomar el protagonismo de aquella escena, estaba tan nerviosa que quería salir corriendo. Llegue a su edificio, muy bonito y elegante por cierto.
—Buenas noches señorita ¿Hasta dónde se dirige?. Me preguntaba muy amable el vigilante en la puerta, los ojos se le salían.
—El apartamento de Elena señor. Le digo muy coqueta.
—¿De Elenita? Si claro, ¿Me dice su nombre?. Era obvio que Elena tenía mucho tiempo allí.
—Ana Luisa. Recordé una de sus mejores amigas y por qué no mentir.
—Ya se lo comunico espere un momento. El vigilante se alejo, llamando hacia el apartamento de Elena supongo, Elena obviamente dio el paso y el vigilante me hizo pasar.
—¿Sabe dónde es?. Me pregunta.
—No muy bien. Le digo sospechando.
—Bueno, es en el piso 3 apartamento numero 4.
Me estacione, baje del carro y no podía ni caminar de todo lo que estaba temblando. Pedí es ascensor y llegue hasta el famoso piso tres. Toque la puerta fue tan escalofriante.
Como una niña inocente abrió, sus ojos quedaron mas abiertos que nunca.
Cuánto la extrañe, fue tanto tiempo. La necesitaba mis manos sudaban… Estaba tan hermosa esos 36 casi 37 le sentaban tan bien. Yo nada mas la abrace fuertemente, ella comenzó a llorar en ese mismo instante y yo a su vez hice lo mismo.
—Cuánto tiempo. Decía mientras lloraba.
—¿Ya podemos estar juntas? Le dije.
—Te he estado esperando todo este tiempo.
—Tengo 18 Elena.
—Y te sientan tan bien. Rió.
—Lo sé. Acompañe su risa.
—Pasa, pasa.
Pase, me senté, era realmente lujoso su apartamento.
—Se mi novia. Le dije.
Elena nada más se volteo, me vio directamente a los ojos, se acerco y me beso.
—¿Qué dices?. Le pregunto.
Abrió una botella de vino, rió me miro y dijo “Salud” haciéndome recordar aquel día hace más de un año cuando nos hicimos novias.
—Salud. La mire y le sonreí.
Juntas, finalmente juntas.
La vida te enseña tantas cosas, te enseña que debes luchar y también te enseña al mismo tiempo que debes rendirte de vez en cuando, que siempre y cuando puedas amar debes hacerlo ¿Pero por qué? A veces se preguntaran, por qué pasar por tanto sufrimiento. Yo se los puedo explicar, porque también entendí que la vida sabe cuando te sientes muerto, ella sabe perfectamente que debe hacerte sufrir para recordarte que estás vivo, que sientes, que estás aquí, que puedes aferrarte a ella en todo momento. No todo es sexo, se trata de amor queridos amigos, se trata de querer con todas tus fuerzas ese tal vez, ese no y ese sí que te hace decidir el estar con una persona, no se trata de tener a alguien siempre a tu lado, se trata de tú hacer feliz a alguien ¿Porque saben? Se siente bien… Ser amado, se siente tan bien. Pero no despabilen no siempre se será correspondió y no caigan… Simplemente recuerden que es parte de la vida, cuando no seas correspondido sufre, cuando seas amado ama, cuando seas ofendido oféndete, cuando te decepcionen perdona, cuando te hieran disfruta porque definitivamente estas vivo.
Vive, la vida es una sola 4 letras y 18920394859203913910403921 formas de vivirla.
Vive, porque si estas solo hoy, te aseguro que en un tiempo alguien te estará esperando en casa para preparar la cena.
Vive y actúa bien, porque así mueras algún día, se que tendrás la certeza de estar vivo en los corazones y pensamiento de muchos.
¿Qué esperas entonces?
Actúa, ve y dile que la amas.
Dile a todos que te sientes feliz, porque mientras ellos sienten asco de que una mujer bese a otra nosotras, estaremos riendo por su asco, reiremos miles de veces con esa persona que amamos, porque jamás entenderán, jamás… Lo que ella puede hacer por ti y lo que tú puedes hacer por ella.
Vivir es amar ¿Por qué no amar?
¿Y a ti, ya te toco amar?.